Un papelito de Rafaela para el señor Ramón
Cuando el señor Ramón se ponía pelma, no era fácil de contentar. Anticlerical de toda la vida, con un toque de intelectual y una sonrisa de esas de perdona vidas. Con lo bien que estaban las mujeres solas y esa tarde tuvo que arrimarse el buen hombre.
No le faltaban teorías, razonamientos, algún dato de esos que dejaban a la gente asombrada, menos a Rafaela, que cuando le escuchaba hablar de sus filosofías como él llamaba a sus peroratas le decía: “anda Ramón, que tú una vez leíste un libro y todavía no lo has digerido”.
Las mujeres volvían de misa, así que tocó, una vez más, criticar a los curas y a la Iglesia. Nada nuevo. Lo bien que viven, no dan golpe, encima hay que pagarles la casa y un buen sueldo, y mira… luego como todos, que ya ves cómo decían que aquél tuvo una niña con la Fulanita, y ese otro cura que tuvimos que si se entendía con la Menganita. Y ahora ¿qué me dices? Ya ni sotana la mayor parte, visten como nosotros, no dan golpe, su buen coche, la casa del cura que les damos, y todos tienen sus líos con mujeres o con lo que sea. Dale y dale, y el señor Ramón que venga a soltar mamporros a los sacerdotes. Las mujeres en esos casos callaban, porque si llevaban la contraria lo ponían peor.
El señor Ramón se iba creciendo por momentos, para llegar a la sabida conclusión: el mejor oficio, el más rentable, el más cómodo, cura. Rafaela se levantó y con un simple ahora vengo dejó la tertulia. A los pocos minutos regresó con un papel en la mano. Oye Ramón, tú tienes dos nietos en el paro, ¿verdad? Pues mira, diles que vayan a esta dirección, que van a conseguir trabajar en el oficio más cómodo y rentable. ¿Y qué me das? pregunto Ramón. Anda este, pues la dirección del seminario, así se hacen curas y a vivir del cuento.
Sin saber muy bien cómo salir del paso, el señor Ramón solo llegaba a decir que no, que eso era un oficio de mala gente y que él quería nietos honrados. Pues vaya, lo estábamos terminando de arreglar. Pero si se trataba de dejar claras las cosas Rafaela se apuntaba la primera. ¿Nietos honrados?
Ramón, dime una cosa. ¿Cuántos años estuvo de cura en el pueblo don Martín? Lo menos treinta… ¿Te acuerdas cuando se fue qué se llevaba, que tenía el buen hombre? El coche y poco más. ¿Cuánto tiempo estuvo tu chico de alcalde? ¿Cuatro años? Y antes de ser alcalde ¿dónde vivía? en el bajo de tu casa, ¿y en qué trabajaba? con las vacas. ¿Dónde vive ahora? En un buen chalet. ¿Y trabaja? Sigue con las vacas…
Está todo claro. Y no pierdas el papelito con la dirección, que a lo mejor le viene bien a alguno de tus nietos.
10 comentarios
Actualmente, corríjame si me equivoco, el salario mensual de un cura está en 800 euros al mes y se le proporciona alojamiento. Cualquier carrera que te asegurase poder ejercer tu profesión en dichas condiciones estaría absolútamente desbordada, pero vemos que la de teología está vacía y cada vez más. Yo sin ir más lejos,he estudiado dos carreras y estaría encantad de poder ejercer mi profesión en dichas condiciones.
Podemos tomarnos en serio el que nadie se crea ya ciertas posturas y que consecuentemente nadie se quiera hacer cura, o podemos decir que esque ser cura es muy sacrificado...
En fin, que vamos camino de desapaarecer. Y más viendo la edad media de las Iglesias.
Y compararlo con lo de ser alcalde... Claro, un señor de 200 kilos es flaco si lo comparamos con uno de 300.
Conozco a algunas personas, que no han hecho estudios universitarios, y ganan muchísimo más dinero de lo que gana un sacerdote.
También conozco a personas que tienen dos carreras universitarias, de las que solamente ejercen una, y también ganan muchísimo dinero más que un sacerdote.
Así es que a nadie que vaya buscando un buen nivel de vida económico, se le puede recomendar que estudie la carrera eclesiástica. Económicamente no es rentable.
Sí lo es totalmente cuando se vive con entrega a Dios y al prójimo. Entonces es la mejor de las carreras posibles.
En Granada y para los tiempos que corren, no está mal la vocación sacerdotal. La semana pasada tuvimos varias ordenaciones sacerdotales, entre ellas la de un joven sacerdote que sirve en la parroquia en dónde me reúno con mi comunidad.
El seminario que está en la zona universitaria por excelencia, que es Cartuja, lo comparten los seminaristas diocesanos y los seminaristas Redentoris Mater.
Saludos cordiales.
Tengo otros 6 hijos más y el cura es el más pobre de todos. Gana poco y con lo poco que tiene aún debe ayudar a los que vienen a pedir su ayuda. Está de servicio permanente y a veces hay alguien que le insulta en el metro al verlo con el clergiman. Sólo puede hacerse por Dios.
Las compensaciones humanas son escasas para los sacerdotes, aunque no las divinas. Por ello la lista FORBES dice que son las personas más felices ( en la lista FORBES de millonarios no figura ninguno)
Por lo demás yo que tengo un hermano sacerdote y tuve una hermana monja recomiendo a todas las familias que pidan a Dios les envíe vocación ( y la sigan) a alguno de sus miembros. Es inmenso lo que aportan al bien espiritual de la familia.
No creo que el enfoque de la Sra. Rafaela ande mal: a ella D. Ramón le objeta datos "económicos" (0% de paro), y ella le responde con datos económicos.
Si prefiere iniciar un debate sobre la "credibilidad" de la figura del presbítero en la Iglesia Católica, lo propio sería iniciar un debate de otra naturaleza, ¿no le parece?
Sólo un pero, la moqueta de color rojo en el altar me pareció algo excesiva.
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