Sínodo: muy lejos del espíritu del concilio. Números cantan
Hace días que acabó el sínodo extraordinario sobre la familia y sigue y sigue dando para escribir y lo que te rondaré morena. Cada cual tiene su visión. Te encuentras con gente feliz que te repite por activa, pasiva, perifrástica y redundante que ha sido un gran triunfo del papa y de la Iglesia, que todo extraordinario y que al final al final todos tan felices. Para un servidor, y miren que llevo escrito sobre el asunto, cuanto más se piensa en el ello, peor arreglo tiene.
En la iglesia hay dos tipos de cuestiones. Por un lado, las que no se pueden tocar porque pertenecen al depósito de la fe. La divinidad de Cristo, su resurrección, el número de los sacramentos, la intrínseca maldad del aborto, la prohibición del falso testimonio o la gravedad moral del adulterio son cosas que ahí están y no son discutibles ni mutables por votos. Otra cosa es que se acoja al pecador y se le anime a la conversión y a la vuelta al redil.
En el primer caso, lo que pertenece al depósito de la fe, lo único que se puede hacer es recordar, profundizar, estudiar y transmitir lo recibido. Ahí no entran ni los votos, ni las opiniones particulares ni nada parecido. Esto es lo que hay y punto. A ver si un día alguien nos sorprende pretendiendo que se vote la calificación moral del pecado de aborto, por ejemplo.
En el segundo, lo opinable, especialmente en los demás más complejos, el ideal es que las cosas se hagan de tal modo que entre todos se pueda llegar a consensos cuanto más amplios mejor. En la Iglesia no podemos hacer las cosas a base de grupos, facciones, divisiones de progresistas y conservadores y luego a ver quiénes acaban ganando. Mal negocio si así fuere.
Hace poco más de cincuenta años se celebró el concilio Vaticano II. La gran renovación de la Iglesia que nos ha marcado la vida en todo este tiempo. Los que vamos cumpliendo años bien que sabemos la evolución que supuso para todos el concilio. Pues bien, esa renovación conciliar se llevó a cabo de tal forma, con tanto cuidado, con tanto mimo incluso, que dio como fruto un consenso y un apoyo como jamás se había dado en la Iglesia. Más aun, si el concilio pudo salir adelante fue porque se hicieron las cosas de tal forma que cada documento obtuvo una inmensa mayoría de votos positivos de los padres conciliares.
Me he entretenido en repasar las votaciones de los distintos documentos, que pueden encontrar por ejemplo aquí acudiendo a la página diez. Las grandes declaraciones sobre el misterio de la Iglesia, la revelación y la liturgia y se aprobaron con más del 99 % de los votos. La Gaudium et Spes ¡la peor parada! con casi el 97 %. Por curiosidad, el documento que menos apoyo obtuvo fue el referente a los medios de comunicación social que apenas llegó a un 93 % de votos positivos.
¿Qué hubiera ocurrido si apenas hubieran pasado de los dos tercios de votos positivos, si esos grandes documentos se hubieran ofrecido al pueblo de Dios con una oposición del 10, el 15, el 20 %? Pues que se habrían aprobado pero el concilio hubiese resultado un fracaso. A nadie se le ocurriría poner en marcha algo con un 20, un 25, un 39 % de oposición. Ese es el gran espíritu del concilio que se hace necesario mantener: no se trata de sacar mas votos que los contrarios, se trata de hacer las cosas de tal manera que a todos lleguen a convencer.
De las 62 propuestas de la Relatio definitiva del sínodo sobre la familia -digo definitiva porque hemos conocido dos- no es que algunas no hayan llegado a los dos tercios de votos positivos, es que diecisiete de ellas no llegan al 90 %, y de estas algunas ni al 60. No se puede sacar algo adelante así y más cuando se reconocen tensiones y fuerte oposición. Hace unos días el cardenal de Barcelona reconocía qje hubo momentos de gran tensión.
Como en el cuento de la zorra hay que concluir que esas uvas aun no están maduras y que algo falla cuando suscita tanta oposición. Gente hay tan feliz porque todas las propuestas, con mas o o menos votos tuvieron más votos positivos que negativos. Pienso que no basta. Si queremos que algo de todos sea realmente de todos, hace falta un consenso mayor hasta ofrecer al pueblo de Dios algo que pueda ser apoyado por todos. Otra cosa es lo que estamos viendo: que las cosas se presenten como una lucha de conservadores y progresistas. No. Es algo de todos que buscan el bien de todos.
Fantástico ejemplo el del concilio. Eso quisiera yo para el sínodo. Que se hagan las cosas de tal modo que al final podamos decir que prácticamente todos al unísono, aunque siempre haya alguna aislada excepción. Como en el concilio.
58 comentarios
Saludos.
No nos engañemos, el Malo tiene especial empeño en acabar con la Eucarístia, la Adoración y los Sagrarios y va a por todas.
¿Los que favorecen los sofismas de Kasper, atenderán a las razones, que los refutan sensatamente?
¿La misericordia no tendrá que ir unida con la verdadera salud del pecador y lejos de la luterana idea de "cubrir los pecados (que permanecen)" bajo el manto de la redención de Cristo?
¿No se están tambaleando principios básicos de la teología?
Es como La Santisima Humanidad que contemplo la quierán partir a pedacitos.
Es un circulo cuadrado, que quieren hacer con el Señor.
Pero el existe, como le dije a Bruno, el que lo sostiene en la Verdad, estimado Padre, sostiene a la Iglesia, y me sostiene a mi.
En mi humilde opinión, la actitud caritativa, comprensiva y misericordiosa con una persona que ha tenido la desgracia de divorciarse de su legítimo conyuge y casarse civilmente con otra persona, es invitarla a la conversión, al cambio de vida, a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y en ese sentido debe enfocarse la pastoral con ellos.
Permitirles comulgar, aunque a primera vista pueda parecer una postura comprensiva y tolerante, en el fondo esconde una grave injusticia, porque les puede sugerir que la Iglesia aprueba su situación, que no tienen nada que cambiar, dificultándoles así una verdadera conversión que le encamine a la vida definitiva
Hay cosas de este sínodo que me han dejado inquieta; pero lo que he aprendido es que debemos orar mucho, y más por el Papa. Yo entiendo a algunos obispos que quieren misericordia, porque es verdad que las personas que viven en situaciones de pecado, son motivo de compasión, y uno quisiera que salieran de ello, porque sufren y sus cargas son pesadas (yo no soy perfecta, tengo muchos defectos de que corregirme, pero ahora entiendo lo del yugo ligero de Jesús); pero no se puede traicionar la doctrina de la iglesia. ¿Se pueden hallar nuevos métodos de pastoral?, pienso que sí, pero se debe pedir al Espíritu Santo su ayuda, él, que otorga los dones que necesitamos nos dará lo que pidamos en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo; sin traicionar el depósito de la fe.
Muchos saludos, padre. Dios le bendiga.
"La última prueba de la Iglesia
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad (...)"
El que tenga oídos, que oiga.
Te reecuerdo que ANTES de una declaración dogmática, los Concilios sostuvieron acalorados debates sobre cuestiones que hoy sabemos que son dogmáticas. Por ejemplo, los años anteriores a 1870 fue un tema debatidísimo si el Papa tenía la potestad dada por Cristo de declarar decisiones dogmáticas. Por ejemplo, se oponía a ello el Cardenal Newman (que es beato, como sabes). Y la prensa católica era un auténtico campo de batalla dialéctico sobre este asunto.
Por no recordar los tremendos debates sobre la naturaleza de Cristo, antes del Concilio I de Nicea. O los debates sobre la maternidad divina de María, antes de Éfeso.
Por ello, lo relevante no es si se discuten las cosas, sino si una vez proclamadas, uno está dispuesto a aceptarlas como parte del Magisterio de la Iglesia (en el grado que corresponda).
Por lo tanto, a mí no me escandaliza que se discuta sobre la comunión de los divorciados. Lo que escandalizaría es que alguien manifestara que no está dispuesto a aceptar la decisión de la Iglesia.
A parte, está la extrapolación que se puedan hacer de otras situaciones. Si los divorciados vueltos a casar pueden comulgar, ¿por qué voy yo a confesarme y hacer propósito de enmienda antes de comulgar? ¿A partir de ahora, qué pecados han de ser tomados en serio y cuales no para acercarse a la Comunión? Si ya uno que es grave no lo va a ser, ¿por qué el resto sí? ¿Pueden los príncipes de la Iglesia modificar la Voluntad Divina?
No puede haber discusión dogmática sobre lo que está descrito en la Escritura con tanta autoridad.
¡Son las palabras del mismo Jesús y San Pablo!
Además que ese asunto está definido ya dogmáticamente pues se puso en duda en la Reforma.
De ahí el escándalo.
¿Se escandalizaría usted si los obispos discutiesen sobre la Divinidad de Cristo? Pues eso.
Nuevo Testamento:
Romanos 1
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.
No te escandaliza, que el Catecismo Universal de la Iglesia, escrito en 1994, apenas se conozca.Que no se haya tenido en cuenta la Veritatis Splendor que es el Señor en persona, ni se haya tenido en cuenta en las discusiones, que el quirögrafo sobre música Sagrada, se lo ignore, que la Sacramentum Caritatis, brille pór su ausencia, documento postsinodal, y el daño que provoco ya, sin publicar, el documento final, porque el el padre Jorge, hablo de los grupos de presión parroquiales, se estan moviendo, para, como si estuviera hecho.
Flor de Diversión hay en el Infierno.Como dijo el estimado Padre Iraburu, el daño está hecho.
No te escandaliza, que el Catecismo Universal de la Iglesia, escrito en 1994, apenas se conozca.Que no se haya tenido en cuenta la Veritatis Splendor que es el Señor en persona, ni se haya tenido en cuenta en las discusiones, y el daño que provoco ya, sin publicar, el documento final, porque el el padre Jorge, hablo de los grupos de presión parroquiales, se estan moviendo, para, como si estuviera hecho.Flor de diversión hay en el infierno, el daño está hecho, como dijo el estimado Padre iraburu.
Somos totalmente fieles a la Iglesia, pero si mañana se dice que en la Eucaristía no están el Cuerpo, la Sangre y la Divinidad de Nuestro Señor, alguna decisión tendremos que tomar. Y mi humilde impresión es que, en el actual estado de las cosas, que se diga eso o algo por el estilo ya no parece descabellado... en nombre del "dialogo y la profundización de conceptos" si si... No por ocio nos están confiadas las Profecías bíblicas, y tampoco Ntra Señora nos advirtió tan claramente en Fátima y Akita. Lo demás, discernimiento espiritual personal. Y "quien tenga oídos que oiga". Gracias Padre.
Para evitar equívocos, es bueno recordar que el Beato Newmann era opuesto a DECLARAR el dogma de la infalibilidad en tiempos del Concilio Vaticano I, por motivos "prudenciales" (para evitar causar choques a la mentalidad de futuros conversos, para evitar polémicas con protestantes), no era contrario al concepto del Dogma, osea, no era opuesto a CONSIDERAR infalible al Romano Pontífice.
Le aconsejo ajustar la linea de razonamiento: que la mayoría de los obispos de la Iglesia no creyera que Cristo era Dios (arrianismo) no tocaba en lo más mínimo la Divinidad de Cristo: por lo tanto, no tocaba en lo más mínimo la extensión del Dogma de Fe, aunque todavía no había sido proclamado. María fue Madre de Dios no en Nicea, sino en Nazareth; no porque lo dijera el Concilio, sino porque Ella dijo "hágase en mi".
En cuanto a las normas disciplinarias de la iglesia se puede discutir, pero lo que es pecado no.
Por más vueltas que le doy, no entiendo como pueden los divorciados vueltos a casar a confesar y comulgar, si no están dispuestos a convertirse. Sería sacrilegio. En pecado mortal no se puede.
El manido punto 52 no se pronuncia sobre dos posiciones y describe a cada una.
De los sínodos anteriores de las votaciones, de cada punto: ¿publicitaron los resultados?
¿Orienta como termina un primer tiempo? Sí, orienta, y cada equipo hace los ajustes que considera necesarios.
¿Determina el resultado de un primer tiempo el resultado final? No, para nada.
Entonces...?
Ni está bien rasgarse las vestiduras algunos, ni echar las campanas al vuelo otros.
Entiendo que los padres sinodales harán "sus ajustes".
Al final, espero que no ganen los jugadores, sino el equipo, "nuestro equipo, la Iglesia; cuyo dueño, director técnico, capitán y goleador es el Espíritu Santo. Amén
[San Agustín de Hipona].
a) Te recuerdo que la última palabra sobre la interpretación de la Sagrada Escritura la tiene el Magisterio, no tú. Trento condenó el libre examen de la Escritura con mucha claridad.
b) Si el este asunto está definido dogmáticamente como dices, agradeceria que nos dijeras la cita exacta: concilio o Papa y número del Denzinger.
Por ponerte un ejemplo, conozco sacerdotes que roban. Es un grave escándalo, pero ¿qué tiene que ver eso con el escándalo que supone que haya alguien que no reconozca la autoridad de la Iglesia para definir verdades de fe? Son cosas distintas.
Pero lo relevante es que lo aceptó. Otros no lo hicieron.
Y aún más, lo relevante a este asunto es que antes de 1870 era un tema de libre discusión, no en cuanto a la oportunidad, sino en cuanto al fondo de la cuestión.
Bueno, pues en el asunto de la comunión a los divorciados, me parece que estamos en el mismo momento.
Ya sé que el dogma no crece en sí mismo, lo que crece es el desarrollo del dogma. Fue precisamente Newman el que difundió este concepto y lo distinguió de la evolución de los dogmas.
Creo que en esta discusión me estáis atacando como si yo defendiera que la Iglesia debe permitir dar la comunión a los divorciados y vueltos a casar.
Nunca he dicho eso.
Me parece que no estáis captando lo que -a mi juicio- está ocurriendo.
Este tema, guste o no, está en debate en la Iglesia y en la sociedad entera. ¿Alguien puede dudar de esta afirmación? Quien lo dude es que no lee la prensa.
Si el Papa quiere hacer una intervención sobre este asunto, tiene dos caminos: a) hacerlo él solo, porque aquí mando yo, dando un puñetazo en la mesa. Entonces será aceptado por ¿cuántos? Aparte de que recibirá insultos de todos los medios por autoritario e insensible. b) O convocar un sínodo y escuchar lo que dicen los Obispos de todo el mundo. Y dejar que hablen con libertad, que aporten argumentos en un sentido o en otro. Y después de eso, sacar un documento en el que (no me cabe ninguna duda) reafirmará la doctrina de la Iglesia. Pero no será un documento autoritario, sino fruto de haber escuchado a todos, y en el que responderá a las cuestiones que los mismos Obispos le han planteado.
¿Cuál de esos caminos os parece mejor? El problema es que el segundo es muy largo y tortuoso. Y es en él en el que estamos.
Por eso, os ruego que no os perdáis en las curvas del camino, esperad al final, no olvidéis que todavía estamos en zona de curvas y de pendientes.
Por eso insisto en que lo relevante no es que ahora discutan, lo relevante es que acepten la doctrina que el Papa emanará en el grado magisterial que sea. Igual que en 1870.
Que Dios los BENDIGA.
Dice Enrique sobre el dogma de la infalibilidad: "Y aún más, lo relevante a este asunto es que antes de 1870 era un tema de libre discusión, no en cuanto a la oportunidad, sino en cuanto al fondo de la cuestión.
Bueno, pues en el asunto de la comunión a los divorciados, me parece que estamos en el mismo momento."
Falso. El "asunto" de la comunión de los divorciados ni es ni ha sido nunca un tema de libre discusión.
Padre, recomiendo la lectura del artículo de Juan Manuel de Prada sobre el lío sinodal.
____________
Maga: Entre dos de honesta fe y amor por su Maestro como Juan y Pedro. Yo, como Jesús, prefiero las singulares cualidades y naturales dones de Juan.
Y que conste que yo de homosexual no tengo ni la hache.
Le agradezco que su pasión por "dar doctrina" lo lleve a trascender los límites del "círculo breve" y venga a iluminarnos a esta web. ¿Qué sería de nosotros sin esos "guiones doctrinales"?
Hay un "pequeño" detalle tal vez no considerado en sus reflexiones tan lúcidas: el magisterio ordinario y universal, expresión reiterada y multisecular del "quod ubique quod semper quod ab omnibus" en lo tocante a la prohibición divino-positiva (cfr. De Paolis, Bertone et al.) de dar la Comunión a quien se encuentra en una situación objetiva de manifiesto pecado grave. Así, por ejemplo, el dogma de la Resurrección de Cristo nunca fue formalmente definido por papa o concilio, pero ha sido enseñado de manera constante por el magisterio ordinario y universal. ¿Le parece a Ud. que es materia opinable, dejada a la libre discusión de un Sínodo? ¿O la puesta en debate de un dogma, al sembrar dudas, es una conducta que se aproxima peligrosamente a la herejía?
Saludos.
26/10/14 2:24 AM Mientras tanto no le des la espalda a ninguno de estos Ja ja!!!!!
Enrique, por favor, que lo que se discute ahora no sólo es que esté afirmado por el Magisterio Papal. Es que está definido Dogmaticamente en Concilios como el de Trento, es decir, no se puede ni discutir. En Cristo. , no sólo en Cristo, lo estan discutiendo a El en PERSONA, gracias a Dios , uno de mis directores, en el Sagrado Magisterio, está el en Persona, su Sagrado Espiritu Ilumina, su Magisterio.En la Veritatis Splendor San Juna Pablo II, deja de ser EL, y ese documento sobre la enseñanza moral, de la Iglesia, está el mismisimo Cristo.
A quien contemplo y lo quieren partir a pedacitos.
Quieren hacer un circulo cuadrado.
En todos los documentos, homilias, San Juan Pablo II, Benedicto XVI, deja de Ser el, y citán todos los concilios, los santos padres, el mismo catecismo Universal de laa iglesia para demostar que ya no son Ellos, sino el Espiritu Santo.El Espiritu Santo, por eso en cada documento observó si existe la continuidad, con el depósito de la Fe.
Poniendo un ejemplo un poco bestia, es como si en una familia sus miembros se pusieran a discutir sobre si se tira por la ventana al abuelo. En este sínodo, de manera escalofriante, se ha discutido sobre si las personas en situación de pecado grave, y por tanto en riesgo de condenación, pueden ver más o menos -gradualmente- validada su situación. Malos padres serían aquellos que discutieran abiertamente sobre si conviene regañar al niño que va a meter los dedos en un enchufe.
Poniendo un ejemplo un poco bestia, es como si en una familia sus miembros se pusieran a discutir sobre si se tira por la ventana al abuelo. En este sínodo, de manera escalofriante, se ha discutido sobre si las personas en situación de pecado grave, y por tanto en riesgo de condenación, pueden ver más o menos -gradualmente- validada su situación. Malos padres serían aquellos que discutieran abiertamente sobre si conviene regañar al niño que va a meter los dedos en un enchufe.
26/10/14 1:
Resumo vuestras interenciones.
a) Unos decís que no se puede discutir de este asunto porque es dogma. Y me tacháis de ignorante por no saberlo.
b) Otros decís que de este asunto no se puede duscutir porque es magisterio ordinario y universal.Y también me tacháis de ignorante.
c) Otros decís que no se puede discutir porque está en la Escritura. Y por supuesto que también me llamáis ignorante.
No sé si os habéis dado cuenta de que habéis confirmado lo que quería decir, que este asunto necesita clarificación doctrinal. Ni siquiera vosotros os ponéis de acuerdo en la calificación doctrinal que se debe dar a la proposición de que no se puede da la comunión a los divorciados y vueltos a casar. Solo os ponéis de acuerdo en considerar ignorante al que no comparte vuestra opinión.
Por lo tanto:
a) Quien califique esta doctrina u otra de dogma, debe citar el Magisterio de la Iglesia: Papa o Concilio y número del Denzinger. Ayer le dije esto mismo a uno, y todavía espero la respuesta.
b) Todavía estáis sin captar el fondo de este asunto. La discusión sobre si se d la comunión a los divorciados está en la Iglesia desde hace tiempo. En Centroeuropa es objeto de grandes discusiones desde hace tiempo, no ha sido el Cardenal Kasper el que la ha introducido. Y en los países latinos, menos especulativos, está en la calle. Que se lo pregunten a a los curas que los aceptan en la comunión sin dudar, o (dejando sentado que es de menor gravedad) los aceptan como padrinos o presidentes de cofradias.
Por lo tanto, es importante hablar de esto. Y puestos a hablar de esto, es mejor el camino de hacerlo con un sínodo que por las duras, como ayer expliqué.
El dogma de la resurrección de Cristo fue proclamado solemnemente en el Símbolo del Concilio de Nicea y fue vuelto a proclamar en el símbolo de Constantinopla I, que es el que quizá recitas todos los domingos en Misa. Y este símbolo de fe fue reafirmado en todos y cada uno de los Concilios siguientes.
Con todos los respetos, esto que digo lo sabe un niño de 1º de catequesis, pues se aprende el Credo. Llama la atención que ignores esto.
Te digo lo mismo que a otros: si afirmas que la doctrina de los divorciados y vueltos acasar es dogma, danos la cita del Magisterio. Porque parece que ignoras que solo la Iglesia, no Martín Ellingham, tiene autoridad para proclamar que esta doctrina o aquella es dogma.
Lo demás es mero ejercicio sofista.
El dogma de la Resurrección de Cristo no fue formalmente definido por ningún Papa ni Concilio, i.e. magisterio extraordinario. Lo puedes ver en cualquier manual de teología fundamental (p. ej., esos de EUNSA o en el compendio de Ibáñez-Mendoza, no voy a citar ahora textualmente por falta de tiempo). Si quieres profundizar, un libro que te vendría bien leer es el de Sixto Cartechini, "De la opinión al dogma". O buscar algún enjundioso comentario sobre este punto en esta misma web, de Mons. Miguel Barriola (que de Teología sabe un poquito más que tú y un servidor, y ha escrito cosas un tanto superiores a los guiones de círculos...).
Respecto lo que he dicho reitero: no hablo de magisterio extraordinario (pontificio o conciliar) sino del Magisterio Ordinario y Universal (v. Tuas libenter, de Pío IX) . Si no entiendes la diferencia, no estoy en condiciones de explicártela pues estoy muy ocupado aprendiendo mi catecismo.
Saludos.
Tenemos un Sínodo, reunión en la que un montón de obispos debate cuestiones pastorales. En él se presentan y debaten libremente diversas propuestas para luego votarse, bastando mayoría simple para rechazarlas, pero requiriendo 2/3 de los votos para aprobarlas.
Esta forma de votar resulta chocante para la mentalidad conformada a la "democracia" secular, donde las posturas mayoritarias se imponen a las minoritarias, aunque sea por escaso margen, pero adquiere toda la lógica en el momento en que consideramos:
- Que el Sínodo se entiende tutelado y dirigido por el Espíritu Santo
- Y que en el Sínodo se espera que se manifieste la Comunión entre los participantes.
Viendo el ejemplo del Concilio Vaticano II, con los textos aprobados casi por unanimidad, sólo cabe deducir que el Espíritu pudo obrar plenamente en los participantes y que su Comunión entre ellos y con el Espíritu fue completa. No sé cómo eran de discrepantes las posturas al comenzar el Concilio (serían bastante dispares porque en caso contrario no sería necesario ningún Concilio), pero D.Jorge nos deja claro cómo coincidieron en torno a la Verdad al finalizar éste.
En el reciente Sínodo vemos que los placet se han prodigado menos, con aprobaciones menos aceptadas, e incluso algunos puntos que no han alcanzado el apoyo necesario. Estas cifras revelan una Comunión muchísimo menor entre los participantes, pero no tiene por qué significar una menor presencia del Espíritu. A fin de cuentas, si una propuesta presentada por quienes no están en Comunión no es acorde con el Espíritu, queda evidenciado por el menor apoyo o incluso el rechazo en la votación.
Así pues, de cara al próximo Concilio (también de la Familia, pero esta vez ordinario) ya sabemos que las propuestas que reunieron apoyos del mismo orden que los que refrendaron los textos del Concilio Vaticano II pueden considerarse como formuladas en Comunión con el Espíritu Santo, mientras que las que han provocado más rechazos no provienen del Espíritu Santo sino de su opuesto, el Padre de la Mentira y de la División.
Es como la conocida "Prueba del Algodón": su utilidad no está en ver si el algodón se mancha en más o en menos de un 50% sino en ver si se mancha algo, por poco que sea, evidenciando dónde está la suciedad.
Así pues, por mucho que los medios de comunicación del Mundo manipulen y pataleen, el Sínodo ha arrojado un resultado netamente positivo, tanto en los puntos donde ha habido acuerdo unánime como en los polémicos: ya sabemos dónde ha hablado el Espíritu (y hay que profundizar) y dónde ha hablado el Demonio (y hay que ser precavidos y extremadamente cuidadosos para separar la fracción de verdad que acompaña la mentira que la propia polémica ha evidenciado).
Un saludo.
Te copio lo que dice Michel Schmauss: "Al tercer día después de su muerte, Cristo resucitó glorioso de entre los muertos. Dogma de fe. Todos los Símbolos. Cfr. D. 2036 y 2084.". Teología Dogmática, vol. III, p. 368.
Esto es, no es que no lo haya definido ningún Papa o Concilio, es que lo han definido todos cada vez que reafirman los Símbolos de la fe, empezando por el de Nicea, que formuló el primer Símbolo.
Así que ya sabes, si quieres tener la fe de la Iglesia, te ruego que rectifiques en tus opiniones.
Veo intentos de tu parte por provocar. No te molestes en seguir por ahí, no pienso entrar. Así que ya sabes: intento fallido.
Pero me da pena. En vez de intentar intercambiar opiniones sanamente en un debate, lo que intentas es provocar el enojo de los demás. ¿Pretendes dar lecciones de dogma, a la vez que buscas la provocación? No sé si te dedicas a dar catequesis, pero si es así, me dan lástima esos niños. ¿Les enseñas a rezar el Avemaría y a la vez a provocar a sus compañeritos?
Por lo tanto, no te moletes en responder. Yo no voy a dedicar a discutir contigo ni un minuto más. No, hasta que no compruebe que tus intenciones son rectas. Ya puedes argumentar como quieras, ya puedes decir lo que te dé la gana, si observo un intento aunque sea pequeño de provocar, que te conteste Rita la cantaora. Yo no pienso entrar a ese sucio juego.
fíjese lo que dice:
"Pues bien, esa renovación conciliar se llevó a cabo de tal forma, con tanto cuidado, con tanto mimo incluso, que dio como fruto un consenso y un apoyo como jamás se había dado en la Iglesia. Más aun, si el concilio pudo salir adelante fue porque se hicieron las cosas de tal forma que cada documento obtuvo una inmensa mayoría de votos positivos de los padres conciliares. "
No Padre Jorge, no, yo poco sé de la historia de la Iglesia, pero no en todos los concilios hubo consenso, es más me consta que en algunos hubo agrias polémicas y desavenencias, disputas y enfrentamientos.
El primer ejemplo que todos tenemos está, en el primer concilio de Jerusalén, y fíjese el "guirigay" que se preparó allí y como San Pedro al final, tuvo que poner orden y pronunciarse como Pastor universal de la Iglesia, ejerciendo su primacía y autoridad sobre la misma:
Hechos, 15,7
7 Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo: «Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe.
y eso que era un concilio doctrinal, y más en concreto soteriológico, porque los conversos fariseos, sostenían que a los gentiles había que imponerle la ley de Moisés para que fuesen salvos, cosa que refutaron algunos como San Pablo, despues de largas y agrias polémicas, alborotos y enfrentamientos.
Al final la doctrina cristiana, quedó clarificada y definida: Jesucrísto es nuestro único salvador, es decir nos salvamos por Jesucristo, no por el complimiento de la ley de Moises.
Y fue un concilio inspirado por el Espíritu Santo,
Hechos, 15,28
28 El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables
pues sí Padre ya ve Vd. allí los números no cantaron, alli cada documento no "obtuvo la inmensa mayoría de los padres Conciliares"
Y sigue diciendo Vd:
"Ese es el gran espíritu del concilio que se hace necesario mantener: no se trata de sacar mas votos que los contrarios, se trata de hacer las cosas de tal manera que a todos lleguen a convencer."
Cuidado ahí Padre, le veo a Vd, afectado de una gripe de "pelagianismo", ese gran espíritu de consenso que Vd. proclama del
CVII, no es sino el espíritu mundano de las sociedades democráticas-liberales, donde no se busca la verdad, sino el acuerdo, la mayoría y el consenso.
Eso por un lado por otro, el concilio Vaticano II, quiso ser y fue un sencillo concilio de reformas pastorales y liturgicas, y no quiso ser un concililo infalible, es decir dogmático-doctrinal (y esto no lo digo yo, lo dice el propio concilio en la declaración de intenciones y en la parte que trata de los criterios de interpretación), y si hay algo infalible en él, no es por la propia autoridad de este concilio sino por la repetición y uso de Magisterio infalible anterior definido por anteriores concilios infalibles o por los Papas anteriores.
Por eso a este concilio le debemos sólo "obsequio religioso", y no él asentimiento de Fe, propio de un concilio de definición doctrinal infalible.
Ahora bien, de todos es sabido, que agentes masones y comunistas fueron enviado a los seminarios y conventos mucho antes del concilio, ascendieron en la carrera eclesiástica, coparon puestos clave en la jerarquía, promocionaron a teólogos-herejes condenados antes por el Papa Pio XII, y ya sentados en el concilio (por eso dije lo que dije en un aporte anterior que tanto escandalizó aquí), manipularon las comisiones preparatorias de obispos, bloquearon las que no interesaban (ej: una comisión de obispos españoles y portugueses para condenar el comunismo fue bloqueada), introdujeron a seis ministros protestantes y un rabino judio para que tomaran parte activa en la "reforma" litúrgica para la nueva misa...como se cambió la pastoral, a gusto del mundo, lógicamente la doctrina también se vió afectada, pues es una praxis de la misma de ello se encargaron los teólogos liberales-modernistas, promocionados por la masonería y el comunismo infiltrado en la Iglesia.
Contaban además con el respaldo de los medios de comunicación social y en definitiva hicieron las cosas de tal modo que " a todos llegaron a convencer".
Pues no, y se lo demuestro con la crisis arriana, que padeció la Iglesia, los arrianos llegaron a convencer a casi toda la Iglesia, y en cambio el Espíritu Santo estaba con San Atanasio y una pequeña porción de la misma, y eso que el Papa excomulgo a San Atanasio y esa pequeña porción fue perseguida.
Hoy la historia se repite, con el modernismo, (que también recoge las herejías de Arrio y Pelagio) saben hacer muy bien las cosas, consiguen consensos y con la astucia que tienen esos hijo de las tinieblas se apañan para convencer a todos (bueno a todos no , a casi todos), por eso cuando surja el falso Papa profetizado, casi todos lo aplaudirán, y se irán con él, (excepto una pequeña minoría de católicos) y no vale decir " a mí no me van a convencer"..no vale ponerse chulo, porque igual antes de que cante el gallo Lo hemos negado tres veces" y podemos ser los primeros definirle como "el gran Papa que la Iglesia necesitaba".
P.D.: pido perdón lo la intervención tan extensa pero creo que el asunto lo merece
Sí es que después apenas hay continuidad, hay quién se casa sin tener fe apenas.
¿Por qué no reconocemos las cosas más claramente? Si hay pocos divorcios y separaciones para las que podía haber.
Por otra parte ¿cuantos divorciados vueltos a casarse o juntarse hacen un drama por no poder comulgar? Quizá sean una minoría que habrá que atender pastoralmente, pero la mayoría pasan del asunto sin hacerse problemas. Es que parece que este es el núcleo de todos los males de estas cuestiones. Pero el problema, repito es que la gente no está preparada para asumir lo que supone este sacramento del matrimonio.
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