Un plan pastoral pequeñito para una parroquia
Conferencias episcopales, diócesis, parroquias. Todos necesitamos un plan de pastoral. En Madrid estamos comenzando un Plan Diocesano de Evangelización que esperamos dé óptimos frutos de evangelización, y en el que mi parroquia está comprometida a colaborar todo lo que podamos.
Pero más bien quería referirme a planes más de andar por casa, de parroquia, de barrio, de esos que hacemos con lo que buenamente tenemos a mano.
Mi idea es que como parroquia tenemos dos objetivos:
- Que todas las personas que tenemos en la demarcación parroquial vivan en este mundo con la suficiente dignidad material y moral
- Que al final de sus días lleguen al cielo
Partiendo de estas premisas, para mí fundamentales, creo que el mejor plan pastoral de una parroquia debe comprender estas cosas:
- Facilitar a los creyentes el encuentro con la gracia. Es decir, facilitar todo lo posible en el barrio la vida sacramental: misas, confesiones… y la vida de oración. Horarios amplios de iglesias abiertas para la oración, horarios suficientes de misas y confesiones, y hacer las cosas tal y como nos pide la Iglesia.
- Horarios amplios de acogida a las personas. En Cáritas, porque hay mucha necesidad material. En el despacho parroquial, porque hay mucha necesidad moral.
- Que haya en la parroquia ofertas de formación para niños, jóvenes y adultos.
- Un trabajo serio de Cáritas que sea capaz de salir al paso de las necesidades materiales de los fieles y de otras comunidades más pobres si es posible.
- El anuncio del evangelio a los alejados. Que habrá que buscar formas, pero que nace en una parte importante del testimonio de cada creyente, y pude completarse con otras acciones pastorales de acercamiento como conferencias, revistas, redes sociales.
Y no hace falta complicarse más, que bastante complicación es. Horarios amplios de iglesias y despachos abiertos y un sacerdote disponible. Misas, confesiones y espacios de oración. Cáritas funcionando. Acciones dirigidas a que los no creyentes escuchen al menos de vez en cuando hablar de Cristo y de la Iglesia.
Esto es lo que hablo con mis compañeros y con los consejos. A nosotros nos toca trabajar y poner lo mejor de nuestra parte. El resto, ya es cosa de Dios.
Si agradecería a los lectores que nos digan qué les parece todo esto. Si echan en falta cosas, si sobra alguna.
28 comentarios
Total que ya sabemos en qué parroquia los curas confiesan y están disponibles para atender y en cuales no. Y no hay reunión ni documento que cambie eso.
Nada nuevo bajo el sol, la tibieza ha existido siempre y, cuando se da en los curas, lleva inevitablemente al clericalismo. Sea éste decimonónico o progre, en realidad adopta siempre la forma más cómoda.
La solución, si me preguntan: sacarles punta a los báculos episcopales y que los lancen cual pilum al cura vago.
Por otra parte, si quiere buenas ideas para la parroquia, hay un libro de verdad imprescindible: "Una renovación divina. De una paroquia de mantenimiento a una parroquia misionera" (BAC), del sacerdote canadiense James Mallon. Es muy muy muy recomendable, especialmente para párrocos.
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Jorge:
??????????
desde mi humilde opinión, creo que lo que hace falta es un sacerdote sentado en el confesionario permanentemente. Si sumamos los sacerdotes de su zona: Tres Olivos, Mirasierra, Montecarmelo. Facilmente pueden ser cerca de 40 los que atienden pastoral en esa zona de Madrid.
Pues bien, a veces es complicado confesarse un día laborable por la tarde y no digamos ya por la mañana....
Se podría organizar por parroquias, ya que entiendo que en una misma tener un sacerdote confesando 12 horas al día no es fácil.
Esta vigilancia debe de estar presente siempre.
Y concuerdo enfáticamente con lo de "temas de actualidad"; oferta actualizada de formación sobre temas actuales para católicos: género, aborto, divorcio (si, divorcio), eutanasia, al igual que "bienes de la Iglesia" o "libertad de educación". Un sistema digital de sugerencias para nuevos temas es muy facil de implementar, y con una minima infraestructura, se registran estas conferencias en video, se cuelgan en Internet y el apostolado se multiplica mucho, mucho.
La de errores comunes que despeja ese libro...
Por lo demás, enhorabuena por la claridad de su planteamiento. Cuento con que el trajín del primer objetivo no eclipse el segundo, que es el principal.
Un saludo.
-Que todas las personas que tenemos en la demarcación parroquial vivan en este mundo con la suficiente dignidad material y moral
-Que al final de sus días lleguen al cielo»
Padre, es importante cuidar el orden. Aquí debería haberlo escrito al revés. Primero es la salvación de las almas.
Con respecto a planes, no me cansaré de decir que estos deberían basarse en la gran homilía de Benedicto XVI en la misa para la nueva evangelización, además de ser la misma homilía un modelo de homilía:
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/homilies/2011/documents/hf_ben-xvi_hom_20111016_nuova-evang.html
Si alimenta bien a sus fieles con la Palabra de Dios, los sacramentos (que sólo pueden ser vividos en plenitud si se está bien nutrido de la Palabra), adoración eucarística, y una buena formación doctrinal (a desempolvar el Catecismo, que es el gran tesoro que nos dejó san Juan Pablo II), puede creer que sus feligreses se encargarán de llevar el evangelio a los más alejados, y de atraerlos. Siempre ha sido así, fíjese en el santo Cura de Ars (que Benedicto XVI propuso como modelo para los párrocos, en particular para cualquier plan parroquial).
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Jorge:
He seguido el orden cronológico: dignidad material y moral en este mundo, y después alcanzar la vida eterna.
su propuesta me parece que es inspirada por el Espíritu de Dios, omnipresente en nuestra vida que nos propone renuncias continuas en favor de los demás, o al menos así debería de ser.
Ponga Infocatólica, Padre Iraburu y Caritas.Está muy claro, es pura filantropia,pero el Padre desde luego lo explica mejor, y eso sirve para todo, las obas de apostolado sin Espiritu de Oración no sirven para nada, 1985, un retiro ,la Novor Millennio Inneunte documento como tantos olvidados de San Juan Pablo II, las iglesias deben ser escuelas de Oración y cita a Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
Sin contemplar el rostro sufriente de Cristo, nuestros apostolados no dan fruto.Es un hermoso documento.
Y siguien a Garrigou Lagrange, nuestras obras parten de nuestra vida interior(Las TRES EDADES de la Misma!, sin eso, no existimos, es decir sin CRISTO, NADA, como dice en su libro el Cardenal Sarah.
Que Dios lo bendiga y lo haga con la Iglesia.
¿Dónde está el coro parroquial? Mucho despacho, pero al final si no se ofrece las mejores alabanzas a Dios la Misa pierde brillo. Y alabanzas cantadas como hacen los ángeles en el cielo, en el paraíso. Cómo no.
Recuerde que los cantos (serios, claro está!!) son dignidad moral de las ánimas. De lo mejorcito para alcanzar el cielo. Me ha decepcionado un poco, y eso que Vd. siempre ha hablado muy bien de los coros serios que cantan a Dios alabanzas y no gansadas.
En fin, se lo perdono porque supongo que la síntesis es la síntesis, y Vd. es evidente que no es el Padre Iraburu. Diversidad de dones, ya sabe. Bendiciones.
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Jorge:
Por si le sirve, en la parroquia tenemos una excelente coral.
Gente que sólo va a la parroquia como mucho, a algún funeral, bautizo o boda, que están pendientes más de las formas que del contenido y mirando al reloj para ver si el cura no se "enrolla" y que al terminar se ponen de tertulia dentro del templo, es la que necesita de nosotros, de la parroquia, de nuestras obras de misericordia , del amor, o mejor dicho de nuestro amor cristiano. A lo mejor nos parece difícil, pero no imposible.
Ya le he dejado algo D. Jorge, que se que no es muy de manual ni de elaboración sesuda , es sólo de necesidades humanas, físicas y espirituales, pero todo un plan de vida. Gracias.
Que Dios lo bendiga, y lo haga con la Iglesia,antes de salir hacer apostolado, pasar por la Capilla, y pedir que sea EL y no Uno, siempre pensando como decia Santa Teresa el todo, uno nada., y sigue lo contrario es suma barbarie.
Y si uno del apostolado salio con orgullo, ir a confesarse inmediatamente, sin el SEÑOR, NADA.
Muchas Gracias!!
Cuando usted escribe como pastor es un grande.
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Jorge:
Tiene razón. Tanto que entre el P. Ángel y usted hasta me quedo también con el P. Ángel.
Siempre se tiende a pensar en la evangelización como un proceso colectivo (catequesis a grupos, predicación en homilías, charlas, conferencias...). Y, en efecto, no hay que rechazar tales estrategias. Quizá por deformación profesional y personal, me inclino a hacer mayor énfasis en la comunicación que es diálogo entre dos, entre un tú y un yo, o un nosotros que sean dos personas en relación. Sé que estos planteamientos tienen sus limitaciones puramente logísticas, pero tal vez sus rendimientos sean más genuinos y fructíferos a la larga, en detrimento del éxito cuantitativo. Realmente no sé cómo encarar este reto, pero los cambios verdaderamente trascendentales sólo suceden en un ámbito íntimo y cuando estás mirando a los ojos al otro. Sólo así la comunicación que buscamos, en un entorno tan hostil y negativo, puede que ejerza alguna influencia positiva. Esta "pastoral íntima", por decir así, es complicado organizarla de un modo exterior y sistemático. Las relaciones humanas verdaderas suelen no ser planificadas, y exigen una entrega que desborda lo institucional.
En fin, yo lo veo así. Debemos tender a la entrega no a grandes masas o grupos, sino a la persona, una a una, pues las heridas que sufren nuestros hermanos son de tal gravedad que exigen una atención individualizada. Más que predicar el evangelio, necesitan respirarlo en cada uno de nosotros. Y esto es complicado, sí. Y en estos procesos el evangelizador no queda menos evangelizado a su vez en tal entrega de sí. En fin, perdone mi grado de exigencia. Quizá sea simplemente que para hablar en público no sirvo.
Lo de la coral ya es el colmo, si de algo se ha preocupado Jorge, por intercesión de Santa Cecilia, es de la coral. Y qué coro, pásese y escúchelo.
En las parroquias en general me parece que faltan muchas cosas. Según mi opinión, las más importantes en primer lugar una buena catequesis para adultos impartida por sacerdotes ortodoxos en la fe cristiana. En segundo lugar una mayor unión entre los cristianos: grupos para todo lo que signifique estar en el mundo manteniendo la identidad cristiana. En la actualidad entrando en cualquier grupo que no tenga la connotación de cristiano, es estar rodeado de paganos o ateos que practican activamente su agnosticismo o ateísmo, llegando a ser muy agresivos en sus planteamientos. En estos ambientes pues, el que se siente cristiano, no solo se ve rechazado por los demás, sino incluso ofendido en su fe. Y con la familia suele pasar lo mismo en general. Tengo fama de fanática con la que no se puede tratar por mi fanatismo, que se limita a ver pecado en lo que siempre ha sido pecado. Según algunos de mis familiares yo tendría que tener un nuevo marido o compañero que me aportara felicidad y seguridad, por tanto todo lo que me pasa es culpa mía.
En mi parroquia observo algunos cambios desde que se cambió al párroco, pero faltan los planes pastorales que he descrito. No hay catequesis de adultos, a no ser que se le llame catequesis de adultos a una reunión que se hace para estudiar la Biblia, y además no es el párroco ni ningún sacerdote quién la imparte, sino una señora seglar. Y la reunión entre los integrantes de la parroquia se limita a alguna excursión de tarde en tarde y poco más.
Esta mañana al ir a confesar y cuando he terminado de mi confesión, me he encontrado al confesor con una hojita en la que se formulaba una especie de encuesta sobre posibles pecados. Me he extrañado porque jamás había visto tal cosa. Las preguntas además eran formuladas a una velocidad tal que al cerebro no le daba tiempo a asimilarlas, con lo cual no sé ni si habré hecho el "test" adecuadamente.
Dios lo bendiga
Dios nos ampare.
Cuando el ser inteligente, hombre racional o irracional, se instala en la mundana torre de su babilónica ambición, solo hay una forma de hacerle reflexionar. Y esta forma de convencer con el poder de la elemental razón de la fuera, consiste en derribar al hombre y su obra de su pedestal.
Y aquí lo de hoy; Jeremías 33,14-16
Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra -Tierra-. En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así : "Señor -nuestra-justicia" -Palabra de Dios-
Y me dijo el otro:
-Vale pero esto está dicho y repetido desde hace miles de años.
-Ya- le respondí yo- Pero ni tu ni yo estuvimos desde hace esos miles de años que dices para atestiguar que así fue. Así que mejor sea tenerlo como advertencia para hoy; no sea que nos pille dormidos.
Ya que pide respuestas, su plan me parece casi perfecto. Ojalá hubiera sido el de alguna de las parroquias que me han tocado en suerte.
De cambiar algo, incluso lo reduciría, porque creo que objetivo y método ya nos los dieron hace dos mil años y siguen vigentes:
Objetivo: "ir por todo el mundo predicando el Evangelio, haciendo discípulos y bautizando". En sus propias palabras, "que la gente se salve".
Método: "si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles". Igualmente en sus propias palabras, "facilitar el encuentro con la Gracia".
Todo lo demás es:
a) Secundario. Puede que lo más importante de lo secundario, pero sigue siendo secundario.
b) Delegable: los laicos podemos dar una bolsa de comida, llevar unas cuentas, cambiar un enchufe,... Consagrar o absolver, no.
Es cierto que las personas que tienen falta de lo suficiente para su día a día no están para predicaciones. Hay un dicho en los Proverbios que dice a Dios que no nos de tanto que saciados no acudamos a Él, ni nos de tan poco que por buscar lo necesario no tengamos tiempo para buscarle a El.
Cuando surge el tema de las actividades, siempre pienso que en las parroquias se hace lo todo adecuado y con mucha dedicación. Sin embargo no hay un ambiente de comunidad entre las personas que acuden a Misa etc. Son pocos los que conviven y sienten la fraternidad cristiana. Debe ser porque estamos durante la liturgia y como al acabar nos vamos no hay mucha relación. Así que quizás si se propusiera hacer algún tipo de reunión de vez en cuando que ayudará a conocerse, podría servir para que más gente se animara a ayudar, a trabajar más en la parroquia, aportarán ideas...
No sé si he planteado bien lo que he querido decir. Los católicos vamos cada cual a su bola y lo del amor fraterno si claro, pero por libre.
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