Dios perdona CON CONDICIONES
Si es que la cosa es de cajón de madera de pino, y lo entienden los niños estupendamente.
Hace no mucho hablaba un servidor con los niños sobre el pecado, la reconciliación y las condiciones para el perdón. Les ponía un ejemplo claro que puede suceder perfectamente en casa. Los niños que se ponen a jugar con el balón dentro de casa. Que no, que eso no, y los críos que siguen… hasta que, como era de esperar, el balón toma vida propia y decide hacer añicos un cristal de la vitrina y parte de su contenido.
¿Qué pasa a partir de ahora? Uf, respondieron los críos. Que te la has cargado… ¿Papá y mamá perdonan? Sí, pero te la has cargado…
Imaginaos, les digo, que tras romper el cristal decís a papá y mamá que os da igual y que pensáis seguir jugando al balón en casa. ¿Así os van a perdonar? Entonces sí que te la cargas…
Los niños lo tienen claro: has hecho una cosa mal, toca castigo y si quieres perdón, arrepentimiento y propósito de la enmienda. Los normal. LO NORMAL.
Pues aquí tenemos cada día más pseudo teólogos, algunos de alto nivel, empeñados en que Dios perdona siempre sin condiciones. Bárbara barbaridad.
De siempre, para hacer una buena confesión y acceder de forma adecuada al sacramento de la reconciliación, se nos han enseñado cinco cosas necesarias. Empezaba el asunto por el examen de conciencia, es decir, por reconocer que hay cosas que se hacen contrariamente al designio de Dios. Seguía aquello del dolor de los pecados, ese sentimiento por haber hecho las cosas mal, tras el cual venía el propósito de la enmienda, porque no tiene sentido pedir perdón si vas a seguir jugando al fútbol en el salón de casa. Ya saben cómo seguía la cosa: decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia (el castigo, que dicen los niños).
No me digan por qué hay gente empeñada en lograr la cuadratura del círculo. Vamos, que uno puede hacer lo que quiera porque Dios perdona sin condiciones, por tanto, ni arrepentimiento, ni propósito de la enmienda ni nada. Eres adúltero, pero Dios te ama y te acepta así y te perdona porque es bueno, aunque sigas con tu triste vida de pecado. Eres defraudador, pero Dios te perdona sin que tengas que arrepentirte y sobre todo sin que sea necesario devolver lo defraudado, amén de seguir con las mismas trapisondas. Este otro es mentiroso, calumniador y difama más que habla. Pero como Dios perdona siempre…
Presentar el perdón de Dios sin conversión, porque conversión es arrepentimiento, penitencia y cambio de vida, es fraude al pueblo cristiano se pongan como se pongan, porque so capa de misericordia y comprensión eso lo único que hace es dar razones para perpetuarse en el pecado, justificar el alejamiento de Dios y ocultar el camino de la conversión y de la gracia.
Servidor, ultramontano y sobre todo infocatólico, tiene por costumbre, sobre todo confesando niños, explicar que el perdón de Dios solo es posible si se dan dos condiciones: el arrepentimiento y el propósito de la enmienda, que para ello ahí tenemos nuestro esfuerzo y la ayuda de la gracia. Pues se lo aviso, a niños y a grandes: uno es partidario del plan antiguo y de las cinco condiciones para una buena confesión.
Lo de Dios perdona sin condiciones suena bien, pero es una frase que tiene más peligro que un mono con dos pistolas, porque es la frase justa para eliminar la necesidad de conversión y justificar y comprender el vivir en el pecado.
Jamás dijo Cristo eso. Lo que dijo es convertíos… Pues nada. Es inútil. Y todo por congraciarse con el mundo.
65 comentarios
Las 5 condiciones son más complicadas que la declaración del IRPF.
Examen de conciencia: ¿cuál fue el pecado? ¿Desobedecer a los padres? ¿Ser imprudentes, asumir riesgos sin reflexionarlos? ¿Ser técnicamente inútil al chutar y darle a un cristal?
Dolor de los pecados: "ese sentimiento"... ¿de verdad el perdón de Dios depende de un sentimiento humano?; ¿la gente sentimental y emotiva lo tiene más fácil?, los que somos menos sentimentales merecemos menos perdón; ¿el perdón es un tema de voluntad o de sentimientos?, el alcohol me ayuda a ser sentimental, ¿eso me facilita ese "dolor"?
¿Y qué me duele exactamente? ¿Haber tenido mala técnica futbolera y darle a un cristal?
Propósito de la enmienda: "no tiene sentido pedir perdón si vas a seguir jugando al fútbol en el salón de casa". Bueno, ¿y si pienso seguir jugando pero con mucho cuidado, sin romper cristales?
Decir los pecados al confesor: se necesita tiempo, confesor... y conciencia de cuál ha sido en realidad el pecado...
Cumplir la penitencia: incluso las más fáciles pueden quedar sin cumplir; "dos padrenuestros y tres avemarías"; te puedes despistar al salir, dejar una frase o palabra sin decir... ¿y Dios te va a meter en el infierno por eso?
A ver, que yo me confieso, me arrepiento, etc... pero una cosa es defender los 5 pasos, y otra es considerar el perdón de Dios (¡de Dios, señores!) "condicionado" a eso.
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Jorge:
Toda la vida la Iglesia enseñando los cinco pasos para una buena confesión y mira por donde estaba equivocada... siglos de errores... Demos gracias porque llegó uisted a iluminarnos con la luz definitiva. Dios se lo pague.
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Jorge:
Lo peligroso es poner en solfa una doctrina secular de la Iglesia porque uno es más profundo. Peligroso y bastante pretencioso.
Que los teólogos de alto nivel tomen nota. A ver si leen infocatólica.
Posteriormente Dios como juez juzga e interpreta la ley, como hacen los jueces, interpreta no aplica. Que sino sustituimos a los jueces (y a Dios) por un código Informatico y corremos la rutina. Y Dios no es rutina, Dios es AMOR. Aunque a algunos no les guste...
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Cuando oigo o leo a alguien soltar esta chorrada herética, sé todo lo que piensa sobre la Confesión, los cuatro dogmas marianos o la Presencia Real, por citar algo; y que se frivolice y abarate el infinito dolor de la Pasión de Dios, me pone muyyyyy nervioso.
Es más glamuroso el estrangular la Doctrina con una impoluta cinta de satén blanco que con la soga de atar al burro, pero el resultado es el mismo.
Ahora, ¿de qué me sirve eso, si yo no lo acepto? Dios me ama siempre... ¿de qué me sirve su amor, si yo lo desprecio? Con todo su Amor, Dios no puede evitar (porque su amor es respeto, entre otras cosas) que yo, si me empeño, me vaya al infierno.
Si yo no me veo pecador (examen de conciencia), ¿de qué me tiene que perdonar Dios?; si no veo el mal que causa mi pecado (dolor de los pecados), ¿será importante que me perdone?; si no me quiero corregir (propósito de enmienda), ¿cómo me alcanza su perdón?; si no digo mis pecados al confesor ¿de qué me sirve el sacramento?; si no cumplo la penitencia, ¿en verdad estoy arrepentido?
Dios siempre perdona, pero si yo no me arrepiento, si no me convierto, su perdón no me alcanza, porque, en los hechos, lo estoy rechazando.
Saludos
Saludos.
A mi entender los Mandamientos son las instrucciones para ser felices y para ser verdaderamente humanos. Por ello cuando nos apartamos de las instrucciones, es decir pecamos, perdemos felicidad y humanidad (nos "animalizamos"), y procuramos daño a nosotros mismos, al prójimo y al mismo Señor (nos apartamos de Él y rechazamos su Amor).
Por ello, para devolver las cosas a su estado original, y recuperar nuestra humanidad y felicidad, es imprescindible cambiar de actitud, cesar en los actos que nos deshumanizan y "cumplir la penitencia", no porque a Dios le haga falta, sino porque nos hace falta a nosotros para volver a unirnos a Dios, volver a amarle.
El perdón de Dios significa estar nuevamente unidos a Él y no podemos unirnos al Señor si no queremos, si permanecemos en actitud de alejamiento.
En el ejemplo de D. Jorge:
1.- El mandamiento de no jugar a la pelota en el salón es la instrucción necesaria para tener una casa acogedora y ordenada en la que toda la familia esté a gusto y contenta. La instrucción la da la autoridad natural de la familia, que son los padres, que son los que tienen conocimiento y buscando el bien de todos y cada uno de los miembros de la familia.
2.- El pecado es la desobediencia a esta instrucción, haciendo caso del deseo propio (no muy ordenado) y sin considerar los posibles daños.
3.- Los daños son la conversión del salón en un espacio lleno de cristales, sucio y desordenado y la pérdida de algunos bienes materiales. En el salón ya no se está tan a gusto y tan contento como antes (hemos perdido felicidad y humanidad). Afectan a los hijos, a los padres, e incluso a la familia y amigos.
4.- El arrepentimiento surge de la constatación de las consecuencias de mis actos, cuando los niños ven como han dejado el salón.
5.- La penitencia serían los actos necesarios para hacer que el salón volviera a su estado original, por ejemplo limpiar y recoger, comprar lo que se haya roto, o compensar las pérdidas aunque sea con otros bienes.
Pensar que Dios nos perdona aunque sigamos pecando es como decir que le somos totalmente indiferentes, que le da igual nuestra felicidad y nuestra humanidad (que le da igual que vivamos en un salón precioso o en un estercolero). Dios, misericordioso, desea que salgamos de la mayor de nuestras miserias, que es el pecado.
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Jorge:
Supongo que tendrá que razonarlo...
Esto de decir que Dios es infinitamente bueno, que lo es sin duda alguna, porque sino no sé dónde estaríamos muchos de nosotros, y que no pasa nada, que hagamos lo que hagamos El nos perdona, si no pedimos perdón, ni nos proponemos cambiar de vida, pues como que no. La misericordia de Dios no es una capa que todo lo tapa.
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Jorge:
Vaya como me ha conocido. Mi gran fallo precisamente es la falta de sentido del humor. Pueden dar fe de ello todos mis lectores.
No hacía falta que explicitase su condición de feo y mugroso, y no se afane en compartir, aquí tiene vd la exclusiva.
Comprendo que un exceso de tequila, con mariachis en la mañana del clavo, puede dificultar su comprensión lectora, pero calificar de amargo y falto de sentido del humor a D.Jorge, no se le ocurre ni al cónsul de "Bajo el volcán" de Lowry en su peor momento.
Dios sí; pero la vida es todo menos relajada. Corrija esto y los jajajas nacidos de una radical incapacidad de entender un texto.
Cuate.
A ver, no es "toda la vida" (seguro que se puede rastrear el siglo concreto en que se estableció ese protocolo, probablemente en Trento) ni "la Iglesia" (seguro que en las Iglesias orientales tienen otros protocolos sobre la confesión y el perdón de Dios...)
Ayer leía (en un libro de la editorial Ciudad Nueva) un texto de San Ambrosio criticando el comercio marítimo por impío y ambicioso y osar algo no querido por Dios como es surcar los mares...
Una cosa es la doctrina, y otros los protocolos para las tradiciones...
Mmmm... Por cierto, eso de que el agua bendita y la escucha de los Evangelios limpia los cuidados veniales, ¿aplica también el protocolo de los 5 puntos?
Esta "contabilidad" de la misericordia...
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Jorge:
Yo tampoco te condeno... vete y no peques más. Ya ve, otro equivocado.
youtube.com/watch?v=_svWeOhj0Y4
En un retiro, sacó el caso a colación. Se ve que varios le han dicho que cómo es posible que les diera la comunión a esta pareja sin conversión alguna. Respondió: "sí, no se han convertido, pero es que estamos en el año de la misericordia... ".
Debo ser también yo ultramontano por creer en eso de "vete y no peques más". Se ve que eso de la conversión constante y valiente ya no es necesaria para ir al Cielo. ¡Vaya pastores!
Dios perdona siempre, pero evidentemente no puede perdonar a quien no pide perdón y no tiene propósito firme (de no volver a pecar), esas son condiciones. Otra cosa es el castigo o penitencia por el pecado cometido (y ya perdonado), que se paga en este mundo o en el otro. Saludos.
Lo que no se ha demostrado es que Dios haya querido condicionarlo a un protocolo contingente de 5 pasos de la Iglesia de rito latino promulgado ¿cuándo, en Trento?, que depende de elementos psicológicos de todo tipo y que se expresa con un lenguaje poco comprensible (tú mismo, Néstor, dices que el "dolor de los pecados" no es un sentimiento (y mucho menos un sufrimiento neurosomático), sino un acto volitivo...
Pero nosotros solo pedimos verdaderamente perdón cuando:
- Asumimos nuestros fallos, errores, pecados, debilidades, atreviéndonos a enfrentar la verdad en nuestro corazón, no ocultándonosla.
- No tratamos de justificarnos sino que aceptamos que hemos hecho mal y la gravedad de ese mal tanto por si mismo como por la dignidad del ofendido.
- Nos proponemos seriamente no caer de nuevo en la tentación con la ayuda de Dios.
- Aceptamos que la gracia de Dios nos llega a través de su Santa Iglesia y concretamente el perdón en el sacramento de la penitencia a través del sacerdote que actúa en nombre de Cristo.
- Asumimos la penitencia que nos puedan imponer (por suerte, luego nunca nos ponen la que nos correspondería).
Si no, no estamos de verdad pidiendo perdón y nuestro padre que esta deseando dárnoslo, sin condiciones, tendrá que seguir esperándonos.
Y aquí la persona honesta consigo mismo cuando y cómo sabe que la forma de restablecer el orden anterior depende del cómo uno se duela o se arrepienta y pida perdón a quien según esta Ley de Dios y el prójimo como hermano haya ofendido;
Según la Iglesia: Dios pone una condición al pecador honesto consigo mismo; y es que amen de estar arrepentido, debe de acatar el confesar sus pecados a una persona que tenga autoridad para perdonarlos, que como es sabido es sacerdote.
Decir que debe de hacer examen de conciencia; que debe de estar arrepentido y que debe de hacer propósito de enmienda, de nunca más romper el beneficio del perdón. Yo creo que se da por hecho por el mero acto de acercarse a confesarse; Si se es honesto consigo mismo, se sobre entiende.
Porque veamos: Un individuo que durante años haya vivido fuera de la Ley de Dios y sus mandamientos hacia el prójimo; Y que de pronto se siente llamado a pedir perdón a Dios; y que por otra parte a más de estar arrepentido de su vida anterior acatar el venir a confesarse y ser perdonado por un sacerdote; previo examen de conciencia debe confesar todo sus pecados y cumplir la penitencia: Mas: ¿cuáles, dónde y cómo; cuantas veces ha pecado...?
Dios no pone condiciones.
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¿Y cómo le llamaría usted a eso que dice Jesús en Juan 15, 14? Le cito:
"Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando."
Talmente parece que Jesús está poniendo condiciones.
Ahora en serio, la necesidad ineludible del arrepentimiento, del cambio de vida pecaminosa, de la renuncia al pecado, la exigencia de convertirnos en hombres nuevos, y del inicio de una vida radicalmente nueva, perseverando en la santidad no lo impuso Trento dieciseis siglos después de Cristo..
Todo ello es el núcleo y la columna que vertebra todo el Nuevo testamento, la esencia misma de nuestra fe cristiana. Hombres NUEVOS en Cristo. "Convertíos -o haced penitencia, o cambiad vuestras mentes- porque ya se ha cumplido el plazo y está cerca el Reino" (Mc. 1,15).
Evidentemente para hacer ese cambio radical a que nos invita el Señor, hay que conocer la vida equivocada que llevábamos, proponerse con ayuda de la Gracia no volver a pecar, y sentir dolor por haber ofendido a Dios (no sentirlo en un nuevo nacimiento es tan imposible como un parto sin dolor). Sin dolor no hay nueva vida.
El Concilio de Trento hizo una maravillosa reflexión sobre ello, examinando las Escrituras. Porque le recuerdo que el Apóstol habla de "buscar la salvación con temor y temblor" (Fil. 2,12), y que el mismo Jesús dice que "si no os convertís pereceréis todos" (Lc. 13,3).
Dios no hace absurdos y por ello no perdona a quien no muestra arrepentimiento, ni conversión. Por ello le aconsejo que antes de ir a Trento, pase primero por las Escrituras para aclarar conceptos.
Que el Espíritu Santo te ilumine para que hagas Su voluntad y no la tuya.
Charo: la corrección fraterna es un deber de todo cristiano. El Espíritu Santo te iluminará para hacerlo en tiempo y forma, pero no se puede obviar por temor a quedar mal parado. Bendiciones.
A Dios le DEBEMOS OBEDIENCIA. Que cumpliendo Sus Mandamientos seremos felices, de acuerdo. Pero no hay que olvidar que por la SOBERBIA y la DESOBEDIENCIA el hombre se separó de Dios y que para recomponer la relación entre Dios y los hombres, nuestro Señor y Redentor Jesucristo "se HUMILLÓ a Sí mismo, OBEDECIENDO hasta la muerte y muerte de cruz" (Filp 2,8) .
Bendiciones.
Bendiciones.
Primero muerto de hambre delante de los cerdos, y luego en el encuentro con su misericordioso padre. Dos veces.
Nos dio el paraíso terrenal a condición de no comer del Árbol del bien y del mal .... y la perdieron por desobediencia.
Dio la Tierra prometida a los Hebreos con la condición de permanecer fiel a Dios en la Antigua Alianza..... y la perdieron por desobediencia.
Nos promete el Paraíso, la nueva Tierra prometida después de ésta vida..... ¿Alguien pudiera sorprenderse de que TAMBIEN ponga condiciones?
Hay mucho verraco cebado de bellotas que piensa que con su porcina vida y su pésimo aliento va a ser recibido con los brazos abiertos en el cielo porque "Jesús acoge a todos" (Pagola) cosa que es cierta, pero que como con la samaritama, el Señor quiere que le PIDAMOS su agua y ORDENEMOS nuestra vida.
¿Papá le perdona sin condiciones? Yo creo que pensarían que soy una bestia infame si no lo hiciera.
Ante Dios somos como este hijo mío, terriblemente imperfectos, torpes, incapaces y necios hasta donde ya no da más. Muy mal haría yo si le dijera a este -ahora ya hombre- "si vuelves a romper un vaso no te perdono nunca más". Muchos me han recomendado ese sistema pedagógico, hay incluso instituciones que torturan a los que son como él para que no derramen la sopa -y le tengan un miedo terrible a la cuchara-, pero yo sigo creyendo que vale más la persona que el vaso, que la caca se lava y que por mucho que me duela sigo amando a este ser humano por pecador que sea.
Yo espero que Dios sea un poco más así y menos como el padre que pincha las pelotas para que los niños no jueguen nunca más, ni en casa ni en el patio, porque rompieron un valiosísimo e irrecuperable vaso de vidrio.
Si Dios es como ustedes lo describen, estaré mucho mejor en el infierno, porque perfecto no seré jamás.
A ese propósito y para mi bien espiritual, me he propuesto ir apuntando en un pequeño cuaderno para poderlo llevar conmigo, una serie de citas tanto del Antiguo cómo del Nuevo Testamento, e incluso de mi catecismo escolar, mucho más completo y más claro que el de mis hijos por poner un ejemplo, para poder repasarlas. Con tanta confusión cómo se nos está presentando hay que tener las ideas muy claras para no dejarse engañar.
Dios lo bendiga.
Paz y Bien.
Despues de leer las últimas encíclicas y algunas homilias romanas, pensaba que se había perdido la capacidad de hablar claro y sencillo en la Iglesia, pero no, usted nos acaba de demostrar que cuando se quiere se puede hablar muy clarito, para que hasta los niños lo entiendan.
cuando se ama a Dios los cinco pasos se viven y se suceden por el simple sentimiento de amor a Dios.
Esos cinco pasos forman parte del amor.
la parabola del hijo prodigo yo la he vivido,no sólo la he leído,y la verdad es que es en ese abrazo del Padre es cuando esos cinco pasos se viven con más intensidad.
Hay que vivir esa experiencia para entenderla.
Dios es MISERICORDIA, sí pero también JUSTICIA, su MISERICORDIA es JUSTICIA, y su JUSTICIA, es MISERICORDIA.
Porque Dios cuando es MISERICORDIOSO, con los pecadores arrepentidos es a su vez JUSTO, con ellos.
y cuando es JUSTO condenando a los pecadores que no se quisieron arrepentir, es a la vez MISERICORDIOSO con ellos pues derrama en ellos suficientes gracias para vencer la tentación, y a mayor pecado mayores gracias derramadas pues como dice San Pablo: "donde abundó el pecado sobreabundó la Gracia", pero ellos en su libre albedrío, le dijeron sí a Satanás y a sus seducciones y no a Dios.
Ellos en su libre albedrío se condenan.
La Justicia de Dios, implica REMUNERACIÓN, como dice el catecismo que yo estudié: "Dios premia a los buenos con el cielo y castiga a los malos con el infierno".
Dios nos castiga porque nos AMA, el Dios Papa Noel bonachón que nos predican en nuestra Iglesia esos impíos y herejes, NO, nos ama.
Apocalipsis,3-19
Yo corrijo y castigo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete!
Es un Dios que no interviene en la historia del mundo, y que deja al hombre hacer lo que le da la gana.
Por eso, ante los desastres naturales, como terremotos, epidemias, erupciones volcánicas ..etc...echamos la culpa a la naturaleza o a los hombres pero los supervivientes no se arrepienten:
Apocalipsis, 9,18-21
Una tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas: el fuego, el humo y el azufre que salía de la boca de los caballos.
Porque el poder de esos caballos reside en su boca y en sus colas: sus colas son como serpientes, que tienen cabezas con las cuales hacen daño.
Y el resto de los hombres que no habían sido dañados por las plagas, no se arrepintieron de sus obras ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que son incapaces de ver, de oír y de caminar.
No, ellos no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de sus fornicaciones, ni de sus robos.
A efectos prácticos es muy similar (por no decir lo mismo) a lo que dice usted, pero el concepto de perdón cambia por completo.
Pero, como en el hijo pródigo el padre ya había perdonado al hijo antes de que le pidiera perdón, así nos pasa a nosotros. Simplemente, Dios tiene paciencia infinita con nosotros y espera, espera... porque quien ama a alguien cree en ese alguien.
Mal iríamos si Dios nos pusiera condiciones. A efectos prácticos creo que lo que digo yo es muy similar a lo que dice usted, pero el concepto de perdón cambia por completo. Nos lo podríamos aplicar por ejemplo con aquellos contra quienes tenemos algo: en vez de guardarnos el rencor hasta que venga compungido a pedirnos perdón, tener una infinita esperanza a que podremos reconciliarnos y, cuando venga, acogerlo con alegría.
Manito, es que algunos somos duros de oído, aparte de ser duros de corazón y todavía no nos hemos enterado de qué es la Misericordia, de que Dios es supermegamisericordioso y de que todos nos encontraremos allí, arriba.
¿Qué evangelio leen ustedes?
Y es que ahora se confirma al hermano en que todo está bien, todo es válido, eres adulteró, no pasa nada, eres gay, no pasa nada, así con todo, todos somos muy buenos y Dios lo perdona todo y todos iremos al Cielo por nuestra cara bonita. Y nosotros los católicos que intentamos mantenernos fieles somos unos trogloditas que no evolucionamos con los tiempos.
"A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados y a quienes se los retengan, les quedarán retenidos", tampoco se puede decir más claro, ¿no? Pero no sé qué clase de Evangelio han leído muchos. Lo peor es que tengamos que escuchar lo contrario de pastores, en algunos casos desde muy alto diciendo toda clase de barbaridades.
La única manera de ayudar al adicto es esperar a que él mismo busque su redención, no antes, las palabras específicas del programa son "Dejar que toque fondo". El "perdonar" siempre, entendiéndose el buscar y aceptar al enfermo cuando está alcoholizado no es lo correcto sino que es profundamente contraproducente,
Muchos parientes se muestran "horrorizados" de la "falta de misericordia" y lo acogen y protegen aunque no busque salir de su miseria, el resultado: cada vez baja un escalón más hacia su destrucción. Su argumento: "si no lo hago se puede morir", la respuesta de AA: "YA ESTÁ MURIENDO,, lo único que puede hacer es dejarlo que toque fondo".
Hay un lenguaje que acerca la gente al confesionario (o a un alto porcentaje de los hombres y mujeres del siglo XXI, acostumbrados a elegir entre mil opciones), y otro que hace que lo deje para el lecho de muerte... o ni eso.
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Jorge:
Sí. Supongo que se refiere a ese lenguaje de que no es necesario confesarse, que Dios es bueno y todo lo perdona.
oh si hijos,habeis desobedecido a vuestro Padre pero no importa ,El es excepcionalmente misericordioso y perdona siempre.
Así la madre desautoriza al Padre y propicia que los hijos le pierdan el respeto.Además convierte las normas del Padre en algo inutil e innecesario.
La iglesia no puede tener esa actitud porque rompe la unidad matrimonial con Dios,se eleva por encima de su autoridad y le ningunea.
Amar al Padre significa respetarle,obedecerle y también sentir dolor cuando le hacemos daño,arrepentirnos ,pedirle perdón y proponernos no reincidir.
Eso es amor.
El lenguaje que yo critico es el que dice: "Dios no te perdonará si no cumples este estricto protocolo de 5 pasos; para Dios los protocolos son esenciales, y, ojo, hay que hacerlo bien... y no se olvide rellenar el formulario 5.3... y cuidadito en confundir atrición con contrición".
"Que Dios es bueno y perdona es cierto", y enseñanza cristiana indudable.
El tema es ver con qué lenguaje acercamos a la gente al confesionario (más en concreto, al sacramento de la Reconciliación).
El lenguaje de protocolos de 5 puntos sólo funciona con un pequeño porcentaje de personas que, por talante personal, gustan de itinerarios meticulosos y el "cumplir". Probablemente es el mismo tipo de personas que disfrutan rellenando los formularios del IRPF (que los hay). Para el resto de personas habrá que buscar otro lenguaje.
este lenguaje de 5 protocolos como tú lo llamas es simple y llanamente el lenguaje del amor.
Cuando amamos a alguien de verdad, si nuestra actitud hiere o disgusta a esa persona lo primero que hacemos es reflexionar sobre lo que ha ocurrido y sobre nuestro comportamiento al respecto (exámen de conciencia).
Cuando nos damos cuenta de que la persona amada sufre por nuestro comportamiento nos duele y nos sentimos mal (dolor de los pecados)
Así que, como no queremos volver a herirla nos proponemos no volver a caer en el mismo error (propósito de enmienda)
Al final decidimos reconocer nuestra falta y pedir perdón a la persona que amamos (confesión)
Y ,como siempre, nuestros actos tienen sus consecuencias,nuestra actitud repercutirá en la relación de una forma u otra y ,si amamos a esa persona ,intentaremos paliar el mal que le hemos causado.(penitencia)
No es que si no lloramos estas cinco lágrimas Dios no vendrá a abrazarnos, sino que si amamos a Dios es inevitable derramar estas cinco lágrimas después de cada pecado.
Y eso, el amor y el dolor de haberle herido, es lo que enternece a Dios.
A veces nos rebelamos contras las normas porque no vemos en ellas nada más que una imposición pero si profundizamos un poco podemos encontrar en ellas, miguitas de pan marcándonos el camino hacia el amor.
Saludos
No importa que el camino diseñado en el mapa no nos guste, si tenemos de seguirlo para llegar a buen destino. No querer leer y seguir el mapa es probable que nos haga más complicado el viaje; quizás lleguemos a un otro lugar.
La clave está en "Dios". ¿Qué es "Dios" para quienes sostienen tal cosa?
Normalmente, quienes sostienen semejante memez se caracterizan por una religiosidad "a la carta", en la que "Dios" son ellos, por mucho que se proyecten a sí mismos en un monigote externo al que manipulan según su capricho.
Así pues, cuando dicen que "Dios perdona sin poner condiciones", lo que realmente dicen es: "Yo he roto la vitrina jugando al balón en casa, pero como me considero por encima de todo y además quiero seguir jugando al balón en casa, pues decreto que a mí (y sólo a mí y, como mucho, a los que me caigan bien) se me perdone sin condiciones".
Naturalmente, lo que les oiremos decir es: "¿Cómo Dios va a pedir condiciones? Eso es inconcebible" (eso significa "yo no lo entiendo", aunque se molesten si se les señala).
Si realmente entendiesen por "Dios" al verdadero Dios, ante una realidad de tal magnitud serían incapaces de endiosarse, y la inevitable humildad que invade a la criatura ante la presencia inefable de su Creador les obligaría a aceptar que sí hay condiciones, faltaría más.
PD: De hecho, el discutir sobre si hay o no condiciones es absurdo. No puede no haber condiciones.
Por un lado porque es de Justicia y de Dignidad, humanas y divinas, que las haya.
Por otro, porque no puede haber libertad sin responsabilidad, y no puede haber responsabilidad sin condiciones respecto al perdón de las consecuencias de los actos libres. Así, no es que no pueda haber casos excepcionales de perdón gratuito, pero eso no puede ser la norma porque aboliría la libertad humana.
Un saludo.
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