Estoy bien. No se preocupen
Agradezco a mis lectores la preocupación por la salud física, moral y eclesial de un servidor. Además de todos aquellos que tienen a bien pasar por este blog, que son unos cuantos miles cada día, los comentaristas, decenas y decenas, luego están los que se dirigen de manera más personal a uno a través de mensajes privados en Facebook o directamente vía mail o incluso teléfono.
Bien, pues de todos estos, no pocos muestran preocupación por un servidor de manera ordinaria, y unos cuantos especialmente desde este pasado miércoles cuando hice saber en el blog que este domingo comenzamos a celebrar una misa dominical “ad orientem”. Preocupación que se resume en un “Jorge ten cuidado, sé prudente a ver si te van a decir algo”. Debe ser porque servidor tiene la mala costumbre de soltar lo que piensa de las cosas y de hacerlo con claridad para que no haya dudas y en un blog con nombre y apellidos.
Curiosamente, aquel que suelta lo que le place sobre la vida de la Iglesia puede ser dos cosas. Si es progre, profeta súbito. No falla. Todo aquel que suelta lo que le sale por su boca, se cisca en la doctrina, resume su pensamiento en lo importante es el espíritu, reivindica la liturgia creativa y sobre todo habla de que hay que estar con los pobres, ese es profeta, y todas sus chorradas, por burdas que sean, consecuencia de su sano y evangélico profetismo.
Cuestión muy diferente que uno suelte lo que le plazca sobre la vida de la Iglesia desde lo que algunos han dado en llamar conservadurismo o la caverna. Si proclama que es necesario celebrar como manda la Iglesia, estudiar el catecismo, cuidarse de los lobos con piel de oveja, defender lo recibido de siempre y hablar sin tapujos ni miedos de Jesucristo, y aunque también esté con los pobres, o incluso más, jamás será un profeta. Se queda reducido a simple lenguaraz, a desvergonzado que tiene por norma faltar a la caridad.
Mis lectores, que me pierdo, están preocupados por un servidor, aunque espero que poquito. Lo de la misa “ad orientem” sí que los tiene un tanto revueltos, no porque estén en contra, que todo lo contrario, sino porque tienen miedo de que un servidor tenga problemas. Hasta en los comentarios al post o dejan claro: don Jorge, que se la está jugando.
Tranquilos que no solo nadie me ha dicho nada -de las alturas digo-, sino que estoy convencido de que no lo van a hacer porque no tiene sentido ni hay razones para ello. La liturgia de la Iglesia admite perfectamente celebrar así, el prefecto de la Congregación del Culto Divino lo recomienda, lo hizo también en su momento el papa Benedicto XVI e incluso el mismo Francisco no tiene problema en celebrar “ad orientem” en alguna ocasión. Además, se trata simplemente de la primera misa dominical. Tampoco soy el único. Otras parroquias hay en Madrid que celebran así incluso a diario.
Otra cosa fuera si me dedicara a celebrar con panchitos y coca cola, sin ornamentos, inventándome las oraciones, bailando la conga o me pusiera a concelebrar con un mahometano, una pastora calvinista o un rapado y anaranjado hare krishna, que evidentemente no es el caso.
Fuera de eso, estoy bien. Gordo, ya lo sé. Calvo, qué se le va a hacer. Cumpliendo años, a Dios gracias. Pero feliz, animoso, alegre, encantado de ser sacerdote y encantado con tantos amigos que se preocupan de uno. Tranquilos que estoy bien. Lo único que lo de lenguaraz tiene mal arreglo. Intentaré cuidarme.
48 comentarios
Ya está bien que se deje que el demonio gane batallas con los abusos litúrgicos. Hay que frenar, cortar de raíz todo mal.
Lo que resulta muy curioso es que gran mayoría de católicos puedan resultar reacios a que alguien haga las cosas de las formas que Dios manda, recomendadas por el mismo CVII. Pero es claro, su tolerancia termina cuando no se cuadra con lo que mandan sus caprichos.
Pues la Liturgia Eucarística sacrificial se prefigura no solamente en la Última Cena, sino desde el sacrificio de Abraham hasta el sacrificio del Templo de Jerusalén (en cuyo Sancta Sanctorum sí se ofrecía la oblación aunque animal "ad Orientem"), y luego en las iglesias cristianas desde antiguo.
Si la Iglesia ha celebrado durante casi toda su existencia la Santa Misa --tal como la conocemos hoy-- a Oriente, ¿por qué cuestionar esta tradicional práctica, llena de sentido? ¿Por qué hacer "arqueologismo" desde el prejuicio?
Cuando se ha dado la espalda a Dios, a partir de la Liturgia, ha venido sobre el mundo, la descristianización, la corrupción del modernismo, las persecuciones, la mundanidad, el libertinaje. Ahora todas las cosas se quiere resolver a base de firmas ya no hay plan de vida de oración, ya no se consulta a Dios para las cosas importantísimas.
Los sacerdotes, me refiero a los que por fin se deciden en dar gloria a Dios, la Sagrada Liturgia es un buen medio para edificar a toda la población. Vendrá también contra estos sacerdotes, otros pastores que no estarán de acuerdo, nunca lo estuvieron antes ni con San Juan Pablo II y Benedicto XVI que dejaron documentos escritos para poner fin a todos los abusos litúrgicos. Esto hay que poner fin, incluso el feligrés debe tener la valentía de encaminar al sacerdote en aquellas cuestiones que vienen del Magisterio de la Iglesia Católica. Siempre con la caridad y el respeto que debemos a los sacerdotes. Pues de otro modo (a las malas) no podríamos complacer a Dios.
"Cosas claras": Jesús nunca comió hot dogs.
Con lo fácil que es para tantos dejarse llevar por la mediocridad...
Solo podrían venir el arcipreste o el vicario, pero lo dudo mucho.
Gracias.
Dios lo recompense ahora y siempre
Si necesita acólitos para la celebración, le ofrezco un equipo de veteranos de rugby, colectivo de cuya perfecta catolicidad no respondo, pero que son buena gente siempre dispuestos al llamado de un amigo, y cuya devoción, no sé si por sus miradas o ademanes generan mucho respeto...
¡Vaya manera de hacer el ridículo!
Cómo son de hipócritas los progres, que cuando les conviene acuden a "lo que hizo Jesús" (es decir, lo que ellos dicen que hizo), y cuando no, salen con eso de "los tiempos cambian" y "no se puede hacer siempre lo mismo", etc., etc.
Padre Jorge, como se dice en mi país, déle para adelante con la Misa ad Orientem. El pastor va detrás, en medio y sobre todo delante del rebaño (entrada procesional de la Misa ;) ), para conducirlo a los pastos verdes.
En la última cena todos volteaban a ver a Jesús, nadie le daba la espalda. ¿Hay algo de malo en continuar haciéndolo?
Quizás así, el Antontonio, el desagradable multi-nicks y demás estreñidos que visitan este blog para flagelarnos con sus ocurrencias adolescentes, nos concedan algo de paz.
En la Iglesia, por desgracia, si un cura es "progre" y, por ejemplo, se pasa las normas litúrgicas por el arco del triunfo, muy probablemente no le va a pasar nada. En cambio, si un sacerdote, en uso de la facultad que le confieren esas mismas normas litúrgicas, decide, por ejemplo, celebrar la Misa "ad Orientem", puede colocarse en el punto de mira de sus compañeros y del propio Obispo.
Sin ir más lejos, ayer por la tarde estuve en Misa; en el altar había tres sacerdotes, a pesar de lo cual, un laico que no está instituido acólito fue el que reservó el Santísimo en el sagrario después de la comunión. Es indignante, pero, sin embargo, el Obispo no se mete en esas cosas.
Un abrazo y felicidades.
Salut
Al mismo tiempo, también me cargan los progres que se pasan el día insistiendo en si Nuestro Señor Jesucristo hizo tal o hizo cual -sería fácil parodiar algunos de esos argumentos, pero no querría que alguien lo interpretara como una falta de respeto-.
La alusión al Padre Fortea se refería a un texto que leí hace tiempo en el que decía que los pobres desgraciados de la "generación progre" -de hecho, su propia generación- se pasaban el día discutiendo Juan Salvador Gaviota -y entiendo que guarde mal recuerdo de aquello, porque, la verdad, es un libro malísimo- y que en cambio los seminaristas actuales pueden presumir de que les interesan asuntos verdaderamente importantes, como la superioridad del Vetus Ordo sobre el Novus, etc...
En fin, dejémoslo correr.
En cualquier caso, lo importante para un católico debería ser asistir a la Santa Misa en cualquiera de las formas reconocidas por nuestra Santa Madre Iglesia. Y felicito a Don Jorge por haber ofrecido a los fieles una posibilidad que hasta ahora no estaba al alcance de muchos.
Nota positiva: Todavía me estoy riendo con lo de Haddock.
Saludos cordiales.
Gracias Padre Jorge por ser como es, un cura como Dios manda!!
Independientemente de que la denominación ad orientem se debe a que la mayoría de los templos están orientados ad orientem, los dos tipos de celebración son todos alrededor del altar o todos dirigidos por el sacerdote postrados ante el altar y el sagrario. Por supuesto me valen los dos igualmente simbólicos, pero yo, si puedo elegir, prefiero todos postrados ante Nuestro Señor Jesucristo.
es importante mencionar que este tipo de misas es ecuménico, ya que así es como lo continúan haciendo los ortodoxos. Sería un avance en dicho sentido y los defensores del acercamiento con los otros cristianos deberían estar felices.
ME ALEGRÉ MUCHO Y LO FELICITO POR DAR LA OPORTUNIDAD A SUS FIELES QUE TENGAN MISA AD ORIENTE ALEGRA ALOS MAYORES ENSEÑA A LOS JÓVENES
UN MUY CORDIAL SALUDO DESDE CHILE
Excelente artículo y muy grata la sorpresa por el contenido.
Solamente comentar que no entiendo el siguiente comentario, que no sé si viene de un católico o de un troll:
"Cosas claras
Jesús nunca celebró nada ad orientem
26/11/16 1:55 PM"
Como tampoco nuestro Señor oraba en latín y no por eso dejamos el latín... ni el español.
In Domino
Aparte de las razones que ha dado Jerónimo, añado una más. Jesús es Dios, el sacerdote no. Hacer algo en nombre del Padre o del Hijo no le convierten en el Padre o el Hijo. El sacerdote SÍ está ante Dios en la eucaristía. Tampoco Jesús se arrodillaba ante sí mismo. Pequeño detalle.
Si usted sale a decir misa con una camisa de pana, cambia las lecturas por poemas de Tagore, el acto penitencial por respiración diafragmatica, pone a unos payasos a repartir globos, desde el pulpito lanza criticas al obispo, al papa y hasta el sursum corda.
Despues de un rato de meditación con incienso (en barritas, que el inciensario es de carcas) consagra unas rosquillas, o mejor que las consagre una divorciada vuelta a casar (que todos somos sacerdotes por el bautismo) y termina en vez de dando la bendición cantando la internacional puño en alto.
No pasa nada, si acaso el Arzobispo igual le dice que revise alguna cosilla..
Pero claro si a usted le da por celebrar según las rubricas del misal ¡ A ver si te van a decir algo!
El papel de fumar se debe estar acabando de todos los estancos...
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