Bienaventurado el que madruga
A quien madruga, Dios le ayuda. Así que esta mañana hemos sido los primeros en llegar al lugar de la multiplicación de los panes y los peces. Cinco panes y dos peces y aún sobraron cestos y cestos. Qué cosas. La generosidad de un chiquillo que aportó lo que y,menía, bendecida por Jesús, hace que todo se multiplique y sobre. He aprovechado para hablar de Cáritas, que es la niña de mis ojos. A mí eso de “dadles vosotros de comer” me impresiona cada día más. La multiplicación de los panes y los peces es claro símbolo eucarístico. Por eso que nada se pierda. En la iglesia siempre unidas eucaristía y caridad. Es que no puede ser de otra manera.
La misa, a continuación nada menos que en el monte de la bienaventuranzas. De nuevo eso de madrugar, porque hemos sido los primeros en comenzar y eso no ha permitido elegir lugar. Sin dudarlo, un altar al aire libre, justo el más próximo al lago. El canto de entrada ha sido un prolongado “no adoréis a nadie más que a Él". Después… Ay después como suenan las bienaventuranzas leídas mirando al lago. Imaginando a Jesús, viéndole entre nosotros, todo se hace diferente. Sus palabras son otras, y cuando al final uno escucha eso de dichosos vosotros cuando os persigan, sientes un fuerza especial y te descubres casi capaz de todo por Cristo. Qué os voy a contar de lágrimas. Un crítico teatral diría que hasta el apuntador. Pero son lágrimas de esas bonitas, de felicidad, de entrega.
En esa zona todo está cerca. Apenas unos minutos para conocer el lugar del primado de Pedro y recordar esas tres preguntas del maestro que al pobre Pedro hasta le llegaron incomodar: “me amas? Señor, tú sabes que te amo…” A contraluz una preciosa escultura de bronce nos muestra la escena. Junto a la pequeña iglesia aún puede descubrirse el muelle donde atracaban las barcas, y dentro de la iglesia la piedra donde asaron el pescado. Un sitio mágico porque te permite acercarte al lago sin problemas, mojar las manos… Lavarte hasta la cabeza.
De allí, a Cafarnaum, la ciudad del Señor donde visitar la casa de Pedro y la primitiva sinagoga en la que Jesus proclamó el discurso del pan de vida. Cada vez por cierto me gusta menos la moderna iglesia construida sobre la casa de Pedro, yo he visto platillos volantes con mejor estética.
Despedirse de Galilea para marchar a comer a Jericó. ¿Verdad que suena a trompetas? Y suena a Zaqueo y un sicómoro. La mitad de mis bienes a los pobres y. Si de alguien me he aprovechado le restituiré cuatro veces más. Olé por Zaqueo, eso sí que es tomarse en serio las cosas. Cerca de Jericó hemos pasado junto al monte de las tentaciones de Jesús y las excavaciones de Qumran. Y de ahí a conocer, aunque de lejos el impactante monasterio de San Jorge de Coziba. En pleno desierto, sin más acceso que un viejo camino. Y ahí monjes dedicados a la alabanza. Chapeau por ellos.
Hemos pasado a Belén para compras en una cooperativa de palestinos cristianos. La situación de los cristianos en tierra santa, especialmente en la zona de Belén es dramática. Comprar algo es ayudar a que la presencia cristiana se mantenga en Tierra Santa.
Hemos enterado en Jerusalén cantando, como no podía ser de otra manera, “Qué alegría cuando me dijeron". Ahora y en el hotel esperando la hora de la cena. Y después… Un paseo hSta l puerta de Damasco y poner nuestros pies en la vieja ciudad de Jerusalén. Que alegría… Qué grande es Dios.
6 comentarios
Durante 1400 años los cristianos , como ciudadanos de segunda eso sí, pudieron vivir entre los árabes. En 20 años por culpa de EEUU no va a quedar ningún cristiano vivo en los países musulmanes.
Por supuesto Israel también procura liquidar a los cristianos en Palestina, pues son árabes, y se queda con sus tierras. Casi 50 años de ocupación israelí ya y 55.000 viviendas construidas por Israel, para sus colonos, en las tierras de Palestina, partidas además por un muro.
Nunca habrá paz en Palestina, pues Israel no la desea ya que lo único que busca es ganar tiempo para incrementar su presencia en Palestina.
¡Tengo que ir!, no sé exactamente cuándo, pero ¡tengo que ir!. Sé que Dios dispondrá, dentro de un tiempo, la posibilidad para ir.
Debe ser algo maravilloso poder meditar, poder rezar, poder hablar con Dios, donde el Hijo de Dios caminó, respiró y predicó mediante Su Gran Ejemplo. Practicar la Presencia de Dios debe ser (si se es receptivo a Dios) como algo más palpable, más vívido. Estas palabras de un gran santo oriental (Paramahansa Yogananda) deben adquirir allí un significado muy especial:
"Durante la meditación, sumerge tu mente por completo en Dios. Y cuando estés llevando a cabo alguna tarea, pon en ella todo el corazón. Mas, tan pronto como la hayas finalizado, enfoca tu mente en el Señor. Una vez que aprendas a practicar la presencia de Dios en cada momento libre que tengas para pensar en Él, entonces, incluso en medio de tus actividades, permanecerás consciente de la comunión divina".
Gracias por compartir sus vivencias allí y un afectuoso abrazo.
El problema es de muy difícil solución. Ya sé que desde hace casi dos mil años, Israel ha sido un pueblo en permanente diáspora, pero también sé que no es justo que un pueblo tenga que ser permanentemente perseguido, expulsado y/o masacrado. Así es que la solución de la ONU en principio era buena, dividir el país y dar la mitad a los palestinos y la mitad a los israelíes, para que estos tuvieran por fín una tierra propia, (de la que hace dos mil años fueron expulsados), dónde vivir. Pero no contaban con la saña y rebeldía del pueblo palestino, que odia a los israelíes y que su principal propósito es hacerles continuamente la vida muy difícil, para acabar otra vez echándolos al mar. Pero los israelíes ya no están dispuestos a seguir dejándose avasallar, y están defendiéndose con todas las fórmulas a su alcance. Así que mal arreglo le veo yo a todo ése conflicto. Pero tampoco le veo arreglo al futuro de la sociedad, cada vez más apartada de Dios y sus Mandamientos, con las consiguientes consecuencias.
El panorama es desolador.
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