Acabar con los padrinos de bautismo
Interesante comprobar que justo las cosas a las que damos más importancia, son las que realmente más escaso valor tienen. Por ejemplo, el tema de los padrinos en el bautismo que no es ni siquiera obligatorio.
El Código de derecho canónico dice al respecto: “en la medida de lo posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo. Téngase un solo padrino o una sola madrina, o uno y una”.
Es decir, si se puede, pero solo si se puede. Lo que afirma el código a continuación es que sí debe haber al menos un testigo.
En la realidad el problema es que en la gran mayoría de los casos los padrinos son institución en la práctica casi del todo inútil y fuente de conflictos casi de forma permanente. Que si Manolito, aunque tenga doce años, los tíos que mira por donde no están casados canónicamente, los primos de Massachusetts o la ilusión de dos madrinas o dos padrinos que, con un poco de suerte encima son pareja y más que de hecho. Es decir, escasa aportación y sobra de conflictos, amén de ninguna obligatoriedad.
Pues se acabaron los padrinos. ¿Tan complicado es? O los niños son educados por los padres o no hay nada que hacer salvo en especialísimas circunstancias. Vienen los papás a bautizar. Perfecto, se habla con ellos y adelante con el bautizo. ¿Padrinos? No son necesarios, únicamente que alguien aporte su firma como testigo.
La figura del padrino podía dejarse para el caso de que los papás no se opongan al bautizo, pero muestren explícitamente su ausencia de fe y vida cristiana. Vale. En ese caso que se asignen, de acuerdo con los padres, un padrino, una madrina o padrino y madrina que velen realmente por la educación en la fe del neófito.
¿Creen que sería de verdad algo tan peliagudo? Desde luego yo sería partidario que acabar por completo con la figura de padrino o madrina con la salvedad de casos especiales. Incluso me atrevería a una nueva redacción del canon 872 dejándolo en un “para el bautismo no es necesaria la figura de los padrinos, salvo en el caso de que los padres manifiesten su incapacidad de educar en la fe a su hijo y delegan expresamente esta función en otra persona”. Mejoraríamos bastante, incluso en lo teológico, y no creo que fuera algo tan disparatado.
54 comentarios
El Arzobispo de Regio Calabria pidió hace dos años la suspensión temporal de la figura de los padrinos en los bautizos puesto que el es medio de afiliación mafiosa por el cual un neófito queda ya bajo la protección de una determinada familia camorrista a la que quizá no pertenecía por sangre.
Cuando quise bautizar a mis hijos católicos, ¿de dónde iba yo a sacar padrinos si todos mis allegados que tenían fe no eran católicos? Vergonzoso que la iglesia me propusiera como padrino a personas casi desconocidas por el hecho de que estaban bautizados. Como me negué a ese fraude sacramental, no hubo bautismo.
La educación católica de los niños, vaya que nadie podía dudar de ella.
Por falta de padrinos, mis niños estuvieron años sin bautizar, hasta que conocí el Código de Derecho Canónico y exigí el derecho a bautizarlos sin padrinos. Pidieron que durante la ceremonia alguien hiciera los gestos del padrino. Yo sentí que era mentirle a Dios, pero era la única manera de bautizarles.
Una verguenza que sea más importante el padrino que el sacramento.
CINCO AÑOS estuve sin confirmarme por no tener padrino.
Una verguenza.
En Cataluña, lo de los padrinos viene de lejos y de antiguo con la "mona" de Pascua, un dulce que el padrino regala a su ahijado y se come hasta el festivo Lunes de Pascua. En el Campo de Tarragona "padrí" ("padrino" en castellano)pasó a ser sinónimo de abuelo porque eran los abueloss los primeros en ser padrinos de Bautismo de sus nietos por costumbre y tradición.
No faltarían testimonios de excelentes padrinos, ni mucho menos.
Si cumpliese con su rol de apoyar al bautizado y a su familia a vivir coherente y fervientemente la fe católica sería a todas luces una gran bendición. Y pienso que es lo que la Iglesia espera de los padrinos.
En la actualidad, y no sé desde cuándo, se ha desfigurado totalmente, hasta el punto de pensar que es un "privilegio" para el amigo o vecino o pariente con el que "mejor me llevo"... o algo así.
Ojalá se pudiera revalorizarlo, pero siendo honestos y realistas, lo que plantea el P. Jorge es una buena y oportunísima opción para los tiempos que corren.
Y mi familia tiene un rating de práctica religiosa aceptable para lo que se estila hoy en España.
Si nos falta valor para hacer cumplir las sabias normas de la tradición de la Iglesia, la solución no puede ser nunca suprimir estas normas, sino armarnos de valor para hacerlas cumplir. Lo contrario es un cesión más al Mundo en el sentido escatológico del término.
"Si no me dejan ser padrino, apostato", era el título de un post de mi blog.
Conozco de cerca el caso de una familia con cuatro hijos, donde sólo uno está bautizado porque fue el único que consiguió padrino. Y como "pareciera" que es obligatorio, siguen retrasando el bautizo de los otros tres, uno de los cuales ya casi es mayor de edad. A este último un amigo de su misma edad lo está empujando a ir a recibir la catequesis de confirmación, con la esperanza de que reciba los tres sacramentos de una sola vez. ¡Ese es un padrino que sí funciona! Formalmente jamás podrá serlo, pero allí, sin formalidades, está ocupándose de la educación cristiana del chico. ¿No es eso de lo que se trata?
Compartí con ellos muchos momentos, pero jamás pusieron de manifiesto su rol ni siquiera cuando ya adulta me hice protestante. No entiendo por qué me bautizaron católica y me dieron padrinos cuando mi vida familiar fue vacía de Dios.
Los humanos fallan, pero ello no hace ineficaz al sacramento. Yo no volví a la Iglesia porque alguien me predicó, me invitó o me habló de una reunión super guau. De ser así, ese alguien sería mi madrina o padrino. Volví a la Iglesia porque un día tuve ganas de entrar a una Iglesia Católica, y aunque hice lo imposible para salirme, fue tan fuerte el llamado de la Eucaristía que no he podido resistirme. Y eso, no es algo que provenga de mí, sino que me ha sido dado y no dudo que ese bautismo desconocido obraba dentro de mí guiando mis pasos a mi mejor destino.
Yo concluyo que si se ha llegado al extremo de cambiar el ritual de la misa para ir con los tiempos, cambiar esta institución no será más que una nimiedad. En las sociedades post católicas es una ironía erigir custodios de la fe de otro... En algunos casos se verificará que esto es posible pero, por favor, eso se podría hacer también informalmente, un amigo cercano o un pariente puede catequizar de vez en cuando a mis hijos, regalarles un rosario etc... Y nos evitamos ciertos disgustos... Se los evitamos a nuestro Señor más que nada....
Insisto en que centrarse en los padrinos es absurdo cuando el problema tiene raíces mucho más profundas.
Los padrinos tienen una unión espiritual con el que recibe el sacramento. NO solo es una cuestión de enseñar directamente como si la fe dependiera exclusivamente de las mañas del educador. Es cierto que Dios cuenta como medio ordinario que el responsable de la educación religiosa de la persona haga su papel, de lo contrario se producen dejaciones cuyos efectos todos vemos.
Pero no es menos cierto que el medio principal que el padrino tiene para ayudar a su ahijado es la oración y la santidad de vida. En muchas ocasiones un padrino que ha velado por su ahijado con la oración, le ha salvado de la indiferencia religiosa en la que estaba su familia entera. Es curioso ver como en muchas familias alejadas de Dios, no pocas veces las conversiones vienen en el miembro cuyo padrino o madrina era aquel familiar o amigo especialmente religioso.
Vamos a ver si recordamos lo que es la comunión de los santos y la unión REAL espiritual que se produce entre padrino y ahijado.
Los problemas que Vd cita D. Jorge, se producen no por la figura del padrino, sino porque en la Iglesia no sabemos anticiparnos a los problemas que se ven venir a leguas. Y por que, hay que decirlo bien alto, todavía no nos hemos enterado que la sociedad NO es católica, ES una completa ignorante en temas religiosos y NO nos podemos extrañar de que no comprendan NADA. El problema es mucho más profundo que la simple elección del padrino, o un detalle en la redacción del artículo de CDC.
Es un problema pastoral gravísimo que en los últimos 15 años se ha ido metiendo debajo de la alfombra bajo el recurso del "que se haga como el feligrés quiera y tira p'alante". Cuando el feligrés te ha venido con una madrina que quería ser padrino o dos mamás a la vez, el recurso se agota y ahora es cuando queremos reducir la expresión del sacramento a lo mínimo (para evitarnos problemas).
Por parte del feligrés, no encontrar un padrino o madrina adecuado suele ser síntoma de otra cuestión: un fuerte desarraigo de la comunidad católica.
Si uno tiene un mínimo contacto con la parroquia, porque participa de sus necesidades o de los medios que pone a disposición del feligrés, tiene contacto con gente y se acaba produciendo amistades cristianas. Eso es lo normal. Cuando nos empeñamos en vivir nuestra fe a nuestro aire, o nuestro compromiso de colaboración es pequeño, o simplemente no nos apetece integrarnos en ningún sitio en particular, pues nos quedamos solos, evidentemente. Esta soledad, muy cómoda para algunas cosas, se hace patente cuando necesitamos la ayuda de otros. Entonces la culpa es del empedrado.
Una persona con una vida católica sana, puede tener problemas en conseguir que algún miembro de su familia sea padrino, pero no para conseguir padrino de bautismo o confirmación. Esos problemas D. Jorge, son un síntoma claro de que la comunidad cristina como tal, es mínima, o directamente nula.
En mi parroquia esos problemas se resuelven de una manera tan sencilla como que los catequistas sean los padrinos. Por supuesto, al finalizar el ciclo de catequesis el catequista se ha sabido ganar la amistad de catecúmeno y nadie ve en eso una situación forzada.
Pero empezar a rebajar - aún más - y empobrecer el recibimiento de los sacramentos...no es ninguna solución a nada.
Y aquí va mi "radicalidad": que se vuelva al catecumenado antiguo. No se bautiza a ningún adulto que no esté convencido y en camino de conversión y siga un catecumenado exigente. Y que no se bautice a ningún niño cuyos padres no estén convencidos, y en camino... ídem. Los padrinos son una muleta espiritual que se ha vuelto inútil y prescindible. Y cuya elección está en manos de los padres, que no tienen ni idea del por qué y el para qué de un padrino. Por lo que siguen eligiendo muletas inútiles y prescindibles. Es un círculo verdaderamente vicioso y casi imposible de resolver.
Mientras, obedeceremos a las normas lo mejor posible. Con la cabeza llena de interrogantes y dudas.
Yo soy soltero, pero si tuviera hijos tendría mucho cuidado en elegir sus padrinos. Y tengo muy claro que serían amigos católicos practicantes y consecuentes, es decir, que al menos tengan ortodoxia doctrinal y cumplimiento del precepto dominical, así como una vida, si no ejemplarmente cristiana, por lo menos no escandalosa.
Ningún miembro de mi familia podría desempeñar la función (confío en que no ocurriese lo mismo con la familia de la que sería mi esposa), pero no por ello se tiene que suprimir la figura del padrino.
Un saludo.
Cuando fui la madrina de la primera, su párroco me hizo, antes del bauitsmo un examen de aúpa, que pasé satisfactoriamente y me dejó bien clara mi responsabilidad moral para con mi ahijada.
Entiendo que el Papa Francisco va a proponer una suerte de catecumenado para la preparación matrimonial. Había que instituir algo así para los padres que no son capaces de cumplir los compromisos que asumen al llevar a los hijos a ser bautizados. Dado que lo que desean en ese momento es una ceremonia con la familia para celebrar el nacimiento del niño, se les podría ofrecer una bendición, de acuerdo con el bendicional y que tenga una cierta solemnidad, con cantos, prédica etc. Instarles a ingresar en el catecumenado. Habría que tener un grupo parroquial dedicado a dar seguimiento y a la realización de este proceso, para que oportunamente los que de verdad quieren puedan llevar al niño a bautizar.
Al confesar a madres de niños que van a recibir la Primera Comunión constato la ignorancia supina que tienen de la fe y la moral cristianas, pues casi ninguna conoce los 10 mandamientos. Da la impresión de que este país está lleno de santos y santas, porque los o más bien las (los hombres ni se ven ni se les espera) no tienen pecados, o sea, la Sma. Virgen no sería la única sin pecado. Pero la realidad es otra. No tienen ningún cultivo espiritual ni tienen bien formada la conciencia según la Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia. ¿Cómo pueden ellos educar cristianamente a los hijos? Además, dicen que "no tienen tiempo", que es otro cuento.
Dicho esto, entiendo perfectamente todo lo que decís sobre los padrinos, una cosa no quita la otra.
Un saludo y bendiciones
No es tan fácil como usted lo mira. Aunque uno sea asiduo a los sacramentos, formar lazos de amistad con personas con quienes no nos une nada más que una hora a la semana es bastante difícil.
Ciertamente, como usted dice, la sociedad ya no es cristiana, mucho menos católica. Lo lógico sería encontrar padrinos entre las amistades "normales", pero es rarísimo que una de esas personas sea católica, no digamos practicante. Existe lo que en economía se llama una "externalidad": la oferta y la demanda de padrinos simplemente no coincide. Los podrán haber y muy buenos, pero no los conocemos y los que conocemos no son buenos. Ante esa situación, lo mejor es eliminar la figura.
Es como si el encaje blanco escaseara a tal punto que resultara imposible fabricar un vestido de novia. ¿Habría que eliminar la institución del matrimonio? No. Basta con eliminar la costumbre del vestido blanco.
Si yo acepto ser el padrino es para acompañar realmente en la fe. Me parece muy poco usar de esa figura como se hace habitualmente.
Los padres, con algunas exepciones, tampoco están preparados para educar a nadie en la fe porque ellos son los primeros que no lo tienen claro. ¿Y que decir de la preparación pre-bautismal? Cuatro charlas, que son, eso sí, interesantes y buenas, pero que no dejan de ser un "aperitivo" insuficiente. ¿Cómo queremos que la gente sea cristiana así?
Esto no vale para un país de misión como es España, pero seguimos haciendo lo mismo año tras año para quejarnos de lo mismo. Después tendrán que hacer catecumenados de adultos para enterarse de algo.
¿No debería de ser el bautismo para adultos que hacen una experiencia de fe y una opción seria? Cada vez estoy más convencido de ello. Evidentemente que esto llevaría a una Iglesia de minorías ¿pero lo que tenemos ahora qué?
Totalmente en desacuerdo. Personalmente no soy la persona más extrovertida del mundo, y en las muchas parroquias que he estado siempre he encontrado personas a las que le tengo mucho cariño. Obviamente el tiempo es limitado, pero eso no es un obstáculo para la confianza mutua.
Obviamente la persona que solo se acerca a la parroquia - también lo he hecho - para ir a misa un día a la semana y ya, y luego además no tiene amistades ni familiares católicos, tiene una vivencia de la fe limitada y peligrosa. La fe no se vive solo, se acaba amargando y pochando. En ese caso encontrar padrino es un problema secundario, pero mucho.
Los padrinos no escasean. Lo que abunda es la gente que vive su fe de un modo poco recomendable y no lo saben. O lo saben y les da igual.
Los padrinos son una figura que en la Iglesia data desde prácticamente el mismo inicio de la cristiandad. Como resulta que en el 2016 en las parroquias de los cristianos desangelados - occidente - les incomoda y dificulta encontrar padrino pues mejor los liquidamos de un plumazo.
Claro y así al señor que África le incomoda recorrer andando 15 km para ir a misa también puede pedir que no sea obligatorio.
También pudieron pedir los cristianos de hace siglos, cuando el obispo ni siquiera vivía en la diócesis que quitarán la confirmación, porque para que el obispo fuera a la comarca y confirmara así, a voleo, "pa eso" mejor lo quitamos.
Ya se que cada cosa es diferente, pero es una pena darse cuenta de como vamos entre todos horadando la herencia recibida. Hay que estar vigilantes.
Es una buena materia de reflexión entender por qué lo que a un romano, a un godo, a un sirio o a un africano durante 2000 años ha sido una referencia y un motivo de honra, ahora a nosotros nos parece un co**zo. ¿Dónde está el problema?, no es difícil dar con la solución.
Pues eso, si la cosa es acabarlo todo, pues que se acabe esa rogadera de los fieles ante los párrocos pidiendoles documentación inutil y que en esta parroquia se bautiza solo el tercer sabado con todos los neofitos en manada para que nadie se sienta discriminado, nada de bautizos individuales. Es decir, así como no se necesita padrinos, tampoco sacerdote. Este debe limitarse a anotar "diligentemente y sin demora en el libro de bautismo el nombre de los bautizados" (CIC 877 § 1), y de paso tiene una disculpa menos para sentirse agobiado por tanta cosa que le toca hacer.
Bautiza cualquiera y punto, como lo permite la ley. ¡Y que viva el egalitarismo!, ¿verdad?
Vaya Ud. a ver cuántos son los párrocos que le enseñan a los fieles y se preocupan que sepan bautizar debidamente.
La figura del padrino no es intrínseca ni a la validez, ni a la licitud ni siquiera es canónicamente obligatorio. No hace falta eliminar nada ni andar alborotando cada tanto en uno que otro blog con la misma cantinela.
Yo lo que les recomiendo a los señores curas que quieren abrogar, u obrogar o hasta borrar y prohibir los padrinos: expliquen a los padres que no son necesarios y que haya padrinos solamente si hay algún candidato adecuado según la ley eclesiàstica, y que si no lo hay, no haya padrino.
Y dejen de marear la perdiz.
Yo no acusaría a nadie de traición al plantear el asunto. Pero sí de cobardía. Y mucha.
Si nos pensamos que los padres pedimos el Bautismo por que nos hemos leído el Evangelio de san Juan, el catecismo, las catequesis de san Cirilo, la controversia de Agustín con los donatistas y además la Summa y sabemos refutar a Servet y a Calvino... vamos listos.
Me atrevería a decir que en la mayor parte de los casos los padres piden el rito/sacramento por el que sus hijos entran a ser cristianos, sin mucho más conocimiento ni preparación.
La labor del cura es la instrucción y la presentación de los requisitos que propone la Iglesia, con claridad y llaneza. La mayor parte de las veces eso bastará, salvo si hay manifiesta mala fe de parte de los padres, en cuyo caso, y sólo en este caso, debería consideradse no bautizar.
En mi caso, si Dios quiere, en unos días nacerá mi segunda hija. Queremos bautizarla el domingo de la misericordia...que bonito verdad?
Pues para nosotros supone y grave cargo de conciencia la elección de padrinos que cumplan plenamente la figura que se establece para ellos pues en nuestras familias escasean las personas de fe...
Que hacemos nombramos a los abuelos? Buscamos personas de fuera ? Por un lado no es la figura que les corresponde, por el otro es un compromiso para los escogidos...
Creo que el Padre lleva bastante razón en lo que dice y sería más fácil.
Como un asunto me es molesto, pues que lo quiten.
En vez de hacerlo bien (con los trastornos que pueda ocasionar ello) preferimos quitarlo, no sea que el señor párroco tenga algún disgustillo con el que tratar.
Eliminemos también las bodas para que no haya divorcios, y las primeras comuniones para que no tengamos que andar siempre con el molesto asunto de los fotógrafos (a eso no, que eso da pasta), o acabemos con las actividades parroquiales (salvo las que le gustan al párroco o le dan poco trabajo) no sea que se canse.
Siempre tratando de evitar la fatiga.
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Jorge:
Si usted lo dice...
Quizás es cosa del ambiente, pero en mi país, es infinitamente más fácil caminar 15 kilómetros que encontrar un amigo. Y si hablamos de católico practicante, póngalo en 100 diarios, de rodillas y sobre piedras.
Le hago este cuadro: el día que me casé, invité a todos mis amigos y conocidos. Llegó mi familia, más por extrañeza y obligación para presenciar el espectáculo que otra cosa. La verdad que fui el primer sorprendido de verlos alllí. La familia de mi esposa, que no son católicos, y cuatro gatos más, dos de las cuales iban solo por presumir vestido. De los otros dos, uno era mi padrino y el otro tiene más de 70 ahijados (contaditos).
Imagino que, aunque opcional, la figura de los padrinos es útil cuando responde a las circunstancias para las que ha sido creada.
El problema es que hoy la figura de los padrinos es, paradójicamente, apoyada y rechazada a un tiempo, normalmente por las mismas personas. Intento explicarme:
La labor de los padrinos puede desarrollarse en dos circunstancias: en presencia y en ausencia de los padres.
En ausencia de los padres, los padrinos asumen la responsabilidad que han adquirido con sus ahijados (todo sea dicho, muchos creen que los ahijados pasan a ser tutelados legalmente por sus padrinos de bautismo cuando mueren los padres, pero eso no es así: hay que registrar tal deseo legalmente por escrito), de modo que su labor queda bastante clara.
Pero... ¿y en presencia de los padres? Porque mucho defender la presencia de los padrinos en los bautizos, pero a menudo lo que se ve desde el día siguiente a la ceremonia es cómo los padres rechazan toda "intromisión" de los padrinos en la educación de sus hijos.
Así pues, sería deseable fomentar la coordinación entre padres y padrinos, de modo que unos y otros se refuercen mutuamente en la labor de garantizar esa educación cristiana que, supuestamente, tanto desean y a la que tanto se comprometen durante el bautizo (y eso incluye que los padrinos se preocupen de la formación de sus ahijados, y que los padres hablen de mantengan al tanto de esto a los padrinos y les pidan ayuda si es que la necesitan).
Un saludo.
En fin...que al final el protestantismo y el islamismo nos comerá.
mi pregunta es la siguiente bautice a mi hijo en el casar provincia de Guadalajara los padrinos fueron el compañero de mi madre y mi suegra yo a esta ultima la quiero quitar de ser la madrina de mi hijo ya que como abuela y madrina bueno mejor no hablar se puede hacer y como lo tengo que hacer muchas gracias
Un abrazo.
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