Dos pecados que no merecen la pena
Los peces pican porque los pescadores son listos y ponen el cebo más apetecible. Los humanos pecamos porque el tentador despliega ante nuestros sentidos goces, sensaciones, satisfacciones personales, destellos de la más alta felicidad. Y si no, piensen un poco.
Se peca porque te colocan delante algo que te agrada en grado sumo y eso te hace olvidarte de tus principios, tus compromisos, tu moral y al final la tentación te puede.
Uno comprende que ante una buena mesa y unos caldos apropiados, la gula nos venza. Se sabe perfectamente lo que supone la tentación de la carne y no precisamente la del plato, pero a cambio la gente se lo pasa pipa. El que peca por murmuración, al menos ha pasado un rato entretenido, y el que roba eso que gana en bienes materiales. Mal pecado la pereza, pero las siestas no te las quita nadie, y si faltas a misa un domingo o día de precepto, sacas a cambio una horita para hacer otras cosas.
Me cuesta más trabajo entender otros pecados. Especialmente dos, y mira que son de los frecuentes.
Uno es el de la ira. Sucede cualquier cosa, no es obligatorio sea cuestión de excepcional importancia, pongamos un desencuentro con un hijo, el padre, un hermano, una cuestión de trabajo, y hale, gente que se pone como moto de carreras en sprint final: gritos, imprecaciones, invocación a los santos y no precisamente piadosa, amenazas… Absurdo. Completamente absurdo.
En lenguaje popular, cosas que aprende un párroco rural, “el que se cabrea pierde la garrota, y cuando la encuentra ya la tiene rota”, que es como decir, que pierdes el tiempo y empeoras las cosas. Te enfadas, arriesgas una subida de tensión, lo pasas mal, lo pasan mal los demás, tienes que desenfadarte y encima pedir perdón. Pues qué quieren que les diga, no compensa.
Menos aun comprendo el de la envidia, aunque en este mundo hay gente pa to. La envidia es un pecado que recome, destroza las entrañas, priva del suelo, agría el carácter, no solucionada nada y encima te tienes que confesar.
Hay gente especialista en estos dos pecados. No sé qué han hecho con su carácter, ni a qué han dedicado su vida para estar así. Gente amargada que por todo protesta, por todo se molesta, incapaz de tomarse la vida con una chispita de humor incluso en los momentos más tristes. A esa gente no hace falta ponerle especial penitencia en confesión: la llevan permanentemente puesta.
Todos conocemos gente así. Hagas lo que hagas, protestan. Vean lo que vean, les molesta. Son personas que pareciera que cada mañana se colocan unas gafas emponzoñadas que les hagan ver las cosas sucias. Ellos se lo pierden.
Preguntaba una mamá al niño: ¿de qué habló el señor cura en el sermón? Del pecado. ¿Y qué dijo? Que no es partidario… Yo tampoco lo soy, pero hombre (ironía “on”) de pecar al menos eche una canita al aire y dese un homenaje (ironía off). Pero pecar de envidia o de ira con lo mal que se pasa…
24 comentarios
Comprendo el sentido del texto, pero no me parece muy apropiado que la gente pueda percibir que se quita hierro a algunos pecados cuando además vivimos en la época de una pérdida ya casi absoluta de la conciencia de pecado.
No es por incordiar. Por lo general estoy muy de acuerdo con usted, padre, en todo lo que escribe. Y me parece en gran parte muy necesario, tanto en el fondo como por el estilo.
Estimado,Padre!!!Siempre lo recuerdo porque Gracias a Usted, estála Capilla de Adoración perpetua a CRISTO, MAJESTAD ABOLUTA,Barba ARRANCADA;CARA DE PEDERNAL!!!!!!!!Según las ESCRITURAS, en cada pedacito está a si, como DIOS!!!no va a producir conversiones,.En Cuanto a la envidia, un Santo Sacerdote, un hombre de Dios ,el Padre Horacio Bojorge me advirtio, que se da entre personas cercanas, familiares, etcA MI me PASO!!!!Pero me acompaño, una ENORME GRACIA de DIOS, me senti más Malo, que el mundo ehhh!!!!En Serio, le escribi a mi primer confesor el Padre Bonifacio de Ataun hombre viril, recio, ahora son medio Fi Fi, Español, Fraile Capuchino fama de Santo según sus sacerdotes!!, aca estaba en Nuestra Señora de Pompeya:Todavia tengo su carta desde España, que horrible me senti!!!!!!!!Fue una Gracia enorme!!!!!Confesión y EUCARISTIA, luchar!!!no recuerdo como fue la cosa, pero se fue, y creo que desde ese momento no envidie a nadie, cuantas Gracias, manda Dios no!, y la gente, (no descalifico, va al Psicolögo, cuando Dios es el que llama, avisa, y he leido que a cada persona, muchas veces, de distintas maneras, pero el hombre de Hoy ,no escucha, al remordimiento lo llama complejo de culpa, y asi!!!!!!El Dormir no es pecado, Chesterton amanecia durmiendo, y luego escribia mejor, el mundo de la eficiencia no lo entiende, Santa Teresa manda si el cerebro no funciona a sus monjas al campo!!!y asi, hay que ser eficiente, producir!!!!!El Ocio y la Vida Intelectual de Pieper, lo debería leer todo el mundo. La Iglesia es realista, sus Santos lo son.Sus pensadores también.Salvo el que escribió el que escribió esa frase horrible desentrañada en el Ries.
Debe ser un FI FI !!!!!!!!Ahi no está el realismo Católico.Virilidad y Realismo!!!!!
Que Dios lo Bendiga Padre,son muy necesarios!!!!!y a la Iglesia.
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Y de eso hay mucho.
Menos la envidia, según el catecismo es " la tristeza en el bien ajeno " . O sea, que pecas y encima estás jorobado.
Pero es que, con o sin producto, pecar podemos pecar todos. Si el Señor nos suelta, zas, pecamos. Para no caer en la tentación hay que pedirlo al Padre, todos los días y a todas horas.
Así que, eso, que El nos libre. Que la envidia y la ira no son menos pecado que la soberbia o la gula. Y puede que más fáciles de cometer.
A veces pensamos en envidias materiales, pero hay que ir un poco más profundo para ver que el resto de los pecados tienen su comienzo en la envidia aunque no lo sepamos.
La envidia, sin embargo, como los celos es de color verde, acompaña siempre, no deja disfrutar de lo que se tiene y hace que los envidiosos se entristezcan con el bien ajeno.
He tenido personas de mal genio y envidiosos entre las personas de mi familia, afortunadamente los envidiosos no eran familia directa pero se les veía en las caras un tonillo verdoso. La envidia está en el fondo de muchas personas que, aparentemente, presumen de justicieros: quieren repartir el dinero de los ricos, la belleza de los hermosos, la inteligencia de los listos...y se cubren con la justicia cuando, en realidad, no soportan el bien ajeno. El envidioso ríe poco y su sentido del humor es ácido. Una verdadera pena.
Que la envidia no produce placer es obvio pero yo creo que la tentación del envidioso es siempre una injusticia cometida contra él por la fortuna o por lo que sea. Se siente en inferioridad por todo: porque no es el más ocurrente, porque hay otro que gana más, porque tiene algún defecto físico-casi siempre mínimo-que le acompleja...es como si oyera una voz que le dijera: "te mereces más", "la vida no te ha dado nada", "ese es inferior a ti y está por encima". Verdaderamente la envidia no produce ningún disfrute pero es inherente a la persona y ésta necesita analizar muy bien su procedencia para neutralizarla.
Normalmente el Maligno tienta con el placer, pero los pecados del espíritu no son de la misma naturaleza que los de la carne y, por lo tanto, ni el avaro, ni el soberbio, ni el envidioso, ni el tirano reciben una recompensa inmediata como el comilón, el fornicador o el vago; mas bien es como el sediento que jamás se sacia: a más dinero más codicia, a mayor poder más ansias, a una gran envidia mayor tristeza, etc...
El problema del envidioso es que, aunque alcance un puesto más alto que el envidiado, sigue teniendo la mujer más fea o nota que la gente no le acoge con el mismo agrado, así que nunca alcanza la meta que se ha propuesto. La soberbia y la envidia son los pecados del mismo Belcebú que no pudo decir como el Arcángel Miguel: "¿Quién cómo Dios?
Aunque parezca lo mismo no lo es; en el primer caso se hace referencia a una causa social: pobreza-riqueza, en el segundo a una realidad familiar no comparativa: los medios que se tienen. De manera que sólo ahora, echando la vista atrás, puedo decir que, tal vez, alguna vez fui pobre.
Por otra parte la idea de dignidad de la persona, ajena al concepto materialista, hacía que la envidia no entrara jamás en mi casa. Los patrones no eran objeto ni de halago ni de envidia, los que tenían menos tampoco. Mi madre, cuando pudo tener servicio, asombraba a las empleadas de hogar porque no las distinguía de sus propias amistades y, de hecho, algunas se convirtieron en sus amigas: los regalos que les hacía eran de la misma calidad, si les servía un café lo hacía de la misma manera. Hoy por hoy sigo sin distinguir, aparte de las situaciones de miseria evidentes, lo que es un pobre y un rico.
Creo que los 2 pecados tienen una causa común y es el pecado de soberbia.
La ira es el reflejo de sentirse superior a los demás.
La envidia es el reflejo de creer que merezco más riquezas materiales que los demás.
Así que si Ud. no es iracundo ni envidioso está más cerca de la buenaventuranza de la humildad que nos lo dejó clarito nuestro Señor en el sermón de la montaña.
Excelente artículo que me ha valido para hacer la oración de la noche.
Gracias.
In Domino.
-Pecados de la carne, creo yo entender, y no la envidia que como tantos comentaristas quieren distraen esta cuestión de la debilidad carnal.
-Los humanos pecamos porque el tentador despliega ante nuestros sentidos goces, - Dice Mr. Jorge Y añade-: Se peca porque te colocan delante algo que te agrada en grado sumo y eso te hace olvidarte de tus principios, tus compromisos, tu moral y al final la tentación te puede. -
¿Se está confesando D. Jorge?
Porque no le veo a usted que se justifique en comer el manjar prohibido.
Me ha costado encontrar a Mr. Guadix entre los comentaristas, hasta que me he dado cuenta que el segundo apellido de D. Jorge es Guadalix.
Ni el párrafo copiado, ni el tal Mr. Guadix tienen sentido alguno ni siquiera en clave surrealista. Cuando el pensamiento de alguien es ininteligible para los demás hay que sospechar que el sujeto que hace uso del logos está todavía en el caos primigenio.
¿"Por qué dice casi toda la gente que lo que es bueno, o es PECADO o ENGORDA?.". Perdóneme, padre, se lo trasmmito sin ira y sin envidia. Le digo que "a chufla lo toma la gente-son versos del Pillayo- pero a mí me da pena y me causa un respeto imponente". Con mucho calor y no menos humor.
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Jorge:
La frase que yo conozco es esta: "todo lo que me gusta es ilegal, inmoral o engorda".
Volviendo al pecado de la pereza creo que merece consideracion aparte. Creo que se trata del pecado con "mejor prensa" de todos. Me explico.
Nadie va presumiendo por ahí de que ha pecado de pureza o que a toda hora la lujuria le invade, que tiene un exceso de soberbia e incluso, que la envidia le corroe porque su vecino tiene tal o cual cosa o que padece arrebatos de ira incontrolados...
En cambio, no es extraño oír " uff yo soy un perezoso.... Por las mañanas me cuesta un montón levantarme.... Lo mío es el sillón-ball.... Me cuesta tanto ponerme a hacer cosas sobretodo en verano... Que perezoso soy! A ver si me toca la lotería y me retiro a una isla!..." la pereza tiene mejor nombre y no duelen prendas en reconocerlo. Y ojo con este pecado!!
Abrz
Tu tranquila que entre Guadix y Guadalix todo es agua que corre y riega sino se evapora.
Las otras dos féminas, que no feminidades, que comparten inicial conmigo en el Olimpo son Afrodita y Artemisa.
Primero se ordena el pensamiento y después se escribe conforme a ese orden ayudándose de la sintaxis. Elemental en bachillerato.
Magnífico su sentido del humor.
Los pecados hoy día sofocan el alma. El cristiano ha de ir con la cabeza gacha si no quiere pecar, al menos de "excesiva" contemplación.
Contra la envidia yo me gasto el no saber nada de nada ni de nadie.
Saludos cordiales
¿Eso es pecado? Depende. A lo mejor no es pecado sino necesario. Hay que matizar. Es que como lo ha puesto en negrita pareciera que tiene una importancia mayúscula.
Al que no soy capaz de imitar ni de lejos es a San Juan Pablo II, que dormía en el suelo, se flagelaba a sangre, rezaba 5 horas antes de empezar el día y empezar a despachar gente u obligaciones...
¡Es teología descarnada y de buen cuño ! Felicito su ingenio !!!
...Y lo demás, pues ná !
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