Bocazas eclesiales
Dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que bocazas es “persona que habla más de lo que aconseja la discreción”. Mala cosa tener alguien cercano de esa condición, porque eso resulta estar en un constante peligro.
Cualquiera de nosotros hemos tenido con algún jerarca de la Iglesia, un sacerdote, un compañero, algún personaje, momentos de diálogo en los que se han podido deslizar pequeñas observaciones o desahogos que deben quedar en el ámbito de lo privado y el respeto a la intimidad. Más aún si encima se diera el caso que pudiera ser causa de escándalo.
Lo que vengo observando es que hay gente con un afán de notoriedad tal, que está deseando la más mínima confidencia para salir en todos los medios y soltar en público lo que no debería pasar de charla a todas luces privada. Me sorprende la cantidad de bocazas eclesiales que están apareciendo últimamente.
A mí que el papa Francisco llame a su peluquero, felicite la Navidad al de los periódicos, salude a la hermana Gundisalva de las reverendas de la lágrima derecha de San José no me parece ni bien ni mal. Que Su Santidad telefonee a una señora agobiada por estar casada civilmente con un divorciado, pues más de lo mismo. Ahora bien, si el peluquero, sor Gundisalva o la señora María automáticamente llaman a los medios, dan una rueda de prensa y explican con pelos y señales si el papa dijo “aló” o bien “qué hay viejo”, es cosa de bocazas. Pero uno no va a pedir discreción al vendedor de prensa. Mal está, pero es eso: el kioskero.
Más delito tiene que el bocazas lo sea nada menos que un cardenal de la Santa Madre Iglesia. Leo esta mañana en la prensa que el cardenal Kasper, en una entrevista concedida a la revista Commonweal, afirma nada menos que el papa Francisco le confesó que cree que el 50 % de los matrimonios no son válidos.
Para empezar me parece una imprudencia de juicio del Santo Padre llegar a esa conclusión. Es completamente incongruente que para revisar la validez o no de un matrimonio se exijan a los tribunales eclesiásticos unos procesos definidos y muy claritos, y que a la vez uno pueda decidir que el 50 % de los matrimonios no son válidos. Que digo yo que por qué exactamente el 50, y no el 30, el 40, el 55,2 o el 76,7 %.
Pero bueno, llego a comprender el desahogo del papa Francisco en un clima de confianza quizá motivado por la impresión de que el matrimonio no se celebra con seriedad, que faltan cosas. Concedido. Pero lo que no puede hacer todo un señor cardenal, amos digo yo, es soltarlo en una revista así por las buenas, faltando a la confianza de Francisco y tratando, me barrunto, de echar un pulso a monseñor Müller en el tema de la comunión a los divorciados vueltos a casar. A un cardenal que es capaz de soltar eso y nada menos que en una entrevista, que queda escrito, lo menos que se le puede llamar es bocazas. Bocazas cardenalicio, pero bocazas.
Mucho me temo que el asunto sea otro. Que frente a la contundencia de monseñor Müller y otros cuantos purpurados sobre la imposibilidad de acudir a la comunión eucarística de los divorciados que conviven con otra pareja, contundencia avalada por una serie de documentos que quitan el hipo, haya decidido contrarrestar, ante la falta de argumentos, con la gracieta de que si el papa en confianza me dijo que si tantos matrimonios no son válidos.
Qué quieren que les diga. A mí lo del cardenal Kasper contando en una entrevista que aparece escrita en una revista que si el papa me dice, que si me confesó… me parece de bocazas. Cardenalicio, pero bocazas. Y si además lleva por delante otro propósito, que me lo barrunto, además de bocazas, rastrero.
38 comentarios
Saludos.
No caiga usted también en el error de los medios de comunicación que tergiversan las palabras del Papa,
A ver si esa tal revista Comomweal no transcribe realmente las palabras del cardenal, y cuando dijo digo dijo diego...
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Jorge:
Si un cardenal de la Iglesia Católica permite que le publiquen una entrevista sin revisar, y en caso de que la hayan publicado si encuentra errores de bulto no exige una rectificación o saca una nota aclaratoria, más papeletas para que le llamen cuando menos imprudente.
Textualmente dijo: "(...)Era un tema antropológico, pero hablando y hablando, yendo y viniendo, hemos visto este tema antropológico: la fe como ayuda a la planificación de la persona, pero en la familia, y tratar por tanto sobre la pastoral matrimonial. Estamos en camino hacia una pastoral matrimonial más profunda. Y esto es un problema que afecta a todos, porque hay tantos implicados, ¿no? Por ejemplo, les digo uno solamente: el cardinal Quarracino, mi predecesor, decía que para él la mitad de los matrimonios eran nulos. Pero ¿por qué lo decía? Porque se casan sin madurez, se casan sin darse cuenta que es para toda la vida, o se casan porque socialmente se deben casar. Y en esto entra también la pastoral matrimonial. Y también el problema judicial de la nulidad de los matrimonios, esto se debe revisar, porque los Tribunales eclesiásticos no bastan para esto. Es complejo, el problema de la pastoral matrimonial".
yo en primer lugar no me creo mucho que el cardenal Kasper haya dicho tales cosas, tal y como dicen que las ha dicho. Yo de los medios me fío cada vez menos, suelen decir y dar la vuelta a lo que dicen para acabar diciendo lo que quieren. Por otro lado y lo digo desde el corazón, no me parece bien y en cierta medida me disgusta, oírle (leerle) decir de un cardenal de la Iglesia "bocazas" y "rastrero". Puede ser que haya dicho lo que dicen que ha dicho, pero aún así... Creo que solamente se trata de reflexiones ante un tema que no es dogma de fe, si no mas bien de derecho canónico, y lo que yo creo es que desde su blog, podría abrir una serie de notas que nos ayuden a reflexionar a todos, incluso al cardenal Kasper.
Aunque las palabras usadas según el diccionario tengan su sentido, a mi como católico me duelen que se digan en un medio público de un hermano en la fe.
Un fuerte abrazo.
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Jorge:
Lo de bocazas me parece claro. A un cardenal hay que exigirle una cierta prudencia. Pero si la intención fuese la que me barrunto, ya ve que ahí pongo el condicional, si fuese... cabría lo de rastrero.
3. adj. Bajo, vil y despreciable.
Me sigue pareciendo de mala educación aunque vaya delante el condicional dirigirse así de un cardenal, de un obispo o de cualquier persona en una web católica. A mí al menos me ofende y me escandaliza, como cristiano, aunque pueda opinar lo mismo.
Un abrazo.
Y para bocazas bocazas, el párroco este que le parece que antes había más valores morales porque "solo se pegaban a las mujeres", sin llegar a matarlas, digo yo
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Jorge:
Sí usted lo dice...
1.- A estas alturas, en este blog, está archidemostrada la categoría moral de su autor, en cualquier asunto, hasta ahora. Que lo demuestra cada día, con su ejemplo de vida, aquí narrado, para bien de sus lectores. No confundir con que le tenga que gustar a todo el mundo; faltaría.
2.- El comentario no está publicado en un medio cualquiera. Entiendo que está dirigido a personas creyentes, católicas, con una Fe sincera. Por lo tanto, los tomo como un comentario "privado", dirigido a mí y a personas como yo, sinceros, con el único propósito de ayudar, de colaborar en nuestra dirección espiritual como lectores; aunque sea, telelectores. Colaborando para formar un criterio recto y válido. En absoluto para ser tema de escándalo, como alguien sugiere; no nos rasguemos las vestiduras. Diría yo, no?
Que el Papa llame a las cosas por su nombre está muy bien, pero que un cura llame bocazas a un cardenal está muy mal, muy grosero y no construye el Reino de Cristo, ¿si?
Y lo de "raza de víboras", ¿qué os parece? Fuerte, ¿no?
Y puede hacer lo que le dé la gana....Ya lo retirarán y le impedirán pronunciamientos publicos y apariciones... pero ahora no.
Cambiemos rastrero por manipulador oportunista, para no ofender sensibilidades.
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Jorge:
Pues si a esa realidad añadimos ambigüedad en la doctrina, lo estamos acabando de arreglar.
Ahora bien, yo opino privada y públicamente, es decir, me parece que, más de la mitad, pero mucho más de la mitad de los presuntos sacramentos del matrimonio se han quedado en presuntos. Es mi percepción. Y no sólo mi percepción.
Pero, una cosa es decir que la mayoría de la gente que pasa por la Iglesia no recibe el sacramento y otra muy distinta es decidir sobre ello. Decide la Iglesia en los términos, por ejemplo de Trento, que tan luminosos me han resultado. Los principios son sagrados. Todo cambio revolucionario nunca debe contradecir los principios, que vienen de raíz, de comienzo, y esos principios en movimiento son la Tradición, que, traspasando al terreno político podríamos decir que lo auténticamente revolucionario - el mayor de los movimientos- sólo lo es si se alimenta exclusivamente de los principios, como la Revolución- es un ejemplo- de la que hablaba Franco desde el espíritu de José Antonio, alimentándose y retroalimentándose der la Tradición. Sucede lo mismo en lo que nos ocupa: todo cambio debe venir de la tradición: la Palabra de Dios interpretada por el Magisterio infalible. Los principios son lo más importante. Dar volteretas en torno a los principios sin ir directamente a alimentarse de ellos, es , como también lo es en política, tiempo perdido. Hay que volver a andar el camino que marcan los principios, y pisar las huellas que se nos han regalado desde la Tradición. No puede ser de otra forma. Hay que volver a los principios y reandar el camino.
Si la inmensa mayoría de las nulidades se dan por el 1095.3, que hace nulo el matrimonio de quien no puede asumir las obligaciones inherentes al matrimonio por causas de naturaleza psicológica, entonces bastaría con que se obligue a un peritaje serio antes de casarse. Esto es algo que se pide para el sacerdocio, no veo por qué no se haya de pedir para el matrimonio.
DURANTE EL VUELO DE REGRESO A ROMA, Domingo 28 de julio de 2013, dijo el Papa:
"el cardenal Quarracino, mi predecesor, decía que para él la mitad de los matrimonios eran nulos. "
Fuente:
w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130728_gmg-conferenza-stampa.html
Saludos.
Ser clerical es malo si se entiende que el clero deba entrometerse en asuntos que no les atañen,pero ser clerical es bueno si se considera al clero ejerciendo con santidad su misión de educar en la Fe y salvar a las almas.....
Entiendo que al blogger no le gusta lo que dijo y que por eso lo llama bocazas. Es decir, matar al mensajero...
Quien tiene que decir si la conversación es privada es el Papa, no nosotros, digo yo. Ellos sabrán el tono en el que se dijo la conversación. Si tú mañana me dices que alguien te robó la cartera, por ejemplo ,y yo se lo cuento a un amigo común, no necesariamente estoy siendo un bocazas. Lo soy si tú no querías que se supiera, pero si me lo dices como un sucedido más, pues no pasa nada.
“¿Vivir juntos como hermano y hermana? Naturalmente tengo un enorme respeto por los que están haciendo esto. Es un acto heroico, y el heroísmo no es para el cristiano promedio. Y podría crear nuevas tensiones."
Lo suyo sería que fuera corregido públicamente. Pero a mí no me va a marear, me reafirma más si cabe. Es lástima los estragos que hace. Es catastrófico que sus libros se consideren clásicos en Cristología en seminarios. Su enseñanza debe ser advertida y neutralizada.
Pero si mañana el Papa habla con alguien para decirle algo superortodoxo, con lo que el blogger está de acuerdo, y ese alguien lo repite, ¿sería un bocazas? Yo creo que no, que en ese caso no se lo llamaría.
Es decir, que lo que realmente importa es el mensaje, y la valoración va en función de él.
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Jorge:
Esto es lo que se llama juzgar intenciones ocultas.
Pero la diferencia es que yo no le insulto y no le llamo bocazas o cosas similares, simplemente opino que su valoración creo que está determinada por lo que supuestamente se dijo.
Es tan importante que el cardenal lo haya contado? No, y además no sabemos si se lo contó en confidencia o no. Lo importante es lo que se dijo, y eso es lo que habría que valorar,en mi opinión.
La diferencia es citar esas palabras del papa para, después, decir lo que dice sobre los divorciados vueltos a casar, qhe el primer matriminio permanexe pero que en el segundo hay elementos de matrimonio, etc.
Pues por eso. Eso es lo que le molesta a algunos. Si se usasen las palabras del Papa para decir que no es posible la comunión a los divorciados vueltos a casar, entonces ya no sería un bocazas. Sería un fiel pastor enseñando a sus ovejas según el magisterio de la Iglesia, etc.
Repito que no estábamos allí y no sabemos si se las dijo en confidencia o de forma distendida.
Yo he venido meditando desde hace tiempo este tema del Sínodo de los Obispos y la comunión a los divorciados vueltos a casar (yo creía que el Sínodo iba a versar sobre la familia!), y he llegado a dos conclusiones:
1. Ó se está cometiendo una grave delito de falta de caridad contra estas pobre personas, dándoles esperanza, cuando la doctrina de la Iglesia es tan clara sobre el tema.
2. Ó la Iglesia está sucumbiendo ante Satanás y el pensamiento mundano!
Por supuesto que la segunda opción ni siquiera puede pensarse. Entonces, me da mucha pena que este tema haya ocupado el papel estelar, en estos últimos meses, de un Sínodo tan esencial: la familia es el semillero de los nuevos cristianos, es el futuro de la Iglesia, etc. Y está tan combatida, tan expuesta a la destrucción! Hay tanto y tanto que abordar por parte de la Iglesia!
No puedo sentir sino pena por esto que está ocurriendo y ruego al Señor para que las aguas vuelvan a su cause y dejen de jugar con las esperanzas y los sentimientos de aquellos que no pueden acceder a la Comunión Sacramental pero sí pueden acceder a la Comunión Espiritual!
Saludos Padre
En cuanto a la crítica al párroco que ha hablado sobre la involución moral de esta sociedad, lo he oido dar su explicación en televisión, y lleva toda la razón en lo que ha dicho. Antes había hombres, (ahora también los hay) que sobre todo cuando llegaban borrachos a casa, pegaban a sus mujeres, pero al menos respetaban su vida. Ahora desgraciadamente hasta el respeto a la vida falta.
No es que el párroco estuviera disculpando a los maridos violentos, sino que se limitaba a decir, con toda la verdad del mundo, que debido a la falta de moral y conciencia que atravesamos, esa violencia del marido maltratador llega a extremos de dar la muerte a la mujer.
Si tal cosa la hubiese dicho una feminista no hubiera pasado nada, nada más que una constatación de la realidad presente. Pero la ha dicho un sacerdote, y entonces en seguida vienen las críticas tergiversando sus palabras y dándole un sentido que para nada tenían.
Tal como lo oí, no era ninguna justificación del marido maltratador, sino que la situación ha ido empeorando hasta llegar al crimen.
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