Aniversario de la capilla de adoración perpetua. Crónica de 24 horas de...
Hoy se cumple el año de la inauguración de la capilla de adoración perpetua en la parroquia. Escribo este post para contar a los lectores cómo estamos viviendo el aniversario y para animar a sacerdotes y parroquias a abrir nuevas capillas. Los frutos son extraordinarios por pura misericordia de Dios.
Como anunciamos en su momento, decidimos preparar, con el consejo y los coordinadores de la adoración, un programa “ambicioso”, porque entendían que el don de Dios había sido grande y merecía la pena hacer también algo grande para celebrarlo. Lo que salió de aquello, como ya conté en su día, fue mantener, durante 24 horas, adoración, confesiones, lectura de la Biblia y recogida de alimentos. Es lo que se ha tenido desde las 10 de la mañana de este pasado sábado a las 10 de la mañana de ayer domingo.
Comenzamos las celebraciones del aniversario con el solemne traslado del Santísimo desde la capilla hasta el templo principal, donde se ha tenido la adoración durante ese tiempo. Una procesión con muchísima gente y muchos adoradores durante esas 24 horas. En algunos momentos llegamos a contar más de cuarenta.
Interesante la experiencia de leer la Biblia de forma continuada durante 24 horas. Se comenzó por el Génesis y a la hora de la misa vespertina se había llegado a la mitad del libro del Levítico. Tras la misa, decidimos recomenzar con el nuevo testamento. Cuando acabó la lectura, a las diez de la mañana del día siguiente, se habían completado los cuatro evangelios y una buena parte de Hechos. Nunca faltaron lectores ni oyentes de la Palabra, ni siquiera en medio de la madrugada.
Se han recogido, para el economato, aproximadamente una tonelada de alimentos.
Capítulo especial merece el de mantener confesores durante esas 24 horas. He de decir que JAMÁS han estado parados. Incluso en las peores horas de la madrugada ha estado acudiendo gente a confesarse. Doy fe de ello porque justo en las horas que tuve personalmente en el horario más “intempestivo” no dejé de confesar, aunque lógicamente bajó el número de penitentes.
Uno de los sacerdotes que acudieron a confesar nos decía que no nos hacíamos idea del bien que estaba haciendo la capilla. Este sacerdote acude cada día horas a confesar a una parroquia cercana y nos hablaba de gente que acudía a confesarse después de muchísimo tiempo sin hacerlo, y que era gente que estaba acudiendo a la adoración. Pues bendito sea Dios.
Las celebraciones del aniversario culminaron ayer domingo con la solemne eucaristía presidida por el vicario episcopal.
No me cansaré de repetir el bien que está haciendo en la parroquia la capilla de la adoración perpetua. La parroquia es otra: más profunda, más honda, más de Dios, más generosa. Y si cuento todo esto es simplemente para que se vea la mano de Dios actuando en la Iglesia.
A los compañeros que alguna vez habéis pensado en una capilla así, a los laicos que os llama la atención. NO TENGÁIS MIEDO. Es lanzarse y el resto lo hace Dios. Los frutos, extraordinarios.
(En la imagen, una familia participando en la lectura de la Biblia)
23 comentarios
1- Impresionante
2- Enhorabuena
3- Adelante
4- Gracias
@majovimo
Me resulta muy dificil acercarme al confesor y se me hace bastante cuesta arriba, pues bien, es estar dos minutos en oración delante del Santisimo y voy sin ningun tipo de problema y con gran paz interior.
Suplico a todos los sacerdotes que se instaure la Adoracion Eucaristica aunque sea parcialmente. Hay parroquias que la tienen unas horas algunos dias de la Semana.
La extensión de capillas de Adoracion Eucaristica Perpetua sería el ideal.
Cuanto debemos reparar ante Dios y que mejor manera que la Adoracion, en España que se ha convertido en pais puntero en el aborto y el matrimonio homosexual y en la apostasía.
Como creyente, vuelvo a suplicar a Obispos y sacerdotes, que se hagan eco de esta extraordinaria iniciativa de D. Jorge.
Sin Adoración, languidecemos hacia la muerte.
Y digo yo, ¿no creeis que buena de la titular de la Parroquia, ya se merece un ascenso? Porque algo habrá influido, vamos digo yo... y ahí la tenemos de "Beata"
Rezemos mucho porque estas capillas se multipliquen
Sé que usted juega la pelota parroquial tanto con la raqueta de Marta como con la raqueta de María;y no voy a descubrirle el Mediterráneo si le digo que con esta capilla, por medio de su iniciativa, el Señor les ha concedido a sus feligreses " La mejor parte "
No es un comentario vacío ,todo lo contrario.Gracias
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Jorge:
En la parroquia de un servidor. Parroquia de la Beata María Ana Mogas, en Madrid.
Me alegro mucho y pido a Dios que siga asistiéndole a usted y a su parroquia con Su Gracia.
Saludos afectuosos.
Recomiendo a todos los sacerdotes que duden, que se fíen, y que abran una capilla de A.E.P. Verán milagros. Así de simple. Pero mientras no se ponen en marcha, no hay nada, solo agonía lenta.
Dios, que es JUSTO, aparte de Misericordioso, se llevó al P. Luis la víspera del Corpus Christi, siendo enterrado ese día. El Sr. Obispo de Málaga no creo que esté ciego. Seguro que se dio cuenta del guiño del Cielo. Allí fue derechito presumiblemente, ese sacerdote amigo de Dios, y se encontraría con el beato don Manuel Gonzalez. El gran defensor de Jesús Sacramentado y de la adoración eucarística. Los dos seguramente comentarían algo así como..."la adoración perpetua todavía no ha llegado a Málaga, es sorprendente".
Los que duden, piensen algo: los que no tienen interés en apoyar capillas de A.E.P. son los enemigos de la fe, Satanás y sus huestes. Esos son el anticristo.
Tengo a mano un pequeño documento que habla de "tipos de parroquias", y perfila una denominada: "parroquia liberadora" (la más....desarrollada). Sus característica son....bueno, digamos que un poco distintas.
Una capillas de adoración perpetua parece NO CABER EN LOS PROYECTOS de este tipo de parroquias.
Así las cosas, queda claro que el desarrollo de una comunidad, una parroquia, NO es resultado de gestiones administrativas - por muy "pastorales" que estas sean - sino de la pura intervención y bendición del Señor. Y así, en donde se le adora permanentemente, no puede sino abundar la gracia, la caridad, la fraternidad, la unión, el compromiso, la autenticidad.
¡ Que envidia siento de ustedes, hermanos de la parroquia del barrio de Tres Olivos !
OT total, pero no me aguanto; cómo es eso que el consejo parroquial no es una democracia? No será que ha sido ud. que le ha escrito el discurso al Papa Francisco? ;-)
Fiesta de San Juan Apóstol, 27 de diciembre de 1993
Querido padre Tomás:
Un día de invierno en Nueva Inglaterra, dos amigos míos, Bruce y Maureen Smith, me llevaban en su auto al aeropuerto. Mirábamos por la ventana dudando si el avión podría despegar. Era un día oscuro, gris, nublado y tan frío que granizaba.
El avión finalmente despegó y en pocos segundos se elevó sobre las nubes. La escena era sorprendente. Se podían ver filas y filas de nubes blancas, onduladas, matizadas con resplandores de un sol dorado. Esto, pensé, debería ser cada hora santa. "Yo soy la Luz del Mundo" (Jn 8,12). Jesús es la luz. El Santísimo Sacramento es Jesús. El Santísimo Sacramento es la Luz del mundo. Los pensamientos negativos y depresivos vienen de su adversario.
Cada momento que se pasa en su presencia, debería influenciar y cambiar nuestra mente hacia lo positivo. El amor es positivo. "Dios es amor" (1 jn 4,8). Jesús es Dios, por lo tanto, el Santísimo Sacramento es Amor. El poder de este amor está por encima de todo. Como el avión, el pensamiento nos lleva de lo oscuro, frío y nublado, a la cálida, despejada luz del amor positivo.
Muy frecuentemente oímos decir que esta o aquella persona es "insegura". Todos somos inseguros. Pero podemos encontrar nuestra seguridad en la profundidad de su amor Eucarístico.
Esta es la lección de la fiesta de hoy. San Juan se vio a sí mismo como "el que Jesús amaba" y se recostó en su Corazón. En la primera Eucaristía, Juan "se recostó sobre el pecho de Jesús" (Jn 13,23).
Así conseguimos nuestra seguridad, recostándonos sobre el Corazón de Cristo. Cuando nos apoyamos en nosotros mismos, nos encontramos en la oscuridad de nuestra naturaleza humana caída y por consiguiente somos inseguros.
Apoyándonos sobre el Corazón de Cristo es vernos a la luz de su amor Eucarístico. Una sola gota de agua tiene todo el derecho de sentirse insegura. Esa misma gota de agua puesta en el cáliz del vino que se convierte en la preciosísima Sangre de Jesús tiene un valor infinito.
Separados de su amor, no somos nada y nos sentirnos inseguros. Unidos a su Corazón tenemos el valor infinito de la gota de agua que se convierte en vino y que se transubstancia en la preciosísima Sangre de Jesús.
La soberbia nos aleja de Cristo. La humildad nos muestra nuestro valor infinito en Cristo, redimidos por su Sangre y protegidos por su Amor. Entonces estamos muy seguros.
No es que Jesús amaba más a Juan sino que Juan estaba más receptivo al amor personal que Jesús le tenía. Por eso se vio como "aquel a quien Jesús amaba". Él conocía, valoraba y estaba abierto al amor personal de Jesús. En Redemptor Hominis, nuestro Santo Padre nos dice que esto es lo que debemos hacer.
Para que nuestro amor sea completo, Juan Pablo II afirma que nuestro amor personal por Jesús en el Santísimo Sacramento debe ir junto a nuestro amor comunitario por Jesús en la Santa Misa.
Continúa diciendo que "El empeño esencial... es el perseverar y avanzar constantemente en la vida eucarística, en la piedad eucarística; el desarrollo espiritual en el clima de la Eucaristía".
Así como uno no puede estar expuesto al sol sin recibir sus rayos, tampoco podríamos estar en la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, sin recibir sus rayos divinos y crecer espiritualmente a la luz de su amor. Una hora santa es recostarse sobre el Corazón de Jesús. Es una lección del Maestro que nos dice que cada uno de nosotros es "aquel a quien Jesús ama".
Por eso, todo católico debería decirle con vehemencia a todo evangélico y fundamentalista: "Yo tengo una relación personal con Jesús, mi Salvador".
¿Cómo puede uno desarrollar una relación personal con alguien que no está presente? El Santísimo Sacramento es Jesús en persona. "Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor" (Jn. 12,26).
Una larga fila de buenos servidores como Juan, el apóstol amado, lo siguen donde Él esté, en el Santísimo Sacramento.
El Papa Juan XXIII, en su autobiografía El Diario de un Alma, declara que su objetivo era hacer frecuentes visitas al Santísimo Sacramento, donde encontraba seguridad. Esto lo convirtió en el Papa alegre que el mundo llegó a amar.
El Papa Juan Pablo I encontró su seguridad en la presencia del Santísimo Sacramento, donde prefería estar en lugar de recibir los aplausos y las alabanzas del mundo. Cuando le preguntaban por qué sonreía tanto, él contestaba: "Porque Jesús en el Santísimo Sacramento me ama mucho".
El Papa Juan Pablo II hacía dos horas santas diarias y según un cardenal muy allegado a él, hacía por lo menos veinte visitas al Santísimo Sacramento por día. El obispo John Magee, de Clone, Irlanda, único en la historia que ha sido secretario de tres papas, estableció la adoración perpetua en la mayoría de las parroquias de su diócesis y las vocaciones se triplicaron en los últimos tres años. Su hermano Cahil Magee también difunde la adoración perpetua por toda Irlanda, donde hay más de cien parroquias con adoración perpetua.
San Juan Neumann propuso la devoción de las cuarenta horas a los sacerdotes de Filadelfia. La idea fue rechazada porque se pensó que sería demasiado peligroso debido a los “no-nada" ("no-nothings"), un grupo de hombres que aterrorizaban a cualquier inmigrante de Europa. Pensaban que sería demasiado peligroso en las horas de la noche.
Una semana después de la presentación, se originó un incendio en la casa del obispo. Se quemó toda su oficina y su contenido excepto un par de hojas que quedaron intactas en el suelo.
El obispo las miró maravillado. Eran su diagrama para la devoción de las cuarenta horas. Después Jesús le reveló: "Si yo puedo salvar un par de papeles sin valor de la furia del fuego, cuánto más protegeré a la gente que venga a adorarme en el Santísimo Sacramento". Tan pronto como la devoción de las cuarenta horas empezó a difundirse, los "no-nada" se desbandaron.
El padre John Randell recibió el mismo mensaje del Señor mientras hacia su hora santa frente al Santísimo Sacramento. Abrió la Biblia en Ageo y Zacarías y leyó estas palabras: "Cuando estés celoso de mi gloria en el santuario, entonces haré que las calles sean seguras para mi pueblo". El padre John interpretó el "celo" como adoración perpetua. Estaba en una zona plagada de crímenes en el centro de Providence, Rhode Island. La gente se mudaba de la parroquia porque no era un lugar seguro. El obispo pensaba cerrar la parroquia cuando el padre John recibió este mensaje. Ahora es una floreciente parroquia y el vecindario se ha convertido en un lugar seguro gracias a la adoración perpetua.
El testimonio del padre John movió al obispo Profugio de Lucena a hacer lo mismo. Él ha dado testimonio de que la adoración perpetua salvó a su diócesis del comunismo que amenazaba con destruirla.
John Mackenzie, lo primero que hace cada mañana cuando se despierta, es agradecer a Jesús por el amor personal que le tiene en el Santísimo Sacramento y por llamarlo a Manila a estudiar para ser Misionero del Santísimo Sacramento.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe
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