Devociones por lo comercial: la tienda del chino
Servidor tiene sus devociones por lo eclesiástico, San José por ejemplo, y tiene sus devociones por lo civil. Si se trata de devociones farmacológicas, la aspirina, y si comerciales, El Corte Inglés y las tiendas de chinos.
Cada día me admiran más las tiendas de los chinos. Hace unos días me acerco a la del barrio a preguntar si por casualidad tendrían un cargador para mi teléfono móvil. Impresionante: ¿lo quiere en blanco, negro o verde? Definitivo. Todavía no me he recuperado de la impresión.
Me decía un amigo que el éxito de los chinos como comerciantes estriba en varios factores, especialmente tres: tener prácticamente de todo en su forma básica, horario continuado y el chino siempre al pie del cañón ayudando y sirviendo. Este mismo amigo me decía que por qué no aplicábamos la fórmula china a las parroquias.
Creo que tiene más razón que un santo. Primeramente en lo de tener en la parroquia prácticamente todo en su forma básica. Las dos cosas: de todo y en su forma básica. La parroquia no puede pretender, salvo excepciones, contar con una coral de categoría, ni unos cursos de formación de primera, o una liturgia monacal o catedralicia. Pero sí ofrecer un servicio básico donde el católico de a pie pueda encontrar de todo: un buen horario de misas y confesiones, sacramentos, formación, catequesis, acogida a los pobres, oración. Como los chinos. Que alguien pregunte si hay misa y podamos decir que sí, a las 8, a las 10 y a las 12. Ole.
Importante lo del horario continuado. Cuando uno va ala tiendecita del barrio sabe que da igual mañana que tarde, lunes, jueves o domingo, verano o invierno. No es necesario preguntar por el horario. Igual en la parroquia. Vaya uno cuando vaya, siempre abierta. Lunes o viernes, mañana o tarde. Que no sea necesario preguntar por el horario. Nunca se cierra. Quizá sea esa una de las razones del éxito de la capilla de adoración perpetua. Siempre abierta.
Y genial lo del chino siempre al pie del cañón. Vayas cuando vayas siempre el chinito, la chinita explicando, ayudando en la búsqueda, siempre. Pues otra cosa que hay que plantearse en la parroquia. Yo creo que no basta con un horario de apertura de despacho, en muchos casos, atendido por laicos, que para cosas meramente formales o administrativas puede ser más que suficiente. Pero creo que no basta.
Una de las cosas de las que más se quejan los feligreses es lo complicado que resulta hablar con un sacerdote. No sé qué nos pasa que siempre andamos con mil ocupaciones. O toca reunión de Cáritas, o curso en algún sitio, encuentro de tal, o ver libros en cual. Llega el feligrés y hay que darle hora casi por favor.
Definitivamente, el chino. Horas de estar en la parroquia, horas para mantener el contacto con los fieles. No puede pasar os que alguien nos envíe un correo preguntando algo y la respuesta se demore días, semanas o que ni siquiera llegue.
Mucho ganaríamos en las parroquias si estuvieran atendidas, especialmente por los sacerdotes, con los criterios de servicialidad de una tienda de chinos. Ya saben: lo básico de todo, horario continuado y el chino, digo el señor cura, siempre a disposición.
25 comentarios
Y visto lo visto tanto Confucio para los chinos como Cristo para los cristianos de hoy, desgraciadamente estos, están de baja.
Y como a los chinos la "obligada experiencia comunista pasada no les convenció"; Pues ahora se dan a la empresa del compra y vende día y noche en cuerpo y alma que es, para ellos, lo que vale, triunfa y da poder.
Y los cristianos de hoy día ¿Qué decir?: Sin obligación hacia al ajeno bien y con tanto derecho propio en el qué hacer y decir; Tan lejos de Dios; Y tan inmersos en la ilusión de sus dictaduras democracias. Pues no vale.
Y llegado el día, no tan lejos ya, el creyente cristiano: ¿Encontrará un sacerdote que en críticos momentos pueda tranquilizarle su conciencia?
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Jorge:
La verdad es que lo he puesto con el mayor cariño del mundo.
Perdonadme la ironía y la exageración, se que esto no es así en todos sitios, pero tampoco es tan infrecuente del todo, si se está para servir a la comunidad de forma radical, a fondo perdido (entre otros cosas para eso es el celibato), la comunidad tendrá que valorar y evaluar de alguna manera si se le está dando un buen servicio o no. Sé que es un tema espinoso, nadie es quién para juzgar a nadie, tampoco se trata de estructurar un control férreo sobre la vida de nadie, pero en las cauces y medios pertinentes (asambleas, consejos pastorales, etc) con respeto y caridad habría que tratar estos temas con valentía y claridad, junto a otros muchos asuntos.
Es un asunto que concierte a la comunidad parroquial concreta de cada lugar; pero claro, si de esto solamente hablamos en los pasillos y después nadie dice nada por miedo o por lo que sea......
También es una cuestión de formación de los seminarios el como hay que gestionar una parroquia.
Lo que quizás no tengan algunos sacerdotes tan claro es la recompensa que obtendran por tantaes horas de abnegada dedicación a su parroquia.
¿Será falta de fe? ¿Falta de esperanza? ¿Falta de caridad? ¿Falta de todo ello?
¡¡Precisamente estar sentado en el despacho viéndolas venir parecería lo contrario de lo que pide el Papa!!
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Jorge:
Creo que fue un tal Francisco el que pidió a los sacerdotes iglesias abiertas y lucecita en el confesionario.
El peligro de que una vatería de litio explote es real y no necesita de aviso previo... pero la incidencia es muy baja, y las más de las veces se limita a un bertido parcial, lo cual ya tiene su peligro a tenor de la alcalinidad de sus componentes químicos.
Además, se da ciertamente que algunos cargadores de imitación son «más buenos» que los originales, por que cada vez menos originales tienen sistema de control de carga, por que de tal tarea se abstrae a la fuente de alimentación que no sólo cargador, e incluso al dispositivo, de forma de desacoplar los componentes para permitir su reutilización en sistemas diversos, al menos teóricamente.
En conclusión, que hoy en día es muy raro que un cargador de los chinos de problemas por no tener sistema de control o incluso por mala estabilización, más allá de que el usuario se lleve un calambrazo por falta de aislamiento galbánico. Además, tenga en cuenta que gran parte de los dispositivos tienen un margen de alimentación más que generoso, admitiendo una alimentación constante a incluso el doble de su tensión nominal. En especial los móviles suelen tener un estabilizador interno de fripar.
Me parece estupendo poder encontrar siempre una iglesia abierta para recibir sacramentos, formación, ayuda,... pero todo eso debe ser de la mejor calidad posible. No quiero que me den gato por liebre, esto es, no quiero comuniones con madalenas, confesiones sin penitencias (porque el pecado es algo muy carca), catequesis de masiás, queirugas,... ¡vamos! que no quiero abrirme la cabeza con el mazo del martillo que ha salido disparado.
Saludos.
¿Cómo nos dicta lo políticamente (absurdo) correcto llamar a los nacidos en China? ¿Orientales? ¿Los incluímos entre la gente "de color"? ¿Acaso yo soy incoloro?
Ni caso, Don Jorge, ni caso.
Ahora los sacerdotes tienen multitud de reuniones, congresos, excursiones, fiestas, cursos, peregrinaciones, conferencias, etc. Como consecuencia (daño colateral) aunque tengan una dedicación ejemplar (y hablo por los sacerdotes de mi parroquia, a los que conozco bastante, quiero y admiro) es muy dificil dar con ellos en el despacho, hay que pedir cita con varios días de antelación para confesar, vamos ¡que no están casi nunca! o si están no te pueden hacer caso porque tienen que atender alguna reunión o cientos de pequeños asuntos.
Creo que el problema radica más que en la falta de dedicación de los sacerdotes, aunque en algunos casos se produce, en las prioridades fijadas por la jerarquía de la Iglesia y por los propios fieles, me explico:
* a veces parece muy importante llenar un avión de fieles en peregrinación a Tierra Santa, o a Medjugorje (es todo un éxito), pero no se aprecia tanto que la parroquia esté siempre abierta (de esto no se entera nadie y no se contabiliza como éxito;
* ni muchísimo menos se aprecia al curita (dicho con todo el cariño del mundo)que está en la parroquia cuidando a sus Rafaelas y a sus modernillos avanzados, a sus pobres y a las familias con problemas, y que le "echa horas" al confesionario a disposición de quien le necesite, de la misma forma que se aprecia al sacerdote que da conferencias (incluso sale alguna vez en la TV), monta un colegio, escribe libros, es coordinador diocesano de pastoral XXXX (familiar, juvenil, etc) y organiza todos los años una peregrinación numerosísima.
Por todo ello creo que tal vez deberíamos examinar nuestros criterios (de la jerarquía y de los fieles) y analizar qué es realmente lo más importante, y pensar con humildad pero sabiendo que somos eterna e inmensamente amados por el Señor, si los criterios y preferencias que estamos aplicando son los de Cristo o los del mundo.
Respecto a los chinitos yo creo que se le nota el cariño con que lo dice hasta a través de la web.
Un abrazo
La atracción de fieles o clientes siempre ha sido un arte muy difícil. Publicidad, promociones, pintar la fachada, poner luces, sonar campanas... y uno nunca sabe si eso va a funcionar o no. Lo que uno puede controlar es la oferta. Estar. En el confesionario o atrás del mostrador. Allí, siempre.
Decía Benjamín Franklin que si uno construye una mejor ratonera la gente hará un sendero hasta su puerta. Se asume que tras la puerta estará uno, con la ratonera. Si no, el sendero se llenará de malezas muy pronto.
Desde que yo la conozco, la Iglesia lleva 50 años "no estando" y hasta hace muy poco se han empezado a abrir tímidamente las puertas. Poco a poco el sendero se va aclarando. El único problema, para mí, es que hoy "el chinito" que atiende es el abuelo. Los confesores con los que me encuentro tienen una media de 70 años. Los jóvenes le tienen asco a eso del servicio, lo mismo en la Iglesia que en la tienda de ultramarinos. Ellos quieren ser gerentes, en oficinas tras puertas cerradas, con secretarias, agendas y procedimientos. Lo del mostrador y el confesionario no está "in".
¿Cuándo volveremos a ver un diácono o un seminarista dando catequesis? ¿Al chinito "junior" vendiendo cargadores de móvil?
A cambio de eso, tenemos sacramentos masivos, tiendas ascépticas pintadas de blanco y catequesis para llevar a dos por uno, porque tan lindos que se ven los hermanitos uniformados de marineritos.
Me pregunto si no ha llegado ya el momento de volver a la tienda de barrio y la parroquia de pueblo. Olvidarse de los grandes números, del porcentaje de católicos y divorciados y volver a acordarse de don Jorge, el que busca cargador para móvil y de Carlitos, que ya le toca su primera comunión.
Con respecto a lo de los "chinitos", le comento con conocimiento de causa. A lo mejor el que escribe el comentario es padre adoptivo de una china (o chino, o chine). Yo lo soy. Al principio de la adopción, cuando de golpe pasas de ser un tipo anónimo a uno que llevas de la mano algo "distinto", llega a aburrirte eso de "que graciosa la chinita", "mira que mona la chinita", etc. Incluso comentarios más fuera de lugar.
Con el tiempo te acostumbras y pasas. Mi hija para eso tiene gracia: cuando alguien le pregunta "¿tu eres chinita?" ella le responde: "nacida en China, aunque española. Por cierto, española, no españolita". Hay que ver la cara que se le pone al personal :-) Pero ya le digo, no es nada ofensivo y, en su escrito, queda como lo que es: una muestra de cariño.
Pocos comercios españoles pueden hacer frente a los precios que tienen los bazares chinos, y aunque haya cosas muy especializadas que necesiten comprarse en otros establecimientos, la gran mayoría de ellas se encuentran en los bazares chinos.
Y me parece estupendo su razonamiento de querer que la Iglesia haga todo lo posible por adaptarse a los "usos y costumbres" de los comerciantes chinos. Todo lo que sea tener disponibilidad es bueno.
A mí para confesarme, en mi antigua comunidad, puesto que andaba buscando director espiritual y se me dijo que lo buscara dentro de la comunidad, hablé con el sacerdote que presidía la mía, y quedó en darme día y hora, pues según me dijo andaban demasiado mal de tiempo. Así es que me llamó una tarde para darme hora para el día siguiente, y le dije que lo sentía mucho pero que no iba a poder asistir, por una cita previa. Me contestó que no había problema y que ya me llamaría para darme de nuevo cita. Pasaron dos o tres semanas, (las reuniones eran una vez a la semana)y el sacerdote no me dijo nada, y yo por timidez, tampoco le dije nada. Y ya no hubo ocasión. Enfermó su hermana, que era quien cuidaba a su padre, y tuvo que irse a Italia, su país, y nunca volvió.
Así que fíjese Padre, si están ustedes con escasez de tiempo.
Luego hay otros sacerdotes que quizá de tanto querer hacerlo bien y contentar a todos...
Hoy jueves, he tenido reunión en mi parroquia, ya la última por ésta temporada y al salir, una señora me ha comentado que hace poco ha asistido a una boda católica, celebrada en una iglesia católica del centro de Granada, pero una ceremonia no sacramental. Jamás había oido que se pudiera celebrar un matrimonio así. El novio no creyente, y por tal motivo, ese tipo de celebración en la que no comulgaron los novios ni los padrinos.
Tengo incluso serias dudas de que esa boda sea un sacramento válido, y si no es así me escandaliza que un sacerdote se haya prestado a ese tipo de ceremonia.
Hay que contentar a Dios antes que a los hombres.
Cómo diría mi tita María q.e.p.d. "Esto es una colmena sin maestra."
Dios lo bendiga por ese afán que tiene de hacer muchas y buenas cosas en su comunidad parroquial. Que parece que se levanta pensando en que se le va a ocurrir para mejorarla cada vez más, y de verdad que no sé de dónde saca tiempo para tanto.
Santo Cura de Ars
La iglesia no es un mercado, dónde se tenga que tener satisfecho al Cliente, sino buscar la salvación de sus almas. Porque de ellas darán cuenta a Dios. Aqui en America Latina hay tan pocos sacerdotes que tienen comunidades de miles de habitantes y es titanico el trabajo.
De acuerdo con usted, filosóficamente, pero en la práctica tampoco se le puede exigir al laico estar 24 horas disponible para la parroquia.
Cada quien lo suyo, al chinito del bazar le exigen disponiblidad sus clientes, a mí los míos, a Juan sus hijos y a Pedro sus campos. Mal haría Juan en estar disponible para ir a cultivar el campo de Pedro "cuando se le ofrezca", ni tampoco el chinito puede estar para leerles cuentos -ni siquiera chinos- a los hijos de Juan.
Justamente la tesis del artículo es que cada quien debe estar donde le corresponde y no donde no lo han llamado. Muchos -demasiados- curas andan de oenegés o de relacionistas públicos, cuando lo suyo es el confesionario. Claro, se les llama, porque "para eso está el cura, ¿no?". Pues no.
Y créame, gente para "ayudar" en la parroquia siempre abunda -comillas a propósito-. Lo que faltan son papás. Y mamás, y agricultores, y cocineros, y chinos. Y uno que otro cura tampoco nos cae nada mal. Pero haciendo lo suyo, no lo de otros.
Lo que me intriga es saber si nuestros seminarios actuales están formando sacerdotes con la conciencia clara y plena de que lo que la Iglesia – nosotros los laicos seglares – esperamos precisamente de ellos es que actúen como “tenderos chinos”, que se traduce en lo que usted menciona: espacio permanente y constante que privilegie horarios para misas, confesiones, sacramentos, formación, catequesis…).
Una parroquia a la que eventualmente asistía, canceló algunas de estas “actividades de tienda china”, porque uno de los dos sacerdotes se matriculó en la universidad para estudiar psicología (5 años de pensum) y naturalmente, además del horario de clases, necesitaba tiempo para “estudiar y hacer tareas”.
Un cura psicólogo (que supongo – siendo mal pensado – terminó identificándose a sí mismo como un psicólogo-cura).
¿Se imagina usted a un chinito cerrando la tienda varias horas al día, durante 5 años, porque se ha matriculado en alguna entidad educativa para licenciarse en “administración de empresas”?
una vez más, tiene talento de escritor: no es fácil usar lo cotidiano para explicar un tema.
Un comentario que sé que usted no necesita: la ONU y sus cascos azules se le echarán encima a la primera que transgreda lo "políticamente correcto"... me uno a usted con un diminutivo, como evidencia que, antes de la actual tiranía, eran símbolo de cariño.
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