Qué cosa sea la auténtica misericordia
No cabe duda de que una de las palabras, o mejor la palabra que identifica el papado de Francisco es “misericordia”. Tanto que hasta tenemos en puertas un año jubilar especial dedicado a ella.
Desgraciadamente descubro que mucha gente está comprendiendo mal esta palabra. Unos, los más, porque dicen que el papa con esta realidad lo que nos muestra es un camino de completa tolerancia con situaciones irregulares, vidas personales difíciles, pecados personales y colectivos. Identifican la misericordia con un hay que respetar, hay que tolerar, no se debe juzgar, quiénes somos nosotros, la Iglesia, para imponer criterios o valores. Equivocados están si así interpretaren las palabras de Francisco. El papa no puede decir tal cosa, comprender ni presentar así la misericordia.
Peores son los que, en burla hacia el santo padre, han inventado un verbo, misericordiar, con el que hacen referencia a supuestos comportamientos poco transparentes del papa a la hora de pedir algunas renuncias, decretar ceses o tomar decisiones directamente contra personas. Por favor, seamos serios.
Lo que es la auténtica misericordia cristiana un servidor lo conoció estudiando el catecismo en su ya lejana infancia. Seguro que muchos, como yo, habrán estudiado las obras de misericordia. Con ellas, ya saben, siete corporales y siete espirituales, aprendimos qué cosa era la auténtica misericordia cristiana.
Hoy cualquiera maneja y promueve las corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, posada al peregrino… La misericordia con el pobre es acercarse a él y procurar satisfacer sus necesidades materiales básicas como se hace desde Cáritas y como hacen tantas y tantas ONGs cristianas o laicas. Nadie pone en duda la necesidad de tan extraodinaria y constante acción en favor de los hermanos más desfavorecidos. Sin embargo hay una gravísima omisión de todo lo que son las obras de misericordia espirituales.
Me van a permitir recordar las tres primeras: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que yerra. Eso quiere decir que si vemos a un hermano que está viviendo en pecado, que camina por sendas equivocadas, que pone su vida en cosas que lellevan a la perdición, la misericordia no puede ser un cómodo, buenista y halagüeño a los ojos del mundo estar, respetar, situarse cerca, comprender y no juzgar.
Parejas rotas y algunas tantas veces recompuestas, modelos de familia apartados de la enseñanza de la Iglesia, economías que se sostienen en el fraude y la corrupción, violencia de cualquier tipo, la mentira como opción vital. ¿Qué cosa sea misericordia para estas vidas? ¿Bastará con no juzgar, comprender, estar? No. Misericordia es enseñar que esa vida lleva a la perdición, aconsejar un cambio total a Jesucristo, y corregir los caminos errados que desembocan en el abismo.
Yo estoy seguro de que esa, y no otra, es la misericordia que el papa y los obispos quieren, enseñan y promueven. Si estamos entendiendo otra cosa, si los medios de comunicación destacan interpretación diferente de esta, no se me ocurre otra cosa que pura y simple manipulación. No puede ser otra cosa.
Misericordia. En lo corporal, atender las necesidades materiales básicas. En lo espiritual, ayudar a encontrar el camino de la salvación, hacer comunidad, orar unos por otros, vivos y difuntos. Esta es la misericordia que siempre predicó la Iglesia y que hoy no puede anunciar de otra manera. Por tanto si alguien pretende entender o anunciar otra cosa… sinceramente creo que se equivoca.
Y si el que se equivoca es un servidor… en el fondo o en la forma, que todo pudiera ser, les ruego que me traten con otra obra de misericordia: “sufrir con paciencia los defectos del prójimo”. Que Dios se lo pague.
24 comentarios
Dice: "Hoy cualquiera maneja y promueve las corporales..........Sin embargo hay una gravísima omisión de todo lo que son las obras de misericordia espirituales".
Toda una estocada al volapié. Dos orejas y rabo y salida a hombros por la puerta grande.
Gracias.
Ojalá hablara Francisco de misericordia en el sentido genuino de "obras de misericordia" u ojalá hablara en el sentido genuino de conversión, reconciliación con Dios y expiación/penitencia.
Es decir: ojalá la misericordina del Papa fuese clara, abierta e inequívocamente católica.
Pero yo no sé si lo es. No sé bien en qué consiste la "misericordia" de Francisco.
Y por eso me parece que este Papa es un desastre, porque lo único meridianente claro salido de su bocars:
- que él personalmente se adhiere y acata la doctrina de la Iglesia, peto sin explicitar cuál es ésta
y
- los diez consejos para ser feliz del año pasado
No basta con que el Papa manifieste públicamente ser hijo de la Iglesia y acatar su doctrina. Es que el Papa ha de confirmar en la Fe. Y esta labor, en un mundo en que todas sus palabras van a ser grabadas, discutidas y hasta manipuladas, la está ejerciendo pésimamente, si es que la está ejerciendo en absoluto.
Y creo que allí empieza la confusión.
Para no hablar del puñal con el que los caballeros medievales daban el golpe de gracia a los heridos en combate, circunscribámonos a la primera acepción de la RAE: "Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos."
Hasta allí, poco que objetar. Me parece que muchos entendemos la palabra en ese sentido, hasta la décima palabra. Nos compadecemos, claro que sí, de lo mucho que sufren los pobres. Vaya que lo hacemos. Donde nos empieza a causar escozor es la "miseria" ajena. Porque mire usted, ser homosexual no es miseria, es orgullo. Ser político corrupto no es miseria, es un objetivo de vida. Tener tres mujeres no es miseria, ¡todo lo contrario!, es un verdadero lujo que pocos dichosos pueden darse.
Hemos alcanzado la mayor de las utopías, donde la miseria ya no existe. Nadie en este mundo es miserable, ninguno es débil, nadie necesita perdón de Dios. No nos compadecemos del artista de rock que muere de una sobredosis en una zanja, no, para nada. Él vivió su vida al máximo y murió en su ley y seguramente murió "feliz".
El problema no es de la misericordia que la entendemos muy bien. El problema es que no entendemos la miseria, no nos dan pena los pecadores, al contrario: nos dan envidia.
O sea, como hace el cura responsable de este blog.
Cuando el Papa dijo que "Dar a Jesucristo es el mejor regalo que se puede dar y que reconocer a Jesucristo como el Señor es el mejor regalo que se puede recibir", o algo parecido, nadie le dio la más mínima atención y a mí me pareció el resumen del Evangelio más logrado.
Con este Papa ha ocurrido lo que no he visto con ninguno, que apalearlo le parece a algunos lo mejor obra que le pueden ofrecer a Dios. Que el Señor tenga "misericordia" con ellos.
Sin embargo creo que en su artículo en algunas cosas hay mas de sus buenas intenciones que realidades así en la Iglesia.
No lo digo yo, es público que hay unos cuantos obispos, cardenales y sacerdotes que precisamente promueven una misericorida que supone una tolerancia con el pecado, eludiendo la necesidad de conversión y arrepentimiento, por la vía "pastoral", no normativa, lo que a nadie se le escapa que es una contradiccion intolerable.
Ya queda menos para el Sinodo y veremos por donde sale el Sol si por donde tiene que salir o por Antequera. Ojalá tenga usted razón en las buenas intenciones que expone, en cualquier caso si se equivocase, nunca tendría mi reproche, sino mi absoluto respeto.
El Papa Francisco ha tomado este lema de las homilías de san Beda el Venerable que, comentando el pasaje evangélico de la vocación de san Mateo, escribe: «Jesús vio un publicano y, mirándolo con amor y eligiéndolo, le dijo: Sígueme». Añade: «El gerundio latino miserando me parece intraducible tanto en italiano como en español. A mí me gusta traducirlo con otro gerundio que no existe: misericordiando».
No lo nombró, pero relacionado con este mismo tema, también un Domingo a medio día, después de un Angelus, nos vino a prescribir una cosa por Él llamada "misericordina".
Así que el que acuña términos raros no son los que les cargan las tintas al Papa.
Me parecería misericordioso si el autor hiciera le debida aclaración y de paso le da los creditos de autoría al debido inventor de los términos.
Lo que tengo en mi habitación es el cuadro del Cristo de Velázquez que aúna la Muerte de Cristo con el anuncio de la Resurrección ya que es un Cristo iluminado y casi traslúcido. Y la Virgen, claro está, la que meditaba todas las cosas en su corazón. Con eso tengo cuanto necesito.
Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los principios porque no creen pero son intolerantes en la práctica porque no aman”.
Esta frase de Garrigou-Lagrange creo que explica muy bien la verdadera tolerancia. Hoy muchos aconsejan y predican el mal porque les importa muy poco lo que les ocurra a los demás; están muy ocupados intentando parecer guays. Se les olvida que nuestro juez es Cristo no el Mundo.
NO SE DEBE DE ECHAR NI LAS ROSAS NI LAS PERLAS A LOS CERDOS
Aunque sea por aquello de que: quien da pan a perro ajeno pierde pan y pierde perro
De ahi que de la humillacion nazca la Humildad .como tambien la miseria da a Luz a la Misericordia.
No es Misericordioso el que humilla,con mala intencion,pero es Humilde el que sabe fecundar la humillacion.
Asi tambien la miseria espiritual nos humilla para que seamos fecundados por la Misericordia de Dios.
Pues los ricos de espiritu u orgullosos(autosuficientes), jamas llaman a Dios, hasta que no sean quebrantados por el Amor.
Cuidado de no compadecernos por los hombres que,tiranizados y cegados por el pecado, no conocen a Dios,por que si no padecemos con ellos en un solo corazon, tampoco nosotros somos conocidos por Dios.
No olvidemos la roca de la que fuimos tallados y la cavidad de la que fuimos extraidos ,a la hora de enjuiciar a los que todavia andan perdidos.
La comprension tambien es parte de la Verdad,pues nadie como Cristo,que es la Verdad misma, comprende nuestra debilidad. Sobre todo con los que no han visto la Luz y por la falta de conocer la Gracia, tienen menos responsabilidad.
La Paz de Cristo.
Pues bien, que la inocencia le valga. Pero por favor padre, el argumento de que los medios de comunicación seculares son los malos que lo tergiversan todo, a mas de dos años de pontificado, ya no cuela. Funcionaba al principio, pero a estas alturas el que no ve es porque no quiere. Saludos cordiales.
O sea, de un plumazo el cardenal ha derogado el dogma del infierno. Quizas para sintonizar con Francisco, que ha dicho que "en el cielo nos encontraremos todos, todos". Supongo que el padre Bernardo Rodriguez esperara leer un pronto llamado al orden proveniente de Roma... Yo, no espero nada.
Pero claro... mal pensados nosotros, los que pretendemos que el Papa ejerza su autoridad, corrija cuando corresponda, y no siembre la confusión. A esta altura, ya lo dije, el que no ve es porque no quiere hacerlo. Tambien, y sobre todo, dentro del clero.
¿El cardenal Maradiaga usa Twitter?, esa cuenta no parece ser auténtica del cardenal.
Queda la posibilidad de que efectivamente el cardenal hay dicho semejante expresión, prendada e impregnada de universalismo, en otra parte, pero que un admirador suyo sea el que la haya consignado en una cuenta de Twitter que creó para rendirle homenaje.
Gabriela:
Maradiaga parece que va a ser la estrella del próximo «sínodo en la sombra» para el mes que viene. Están calentando motores.
Intento a continuación distinguir el verdadero sentido de la misericorida cristiana:
A.- La MISERICORIDIA NO ES TOLERANCIA. La tolerancia es como decir “da lo mismo, eso no es digno de tenerse en cuenta, somos todos iguales en el sentido de identidad no de dignidad”, de alguna forma la tolerancia niega la verdad y la realidad; justo al contrario que la misericordia, que parte de la realidad y de la verdad del ser de las personas. Así:
1. La tolerancia es siempre ideología; la misericordia sólo se entiende desde Dios.
2. La tolerancia te lleva a saber que todos somos iguales; la misericordia, que cada uno es único e irrepetible.
3. Por tolerancia te soporto, por misericordia te amo.
4. La tolerancia te lleva a la diplomacia; la misericordia a entregar la vida.
5. Ser tolerante es un talante; ser misericordioso es ponerse en el lugar del otro.
6. Siendo tolerantes nos respetamos; siendo misericordiosos hacemos un mundo de hermanos.
7. Por tolerancia te respeto (no agresión), por misericordia te comprendo.
B.- LA MISERICORDIA NO ES LÁSTIMA, que se reduce a un sentimiento; sino que es amor operante, la misericordia actúa, la misericordia nos lleva a compadecer (padecer con el miserable) y a conmovernos (movernos con el miserable).
Por tanto la misericordia es muchísimo más que lástima o tolerancia o incluso compasión.
C.- Etimológicamente, en latín misericordia significa “corazón que se vuelve la miseria” y, en algunos sitios indican que miseria= estar lejos del amor.
Por tanto la misericordia de Dios es su Corazón mirando nuestra miseria, y en esa mirada hay salvación de la miseria, es mirada que actúa para sacarnos de la miseria.
Nuestra miseria, si es estar lejos del Amor, es estar lejos de Dios y, en cualquier caso, nuestra mayor miseria es nuestro pecado que nos deshumaniza y la mayor misericordia de dios Padre es enviar a Su Hijo para salvarnos.
El paradigma de la misericordia es el Padre del hijo pródigo. Podríamos esquematizar el "funcionamiento" de la misericordia:
- Se mira la miseria, (compasión y se conmueve). Es imprescindible reconocer la miseria.
- Se abaja hasta el miserable, no se es misericordioso desde arriba, desde la soberbia o el yo soy mejor que tú.
- Se hace caer en la cuenta al miserable de cuál es su miseria, esto solo se consigue hacer sin humillar desde un gran amor.
- Se ayuda al miserable a salir, si quiere, mediante el perdón.
- Se devuelve al miserable la dignidad perdida
Pero esto no significa que ”no importa” lo que se haya hecho, sino que “donde abundó el pecado” sobreabundó la Gracia.
Es imprescindible ser humilde para experimentar la Misericordia de Dios y es imprescindible amar para ser misericordioso.
También es necesario distinguir entre misericordia cristiana y filantropía.
Los actos de misericordia nacen de mirar la miseria del otro con mirada llena de amor. Pero el amor del cristiano a sus hermanos nace de la caridad, del amor a Dios, que es primero y fuente de misericordia.
Si amamos alotro sin amr a Dios seremos filántropos, altruístas, benefactores, pero no será un amor cristiano.
El católico ama a los demás desde su amor a Dios y se produce un "flujo" de Gracia invisible, que llega tanto al miserable como al misericordioso. Las obras de misericordia, así realizadas, suponen un tesoro en el Cielo y tienen valor salvífico para el que las practica; sin emabrgo no sucede así con la sobras filntrópicas, buenas, pero sin efecto sobrenatural.
Porque se promueven las obras de misericordia corporales (sobre todo cuando hay cámaras filmando), pero al mismo tiempo se promueven las obras de INMISERICORDIA espirituales (porque no es un mero "dejar de lado" a las obras de misericordia: se atacan sañuda e inmisericordemente para promover, por todos los medios, la condenación; son las tan manidas "estructuras de pecado").
Porque se rasgan las vestiduras ante una pedagógica bofetada al niño díscolo mientras se ve con buenos ojos el HOLOCAUSTO de más de 50 millones de niños abortados cada año en todo el mundo.
Porque los mismos que se "indignan" ante la "intolerable" corrupción política son los que, a renglón seguido, defienden la ilegalidad como forma de "resolver" los problemas (pasando por el "yo me lo salto", tipo "no me cobres el IVA").
Porque los que enarbolan la bandera de la "justicia social" son las ideologías que más pobreza, ruina y hambruna han producido sistemáticamente allá donde se han implantado.
Porque, parafraseando el título de la película... "¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir odio?", ya que hay una pléyade de ideologías del odio que se hacen pasar por defensoras de la justicia social, el amor, la salud, etc...
Así vemos a pacifistas violentos, a los justicieros discriminadores, libertarios defensores de "libertades" reguladas e impuestas por decreto, "paraísos de libertad" de los que no se puede salir y en los que no se puede opinar, etc.
Lo ha dicho Mons. Munilla: "la ideología de género no es sino una metástasis del marxismo". Una de tantas metástasis, diría yo, porque también son cánceres marxistas cosas como la Teología de la Liberación (lo que comúnmente se entiende como tal, que hay algunas TdLs -pocas- no marxistas), el ecologismo militante (no la ecología) o el abortismo criminal, etc, etc, etc... aparte de otras cosas que no son puramente marxistas porque preceden al propio marxismo (como el materialismo o el relativismo filosóficos).
La verdad, uno diría que vivimos en una sociedad oncológicamente desahuciada (salvedad hecha del seguro Triunfo final de Cristo, naturalmente).
Un saludo.
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