La tiranía de la gente "flexible"
Servidor como ya saben, además de haber sido cura rural, es que es de pueblo. Más exactamente “serrano”. Dicen que los serranos –los de la Sierra de Madrid- somos gente buena pero bruscos como las piedras entre las que nos hemos criado. Vamos que la diplomacia, como habrán podido observar desde hace tiempo en un servidor, no es precisamente lo nuestro. El serrano es de pocos matices y mucha claridad: esto es así, y esto de la otra manera.
Servidor, además, viene de “ciencias”, de las matemáticas, el número y la medida. Es decir, que se me junta todo. Por eso me gustan las cosas claras, saber a qué atenerme, cuáles son mis derechos y obligaciones, lo que nos toca a cada cual. Quizá por eso me pone especialmente nervioso la indefinición. Cada vez que me encuentro con un compañero, un amigo, un feligrés que me dicen que es que hay que ser flexibles me pongo en guardia. Porque la experiencia me ha enseñado que lo de ser flexibles significa en la práctica que hay gente que hace lo que le viene en gana normalmente a costa de los demás.
Desde la puntualidad. Quedas a una hora para una reunión y cada cual llega cuando le parece. Y si dices algo de la puntualidad ya sabes: hay que ser flexibles. Evidente. Pero la flexibilidad de algunos supone la pérdida de tiempo de los que creen en la puntualidad como cortesía y obligación. La flexibilidad de Fulano y Mengano suponen una pérdida de tiempo para los intolerantes que se han molestado en acudir a su hora. Y es solo un ejemplo.
La flexibilidad, la libertad, el respetar lo que cada uno piensa, no es más que una tiranía pura y dura disfrazada de bonhomía, apertura, comprensión, tolerancia y espíritu evangélico. A otro perro con ese hueso.
Lo de la semana santa de Rafaela, por ejemplo. Llegó el bueno de don Jesús, agarró el ritual, hizo lo que le vino en gana, impuso su forma de hacer las cosas, cambió lo que le pareció oprtuno, añadió, suprimió… Pues con el cuento de la flexibilidad se puso a la comunidad parroquial por montera, los tomó por bobos con balcones a la calle, no respetó sus derechos ni sus deseos. Siempre hay alguien que dice: es que don Jesús es muy abierto…
No. Don Jesús es un dictador como la copa de un pino. El que hace lo que le da la gana, predica lo que le apetece, aplica la moral según sus particulares opiniones al margen de la doctrina de la Iglesia no es precisamente un demócrata. Es un dictador de la peor especie.
La diferencia esencial entre un tirano y un demócrata es que el tirano hace las cosas como le salen del arco de Cuchilleros, y el demócrata como está establecido y mandado y en profundo respeto a ello, sabiendo que no es dueño de nada, sino servidor de todos.
Evidentemente que hay cosas en las que hay que ser muy flexibles: en las horas que se echan en el despacho, en la disponibilidad para confesar y atender a la gente, en saber colocar los horarios de misa cuando convienen a la gente y no al señor cura, en renunciar a eso que te gusta porque se te necesita en la parroquia. Eso es flexibilidad y lo que sea menester. Chapeau.
Pero saltarse la liturgia, tomarse el dogma a la ligera, adaptar la moral al capricho de cada uno no es apertura ni modernidad. Es la peor de las dictaduras. Es depender de los caprichos y ocurrencias del ocurrente de turno. Y eso uno lo lleva mal. Lo de ser serrano, supongo que será eso.
P.D. UNO: Hace unos días un comentarista me decía esto: “creo que usted podría simplemente decir lo que piensa y no esconderse en esas argucias de politico da una impresión de cierta cobardía.” A mí. Precisamente a mí que no me aguantarían ni cinco minutos en la escuela diplomática.
P.D. DOS: Si quieren saber lo que es de verdad “flexibilidad", atrévanse a poner en tela de juicio la decisión de cualquier “aperturista". Se llevarán una sorpresa.
23 comentarios
Que vayan a pedir apertura y flexibilidad a otra parte.
Y, usted, si se enfada, está bien. Nosotros lo aprobamos.
?o son los flexibles los dictadores?
Totalmente de acuerdo una vez más con su opinión poco flexible pero muy clara y democrática, eso de cura de pueblo y serrano se nota.
Poner un obsesivo acento en las "excepciones" es una forma ladina de destruir la regla. Y si tengo poder, es una excusa para hacer lo que se me da la gana. A esto deberían llamarle "tiranía" pero no, le llaman "democracia". Que es algo así como El reino de la Flexibilidad, la Comprensión y la "Misericordia". O sea el sáltate las reglas en nombre de... lo que sea. Pero eso sí, por favor: no me seas "fundamentalista, ni "rígido", ni "dictador" ni "acartonado". ¡Sé democrático, hombre!
Y no crea que le exagero; no sé en España, pero en Argentina hace ya mucho que imponer respeto a las leyes es "dictadura" y por el contrario, se ha impuesto la "transgresión" como un valor "moral", al punto de llegar a asociarse el respeto a las normas con la falta de luces. El tango "Cambalache" lo dice claro:"El que no afana (roba) es un gil (bobo)".
Como verá, he usado una acepción de "democracia" diferente a la suya. La mía creo es la acepción usual, la que entienden los políticos. La suya en cambio descansa en el Mundo de la Ideas de Platón, y sólo baja a la tierra en tiempos pre-electorales.
También se agradece cierto grado de flexibilidad en las zapatillas y en el cepillo de dientes.
Pero cuando se pide a un sacerdote que sea "flexible " en realidad se le está pidiendo que sea delicuescente.
Sólo como una curiosidad cultural:
" La democracia es la puesta en plural del pecado original "
Jean Maridan
La auténtica flexibilidad tiene que ver directamente con la humildad y la misericordia.
Lo vemos en Jesucristo, por ejemplo, cuando le concede una gracia a la mujer siro-fenicia.
Jesucristo no vino a abolir la ley sino a darle cumplimiento. Y antes de morir dijo: Todo se ha cumplido.
Andar haciéndose el flexible y salteándose la ley por motivos que no tienen nada que ver con la auténtica misericordia no es virtud. Ojalá que quienes tienen algún poder imiten al Todopoderoso que pasó haciendo el bien y fue obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz.
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Jorge:
Me temo mi querido JAHC que confunde los términos. Que usted se aguante en una misa donde el sacerdote se coloque una camiseta en favor de los presos etarras, es lo que se llama flexibilidad. Pretender que ese mismo cura celebre según manda la Iglesia e incluso con el rito de San Pío V, es fascismo. ¿Me comprende el matiz? Un abrazo.
Estoy en pleno acuerdo con su comentario Padre Jorge, y me he divertido de verdad leyéndolo. También me ha gustado lo de "bobos con balcones a la calle", un estupendo y divertido post suyo, que tengo en mi Facebook.
Efectivamente, si alguien quiere ver lo que es flexibililidad, que pongan en tela de juicio la decisión de cualquier aperturista. Ya lo he comprobado en alguna ocasión.
Me he llevado una sorpresa cuando nos dice que es usted de un pueblo de la sierra de Madrid, al menos eso es lo que he entendido. Me parece que Madrid y Granada son ciudades parecidas en cuanto a que son llanuras rodeadas de sierras; incluso me parece que tienen parecida climatología, y a mí particularmente me encanta la sierra. Debe ser porque mis padres como usted eran también serranos.
Y sin embargo no sé por qué, yo le hacía a usted aragonés. Que caprichosa es la imaginación. Con razón Santa Teresa de Jesús la llamaba "la loca de la casa."
Me encanta que sea usted madrileño. Siento una especial simpatía por la capital de España y por los madrileños, que me parecen de lo más simpático, como lo es usted.
Saludos cordiales.
Jesús dijo "que vuestro hablar sea sí, si ; no,no".
Veo con tristeza que muchos en la iglesia de Cristo, dicen una cosa, hacen otra, luego desmienten haber dicho o hecho, otros interpretan lo que cada cual quiso decir, y así hasta el hartazgo.
Ojalá todos tengamos presentes que "la verdad nos hará LIBRES"!
Evidentemente, todo debe ser cosa del maestro de seminaristas que vd. tuvo. ¡ qué tio ! ¡ se debió emplear bien con vd. ! Afectuosamente.
PD. Y ni caso al tocino que dice que vd. tiene maneras de político...¡ qué sabrá ese de visillos !
La autenticidad se ha convertido en defecto y el todo vale en virtud.
El Padre se está refiriendo a la hipócrita "flexibilidad" de la "Iglesia Apostatante", de esos que se saltan casi todas las reglas y lo hacen preguntarse a uno: "Y estos, ¿qué tienen de católicos"?
Los lefebrianos y sus filos en cambio forman parte de la "Iglesia Cismateante". Lo que ellos se saltan olímpicamente es la autoridad de los obispos en comunión con el Papa, a la que ni caso, entonces uno termina haciéndose exactamente la misma pregunta anterior.
Y si bien éstos la van de "inflexibles" e "intransiguentes" a rajatablas y enarbolan banderas atractivas, no lo hacen en armonía con el "sentir de la Iglesia", con la verdadera flexibilidad propia del pastor misericordioso a la vez que justo que está atento a los "signos de los tiempos", sino en una versión nostálgica, esclerotizada y reaccionaria. Pero sobre todo en una versión desobediente, y eso es inaceptable.
Genial, Padre... es precisamente lo que me alarma de ciertos Pastores...
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