Monaguillos: ¿"pa qué tantos"? Con anexo profético
Los monaguillos, para empezar, me parecen un extraordinario invento. Un par de chavales que sepan su oficio, acompañen al sacerdote, le ayuden con las vinajeras y el lavabo, la campanilla o la bandeja de la comunión, es un servicio muy de agradecer. En días solemnes, otro par para que ayuden con incensario y naveta, perfecto. Pero no más.
Me sorprende de cuando en cuando ver celebraciones con legiones de monaguillos. Qué digo dos o cuatro: seis, ocho, diez… ¿”Pa” qué tanto? Porque sales con las ocho criaturas y a ver cómo te las apañas para que hagan algo.
Una celebración necesita su celebrante y unos colaboradores justos, ni más ni menos. Para las lecturas, pues bien tres lectores. Pero sería absurdo sacar siete y que las estrofas del salmo responsorial las fueran leyendo varios. Sería una pesadez. Como lo es que salgan ocho para leer cada uno una petición. No digamos cuando el número de peticiones se hace coincidir con el de posibles colaboradores ociosos. ¿Qué tenemos siete niños? Pues siete peticiones y así todos hacen algo.
Volvemos a lo de los monaguillos. Si en una misa normal todo lo que hay que hacer lo pueden repartir tranquilamente entre dos, y como mucho entre cuatro ¿para qué necesitamos media docena? Pues la verdad es que para nada. Así que hay que inventarse cosas y encima estar pendientes, porque ocho o diez niños ociosos vestidos con túnicas en el altar lo que más hacen es aburrirse y entretenerse enredando unos con otros, con la consiguiente distracción de los fieles.
Monaguillos los justos y bien ensayaditos.
ANEXO:
El día 2 de enero escribí un post recogiendo las profecías de J. M. Vidal para el 2014 ellas decía: “Entrarán en el colegio cardenalicio teólogos y simples sacerdotes”. Pues como no haya otro consistorio antes de fin de año… Primer error profético.
20 comentarios
Pues para dar Gloria a Dios Pater :P
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En cuanto a los de Vidal, vaya chasco. estabamos todos esperando a Lucia S.R.E. Cardenala Caram :) :) :)
He estado en misas con 20 monaguillos, niños entre 8 y 14 años y a mí no me ha supuesto ninguna distracción.
Por otro lado, es una manera de que los niños puedan participar mejor de la Misa, están más tranquilos y quietos por lo general. Tiene que haber alguien mayor que los supervise.
Además vocacionalmente puede funcionar como gancho. No digo que se busque con ello vocaciones sino que la gente esté mejor dispuesta a escuchar una posible llamada del Señor.
Para mí, en este caso, no es todo blanco, o todo negro. Sin embargo, no deja de ser mi opinión.
Un saludo
Recuerdo de mi infancia-adolescencia a media docena de monaguillos (amigos, compañeros o conocidos de la parroquia) colaboradores habituales de los sacerdotes en la celebraciones eucarísticas, que hoy día no sólo no son practicantes (ninguno), sino tampoco creyentes (la mayoría).
Curioso.
: )
Y para dar ese ambiente por aquí son jóvenes monaguillas, desgarbadas, hirsutas, que no veo que aporten sino desviar nuestra atención aún más
La pitonisa Lola Vidal no yerra nunca.Y si no entendemos la verdad profunda que nos desvela en sus arcanos proféticos, es por culpa de Reig Pla, los dos últimos Papas y el Concilio de Trento.
Lo que no tiene perdón de Dios, y menos si lo hacen feligreses, es hacer insinuaciones sobre el cura y el trato "preferente" que da a los niños, especialmente cuando está solo con ellos. Ya me entienden, sugerir que el cura es poco menos que un paidófilo. Que si el cura lleva a los monaguillos en el coche para ir juntos al cine, que si los invita a su casa a comer, etcétera. Esas insinuaciones yo las he escuchado, doblemente dolido, cuando provenían de los propios parroquianos. Cuidadín, don Jorge y lectores, con generar este tipo de prejuicios y establecer la sombra de la duda con nuestros curas, a quienes exigimos más que a nadie y miramos con lupa, con un celo muy similar al de los fariseos para con Jesús. Poner a prueba, intentar "pillar" a un sacerdote es de ser un ser un pobre diablo.
Claro que yo viví tiempos en los que además del mayor y el menor había incensario, naveta, lectores, ofrendas, hachones, campanilla y hasta maestro de ceremonias (cuando no Cruz y ciriales, paño de hombros, carraca, etc).
Si no se trata de inventar funciones, hombre, se trata de realzar y ayudar y aprender lo que significa la experiencia, la jerarquía y la asunción de nuevas y más importantes responsabilidades y tareas
Sin acritud
Si cuenta con treinta, habrá que hacer más misas porque es evidente que estamos ante una parroquia milagrosa, :D
Los sábados por la mañana tenían preparación . Varios entraron sacerdotes.
Daban solemnidad a la liturgia aunque no hicieran nada, pues algunos sólo estaban en el altar, pero se iban acostumbrando a lo sagrado.
Es cierto que el presbiterio de la parroquia de San Jorge es amplio.
Quien de los presentes es capaz de asegurar que en un universo paralelo (a los que si llega Vidal) no hay ya una Papa, un hombre embarazado y un indigente en cabeza de lista electoral.
Seamos serios por favor.
El acolitado como el lectorado no son ordenes menores (abolidas por Pablo VI), sino ministerios laicales, aunque es cierto que suelen ser los seminaristas a quienes se instituye en estos ministerios.
No me parece mal lo de los monaguillos, lo que no entiendo es que en algunas iglesias se promocione solo para chicos, intentando que ellas no lo sean, como si hubiera que alejarlas del altar a las chicas.
¿Por qué? ¿porque tiene relación con el sacerdocio y ellas nunca lo serán? No se si es por eso.
En una parroquia de Barcelona con mucha suerte 2 monaguillos para 4 Misas. Es decir el párroco cuenta con ayuda en 1 ó 2.
Otro punto es alguna misa en que tiene siempre dos lectores, que pasan la colecta también, y ayudan a dar la Comunión también, porque la Iglesia está a tope pero no se apunta nadie.
Todo eso sin hablar del ambiente de alegría que aportan a las comunidades y a las asambleas litúrgicas. Ojala en todas las parroquias hubiera monaguillos, seguro que los seminarios no estaría tan vacíos.
Muchas gracias por su blog y por el libro que he leído con gusto.
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