Anciano con llaves
No me estoy inventando nada. La anécdota, de fuente directa.
Clase de historia del arte en una universidad española. Una diapositiva nada más y nada menos que con el apóstol San Pedro, de El Greco.
- A ver, ¿qué es lo que ve en la diapositiva?
- Un anciano con llaves.
- ¿No sabe quién es el anciano?
- No.
- Bien. Es el apóstol San Pedro.
- Es que yo no soy creyente.
Literal. Un joven estudiante universitario ¡de historia del arte! que ni sabe un mínimo de iconografía cristiana ni le importa. Más aún, no solo no le importa sino que hace gala de su más supina ignorancia escudándose en que no es creyente.
No hace falta ser creyente para saber qué es un minarete, la kipá, o darse cuenta de que ese señor gordo y sentado en la postura del loto es Buda y no Manolo el del bombo en el descanso del último partido.
La ignorancia religiosa en este país llamado España no es de simple vergüenza, no, es de esconderse debajo de la cama y no salir en tres meses por lo menos.
En estos días en que andamos a vueltas con la clase de religión hay que explicar a la gente que es que resulta que no hay forma de conocer arte, cultura, tradiciones, la misma identidad de España, Europa e Hispanoamérica sin conocer el catolicismo. Cualquier día ante el monasterio del Escorial algún mastuerzo de nueva ola dirá que es un edificio “mu grande” en medio del cual hay un peazo salón a lo bruto con muchos bancos y pinturas en el techo.
Esta mañana, mientras desayunaba, la tele. Conexión en directo con la basílica de Jesús de Medinaceli de Madrid que en este primer viernes de marzo puede recibir a más de medio millón de devotos. La locutora, que no sé si es creyente o no, pero en cosas de cultura religiosa andaba flojita, nos ha explicado que había gente que llevaba semanas haciendo cola para ser los primeros en besar los pies “al santo”. Ole las narices de la niña. Qué más da que la imagen sea del hijo de Dios o de un santo cualquiera de donde sea. Pues da. Claro que da. O a lo mejor es que se pensaba que las abuelas estaban ahí desde hacía días para saludar en persona a Roger Moore.
Mientras haya estólidos a los que les dé lo mismo que el anciano con llaves sea el apóstol Pedro o Pepiño, el sereno de Claudio Coello. Mientras haya locutoras de televisión incapaces de distinguir entre Jesucristo y los santos. Mientras estas cosas pasen, no es que haya que mantener la clase de religión, es que hay que hacerla OBLIGATORIA.
Hace unos días el secretario portavoz de la Conferencia Episcopal se mostraba favorable a la enseñanza de la religión en la escuela –solo faltaba- con el argumento mostrenco de que si se quita aumentaría el paro. No fue su mejor día. No es problema de “colocar” a gente. Es cuestión de que se necesita saber dónde estamos, de dónde venimos, qué cree un católico y lo que es la religión católica en la identidad de España y sus regiones (autonomías, perdón).
Que cada cual crea luego lo que quiera. Pero si no aprende a distinguir al apóstol Pedro del sereno de su calle, y la diferencia entre Jesucristo y un santo, suspenso. No se puede andar así por la vida.
26 comentarios
Es lo que tiene 14+ 8 años de educación logsiana: que además de imbécil vuelven a la gente soberbia.
Y es lo que tiene esta España cañí. Abundan los que creen estar llenos de derechos, los que se lo merecen todo, los que creen que a quien se le ocurre nacer antes del siglo XX...
Mientras... estas, según dicen, generaciones más preparadas, andan absortas en guasaps, facebucs, instagrans, GH15, Salvame 32, etc, etc...
Y eso sí, hay que bajar el llamado por los del trinque "iva cultural"... porque sepa vd. D. Jorge que tragarse en el cine una de Almodóvar produce un subidón de cultura.
Hay que fastidiarse con jota.
El Sistema, el Imperio Progre, como yo lo llamo (incluyo en él por omisión a los centro-reformistas del PP y por acción a los nazionalistas) quieren convertir a los adolescentes y los jóvenes en auténtico 'ganao', que sólo responda a tuits, a soflamas televisivas estilo Rahola o Wyoming, como las vacas responden a la vara del pastor.
En un artículo publicado en La Vanguardia el 22 de febrero, su autor Joan de Segarra cuenta que conoció a dos universitarios catalanes, adoctrinados toda su vida en el nacionalismo por medio de la escuela, TV3 y el ambiente, que se niegan a creer que hubiera catalanes franquistas que hablasen en catalán y editasen libros en catalán.
Como escribe Antonio Robles en Libertaddigital al comentar ese artículo: "Los alumnos cada vez saben menos historia y abrazan más relatos interesados, casi todos simples, algunos puros esperpentos de un pasado devastado por la manipulación nacionalista. Lo peor de esos jóvenes universitarios es que son incapaces de cuestionar la verdad oficial".
A 'ganao', por muchos diplomas que tenga y muchos Erasmus que haya hecho, el Poder le puede lanzar a la calle a reclamar la independencia, la quema de iglesias, la eutanasia (que lo veremos). Y encima les parecerá justo y democrático. Porque todo lo que había antes de ellos era fascista y carca.
Si no estáis 'acollonaos', deberíais estarlo.
Si, lo han adivinado, la obra representaba una Anunciación. En fin...
El otro día, en una tertulia moderada por un franciscano ("Cataluña opina"de telebadalona) se dijo por parte de los tertulianos, muchos de ellos periodistas o políticos, que las raíces europeas eran judeo-cristianas. ¿Judeo?. ¿De dónde?. Si no estoy desinformado en Europa se ha bautizado en nombre de un Dios Uno y Trino, y esto no tiene nada de judeo. Que yo sepa la religión judía no cree en la Trinidad. Los amo, los quiero, y más teniendo en cuenta que tanto Cristo, como la Virgen, como los apóstoles, fueron y son judíos, pero pasaron del agua al vino (del AT al NT. Bodas de Caná).
La pobre aún no se ha repuesto del susto. Parece ser que esta es la tónica general de nuestros estudiantes.
Hay que estudiar "reli" aunque solo sea para poder entender el arte.
Yo sé que ponerle un sambenito a la impoluta institución democrática es muy poco popular, pero seriamente creo que se cometió un gravísimo error cuando se le negó al Hombre su ser religioso en la vida pública.
Ciento diez años más tarde, ni el más santo y devoto de los católicos puede ejercer públicamente su fe porque se le considera "antidemocrático". Observen no más, si no me creen, todos los debates sobre el aborto. Un creyente debería poder simplemente decir "eso es pecado" o para no mencionar palabras complicadas "eso está mal" y ese argumento debería ser suficiente, al menos para él y para todos los creyentes. Pero no: debe argumentar científicamente sobre ADN, plazos, viabilidad del feto, inicio de la vida, beneficios para la sociedad, psicología... ¿dónde quedó el concepto de bien y mal? ¿Era necesario que el Estado descartara la moral para ser "democrático"?
Si fuera un hecho estático, ya estaría bastante mal. Si fuera defendido sólo por los no creyentes, sería malo, pero no tanto. Pero no es así: somos los creyentes precisamente, los que seguimos arrojando leña al fuego y biblias a la hoguera.
Allí están los obispos llamando a votar por un Estado ateo, por funcionarios inmorales -o en el mejor de los casos, amorales- los curas en las homilías predicando a favor del status quo, los papas negociando con los dictadores para que suelten un poco de pan a los pobres, y nadie se levanta para decir "¿Saben qué? Nos equivocamos. Devolvamos la moral al Gobierno. Queremos que el Estado vuelva a distinguir el bien del mal. Es cierto, en este país no todos somos católicos, pero todos tenemos conciencia. Si el 95% del pueblo sabe distinguir lo que está bien de lo que está mal, ¿no sería eso democracia? ¿Por qué tenemos que vivir bajo la dictadura del 5% que prefiere la inmoralidad?"
La solución no está en las clases de religión. Estas sólo reforzarían la formación previa en casa y en la parroquia...
En las parroquias se da todo por supuesto y por supuesto que no se sabe casi nada.
Estamos evidenciando los síntomas de algo que viene desde hace mucho tiempo y que es ahora mismo es difícil de subsanar. Es como cuando tienes síntomas de un resfriado, ya lo has pillado hace tiempo y ahora sólo puedes esperar que pase y evitar que no vaya a más. Pues esperar hay que esperar porque tenemos unas generaciones sin formación religiosa y es preciso ponerse las pilas en la necesidad de formación de los cristianos a todos los niveles...
Padre, intente hacer en su parroquia una encuesta sobre tema religioso, realice un formulario tipo test de lo más básico, que la gente que va a misa rellene libremente y luego "corrija" los resultados. ¡¡¡¡Va a flipar¡¡¡¡
El otro, que llevé a mis dos sobrinos de 12 y 14 años al museo de cera, y ¡no conocían a nadie! Ni cartagineses, ni romanos, ni escritores... un auténtico fracaso, salí deprimida del todo. En religión también están muy verdes, eso que estudian en un colegio privado religioso.
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Sobre este asunto de la locutora, es muy simple: Ésta, no ignorante, sino más bien por sombras del abismo poseída, así imposibilitada de denunciar no ya respetuosamente, sino correctamente el nombre del Santo Jesús de Medinaceli... y tantas gentes rindiéndole culto.... guerrrrr.
Es que hay reportajes que gustan de por sí. Y otros como éste que huelen a cuerno quemado.
No creo que haga falta una asignatura aparte de religión católica para eso.
Tampoco una asignatura de religión pagana para reconocer a Venus en lugar de a "una pelirroja en topless saliendo de una concha".
Anécdota real, hace mucho, mucho tiempo, cuando yo era niño y Roger Moore era James Bond, los franciscanos me daban catequesis de primera comunión y creo que lo hicieron bastante bien. No solo me hablaron de Jesús y los apóstoles, sino de la historia del pueblo judío y hasta de filósofos griegos como Diogenes.
Algo después cuando todavía era católico era yo el que ayudaba en las catequesis y me sorprendió que había niños a punto de comulgar que no sabían ni quien era Moisés.
En definitiva, no porque haya clase de religión en las escuelas la gente va estar mejor formada en cuestiones religiosas. Si hasta en las parroquias se da una pésima formación.
El alumno ese que no sabía identificar a san Pedro por las llaves, me apuesto lo que quieran que hasta hizo la confirmación.
Incluso cuando era creyente, era de la opinión que cuantos menos favores le debiera la Iglesia al Estado, mejor. La religión se debe enseñar en las parroquias y sobre todo en las familias. Convertirla en asignatura "maría" no sirve para nada.
Al principio (y aún hoy, hasta en la Escuela católica) se cargaron la fe. Luego aborrecieron el uso de la memoria.
Y ahora prescinden olímpicamente de la razón discursiva y el pensamiento organizado. Todo es desestructurar.
Sólo les queda seguir la última moda. Unos moluscos en el pensamiento y unos becerros en las decisiones. Deprimente, sí Señor.
Y finalmente se harán políticos... y alguien les votará.
Ya ni si quiera son novedad ver en algún periódico alguna noticia diciendo que los católicos cantamos el "Ô Zana" y "Allez Luya" (Hosanna, Alleluia). Es patético el nivel de ignorancia.
Cuento una anécdota par señalar cómo estamos de cultura católica por Madrid (España):
Mi párroco, empezando la parroquia y con un pabellón prefabricado como templo en un barrio todavía a medio construir y medio habitar, quiso instalar una alarma de seguridad para evitar sacrilegios; entonces vino a la parroquia un "técnico" de la empresa instaladora. El párroco le manifestaba una y otra vez que lo que le preocupaba era que "robaran al Santísimo", que "se llevaran al Señor", a lo que el mencionado técnico respondió "no se preocupe, si se llevan un santo ponemos otro".
Así que vamos a ir entendiendo España como tierra de misión, y creo que, como en todas las misiones, habrá que luchar e ir ganando corazón a corazón. Por tanto, a trabajar y sin desánimo, que esto es una carrera larga, larga, larga.
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