La primera norma litúrgica: puntualidad

Antes de meternos en otros berenjenales, yo creo que la primera norma litúrgica, tanto para celebrante como para fieles, es la exquisita puntualidad. Por respeto mutuo y por saber a qué atenernos.

Antes, hace unos años, era bastante normal que en la sacristía, o incluso en el mismo templo, hubiese un reloj bien visible de esos que daban con fuerza las campanadas. La puntualidad, puramente británica. Según sonaba la primera campanada, el sacerdote salía camino del altar. Muy buena costumbre.

Lo normal es que la misa de las ocho comience a las ocho. Malo es que la misa de las ocho sea misa de ocho y cinco, y diez, y cuarto o lo que sea. Eso sí… la única forma de ser muy puntuales es estar tiempo antes en la iglesia y preparar todo con sumo esmero. Malamente, si llegamos a la sacristía con tres minutos para la hora, se harán las cosas a tiempo. Es verdad que un día uno puede despistarse o tener que acudir a una urgencia, un enfermo en grave peligro de muerte por ejemplo. Fuera de eso, no es aceptable ni un minuto.

Además de puntualidad para el comienzo, es imprescindible mantenerla para el final, y muy especialmente los días laborables donde todos andamos con mil cosas. No es de recibo que alguien vaya a la misa de ocho, pensando en que al ser laborable durará aproximadamente veinticinco minutos o media hora, y se encuentre con que el sacerdote anda de charla con alguien, comienza siete minutos tarde y además ha decidido ese día cantar y predicar porque para eso es la fiesta de su pueblo. Así que don Senén y doña Justa, que andan siempre a carreras porque tienen que estar en su trabajo antes de las nueve, mira por donde han llegado a las tantas y dicen, como es natural, que a esa parroquia nunca más.

Y más o menos los domingos. La gente entiende que la misa tenga una duración algo mayor. Pero lo que no puede ser es que nos dediquemos los curas a ensayar, buscar lectores y ministros y que la misa de doce no principie hasta las doce y diez. Porque eso lo único que consigue es empezar cada vez más tarde.

Pues empecemos los curas dando ejemplo de puntualidad para el inicio y el fin tanto en laborables, sobre todo laborables, como en festivos.

Y una palabrita para los fieles.

Uno desde el altar ve cosas y por más que debiera estar inmerso en la inmensidad del sacrificio, no puede por menos de distraerse si cada misa dominical supone un rosario de fieles entrando tarde. Todos comprendemos que alguien un día se retrase, pero lo que no puede ser es que más de un tercio de los asistentes a una misa lleguen cuando ya ha comenzado la celebración. Y pasa. Lo que no puede ser es que hasta prácticamente el evangelio no deje de escucharse el ruido de abrirse y cerrarse las puertas, que por más que sea ligero, es. Eso puede con la moral de cualquiera.

Recuerdo un domingo, era yo entonces cura de pueblo, en el que al acabar la misa dije a la gente: hoy toca estadística. Desde que hemos comenzado la misa hasta mediado el evangelio, no ha dejado de entrar gente ni un instante. Otro dato: la última persona en entrar en la iglesia para la misa de las 13 h., lo ha hecho a las 13:27. Más: más de un tercio de los fieles han llegado tarde. Conclusión: ¿no podemos hacer algo para mejorar las estadísticas?

Pues eso. Para curas y fieles. Puntualidad, que dicen es “cortesía de reyes, deber de caballeros, hábito de gente de valor y costumbre de las personas bien educadas”, y es sobre todo reconocer la importancia de lo que celebramos. A mejorar la estadística.

17 comentarios

  
Javier
Totalmente de acuerdo. Me he pasado el verano acudiendo a una Misa en la que el sacerdote TODOS los días empezaba entre 10 y 20 minutos tarde. Sigo con fe, por la gracia de Dios.
09/10/14 1:54 PM
  
Alejandro Rufus
Cuestión de educación ante todo. En mi caso fue mi madre la que me supo meter en vereda. Siendo pequeño me encantaba la misa de niños (sobre todo poder compartirla con otros niños y niñas de mi edad), pero siendo remolón siempre iba al filo del comienzo. En un par de ocasiones apuré demasiado y ya pasaban cinco minutos de la hora de inicio, y estando ya para coger el pomo de la puerta mi madre intervenía: "No, así no. La misa, desde el principio. Ya irás a la de la tarde." Aprendí dos cosas: a misa con tiempo se llega (además puede uno hacer oración y silencio en su interior, perfecto para centrarse en la liturgia) y que la misa sea de niños o sea de adultos es un auténtico placer, si te educan desde pequeño para apreciarla.

En cuanto a lo del goteo incesante, la gente a veces no se entera. Y lo digo porque en mi parroquia pasa eso, y peor: dos tercios entran una vez empezada la misa. La gente siempre cree que la misa de 11:30, significa que se entra a partir de las 11:30, no que sea ese el momento de comenzar el oficio. Yo siempre les digo: que Dios siempre espera no quiere decir que tengamos que hacerle esperar.
09/10/14 1:58 PM
  
Eduardo Jariod
La puntualidad es la tarjeta de presentación del respeto hacia el otro. Por eso ser puntual es bueno siempre. Y por eso, los que se dedican al transporte, cuando quieren mostrar toda su hostilidad, procuran quebrar la puntualidad de quienes transportan (que en tales casos dejan de transportar).

Todo ello se hace aún más evidente en los actos solemnes. Y nada más solemne en esta vida que la celebración de la Eucaristía. Sí, por favor, puntualidad siempre.
09/10/14 2:36 PM
  
pepiño
Lo suscribo al 100%.

Me pondré las pilas.
09/10/14 4:42 PM
  
zalogon
Como ejemplo la Catedral de la Almudena. Un gran cartel dice: confesiones a las 11.30. Rara vez aparece el encargado del templo. La misa de siete rara vez empieza a su hora. ¿No le podian pasar al encargado del templo este certero articulo?
09/10/14 5:12 PM
  
anscelo
Tengo la suerte que en mi parroquia hay misa los días laborables a las 7.15 de la mañana, a mí me iba entonces muy bien, pues los que trabajamos podíamos asistir antes del trabajo, lo normal de una misa laborable es de 25 minutos, incluso hasta 20. Pues bien, apareció un nuevo cura (religioso) que introdujo en la misa los laudes (10 minutos), luego homilía (que en laborable no es obligada (otros 10 minutos). Así que la misa duraba hata 45 minutos. Algunos fuimos a la sacristía que acortara sus homilías y suprimiera los laudes, pues había personas que tenían que fichar en sus trabajos. No lo entendió, nos dijo que el Concilio aconsejaba también a los laicos rezar las oraciones de la Iglesia, que es obligatorio para sacerdotes y religiosos, pero no para fieles laicos, y sinó que los pusiera antes de la misa y el que quisiera rezarlos lo hiciera.

No hubo manera, este sacerdote religioso, no se hacía cargo que los que estamos sometidos a un horario profesional debemos ser puntuales. El siempre había vivido con un horario creado para él, y creía que a los demás nos pasaba lo mismo. Al final tuve que disistir y plantearme la misa diaria en otra iglesia y otro horario.
09/10/14 5:41 PM
  
María de los Ángeles
Con los niños del Catecismo tratamos de implementar la puntualidad. Como les llevamos la asistencia de la Misa, se les ha dado la indicación de que deben llegar antes. La catequista que firma las boletas, está levantando todo cuando empieza a sonar la tercera campanada. Me tocó este domingo ser la encargada de realizar esta actividad; y al final me llega un pequeño pidiéndome que le anotara su asistencia, con el dolor del corazón hubo que decirle que ya no (y con lo que me dan ternura los pequeños, que me ganan para todo, pero hubo que ser firme). Y otros dos chicos, (hijos de otra catequista) también tuve que decirles que no, porque ellos más que nadie deben poner el ejemplo. Ufff, no es fácil. Pero no hay que dejarse llevar por la falsa compasión, que es de lo que habla el P. Jorge en algunos de sus posts.
Gracias padre, por su artículo.
09/10/14 5:56 PM
  
Gregory
Los que se quejan de que la misa comienza tarde normalmente se quejan cuando comienza a la hora también, la gente se queja según su conveniencia de todos modos es mejor hacer el esfuerzo de ser puntual.
09/10/14 8:42 PM
  
DavidQ
No voy a decir que no, ya que soy fanático de la puntualidad. Y con muchísima razón la hora de entrada y la de salida, sobre todo en días laborables. Nada que objetar.

El único punto que me causa escozor es lo que pasa entre los dos extremos. Yo solia ir a Misa diaria, cuando podía, en un lugar cerca de mi oficina donde el horario se cumplía a rajatabla y eso estaba muy bien. Pero también toda la liturgia se regía por un estrictísimo reloj, a tal punto que uno prácticamente podía sincronizar su aparato a los pasos y bostezos del cura.

Y aunque las lecturas eran cada día distintas, uno difícilmente podía distinguir el lunes del jueves y el verano del invierno en aquéllas misas. Muy diferente era en mis tiempos de universidad, cuando las misas de 20 minutos eran cada día distintas y al cura, que Dios tenga en su gloria, le daba tiempo de confesar, hacer canto y procesión de entrada, homilía y un poco de catequesis.

Reconozco que la liturgia no es un lugar para creatividades, pero creo que tampoco es obligatorio que sea arte de robots. No pido payasos y globos a la Burger King, pero si el cura pudiera al menos aparentar que no está todavía aburrido de su trabajo, también nos haría un poco de servicio a los fieles.
10/10/14 8:17 AM
  
Bartimeo
Vale, estoy de acuerdo.

Pero también existe el caso contrario. Hay curas muy nerviosos.

Domingo misa de doce, voy con la hora pegada. Llego al templo todavía suenan las campanas en el reloj... ¡qué alivio! y cuando entro en la misa ya van por la oración colecta. Y es que los hay que rezan acelerados, al "sprint". En fin paciencia. Me salgo voy a otra misa y ya está. El caso es que a veces no logro seguir ese ritmo tan rápido (que me impide rezar con unción) y hasta me falta el aliento. Me callo y ya está.

Lo de que haya gente entrando durante la misa es muy desagradable cuando en iglesias antiguas el suelo es de tarima y el ruido de los pasos de los retrasados impide oír las oraciones y lecturas.

Así que sí puntualidad para todos, un poquito de calma y a entrar con respeto en el templo.

Pax et bonum
10/10/14 11:32 PM
  
Lorenzo Valla
Recuerdo un párroco que tuve, que luego fuera canónigo y ya fallecido. A los demás curas que celebraban en la parroquia y que se extendían más de la cuenta les decía lo siguiente: "los feligreses tienen derecho a saber a qué hora empieza la Misa y a qué hora acaba".
11/10/14 12:16 AM
  
juvenal_
Recuerdo que en mi diócesis de origen una representación de la feligresía de una parroquia de la capital de la provincia fue a visitar al obispo para quejarse del cura, que entre otras cosas variaba el horario de la misa según se televisase el partido de futbol de su equipo, y ésto tan lamentable, es rigurosamente cierto.

Por otra parte para las misas de los días laborables no ayuda que se distinga entre liturgia de la palabra y eucarística, de forma que se puede llegar tarde y se puede comulgar sólo habiendo asistido a la liturgía eucarística. En las misas de los domingos y demás días de precepto hay obligación de escuchar la misa entera.

En la novela de Marcel Proust, Por el Camino de Swan, las tías del protagonista acudían a la iglesia al toque de las campanillas de los monaguillos, recuerdo que decía que llegaban a misa justo "antes de alzar", (la sagrada forma.

A mí, como feligrés, siempre me ha parecido que de las cosas del Señor, cuanto más, mejor, y que eso de entrar a misa cuando ya a empezado, es una falta de respeto, al cura, a los parroquianos y al Señor. En Portugal, al menos en Oporto, cuando la misa ha comenzado, hay una persona fuera con un sobrepelliz blanco, que no te deja entrar hasta que la misa acaba.

Pero lo más triste de todo don Jorge, y a esto debería dedicarle un post, son los que no ha acabado de decir el cura, podeis ir en paz, y ya están saliendo por la puerta, ¿qué pensaríamos de alguien que viene a visitarnos y trata de irse lo antes posible?
11/10/14 3:19 PM
  
posodo
Sé que llego tarde, pero estoy totalmente de acuerdo.
11/10/14 9:44 PM
  
marcos
Pues en el pueblo de mi padre, hace muchos años, hubo un sacerdote que recibia a los feligreses en la puerta de la iglesia. Cerraba con llave y se iba para la sacristía. Celebraba la Misa y se iba a abrir la puerta. Fin del problema. Ahora el problema era que la gente asistiera.
12/10/14 3:25 PM
  
cogolludo
generalizar es malo porque se meten en un mismo saco situaciones muy diferentes entre sí
si hubiera misas cada poco tiempo alomejor se podría exigir no llegar tarde
en la Catedral de Santiago de Compostela ,hace 40 años , cada 15 minutos en una capilla daban la Sagrada Comunión y había gente que se acercaba a la Catedral solamente a comulgar ¿ y el que quiera hacer eso ahora ?
¿y el oficinista que solamente tiene 30 minutos a media mañana para el bocadillo o café y en ese rato quiere oir misa o entrar a rezar a una iglesia y llega tarde a la misa que en ese momento se celebra??? o si se tiene que salir antes de que acabe la misa ??? ¿es mejor que no entre si llega tarde a misa ??
cada persona sabe sus circunstancias personales y si tiene en casa a un enfermo grave o si llega tarde a una cita con el médico o si necesita saludar a Jesús
Si solo tiene 15 minutos y quiere entrar a oir una parte de la misa ¿ es mejor invitarle a que "o toda o nada "?
Claro que se puede poner un caballero en la puerta que evite entrar o salir en la celebración o cerrar las puertas con tres cerrojos .. pero y entonces no se dejaría fuera al que quiere entrar un momento a estar con el Señor
No dijo el PAPA que las Iglesias deben estar abiertas más horas ??? será para que el que tiene mucho tiempo vaya a celebraciones largas o cortas , pero tambien será para el que que quiere entrar a saludar a Dios unos minutos pueda hacerlo sin sentirse fulminado por los que están en MIsa si llega cuando ésta haya comenzado , ni creo que el Papa anime a los sacerdotes a que se hagan estadísticas de cuantos han llegado antes o despues del ofertorio los martes o los miércoles o cuantos se han salido de la iglesia antes del ITE MISA EST
13/10/14 10:58 AM
  
Nieves
Aunque yo llego muy justa siempre a la Misa los domingos y a diario ni se sabe pues dependo del tráfico de Madrid, suscribo la necesidad de ser puntuales tanto fieles como celebrantes.
Especialmente creo que es importante que sean puntuales los celebrantes pues, en caso contrario, los fieles nos confiamos en que ¡total, puedo llegar 10 minutos tarde porque el cura siempre sale tarde!.
También ayudaría mucho que hubiera más oferta horaria entre semana, para poder acudir a una Misa que se adaptara más a nuestro horario laboral, o de colegios, etc. (yo vivo lejos de mi trabajo, en la zona donde resido la primera Misa por la mañana es a las 10:00h por lo que no puedo asistir y en la zona donde trabajo la última de la mañana temprano es a las 8:00h, y me obliga a madrugar muchísimo si quiero llegar a tiempo), y que las iglesias permanecieran abiertas más tiempo, para poder hacer oración en otros horarios (algunas las abren lo justito para celebrarr Misa).
De todas formas D. Jorge leído el apunte de hoy me esforzaré en coregirme.
13/10/14 1:04 PM
  
cogolludo
comprendo al sacerdote nervioso porque entra y sale gente , pero tambien comprendo al señor que ve una puerta de una iglesia y tiene una llamada interior a tener unos minutos de contacto con Jesús y no sabe si están celebrando misa o están limpiando el Templo .
Quiere meditar , oir la voz de su conciencia , hablarle a Dios , recordar lo que su madre de niño le enseñó de como dirigirse a Cristo , quiere lo que dijo el Papa Francisco saber que las puertas de la Iglesia están siempre abiertas, quiere a la luz de las enseñanzas que recibió hace años en su colegio de religiosos ver qué errores ha comentido en su vida y pedir el auxilio de Dios reconociendo sus infinitas faltas y errores
¿ qué hace ? mirar en la puerta si hay misa de 11 y si son las 11 y cuarto no entrar ???
O quizá entrar y que si a alguien le molesta .. pues que comprenda que cada persona es un mundo complejo
Ojo : no estoy hablando del turista que se pasea por la iglesia mirando LAS IMÁGENES como si fuera la colección privada de las obras de Juan Abelló que se exponen estos días en Cibeles (Madrid )
Estoy hablando del que quiere hacer una visita a Jesús quizá despues de mucho tiempo alejado del recogimiento de una Iglesia
¿¿¿NO HABLÓ EL PAPA DE QUE LOS SACERDOTES NO SE CONVIERTAN EN FUNCIONARIOS ???
Lo que se dice en la mayoría de los comentarios recuerda un poco el horario que tienen en los Ministerios y en los Ayuntamientos ...
13/10/14 8:27 PM

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