Rafaela, cuánto tiempo

Me cuenta Rafaela que han reformado el altar de la iglesia de su pueblo. Bueno, en realidad parece que ha sido el presbiterio donde pretenden colocar un pequeño retablo. No es mucho dinero, cosa de cuatro o cinco mil euros, pero como le he dicho, entre todos lo sacarán adelante sin demasiados problemas.

-          Yo desde luego, me dice Rafaela, no pienso dar un euro.

-          Ya empezamos…

-          Mira, cura, te lo voy a explicar despacito para que me entiendas.

En la guerra civil, incivil que decía mi madre, los milicianos quemaron todo lo que había en la iglesia. Fue acabar la guerra y entre todos los vecinos, y mira qué tiempos aquellos, nos las arreglamos para colocar un retablito decente, disponer de algunas imágenes y apañar todo.

Llegó el concilio. Y con él un nuevo sacerdote partidario de retirar las imágenes y dejar solo el crucifijo, la Virgen y el sagrario. Las imágenes no me digas cómo, pero desaparecieron. Dinero para quitarlas, dinero para reformar el retablillo que, evidentemente, pusimos los vecinos. Van dos.

Algunos años más tarde, otro sacerdote decidió quitar el altar de piedra del presbiterio y colocarlo justo en medio del templo para que las misas fueran más comunitarias. Quita el altar, recoloca, mueve bancos, reforma algunos. Van tres. Lo pagamos nosotros.

Otro cura vino que pensó, menos mal, que el altar debía volver al presbiterio, a su lugar original. Pues nada, otra vez de obras pagadas por los feligreses como es lógico. Cuatro.

Y tener imágenes, claro, parecidas a las que tuvimos pero que como desaparecieron hubo que comprar de nuevo. Cinco.

Ahora que si un retablillo del estilo del que se hizo en los años cuarenta y se tiró a la basura en los sesenta. Seis. Seis veces pidiendo dinero para reformar la reforma de lo reformado. Cura que llega, obra que empieza a costa siempre de los feligreses. ¿Comprendes por qué no doy nada?

Si añades a eso que un cura que nos confesemos el otro que no hace falta, uno que es pecado, este que no y aquél que depende, pues servidora hartita. Así que yo cada día mi rosario, misa el domingo y entre semana cuando la hay. Confesarme imposible, porque el párroco no tiene tiempo. Aprovecho cuando voy a Madrid, que cerca de mi médico hay una iglesia con confesores. Y poco más. Dinero doy para Cáritas y para pagar los gastos normales. Para obritas y caprichitos, ni un céntimo.

Te lo vuelvo a decir. No nos respetáis, llegáis a una parroquia y como si fuera vuestro cortijo, y siempre a costa de los demás. Conmigo que no cuenten.

22 comentarios

  
Miki V.
No es tanto la mentalidad de cortijo, que por supuesto que la hay, sino la ausencia absoluta de criterio.

Cíñete al guión, leñe, cíñete que a parte de ahorrarse manga de duros, das imagen de unidad. Pues no. Cada uno de su padre y de su madre.

Sic transit...
27/05/16 10:17 AM
  
Isabel
Yo voy a rezar a una iglesia donde el párroco está muy preocupado por tenerlo todo muy bien cuidado y limpio. Le gusta la decoración y que todo brille mucho; cuanto más dorados, mejor. Hasta se ha comprado un sello de oro macizo que luce cómo si fuera un papa renacentista.
27/05/16 10:23 AM
  
Francisca
No todos los sacerdotes actúan así, algunos como los que describe Rafaela los hay por desgracia para las parroquias.
27/05/16 10:30 AM
  
Jesus Javier
Y para Cáritas tampoco Rafaela, que en sus carteles no sale Jesucristo ni por un despiste
27/05/16 10:52 AM
  
Pepito
Pues sí, la verdad es que estaba hechando de menos a la Sra, Rafaela.
Nos tiene que dar su parecer sobre muchas cosas, entre ellas, qué le parece a Doña Rafaela que el Padre Angel vaya a utilizar la Iglesia de San Antón de Madrid para dar por televisión el partido de Champions Real Madrid-Atlético de Madrid para los pobres sin techo, con refrescos y picoteo de patatas fritas incluído. ¿Le parece bien que el recinto de una Iglesia se convierta en un salón de televisión como si fuese un bar?
27/05/16 11:13 AM
  
María López
Pues estoy de acuerdo con la Sra. Rafaela, muchas veces no hace falta ni que cambie el párroco, el mío todos los años hace alguna reforma, parece que no hay crisis porque son cosas puramente estéticas, y no siempre el cambio es para mejor :-(.

Y lo de las confesiones....en mi parroquia se sientan los domingos durante las misas, pero si quieres confesarte entre semana se lo tienes que pedir, no me parece mal porque tienes cierta confianza, lo malo es cuando sales de vacaciones y tienes que buscar alguien que te confiese, ¡Qué tiempos aquellos en los que si ibas media hora antes de las misas siempre había un sacerdote sentado en el confesionario!, ahora parece que hay que ir a la caza y captura de un sacerdote, luego diréis que la gente no se confiesa, entre lo que cuesta decir tus pecados a un extraño y si encima tienes que ir a buscar uno que muchas veces llega a la iglesia justo para la misa.....No me extraña que la gente lo haga cada vez menos. Entiendo que estéis muy ocupados pero ¿Tanto cuesta sentarse al menos 15 minutos en el confesionario antes de la misa o en cualquier otro horario para que la gente sepa cuándo pueda acudir?
27/05/16 3:20 PM
  
Isabel
¡Pobre Rafaela... Reconozco que lleva su razón y que esté harta de tanto cambio!

Personalmente soy de extremos. Me fascinan las iglesias que parecen ascuas de oro cuando se enciende la iluminación, y sin embargo para la oración me gustan las iglesias muy sencillas, sin imágenes ni adornos; lo considero un ambiente más propicio para concentrarse en la oración. Hace dos años estuve visitando los jadines de la mezquita mayor que se ha construído en Granada, al lado de la iglesia de San Nicolás en el Albaicín, y aunque no entré al interior de la mezquita si pude observar desde la puerta la extrema sencillez de su ambiente y me gustó.

Leyendo sus post Padre, y también otros post de este portal y algunos comentarios, me doy cuenta de que palabras y expresiones que yo sólo había oído en Granada, concretamente en un pueblo de Granada, y que por tanto creía que sólo eran de esta parte de la geografía española, forman parte del resto de España. Y entónces me doy cuenta de que en realidad somos parte de una gran familia unida por la religión, las costumbres y hasta el idioma.

Dios lo bendiga y nos bendiga.
27/05/16 3:44 PM
  
anscelo
O el curita que aparece corriendo 5 minutos antes que empiece la misa, y haga lo mismo cuando se acaba. Un día se puede tener prisa como nos ocurre a todos los humanos; pero es que es un día, y otro, y otro...al final piensas mal, y es que así omite que alguien le pida confesión o le haga alguna pregunta. Lo de Doña Rafaela tiene razón, ¿cuántos disparates se realizaron en la decoración de las iglesias en los años 60...? O en la construcción de nuevos templos que algunos parecen teatros griegos con sus rampas para salvar los niveles. El problema es que los arquitectos no pensaron que los feligreses envejecerían y no podrían ni bajar ni subir esas rampas. El precio ha sido la ruptura de huesos,esguinces y hematomas.
27/05/16 4:46 PM
  
Almudena 1
Y eso que no ha pensado en la moda de las casullas y sus últimos diseños, algunas para llorar, y precisamente baratas no son.
27/05/16 5:33 PM
  
Francisco
Cuando leo blogs de este tipo y los comentarios que hace la mayoria me pregunto?los Obispos no tienen nada que decir?

- - - - -
Jorge:
Nunca pasa nada.
27/05/16 5:45 PM
  
Leonardo
Después del papado bicéfalo anunciado por Ganswein en su conferencia, TODO ES POSIBLE.
27/05/16 6:42 PM
  
Luis Fernando
Ganswein ha dicho una solemne estupidez. No hay por dónde coger la idea de dos personas desempeñando a la vez el ministerio petrino. No está la Iglesia como para chorradas de ese calibre.

Es más acertado el "Nunca pasa nada".
27/05/16 10:17 PM
  
pepiño
"Nunca pasa nada". Qué grande.
27/05/16 11:26 PM
  
Lourdes
Qué daño hicieron los años 70. Y algunas corrientes. Me crié en Alemania. Los domingos, con mis padres a la misa española. Curas "colegas", curas "comunistas", curas que insisten en acompañar las canciones con bandurrias y panderetas para que los jóvenes no se aburran, curas que nos enseñan a cantar Viva la gente, curas que creen que deben trabajar en una obra más que en la iglesia. No recuerdo confesiones sino charlas en un rincón, en un plan informal, y recuerdo comulgar sin saber lo que hacía. Inconsciencia total. No era misa, eran reuniones. Supongo que algunas iglesias "modernas" son de aquella época, el altar ladeado, cuesta ubicar el sagrario, y parecen más un garaje que una iglesia.
27/05/16 11:47 PM
  
Myrian
Siempre me identifico a la perfección con Rafaela, ni que la hubieses inventado pensando en servidora porque somos como dos gotas de agua...
28/05/16 9:04 AM
  
Mari Luz
A los distintos curas que han pasado por mi parroquia les ha pasado lo mismo que refiere Rafaela, yo siempre lo achaco a lo aburridos que están,si se ocupasen verdaderamente de su parroquia y de sus parroquianos no tendrían tanto tiempo para dedicarlo a obritas y reformas varias, que más que sacerdotes parecen decoradores de interiores.
28/05/16 1:35 PM
  
jose 2 catolico
Querido D. Jorge:
El artículo de hoy es de los de tirar por elevación y darle al objetivo que no está visible y se siente protegido... Algún obispo habrá sido alcanzado por el morterazo.
Si en una organización con 3 niveles de management: Papa, Obispos y Párrocos, cada uno va a su "bola", comprendo que habrá muchas Rafaelas (Rafael (רפאל Refáél) significa Dios ha sanado ó "Medicina de dios) obrando del mismo modo.
Dios nos sanará y nos mandará a un Monseñor Munilla, que el Paráclito y su Esposa nunca nos abandonan.
In Domino.
28/05/16 2:37 PM
  
G.K.Chesterton
@LuisFernando, le reconozco que yo también me sorprendí de las palabras y que desde un punto de vista teológico no tienen por dónde cogerse. Pero siendo Mons. Gaenswein doctor en derecho canónico y mano derecha de Benedicto, no le extrañe que sea un mensaje con intención "politica" dentro del Vaticano o que sepa algo sobre la renuncia que ninguno sepamos
29/05/16 5:43 AM
  
Natanael
Teniendo Rafaela toda la razón, tampoco hay que olvidar a tantos sacerdotes que se encuentran parroquias con forma de garaje, cine, anfiteatro o cualquier otra ocurrencia que ,además de no parecer una parroquia, encima siempre son feas... Claro la labor de dignificar estas parroquias suele ser ardua.

Aunque conozco mas de un caso en el que con los años y mucho esfuerzo se ha logrado algo digno... Que claro todo hubiera sido mas fácil si el arquitecto hubiera diseñado una parroquia, pero ya se sabe que eso era anticonciliar.
29/05/16 9:32 AM
  
Leonardo
Ya se sabrá, Chesterton...
29/05/16 8:35 PM
  
Eunice
La Sra Rafaela ha dado en el clavo; parece feligresa de mi parroquia.¡digo mal! mi parroquia sobrepasa con mucho esos desaguisados de párrocos con poco criterio; lo nuestro no queda en el "altarcito" abarca la pastoral, la catequesis, las primeras comuniones etc etc.. . y eso. . .el obispo mirando a otro lado y no es porque no esté avisado.
30/05/16 7:16 PM
  
Félix Merino
Pues yo quiero romper una lanza por los párrocos. Estos hermanos que viven para nosotros, trabajan para nosotros, predican para nosotros, quieren que el templo esté lo mejor posible para nosotros. Rompo una lanza por estos párrocos que, aunque a veces nos regañen y se enfaden, siempre piensan en nosotros, en los fieles.

Si quieren cambiar el retablo, que lo cambien. Si es voluntad del Señor, ya saldrá el dinero de algún sitio.

Yo estoy encantado con mi párroco y con todos los curas que sirven en la parroquia.

Lo que hay que hacer con los curas, desde mi humilde punto de vista, es cuidarlos mucho.
01/06/16 7:33 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.