Fracaso y memez de la simpatía como opción pastoral

Vaya por delante que mejor es encontrarte con un sacerdote que saluda amablemente y pregunta por la familia y se toma un café si surge, que no con otro que al pasar a tu lado te saluda, si te saluda, con un rebuzno. Dicho esto, también conocemos todos a sacerdotes que nunca fueron un dechado de simpatía y sin embargo tuvieron parroquias muy vivas.

Digo esto porque hemos tenido en la iglesia unos años en los que hubo gente empeñada en que la mejor opción pastoral era la simpatía, el quedar bien y el ser amables con todos. Sacerdotes que hicieron de esta táctica la única clave de su ministerio y que gracias a ella son recordados con cariño y afecto y con un reconocimiento de las bondades, cercanía y campechanía de don Romualdo. Ya saben: qué buena persona era don Fulano, qué simpático don Mengano.

Insisto que mejor cura simpático que cardo borriquero. Pero por encima de esa consideración, mejor cura que sepa cumplir con sus obligaciones que no cura de palmada en la espalda y tranquilo que no pasa nada.

Porque la simpatía suele ir unida a la supresión de todo aquello que pueda resultar de por sí molesto al personal. Se suprime de la predicación todo lo que pudiera resultar desagradable como novísimos, confesión, pecado, sexto mandamiento, obligaciones cristianas básicas, y se pasa a un predicar mayoritariamente que Dios es bueno, perdona siempre y aquí no pasa nada. Facilidades para todo: se acabaron los engorrosos cursos para sacramentos, exigencias de confirmación y vida cristiana para padrinos de bautismo, mejor facilitar las cosas. Luego se va reduciendo el culto a mínimos en cantidad y calidad, cosas bobas, pero la misa es una fiesta y no el sacrificio de la cruz, hagamos liturgia campechana, creativa, acabemos con rigideces, descafeinada, eso sí, con procesiones de ofrendas bonitas, un rito de paz interminable y mucha gente haciendo cosas para que se vea que se participa y somos hermanos.  

Qué bueno es don Fulano. Qué simpático, cómo facilita las cosas, qué misas tan bonitas y no como don Perenganez, que se pasaba media vida en la Iglesia, era rígido con las cosas y te pegaba unos sermones que temblaba el misterio.

La parroquia de don Fulano, el simpático, se muere. La gente no tiene un ápice de formación porque ni hay apenas grupos, y en los que hay no existe un temario serio de formación, y las homilías llevan años explicando que Dios es bueno y que hay que estar con los pobres. Las celebraciones de puro insulsas no aportan nada. Parroquias que languidecen, se cansan, se agotan, son nada. Pero que tuvieron un sacerdote simpatiquísimo que saludaba por la calle y entraba en los bares. Pero poco más.

57 comentarios

  
k
Padre, ya le llevo leído varios posts en el mismo sentido, y sinceramente creo que exagera y caricaturiza demasiado un lado. Y siempre es el mismo lado, no sé si me entiende...
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Jorge:
No. No entiendo.
06/01/15 7:21 PM
  
Alejandro
Estoy de acuerdo con K. escribo desde Chile. Me parece que el artículo es una caricatura de la realidad pastoral. La simpatía es positiva, prefiero sacerdotes, monjas y agentes pastorales simpáticos, en vez de amargados, antipáticos, hoscos. Ser simpático no implica hacer una catequesis parcial o buenista. En ese caso el problema es otro, no tiene nada que ver con la simpatía.
Padre Jorge: creo que Ud exagera. En un artículo anterior, referido al canto litúrgico puso como opción al "Credo Nicaraguense" y otras canciones de ese estilo, al canto Gregoriano, como si no hubiera más, como si no existiera el canto religioso popular, que la Sacrosantum Concilium dice que debe fomentarse.
06/01/15 7:49 PM
  
susi
Tiene toda la razón, Padre.
Prefiero un médico que me diga que espabile, que como siga así voy a empeorar mi salud o incluso morir, que uno que me diga que, tranqui, tú sigue así, que no pasa nada.
Pues no digamos en el terreno espiritual. Prefiero un cura que me ponga las pilas y me lleve por el buen camino a uno que me dé una palmadita y me deje ir por el camino del infierno.
Eso sí, lo ideal es que sea santo , simpático y que todo lo haga bien.
Feliz año y que Dios lo bendiga.
06/01/15 7:55 PM
  
tnluso
Soy catolico converso. Lleno de felicidad he transitado del mundo pentecostal, creyendo encontrar el vigor de la Iglesia de dos mil años. Que triste decepcion. Aunque persevero en mi fe catolica, hay que reconocer que gran parte del clero y aun el Papa (con que dolor lo digo!) no es mas que un triste fruto de nuestros tiempos. Es la dictadura del relativismo, como diria Benedicto XVI. Que lastima ver catolicos que prefieren un culto alegre, lleno de desvios liturgicos, con alabanzas protestantes, dando la espalda a su propia herencia cultural y artistica de dos mil años. Conozco un sacerdote que constantemente repite que la Iglesia tiene demasiada gente. Que lo que nos hace falta no son conversiones sino excomuniones. Y mantiene una pagina web muy fecunda sobre doctrina e historia de la Iglesia. Padre Jorge, ustede tiene toda la razon y le felicito. Este tipo de pensamiento constituyen el verdadero aire fresco que nuestro Santo Padre prometio, pero que tristemente, no cumplio. Hemos olvidado que los sacerdotes son nuestros padres y tienen que ser honrados como tal. No son amigos, son un tesoro muchisimo mas valioso.
06/01/15 8:17 PM
  
L.H
Que suerte a los que dicen que el padre exagera!!!!ojala pudiera decir lo mismo
A dibujado y descrito( y se ha quedado corto ) a mi parroquia
Y siento con todas mi alma tener que decir esto porque amo a Jesus y a Su Iglesia
Hay rezar mucho muchísimo por los sacerdotes!!!!!!
06/01/15 8:21 PM
  
Andres Gran García
Pa que dicdre, yo no sé si tiene razón o no, sólo sé que lo que dice es la puritita verdad, como dicen nuestros hermanos, los mexicanos. Ya no se oye nada en NINGUNA iglesia que pueda incomodar a los, escasísimos, clientes que les quedan, y que, a fuer, de no incomodar a nadie, han perdido, no sólo a los que necesitaban una palabra de Verdad, sino también, y esto es lo que demuestra lo bobalicón de esos razonamientos de buenismo, a los que no querían que se les corrigiera, porque, al final, todo ese paripé es un tostón in fumable incluso para los que les gusta ese tabaco insípido y desnicoteinaido, porque, como dice el chiste, serán malos cristianos (el chiste dice locos), pero no gili... para aguantar tanta cantidad, uno y otro domingo (único día que van, si van, de insulseces o palabrería vacía y hueca de significado para sus vidas vacías y sin significado. Así lo veo yoy, aunque puede que tampoco le guste a "k" (¿de Kilo/s?...¿de cristianismo "pagano" que dice el Papa?)

Un saludo, gracias por expresar lo que algunos de nosotros llevamos tanto tiempo padeciendo...sin muchos visos de solución...al menos por parte de los causantes del estropicio...
06/01/15 8:41 PM
  
Paloma
Como dice el padre Jorge en todo momento, es mejor un cura simpático que un cardo borriquero. Pero lamentablemente hay curas que llevan la simpatía al extremo y se vuelven más bien "buenistas". Estoy completamente de acuerdo con el padre Jorge.
06/01/15 8:43 PM
  
jose 2 catolico
Don Jorge:
Gracias por su artículo y veo que empieza el 2015 con puño de hierro en guante de seda.
Estoy totalmente de acuerdo con su artículo: más bien hace un buen rodillazo delante del Santísimo que un buen rollito de buenismo en el atrio después de la celebración de la Misa dominical.
Siempre digo que solo los pobres entendemos la labor de un párroco; los ricos siempre han tenido sus capellanes y solo van a la iglesia el mínimo posible para cumplir el precepto dominical.
Hace años una señora fue por primera vez a una Misa celebrada por Don Ful. Aquel día debió tocar algo sobre la moda cool del vivir en pareja; al terminar la Santa Misa dijo para que se la oyera, que con lo guapo y joven que era el cura no entendía que hubiera sido tan tridentino. Nunca más volvió.
Don Ful lucha ahora en una de las parroquias más duras de la capital de España.
In Domino y que nuestra Madre ayude a todos sus hijos que dan su vida en las parroquias.
06/01/15 8:46 PM
  
Falstaff
No creo que el P. Jorge exagere nada. Personalmente, estoy cansado de ver curas muy, muy simpáticos, pero que no se sientan en el confesionario ni por error. O curas muy, muy majos pero que en las homilías sólo les falta hablar del tiempo, pero nunca lo harán sobre verdades esenciales de la fe. O los tan, tan agradables que tienen la iglesia cerrada casi todo el día: deben pensar que con su sonrisa basta para conocer a Dios.

La de veces que hay que morderse la lengua cuando ves a este tipo de sacerdotes. Está claro que no conocen lo que es la vida real porque en cualquier trabajo normal estarían despedidos desde el segundo día. Lo más grave es que no se dan cuenta de que la responsabilidad que tienen es mucho mayor que la de un simple trabajo.
06/01/15 8:49 PM
  
Clarito Clarito
Gracias Padre. Está más claro que el agua. Ya está bien de dorarnos la píldora y palmaditas en la espalda. El sacerdote no está para caerle bien al feligrés ni hacer amistades entre ellos. Está para celebrar dignamente los sacramentos, guiarnos por el camino de la salvación. En definitiva ser Cristo en medio de nosotros. Y cómo cuesta verlo en algunos sacerdotes. .....
06/01/15 8:50 PM
  
Juanlu - Sevilla
Lo siento pero es al revés. Al que se describe en sentido peyorativo tiene una parroquia llena de vida, donde Dios está presente y numerosos grupos comprometidos. Los supuestos hoscos y regios, la iglesia vacía con una media de edad de 70 años (vamos, que van a misa por costumbre y tradición, porque, tononos, la mayoría no entienden nada).
Esto es así y puedo dar fé de ello. Al menos en mi ciudad. Y el que no lo vea así está ciego o cegado.
06/01/15 9:07 PM
  
luis miguel
Es que la simpatía no es una opción pastoral, sino una actitud vital, amigo. Tú quizá has querido ir de simpático o hacerte el simpático. Se trata de ser simpático, empatizar o no con la gente, sentirse a gusto con ser pueblo y todas esas cosas que me parece que no acabas de comprender. Se trata de ser simpático y sostenerlo en el tiempo, no de hacérselo de vez en cuando que es, más bien, lo que usted ha explicado. Qué pena de cura. Una pena total. El cura antipático por naturaleza, convencido de que a la gente hay que "educarla" y hacerla pasar por el aro de sus manías.
06/01/15 9:13 PM
  
Isabel. Granada.
A mí me da igual que un sacerdote sea simpático, lo que sí quiero es que sea cercano, que sea capaz de consolar al triste, que esté cuando se le necesite. Que sea lo más parecido posible a cómo fue Cristo. ¡Cuanta falta hacen sacerdotes parecidos a Cristo! Y sin embargo, así tendrían que ser los sacerdotes, imitadores de Cristo.

Y en mi parroquia se ha producido un cambio muy notable. Desde que han jubilado al párroco anterior, la iglesia ha pasado de estar casi vacía, a prácticamente llena. De encontrarse los confesionarios cerrados casi siempre, a haber siempre uno abierto y con penitentes confesando hasta más de la mitad de la misa y a veces, hasta poco antes de dar la comunión. El párroco anterior era un sacerdote muy serio, distante, de no saludar a nadie a no ser que se le saludara antes, pues entre otras cosas no miraba a nadie; y si saludaba porque lo saludaban, era un saludo casi cómo el que usted refiere en su artículo. Si no fuera porque sería faltarle al respeto y no es mi intención, tendría todos los condicionamientos para otorgarle un título que nos otorgan a los granadinos que tenemos ese tipo de carácter. Por eso es que me reí tanto al llegar a casa, cuando cierto domingo, empezó a hablar de las caras avinagradas de muchos cristianos, y recordé aquello de no ver la viga en el propio ojo y sí ver la mota en el ajeno.

Ahora tenemos dos sacerdotes jóvenes, y parece que las cosas van cambiando para bien. Dios quiera que así sea.

Deseo que le hayan traído muchos regalos los Reyes. Los más grandes que sean el Amor y la Paz de Dios.

Un afectuoso saludo.
06/01/15 9:29 PM
  
Tomás
¿Hace más bien un buen rodillazo que un poco de buenismo? ¿Seguro? ¿Jesús quiere rodillazos?
06/01/15 9:34 PM
  
Mariano (Argentina)
tnluso,

Si eres recién converso al catolicismo, y quieres experimentar en serio lo que es ingresar a una Iglesia de 2000 años, acércate a una Misa Tradicional-Tridentina, en donde puedas. Allí experimentarás de una manera más plena esa conexión con la gran Tradición de la Iglesia.
06/01/15 9:45 PM
  
Teófilo
Reescribo de nuevo lo que quería enviar. Me disculpan si se manda dos veces.

¡¡No exagera!! Y lo digo fuerte porque las exageraciones no son, desgraciadamente, de este post, sino del otro lado. Me ha hecho gracia la casulla de superman, pero solo un rato. Y los curas que se visten de payasos, y los que ofrecen los sacramentos a gente sin nada de fe, sin darles siquiera la oportunidad, el ofrecimiento, de acercarse más al Señor.
Ya está bien.
Los que argumentan que es mejor ser simpático que no serlo...sí, supongo que en eso estamos de acuerdo. Vale. Es mejor ser simpático; es mejor ser inteligente; es mejor ser guapo; e, incluso, es mejor ser alto.
La cuestión es: si eso, sólo, exclusivamente, "pelao" (que decimos en España), nos hace mejores pastores, o nos hace más santos.
La cuestión, planteada de otra manera, es si las virtudes tienen un orden jerárquico: y la caritas in veritate, la fe y la fidelidad priman (primerean) sobre la simpatía y el buenrollismo. Creo que no entender esto es no ser inteligente. Y equivocarse en la respuesta es no ser Católico.

Tomás: Sí, seguro; aunque más completo es decir que Jesús quiere todo y sólo lo bueno para nosotros. Un buen rodillazo hace más bien que el buenrrollismo. aunque de por sí no se contraponen. "Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo darás culto" (Mt 4, 10). Como Ud Sabe la adoración, según Sto. Tomás, es un elemento de la virtud de la religión que se da tanto exteriormente como interiormente. Por tanto una genuflexión BIEN hecha, es un elemento de adoración y entra en el primer y más importante mandamiento de la ley de Dios.
El buenrollismo entraría en el segundo, que también es importante, pero no sé muy bien donde habla Santo Tomás - su tocayo - de ello. ;)
06/01/15 10:05 PM
  
P. Bernardo Rodriguez
Permítame, P. Jorge que disienta en el fondo de su artículo. Se puede decir las condiciones de los padrinos de Bautismo son las que marca el Derecho Canónico con la mejor de las sonrisas o se puede decir aquí bautiza quien quiera con cara avinagrada,

La simpatía es un rasgo de las personalidad que unos lo tienen y otros no. Las relaciones públicas es algo que se puede aprender.

El problema, creo, estriba en la deficiente formación en muchos seminarios desde hace un porrón de años y en el "espíritu creativo" de algunos sacerdotes que lo quieren hacer todo a su gusto, porque tienen hilo directo con el Espíritu Santo.

En cuanto los sacerdotes nos salimos del camino del Magisterio de la Iglesia y de la Tradición, no sólo ponemos en peligro a los fieles a nosotros encomendados conseguiremos tener nuestras parroquias vacías.

A pesar de los años pasados tras el Concilio Vaticano II, y a pesar de los descalabros recibidos por tanto experimento, algunos siguen empeñados en descubrir la pólvora sorda.

Dios los bendiga
06/01/15 10:06 PM
  
catolico pocho
"Pastor aborrecido, ganado perdido" Bto. Juan de Palafox
06/01/15 10:19 PM
  
Ado
A los que dicen que el padre exagera les invito a oir Misa de domingo (sólo hay una) en mi parroquia: No se leen las dos lecturas ni el salmo; el Evangelio se proclama paseando delante del altar o en las escaleras; la homilía paseando por las escaleras y entre los primeros bancos; Dios, por supuesto, nos perdona y vamos todos a la Vida Eterna; Eso sí....el cura simpático, simpatiquísimo. La gente se ríe a gusto con sus comentarios.

Por cierto, que la media es de más de 70 años. Los jóvenes y los niños hay que buscarlos con lupa.

06/01/15 10:20 PM
  
tnluso
Gracias, Mariano! cuanto no quisiera participar de una misa asi. Simplemente no las hay en mi ciudad! lo mas proximo a eso es una iglesia ortodoxa, pero como debes de saber, aunque sus sacramentos sean validos, no estan permitidos para los catolicos!
06/01/15 10:27 PM
  
Gregory
Pero es muy útil en no pocos casos mostrar simpatía, claro no es lo único ni caer bien por encima de todo pero la simpatía tiene su usa benéfico.
06/01/15 10:41 PM
  
cjuarez
De acuerdo P. Jorge,

En teoría, el que un sacerdote sea simpático, es decir, que su forma de ser sea generalmente agradable y atractiva a los demás, no debería interferir con que sea un buen sacerdote y predique y eduque a sus ovejas, y celebre los sacramentos como se debe, apegado a la Tradición, al Magisterio, a las Escritura y en general a la fe de la Iglesia católica.

En la práctica, existe un serio problema en que hay muchos sacerdotes que hicieron su prioridad el ser simpáticos, y lo han confundido con diluir, cortar o retorcer el evangelio y predicar solo las partes simpáticas del mismo, y no las cosas serias. De hecho en la Tradición de la Iglesia y en la misma Escritura, es evidente que la predicación del evangelio no estaba limitada ni solo a los simpáticos ni solo a los antipáticos. De hecho, el ideal que se muestra en el Nuevo Testamento es el de aquel que, sin importar su personalidad o carácter, sabe ser dulce, calmo, serio, enojado e incluso rabioso según se amerite para educar, corregir, denunciar, predicar y que la enseñanza evangélica quede clara. El mismo Señor podría dejar de lado lo simpático si era necesario para dejar claro lo quería enseñar, como por ejemplo cuando enseñó sobre la Eucaristía, como se narra en el evangelio de San Juan.

6:51 Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente,
y el pan que yo daré
es mi carne para la Vida del mundo".
6:52 Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?"
6:53 Jesús les respondió:
"Les aseguro
que si no comen la carne del Hijo del hombre
y no beben su sangre,
no tendrán Vida en ustedes.
6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre
tiene Vida eterna,
y yo lo resucitaré en el último día.
6:55 Porque mi carne es la verdadera comida
y mi sangre, la verdadera bebida.
6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre
permanece en mí
y yo en él.
6:57 Así como yo,
que he sido enviado por el Padre que tiene Vida,
vivo por el Padre,
de la misma manera, el que me come
vivirá por mí.
6:58 Este es el pan bajado del cielo;
no como el que comieron sus padres y murieron.
El que coma de este pan vivirá eternamente".
6:59 Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.
6:60 Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?"
6:61 Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza?
6:62 ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?
6:63 El Espíritu es el que da Vida,
la carne de nada sirve.
Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.
6:64 Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
6:65 Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
6:66 Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.
6:67 Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?"

Mi experiencia es que de esos curas simpáticos que he conocido, de la mayoría, al cabo de un tiempo, no recuerdo más que eran simpáticos, pero ninguna palabra o enseñanza del evangelio. Contrariamente, lo que recuerdo que aprendí desde mi niñez sobre la fe católica, vino de aquellos curas malhumorados que sabían corregir, levantar la voz, predicar con toda seriedad sobre el castigo divino, los pecados, el infierno, etc.

Así que el problema en si no es ser simpático, sino el ser simpático a toda costa, y confundir la simpatía con aguar el evangelio, no cambiar de tono cuando es necesario, y olvidarse de corregir y dar con el báculo a los lobos acechando el rebaño, o a las ovejas cuando sea necesario.

La realidad que vemos hoy en la Iglesia, da toda la razón al Padre. Desde que muchos de nuestros curas se dieron a ser simpáticos o predicar un evangelio simpático tenemos menos católicos practicantes, menos católicos que creen en los dogmas de la Iglesia, católicos que creen que Dios perdona todo y salva a todos, etc. La simpatia no deberia ser una meta o un modelo pastoral, sino deberia ser simplemente una caractaristica de la personalidad del sacerdorte, algo accidental y subordinado a lo principal que es ejercer el sacerdocio como Dios manda.
06/01/15 11:01 PM
  
P. Roberto
Vamos Don Jorge, que les seguimos muchos y somos jóvenes, tenga la seguridad que en la nueva generación de curas en el mundo los hay que somos en primer lugar Pastores que cómplices y buscamos la santidad antes que la amabilidad.
06/01/15 11:49 PM
  
DJ L
Veo que algunos comentaristas o tienen menos luces que un monopatín o bien no han captado la acepción de "simpatía" a la que se refiere el post.

Sí, sí, esa clase de simpatía que algún cura que otro, dejándose llevar por la inercia cómoda de esa actitud "simpática", se han convertido en auténticos bufones.

Ni la Misa ni las homilías ni los sacramentos ni el propio cura están hechos para caernos simpaticotes y así llenar los bancos de las iglesias.
Algún iluso pensará que siendo simpaticotes llenarán iglesias.
06/01/15 11:57 PM
  
k
Están cayendo muchos en la "trampa" del blogger, cuando asocia ser simpático a no defender la verdad. ("la simpatía suele ir unida a la supresión de todo aquello que pueda resultar de por sí molesto al personal").

No es cierto. La simpatía es una cualidad personal relacionada con la capacidad de expresar y entender sentimientos, y ser amable. Se puede decir a alguien que está equivocado de forma amable, o se le puede decir de forma brusca, por ejemplo insultando. A mí si alguien me insulta, no le hago ni caso, paso de él. Ya está el mundo lo suficientemente crispado para que haya que aguantar exabruptos, malas caras y a gente maleducada. Pues no, si un cura no es amable me voy a otro lado, que afortunadamente hay otros que sí lo son.
06/01/15 11:58 PM
  
LEER DOCUMENTO DE APARECIDA
Por favor, la simpatía es cuestión que bien quisiéramos tener todos! Pero no es cuestión sine qua non par aun buen párroco. Hay tantos modos de ser como personas y cada cual con sus cadaunadas. Pero lo importante es que los curitas únicos de pueblo, no se fíen de las risas y aplausos de sus homilías, sino que ellas de verdad nos dejen la LUZ que vamos a buscar cada vez que asistimos a la Celebración de La Santa Misa o al Confesonario. Cada vez que ORAMOS por ellos, pidamos que los Párrocos sean buenos dispensadores de La Gracia y que sean simpáticos. Pero no es lo esencial. Es cuestión de ayuda, de perfeccionar el instrumento para que La Gracia de Dios llegue a las personas a ellos confiadas.
07/01/15 12:44 AM
  
LEC
Concuerdo con el P. Bernardo Rodríguez.
"...La simpatía es un rasgo de las personalidad que unos lo tienen y otros no. Las relaciones públicas es algo que se puede (Y SE DEBE) aprender.

El problema, creo, estriba en la deficiente formación en muchos seminarios desde hace un porrón de años y en el "espíritu creativo" de algunos sacerdotes que lo quieren hacer todo a su gusto, porque tienen hilo directo con el Espíritu Santo."

Otro problema es que algunos sacerdotes, al ser la imagen de nuestro Señor en sus comunidades, creen ser reyes pero no del tipo de rey que es Jesús. Y esto es alentado por mucha gente que los endiosa: "Ay, como vas a hablar así, el padrecito jamás se equivoca". Y por eso son tan distantes, no se les puede hablar y menos tocar. Es parte de la mala formación.
Un sacerdote conocí que es de estos nuevos grupos (de un camino, dice) el cual solo hablaba de sexo, infidelidades y el dinero que deberían dar, en sus homilías... llegando al extremo de llamar prostitutas a las madres solteras, presentes, en un bautizo.

Gracias a Dios, existen muchísimos buenos sacerdotes que son simpáticos y otros que no lo son tanto... Recemos para que hayan más así.
Dios nos bendiga

Conozco muchos buenos sacerdotes
07/01/15 12:49 AM
  
voy
Es muy fácil entender lo que quiere decir don Jorge: Que el cura tiene que ser un cura santo o que tire pa eso. Que no basta ser amable o simpático, pues eso es nada de pastoral. Ser simpático y además : estudiar, confesar, visitar enfermos, gastar el tiempo en la parroquia, etc. Todo esto entiendo lo que dice este escrito.
07/01/15 1:15 AM
  
Saulo Medina Ferrer
Y cuando las prédicas de "Dios es bueno" vienen de alguien con mas autoridad en la Iglesia? De verdad que quienes viven el Sacerdocio pleno, deberían predicar de una manera en la que enfervecieran al pueblo con leerlos/escucharlos. Pero cuando no dicen nada nuevo, sus diócesis, y de ahí para arriba, languidecen.
07/01/15 1:20 AM
  
Jose2
Me parece que algunos comentaristas pierden de vista cuál es la auténtica la crítica del post. El padre Jorge no dice que los sacerdotes simpáticos sean malos pastores. Lo que critica es a aquellos que se conforman con la simpatía y la convierten en su única herramienta pastoral, y advierte que eso no es suficiente.

Como se ha repetido: simpático y cuidadoso con los sacramentos, doctrina, liturgia, etc., lo ideal. Simpático pero descuidado o negligente en las otras cosas, peor, bastante peor que seco y cumplidor.
07/01/15 1:45 AM
  
Isabel. Granada.
Hace dos días ví en Facebook a un sacerdote bailando con un niño en brazos por el pasillo central de la iglesia. Creo que sería una imagen del Niño Jesús, pues con los saltos que daba el sacerdote, si hubiera sido un niño de verdad, la criatura se hubiera mareado. La impresión que me causó fue la de una tremenda vergüenza ajena. Era realmente patético. Pero me imagino que el sacerdote en cuestión, pensaría que con esos bailes quedaría estupendo ante sus feligreses.

¡Ay Señor!
07/01/15 2:20 AM
  
DavidQ
Estoy muy de acuerdo con lo que dice don Jorge y agrego: No es un mal exclusivo del oficio de sacerdote.

En mi trabajo que tiene poco de pío, los clientes prefieren a la chica sonriente de minifalda que no sabe nada del negocio que al viejo hosco que les arregla el problema. Que sería muy buena una chica linda e inteligente no se niega, pero lo normal es que no sea así, y a largo plazo los negocios de luces rojas y minifalda terminan cerrando y prosperan o se mantienen los de los viejos enfurruñados que sí resuelven.

Dicho esto, hay un puntito insignificante en el que no estoy tan de acuerdo, y es que la rigidez de doctrina -muy buena- se confunda con la rigidez de cosas no doctrinales -que ya no resulta tan buena-. Como por ejemplo que todas las catequesis de primera comunión sean obligatoriamente los jueves a las 3 de la tarde y de allí no te menees. Que aunque el 95% de los niños tienen nana y chofer y les pueden llevar a la hora que quieran, habemos el 5% de padres que trabajamos de sol a sol y no tenemos acceso a la catequesis. Allí quisiéramos un poco de flexibilidad. Pero que un cura quiera consagrar ron con Coca Cola porque es más agradable que el vino, pues como que eso sí que no.
07/01/15 3:20 AM
  
Falstaff
A ver, algunos manipulan las palabras del P. Jorge como si apostara por curas bordes, pero no ha dicho eso. Afirma que la simpatía es buena consejera, pero que siempre y ante todo son necesarias las verdades de fe. Es decir, que será ideal el cura católico que actúe como tal y sea simpático, pero que entre los simpáticos áridos de fe y los bordes que cumplen con su vocación, al menos éstos últimos trasmiten a Cristo.

No olvidemos que nadie le puede quitar el protagonismo a Jesús, y un cura menos. La liturgia, la frecuencia al administrar los Sacramentos, el modo reverente y respetuoso de hacerlo, la forma de predicar el Evangelio, como se acoge a los fieles y a los que buscan la Verdad... en definitiva, todo es dejar a Cristo su protagonismo, mientras que sonreír para anular la acción de Dios es demoniaco.
07/01/15 4:37 AM
  
Mª Virginia
K, Tomás, y todo el que crea que el p. Jorge exagera: ¿Nos pueden pasar alguna cita bíblica en que Nuestro Señor ponga como condición apostólica la simpatía??? El Sto. Padre Pío, cuando mandaba de vuelta a alguno, o el Sto. Cura de Ars, no eran precisamente simpáticos...pero convertían. El quid está en plantear cuál es el fin del sacerdote: provocar entretenimiento y bienestar -¿por qué no se hizo payaso, entonces?-, o acercar a los fieles a Quien dijo que "Quien quiera venir en pos de Mí que tome su CRUZ....", y a Quien habló de la puerta estrecha, del camino angosto y en subida, etc.etc.
Y siempre el mismo telón de fondo: ¿¿¿¿Por qué insistir siempre con la enfermiza DIALÉCTICA en cuestiones de fe????? Se puede ser bonito o feo, simpático o no, pero el sacerdote "enamora" en tanto sacerdote, sea Juan o Pirulo, si cumple con su fin, si santifica. No si toca bien la batería.
Realmente entristece que se cuestione lo obvio.
07/01/15 4:42 AM
  
José Ronaldo
El amable, el simpático, el chistoso, el payaso (recordando a la película, "el bueno, el malo, el feo").
¿Curas payasos?, que los hay, los hay.
¿Curas chistositos? por supuesto que también existen.
¿Curas simpáticos? gracias a Dios, también se dejan ver.
¿Curas amables?...¡TODOS los curas deberían serlo!
Algún autor que leí por allí, hablaba del concepto "cura - pastor". Decía que un "sacerdote", por definición, es alguien al que se le vincula directamente a "la divinidad", en tanto que "pastor", es alguien vinculado a las personas, a la gente.
Jesús nunca se refirió a sí mismo como sacerdote, sí lo hizo como pastor.
Y es que un "cura - pastor" implica un equilibrio entre un "rodillazo" frente al Santísimo (vinculación clara con la "divinidad"), y una sonrisa y saludo cordial (vinculación clara con las personas).
El mencionado autor, hace un alegato a favor de que en los seminarios se formen con cuidado a sacerdotes-pastores; es decir, individuos con cualidades y virtudes "humanas" en el mayor grado que se pueda, así como formar individuos en las competencias propias de una carrera sacerdotal.
Un cura-pastor debe: 1- Hablar/predicar, ministrar lo que todo cura que se precie de ser sacerdote católico está obligado (al fin y al cabo, tiene un compromiso con la divinidad, con la Iglesia, con el Evangelio).
2- Pero al mismo tiempo debe tener absolutamente presente que trata con seres humanos, con los cuales tiene un compromiso de hermano, de amigo, de acompañante.
Y es que si cualquier fulano me viene a hablar de Dios, perfecto, pero yo pediría que antes de ello, me sonría y me salude.
Por lo que se ve, usted padre Jorge, está construyéndose como un
"cura-pastor". ¡Animo, adelante; no es nada fácil!




07/01/15 5:11 AM
  
mjbo
Lo malo es que cuando se va el simpático cualquiera que llegue ya es malo y se le quedan muchos bancos vacíos...Que hay quien va hasta a Misa para distraerse un rato y quedar bien... Jeje
07/01/15 9:49 AM
  
Blas de Murcia
Padre Jorge: Siempre asisto a misa en la forma extraordinaria y estoy vinculado a instituciones muy tradicionalistas ( en plena comunión ),algunas veces asisto a la forma ordinaria, ojala y para esas ocasiones estuviese la parroquia de vd cerca de casa.
07/01/15 10:16 AM
  
Alejandro Galván
Muy acertada reflexión, Padre. Desdichadamente conozco varios casos de parroquias (mejor no hablar de colegios religiosos...) en la situación que ud. cuenta. Se coloca como máxima el "Sed simpaticos con todos", y en segundo plano el proclamar el Evangelio en su integridad, y el pecado original se encarga del resto: si, se es simpático y aplaudido.... y el seguimiento a Cristo? hoy no, mañana si, o si eso pasado, lo importante es no ser pesado...
07/01/15 11:28 AM
  
k
EL P Jorje exagera cuando dice que "la simpatía suele ir unida a la supresión de todo aquello que pueda resultar de por sí molesto al personal."

Sí, mucho hablar al principio que la simpatía es buena, y luego concluye diciendo que suele venir acompañada de algo malo. Lo que lleva necesariamente, si uno sabe leer, a concluir que la simpatía no es tan buena, sino en principio mala por eso que trae asociada.

Alguien puso el ejemplo del médico, y creo que es perfecto, pero cambiando algunas cosas.
Yo si voy a un quirófano y estoy dormido, me da igual que el médico sea simpático o desagradable, mientras me opere bien. Yo si voy a una consulta de médico de familia, exijo que el médico sea a la vez educado y competente en el tema médico. O es que ustedes van a gusto a un médico que acierta su diagnóstico pero les trata a patadas?

Se llama vivir en sociedad, y la simpatía debe ser un valor a buscar. Yo busco lo mejor, por eso exijo simpatía y competencia, ambas cosas.
07/01/15 11:29 AM
  
Pepone
Y sin olvidar que es más que muy frecuente, tener el enemigo enfrente, no sólo en la Iglesia, en el primer banco, merodeándote, en cualquier puesto importante parroquial, etcinconscientemente o conscientemente pretendiendo hacerte callar, hacerte de su cuerda. Hacerte callar el evangelio, la Iglesia, etc para que digas lo que sus orejas quieren oir.
Poner cara de alegría ante ciertas circunstancias, en panoramas diarios etc, es como mínimo difícil, con el peligro de la hipocresía para entrar en su juego
07/01/15 12:20 PM
  
Emilio
Hace años, coincidiendo con que tenía una hija haciendo el curso Erasmus en Orleans (Francia), asistimos a las celebraciones religiosas de Semana Santa en una de las catedrales. Pues bien, todo estaba tan cuidado y tan bien preparado, la homilía tan profunda y oportuna -nada de lugares comunes o tópicos que denotan pereza o desidia-, que uno se sentía honrado sólo por eso, ¡y mira que el secularismo ha hecho estragos por allá! Y es que "de internis non iudicat ecclesia". Yo con que me traten con respeto me conformo, y más en cuestiones que afectan a mis convicciones religiosas.
07/01/15 12:48 PM
  
F.C. Romero
Es grato ver cómo el personal se anima a escribir, señal de que la Iglesia está viva. ¡Bravo por Ud. D. Jorge!.
Después del preámbulo, a mi que el parecer o el ser es cuestión de expresión o de manifestación, me da la sensación que se confunden términos como "bondad " y "buenismo", "ser simpático" con "hacerse el simpático", "ser serio" con ser un bú", y otras por el estilo.
Parece que olvidamos lo que el propio Jesús dice de los buenos pastores: que conocen por su nombre a cada una de ellas, que las llevan a buenos pastos, que les abre las puertas y ellas le siguen, que si alguna se pierde deja al resto y va a por la perdida, porque la conoce y sabe que debe estar en el redil; también dice que el que salta por la tapia y no entra por la puerta ese es un ladrón, ... etc.
Creo que son bastantes los ejemplos para ir entresacando "caracteres" de lo que deben ser los buenos pastores.
Los pastores atraen o se hacen seguir por las ovejas, aunque a veces estas sean modorras, se distraigan y no sigan al rebaño. Al Buen Pastor se le representa con un cayado (bastón o garrota para los formados en la LOGSE y posteriores, hasta ahí hemos llegado en ignorancia D. Jorge) que es curvo en la punta, y que sirve para tirar de la oveja y llevarla también por el camino adecuado. Cada pastor y en cada ocasión, sabe utilizarlo de forma adecuada, a veces, dando algún que otro "bastonazo", eso si, siempre a tiempo.
A veces y perdóneseme el símil pero pronto será S. Antón, es mejor con el burro la zanahoria que el palo. Insisto, a veces.
La amabilidad, la cortesía , la sonrisa, el saber escuchar, no están reñidos con la pastoral. Lo mismo que el padre o la madre son eso, padre o madre, y no colegas o amiguetes de sus hijos, el sacerdote es representante de Cristo, seguidor convencido de Él y evangelizador dispuesto a darlo todo por Él , no cualquier saltimbanqui que con sus piruetas pretende hacerse con el aplauso, ruido efímero, de la concurrencia.
07/01/15 1:23 PM
  
Desde Valencia
¿Está reñida la simpatía con el buen hacer? ¿Acaso Cristo no era simpático curando enfermos, transformando el agua en vino en una boda, comiendo con los pecadores o multiplicando panes y peces para saciar a una multitud de seguidores? ¿Y las parábolas que contaba, no demuestran una gran capacidad didáctica y enorme imaginación?
Si Cristo hubiera sido un amargado, no hubiera tenido discípulos ni hubiera fundado una Iglesia ¡Menudo carisma debía tener!
Un sacerdote debe ser cercano y empatizar con la gente, que ya no estamos en el Siglo XIX. En lo que sí estoy de acuerdo es en que se habla muy poco de los novísimos y mucha gente recurre a literatura científica o pseudocientífica para explicarse el tránsito al otro mundo, cuando la Iglesia tiene experiencia en estos temas.
07/01/15 3:09 PM
  
Falstaff
K., estás haciendo una interpretación subjetiva del post del P. Jorge bajo la excusa de "leer entre líneas". El post dice que la simpatía es buena, pero no lo más importante. Lo que es obvio. De hecho, la simpatía muchas veces es el arma preferida del hipócrita. Eso no quiere decir que la simpatía sea mala, es muy de agradecer, pero por sin un fondo bueno no significa nada.
07/01/15 3:40 PM
  
Silvia Inés
He conocido sacerdotes excelentes pero cascarrabias. Por supuesto que si se trata de un buen sacerdote y Dios le dio la gracia de la simpatía el apostolado será más fructífero, pero sería bueno preguntarnos en qué medida contribuimos con nuestras actitudes a mejorar o empeorar su humor. Y a la vez guardo un amargo recuerdo de un pésimo sacerdote que para colmo tenía un trato muy desagradable.
Excelente el ejemplo citado por M.Virginia del Sto. Padre Pío.
Gracias Padre por sus siempre atinadas palabras.
07/01/15 4:21 PM
  
Carlos
Me estoy leyendo un libro magnífico que pienso que pone la cosas en su punto: "El poder oculto de la amabilidad", de Lawrence G. Lavosik. No se fien de la aparente superficialidad del título, el contenido es de una gran profundidad.
07/01/15 6:37 PM
  
k
Falstaff

"El post dice que la simpatía es buena, pero no lo más importante"
El post dice primero que la simpatía es buena, y luego dice que suele venir acompañada de algo malo. Si algo suele venir acompañada de algo malo, no hace falta ser muy listo para llegar a la deducción que hay que llegar.

Lo mismo que incluir en el título lo de la "memez". A qué viene? Si, ya sé, al Padre le encanta bordear la línea del tipo duro, cascarrabias, maleducado pero que dice verdades como puños, directo, etc. EL profe de antes que te daba dos capotazos pero que aprendías mucho con él. Esa imagen está desfasada, lo siento.
07/01/15 8:54 PM
  
Jose2
"Fracaso y memez de la simpatía como opción pastoral" es lo que dice el título. COMO OPCIÓN PASTORAL, no que un buen sacerdote no pueda ni deba ser simpático.
07/01/15 11:03 PM
  
Miguel Antonio Barriola
Según mi experiencia, el problema está, no en los caracteres de cada persona o sacerdote. Porque los hay de todo tipo: tímidos o abiertos, tal como Isaías, arrojado y valiente, que enseguida responde: "Hinnení" (= heme aquí), cuando Dios pregunta, a quién mandaría para predicar al rebelde pueblo de Israel (Is 6, 8) y, al contrario, el modo de Jeremías, temeroso y poco animado (Jer 1, 6).
El asunto es (lamentablemente tan, pero tan frecuente), aquellos que quieren hacerse los atractivos a toda costa, los que se mueren por los flashes, por salir en TV, por conceder cualquier cosa, con tal de ser aplaudidos los los "todólogos", que suelen ser los periodistas, creídos que pueden opinar de todo. Los que buscan "diversión" y no abismarse en las eternas verdades y sacramentos de la Iglesia.
07/01/15 11:26 PM
  
mariola
Querido Padre
Muchas gracias por su claridad, se ve que es buen sacerdote.
Leo asiduamente su blog, las cosas que dice están muy bien dichas y me encanta el tono en que las escribe.
Con cariño,
una joven almita que ama a los sacertotes y le está muy agradecida.
Gloria Deo
08/01/15 12:31 AM
  
Falstaff
La forma de expresarse del P. Jorge gustará más o menos (a mi sí me gusta), pero no se puede modificar el significado del artículo. Deja claro en varias ocasiones que valora la simpatía.

Por mi hasta se queda corto el artículo. Me he encontrado tantos sinvergüenzas simpáticos en la Iglesia, y en la vida en general, que ya empiezo a mosquearme cuando veo a alguien demasiado amable. Empiezo a desconfiar de la simpatía, con tanto cretino haciendo uso de ella. En el clero se podría hacer una galería de los horrores con los simpáticos que luego demuestran ser para echarlos de comer a parte. La gente simpática es sospechosa.
08/01/15 12:51 AM
  
jj
Padre Jorge, le digo mas. La simpatía forzada, exagerada, artificial, buscada, causa rechazo. Alguien que te pelotea y sonrie sin motivo y exageradamente, da desconfianza. Quien es bueno y quiere, tiene una bondad y una simpatía para con los demas natural, atractiva. Pero los "simpáticos" curas de barra de bar parecen mas bien pelotas embaucadores que rezuman falta de autoestima.
08/01/15 3:49 AM
  
LEC
El sacerdote debe, ante todo, estar bien instruido y haber recibido su instrucción con convicción y con amor.
Así no faltará a la sagrada Eucaristía y realizará su misión con amor.
Si lo hace con amor, será un cura feliz y hará bien su trabajo.
A nosotros nos queda orar por nuestros sacerdotes para que no desvíen su camino y asistirlos en lo que se pueda.
08/01/15 6:51 AM
  
Padre Ramón Antonio Santana
Bien, soy un joven sacerdote caribeño lleno de alegría y entusiasmo, conocido entre mi muchos fieles por ser muy simpático, y a la vez un tanto exigente y duro.... sencillo ya lo dijo el filósofo: "la virtud está en el punto medio". El sacerdote no tiene que ser el perro rowailer de la casa de Dios, que nadie se le pegue porque es incapaz de brindar una sonrisa o expresar amabilidad. Tampoco debe caer en un rigorismo litúrgico o hacer de la liturgia una camisa de fuerza. Pero tampoco debe ser "el burro de jardín del Señor", ¿que hace un burro en un jardín ? No creo necesario explicarlo . El sacerdote esta llamado a vivir la espiritualidad del Buen Pastor. Y los rasgos del buen pastor ya son conocidos: conoce sus ovejas y ellas lo conocen, La lleva a verdes prados, busca a las descarriadas, la cuida de los lobos feroces... y el callado siempre tiene una curva para sostener por el cuello a las que no se portan tan bien , y traerla por el cuello a su lado. Repito, "la virtud está en el punto medio" los extremos matan la fe. P. Ramón Ant. (RD)
08/01/15 3:49 PM
  
k
"La gente simpática es sospechosa"

jajajaja, ven?

Empezamos diciendo que la simpatía está bien pero blablabla, luego mezclamos que suele ir acompañada de algo malo, metemos un par de calificativos tales como memez o cretinos y acabamos hasta desconfiando de la gente simpática. Es decir, que si desconfiamos de ellos es que la simpatía no puede ser buena.

Blanco y en botella, leche.

Y claro que la simpatía debe formar parte de la opción pastoral. Porque "pastoral" implica relacionarse con otras personas, y en las relaciones personales, la simpatía es un bien, no un mal por mucho que a alguno le haga desconfiar.
08/01/15 8:49 PM
  
Silvia Liliana Sueyro
BIEN DICHO. Pregunta,¿ anduvo por mi barrio ,en Argentina,Padre? Ya ni el Credo hace el susodicho párroco. No es pecado ,no ir a misa los domingos,los niños de la catequesis tienen prohibido ir, no vaya a ser que en la preparación para la primera comunión, conozcan al Señor Jesús en la Misa..Pero que cancha para fútbol ,hizo el señor cura, ahi si se puede ir los domingos y prohibido faltar,por el campeonato no? a ver si lo perdemos.Ahhh, me olvidaba, que murga que se organizó y usted ,no sabe la Cuaresma que pasamos escuchando la murga,porque aquí en Argentina, los carnavales siguen en Cuaresma.Y si el cura es alto,ojos celestes,canta como el mejor y no usa casulla,la tiene prohibida ,será por su religión? y.......Lo saludo en Cristo y María
16/01/15 12:59 AM
  
Inés
Yo soy docente y me cuesta mucho equilibrar la simpatía con la exigencia, más porque recién llevo dos años de docencia y sé que me falta experiencia. Entiendo que hay que ser amables con las personas en el trato pero si veo que están "metiendo la pata" debo hacer el esfuerzo de ponerme seria y hablar seriamente, corrigiendo sin gritos ni sonrisas.. y Siempre sobre todo hablar con Dios primero, pedirle ese equilibrio que a veces tambalea pero al que uno se puede aproximar. Siempre pedir a Nuestro Señor "ayúdame a amar a mis hermanos (ovejas en el caso del sacerdote) pero no a su pecado"
26/01/15 2:51 AM

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