Cataluña: "campanades a morts"
Mañana, 11 de septiembre, a las 17:14 h., está previsto que un gran número de iglesias de Cataluña haga sonar sus campanas a favor de la independencia. Qué quieren que les diga.
Bueno, por decir, se me ocurren algunas cosas. Por ejemplo:
1. Soy firme defensor de la separación iglesia – estado. Una cosa es la colaboración en lo que se vea de interés general, y otra casarse con el gobierno de turno y apoyar opciones netamente partidistas. Que la Generalidad y la Iglesia colaboren en la atención a los pobres, el mantenimiento del patrimonio histórico artístico, el fomento del arte y la cultura, la concordia y la convivencia entre los ciudadanos, me parece útil, justo y necesario. Que la iglesia como tal se embarque en un proyecto independentista me parece un error.
2. ¿A quién se le ha ocurrido lo de las campanas? Parece ser que a una entidad que se llama “Asamblea Nacional Catalana”, claramente independentista. El viejo truco de no querer saber nada de la iglesia pero aprovecharse de sus infraestructuras, como son campanas, campanarios, púlpitos y altavoces.
3. ¿Y qué dicen los obispos catalanes ante este asunto? Pues no dicen nada. Sabemos que el obispo de Solsona, a través de una carta, “recomienda que no suenen las campanas”. Parece que el arzobispo de Tarragona ha sugerido algo semejante “en privado”, y en Tortosa pedirán a las parroquias que no lo autoricen. El resto parece que felices y satisfechos. Pues ellos sabrán a qué tienen miedo, pero no estaría de más que fueran claritos y dijeran algo al respecto. Es fácil: oiga, señor obispo de mi diócesis, ¿a usted le parece bien que toquen las campanas de las iglesias de su diócesis llamando a la independencia? ¿Sí o no? Y si le parece mal, pues directamente lo prohibe y aquí paz y después gloria. Que ya está bien de que yo no digo nada, que sí, que no, que según, que bueno…
4. Quiero suponer que entre los católicos catalanes los habrá independentistas y los habrá que no, y como hijos de la Iglesia merecen el mismo respeto unos y otros. Quisiera suponer, me cuesta, que en las parroquias donde han decidió que toquen las campanas se ha consultado al menos con los feligreses.
5. No es fácil para un católico de a pie, de los de misa dominical, encontrarse con que en su parroquia mañana luce una enorme estelada, que suenen las campanas a las 17:14 y que además no haya misa por la tarde porque el mosén está formando parte de la cadena independentista.
6. Creía que los tiempos del nacional catolicismo habían muerto con Franco. Creía que la separación iglesia – estado era la mejor opción para ambos. Creía…
Hace poco tuve la oportunidad de charlar con un sacerdote de la diócesis de Gerona. Setenta y ocho años, delicado de salud, y atendiendo varias parroquias. Me decía que la media de edad del clero de Gerona está por encima de los setenta años y que no llegan a doscientos los sacerdotes para atender una diócesis con 383 parroquias y 12 anejos. ¿Ordenaciones? Prácticamente inexistentes. Ahora mismo siete seminaristas, de los cuales cuatro son extranjeros. ¿Qué vida pastoral puede garantizarse?
Pues esta es la realidad. Una iglesia que se hunde, pero que toca las campanas por la independencia y coloca enormes esteladas. Pues nada… adelante. Campanadas. Campanades a morts.
44 comentarios
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Jorge:
En todas las misas se pide por los gobernantes, y con motivo de fiestas autonómicas o locales por alcaldes y presidentes. ¿Le parece mal que se rece por el rey, por España?
En cuanto a rezar por los gobernantes, de acuerdo; Pero no en cuanto a institucionalizar la Iglesia. Yo. a las celebraciones que alude LF, prefiero simplemente no asistir, no vaya a ser que me duela la cabeza.
Nunca he entendido ese afán de que la Iglesia se case con aquellos que sudan totalmente de sus enseñanzas. Y aquí entra la presencia diversa de autoridades en diferentes celebraciones religiosas.
Ahora bien, que cualquiera rece por lo que le apetezca, si se trata de algo opinable, y no es mi intención abrir aquí un debate sobre ello.
Ellos son los que legislan y por tanto hemos de pedir a Dios que abra sus conciencias para que las leyes sean justas.
En estos tiempos de leyes de aborto, eutanasia, etc... mas necesario que nunca.
Es algo muy distinto a lo que pasa en Cataluña (si, lo escribo con ñ porque este texto esta escrito en español) que viene a ser "Recemos por el partido menganito para que gane las elecciones..."
Por cierto, se ve una vez más, que cuando más secularizado, agnóstico - ateo - e "indeferente" es el poder político, más pretende coartar la libertad de la Iglesia, intentando controlarla y someterla a sus fines.
Especificamente, en España las campanas tocaban a rebato , también tocaban cuando nacía un príncipe heredero. en mi pueblo hay concierto de campanas. por la fiesta mayor,
Ahora parece que hay gente muy purista por estos ofros, cuando tocan lo que no les gusta
Que toquen campanas en las iglesias a favor de un proyecto ideológico (basado en la mentira y en el odio, o sea, proyecto satánico, pero esto es apreciación mía), creo que es una cosa muy diferente.
Enlazo el primero de los tres artículos, en el que figura una tabla que muestra bien a las claras la debacle experimentada en el seminario de Pamplona-Tudela tras el Concilio Vaticano II, seminario que prácticamente se "secó" en apenas cinco años:
"Durante los años 1940-1970 la media anual de ordenaciones era en Navarra de 25 sacerdotes. En cambio, de 1970 a 2012 viene a ser de 1 o 2 ordenaciones por año. El descenso es, pues, brusco, gravísimo y notablemente persistente. Y llevamos así más de cuarenta años."
[http]://infocatolica.com/blog/reforma.php/1304201100-213-reforma-o-apostasia-ix-ig-1
Me temo que, aparte de señalar los gravísimos problemas que afectan a la Iglesia (y eso nos incluye a los fieles, sobre todo por lo poco fieles que somos), toca plantear seriamente las opciones que puedan existir para la solución de dichos problemas, y sobre todo plantear de forma clara cuál es la forma en que debemos (sí, debemos) participar en ellas.
De hecho, este de la necesaria reforma de la Iglesia es el tema del blog del padre Iraburu "Reforma o apostasía":
- están los reformadores, que buscan la solución de los problemas de la Iglesia respetando y conservando su santo legado, aun a riesgo de su propio pellejo.
- están los deformadores, que pretenden que la Iglesia se adapte al Mundo violando este legado.
- y en medio están los moderados, que sólo quieren contemporizar y mantener las cosas como están, siempre en un tono santurrón y buenista, pero poniendo palos en las ruedas a las soluciones que otros quieran poner en marcha, porque les interesa que se mantenga el statu quo.
Cuando en vista de las graves desviaciones se hace evidente que la reforma es necesaria, incluso la postura moderada está mucho más cerca de la apostasía que de cualquier otra cosa.
Un saludo.
Pero confundir nacionalcatolicismo con cesaropapismo no es conveniente
El cesaropapismo busca poner la Iglesia al servicio del Estado, como los países protestantes donde los obispos y los sacerdotes son funcionarios y la cabeza de la mal llamad "Iglesia nacional" es el soberano político.
El Nacionalcatolismo hace que la Administración, las Leyes, etc.. sirvan a la Nación y beneficien a sus habitantes, instaurando un Orden Social Cristiano según la Ley de Dios y la naturaleza humana
En la cuestión de la forma de relacionarse Iglesia y Estado recomiendo el siguiente art.
anotacionesdepensamientoycritica.blogspot.com.es/2011/07/relaciones-iglesia-estado-la-postura.html
Que incluye los siguientes temas
Planteamiento
INCIDENCIA EN EL ESTADO DEL VALOR RELIGIOSO
¿Puede haber, a la altura de nuestro tiempo, un Estado confesional católico?
I. Posición teocéntrica y de tesis.
- Razón teológica
- Razón Orgánica
- Razón sociológica
- Razón Histórica
- Razón Teleológica
- Razón pluralista
II.Posición antropocéntrica y de hipótesis:
- Posición en Estados sin mayoria católica
RELACIONES ENTRE EL ESTADO Y LA IGLESIA
Necesidad de las relaciones iglesia Estado
I. Desde la perspectiva de tésis
II. Desde la perspectiva de un Estado neutro
III. Situaciones de conflicto
IV. Cuestiones mixtas Iglesia Estado
1) Nombramiento de prelados;
2) Matrimonio;
3) Enseñanza;
4) Fuero eclesiástico;
5) Financiación;
Conclusión
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-Casi nada en días de tanta apostasía.
-Un poco más. Y qué será más angustioso para el creyente: ¿encontrar el pan con qué alimentar su cuerpo hambriento; o encontrar el sacerdote que pueda tranquilizar su alma?
En principio no estoy de acuerdo con que se utilicen las campanas o cualquier recurso de la Iglesia nada más que para las cosas de la Iglesia.
En cuanto acuerdos Iglesia y Estado pues los justitos para conservación del patrimonio y educación.
Esta complicidad con el independentismo también se vivió en el país vasco, ahora no sé cómo irá este asunto, hace unas décadas esto produjo cierta división entre los católicos vascos.
Todo católico tiene derecho a tener un pensamiento político, como ciudadano que es, pero el uso político de la religión y de las infraestructuras creadas para la religión me parece un error que siempre pasa factura y no pequeña.
Todo amor que te haga sentirte diferente,superior,es baja pasion,no viene de Dios,que no hace acepcion de personas.
Nacer aqui o alla,nos viene dado y no es para sentir orgullo,sino para dar gracias a Dios.
En personas que no viven en y por el Espiritu,se puede comprender que no hayan sido enseñadas por Dios,sobre el engaño de las manifestaciones egocentricas,pero dentro de la Iglesia,en sacerdotes y obispos,es inconcebible que se presten como instrumentos para hacer apologias del amor propio desordenado,es decir,el orgullo.
Soberania; en el Reino de Dios solo hay un Soberano;Jesucristo.
Creo que el Arzobispo de Tarragona ha dado libertad de decidir a sus párrocos.
Sí, en Cataluña hay un "nacional-catolicismo", y más cuando gobierna CIU.
Ahora bien, con todos los respetos y no se lo tome a mal, pero creo que los árboles no le dejan ver el bosque, Padre Jorge, en COPE y 13TV se está politiqueando a favor del Partido Popular desde hace decenios sin enmienda alguna y con todas las bendiciones. Una vergüenza también como en Cataluña. ¿No será una vendeta de los párrocos catalanes contra el statu quo de la mayoría de la CEE el autorizar el toque de campanas?
Dice una alabanza preciosa;
Soy de Criiiiiiistoooo ,y lo que tengo ,te doy,nuestro gran tesoro y es que no hace falta mas,que Jesucriiiiiiisto.......
Pues eso ,naciona-listos ,es de necios ,que buscan amores porque no estan llenos,de Dios,por supuesto.
Todos hemos estado alli,y yo el primero...y el mundo nos sigue engañando a veces,seduciendo ,para que dejemos de alimentar al espiritu ,por sucedanios para la carne,que apagan nuestro apetito por Dios.
Es una guerra infernal;contra mas crecidos estemos espiritualmente,mas claramente vemos los ataques del oponente,porque habitamos en la Luz de Cristo.
Resultado: Cuando la Iglesia se pone del lado de los que pretenden imponer sus ideas por la fuerza a los demás, los fieles católicos dejan de ser practicantes. Los lobos nunca pueden estar al cuidado del rebaño.
Y luego se quejan de que en esas dos regiones de España, la asistencia a las iglesias esté bajo mínimos. Mucho peor que en el resto de España, que ya es decir.
Ver a un cura escribiendo semejante frase... no sé si reír o llorar del pasmo.
Infame y ridículo, querido D. Jorge. Infame y ridículo. No, claro, es que es mucho mejor lo que tenemos ahora: Una legislación rabiosamente anticristiana, una España descristianizada a niveles de auténtica alarma y a punto de romperse en pedazos... y un cura equiparando a los antiespañoles de Cataluña con el régimen de Franco (que no "nacional-catolicismo", que es un término peyorativo contra ese régimen).
Eso, por no hablar de lo que hubiera ocurrido en España si Franco hubiera perdido la guerra (entre otras cosas, que no hubiera quedado un solo cura vivo, por ejemplo).
Hay que tener un poco más de vergüenza, oiga.
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Jorge:
Me temo que el problema es saber leer. Podemos discrepar o aclarar o debatir. Lo que no se puede es llegar a un blog y antes de nada emplear palabras como "infame", "ridículo". "poca vdergüenza". Porque esto a quien descalifica es a quien las escribe.
De tales polvos, estos lodos.
Eso es lo que, más o menos, vino a suceder durante la época de Franco.
Lo de Cataluña es muy diferente: no existe una participación de la Iglesia en un poder político que la adopta como religión de estado y legisla conforme a sus principios. Lo que hay es una renuncia del clero catalán a cumplir con su obligación como Iglesia de Cristo, y una entrega a un poder político cuya ideología es anticatólica hasta la nausea, que se limita a instrumentalizar a los tontos útiles que le han caído en suerte mientras no se apea ni un ápice de su odio y desprecio por todo lo que recuerde al cristianismo verdadero, mientras atenaza a la Iglesia (recordemos que en Cataluña el cierre de templos es un mero acto administrativo) y legisla contra todo principio moral (empezando por el aborto y la eutanasia).
Así pues, lo de Cataluña no puede ser nacionalcatolicismo por la sencilla razón de que NO ES CATOLICISMO, SÓLO ES NACIONALISMO, y de la peor calaña.
PD: Será triste ver cuántas iglesias hacen sonar hoy sus "campañas" (no es errata) tocando no a muerto sino a odio.
Un saludo.
No defiendo el nacionalcatolicismo, al que considero que es de algún modo una perversión del catolicismo, en tanto la Iglesia pierde la necesaria independencia del poder civil temporal, se cierra a esa vocación que tiene por naturaleza (aunque valoro positivamente la cercanía del marco legal civil a los postulados católicos).
El problema es que se plantea una paradoja de difícil solución, ya que el poder civil debería guiarse por la moral verdadera del catolicismo, pero sin participación de la iglesia esto es muy difícil.
No es que lograr la cuadratura de ese círculo sea algo imposible (como sí es la cuadratura geométrica del círculo, me apresuro a aclarar), pero se hace necesario que existan unos gobernantes y unos legisladores de una integridad y una firmeza casi heroicas, y tanto el carácter de estas personas (que no ansía el poder político) como la dinámica del propio sistema (que filtra en base a clientelismos y marrullerías) expulsa a ese tipo de personas de los puestos de relevancia política, no digamos de la carrera por la presidencia.
Así pues, como he hecho en otras ocasiones, me remito a las excelentes reflexiones del padre Iraburu en el blog "Reforma o Apostasía", que alrededor de la entrada 100 a 130 trata la cuestión de los "Católicos y política":
[http]://infocatolica.com/blog/reforma.php/1211240939-0-indice-del-blog-reforma-o-a
Un saludo.
Si a usted le parece que mis términos duros me descalifican, a mí me parece que la ingratitud, la injusticia y las posturas "contra natura" descalifican mucho más a quien las ejerce.
Mire, yo puedo aguantarle a un izquierdoso que critique el "nacional-catolicismo" de Franco, usando, incluso ese término, porque eso está en la naturaleza de esa clase de personas. Es algo que puedo comprender, al menos, hasta cierto punto.
Pero ver a un cura atacando a Franco, nada menos que por su "nacional-catolicismo" (¡Ver para creer!), equiparándole injustísimamente a una caterva de miserables que sueñan con destruir la unidad de España me parece exactamente lo que he escrito. He usado los términos justos.
Claro que, teniendo en cuenta lo espantosamente cobarde e ingrata que lleva siendo la Jerarquía católica en España, desde hace décadas, respecto a este tema, quizá tampoco debo extrañarme demasiado de ver a un cura escribiendo barrabasadas al respecto.
Y así, entre unos y otros, "leña" al pobre general Franco. Tremendo. Dios lo tenga en Su Gloria.
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Jorge:
Y dale...
Me da la sensación de que está vd interpretando las palabras de D.Jorge en un tono radical que no existe realmente en ellas, de ahí que en respuesta a su primer comentario D.Jorge aluda al "saber leer".
Hasta donde veo, D.Jorge se refiere únicamente a una Iglesia de la mano de (en lugar de separada de) el poder político. Así pues, la única crítica a Franco que cabe deducir claramente de lo dicho por D.Jorge se refiere a la politización de la Iglesia, y en esa crítica coincido plenamente (como puede leer en otros de mis comentarios).
Aun así, las palabras de D.Jorge me parecen cuando menos inoportunas, ya que al hacer su alusión en este contexto está equiparando el nacionalcatolicismo de Franco con el nacionalsocialismo anticatólico de los independentistas catalanes, cuando ambas cosas no sólo no tienen absolutamente nada que ver sino que son, de hecho, realidades completamente opuestas: no es lo mismo la religión mal entendida que el odio a la religión.
Como decía, la vocación de la Iglesia consiste en erigirse en referencia y guía moral (como un faro que guía a los navegantes), y esa labor sólo puede llevarse a cabo manteniéndose escrupulosamente separada de los poderes políticos (si un faro se monta en un barco, deja de servir como guía porque se mueve al son que marque el barco).
Así, si la Iglesia acepta integrarse en las estructuras de poder temporal, inmediatamente su acción quedará supeditada a los cargos que se ocupen, y eso impone una dicotomía inasumible: "Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a la Política." (parafraseando Mt 6,24, donde he cambiado "al Dinero" por "a la Política")
Así pues, cabe perfectamente una crítica constructiva al gobierno de Franco, y una de las críticas que se le puede hacer alude específicamente al desarraigo de Dios que Franco indujo en una Iglesia a la que hizo arraigar en el Estado. No me cabe duda de que lo hizo creyendo honradamente que era lo correcto, ni de que eso mejoró en mucho la moralidad de muchas de las acciones del Estado, pero pervirtió a la Iglesia española, que probablemente habría podido realizar la misma labor de referente moral, pero de forma más sana, si no hubiese aceptado asumir el papel político que asumió.
Tampoco confunda vd la crítica a Franco con el odio a Franco, que a menudo no coinciden (aunque la inoportunidad ayude a confundirlos).
Un saludo.
Habría que ver a qué se refiere con "Estado confesional", ya que es una expresión más bien difusa, en la que cabe tanto una democracia cristiana como una teocracia islámica.
Si se trata de un Estado en el que, aun dando justa primacía a la religión mayoritaria, se respete la libertad religiosa y en el que los cargos religiosos no ocupen cargos de responsabilidad civil (lo que no significa que no asesoren a estos cargos), entonces me parece perfecto.
Por el contrario, si se trata de un Estado en el que el establecimiento de una religión oficial signifique el acoso a las demás, violando el derecho a la libertad religiosa, y en el que parte del poder civil sea ejercido por religiosos conforme directrices religiosas, entonces hablamos de una teocracia y no puedo sino oponerme.
En este sentido, el padre J.M.Iraburu analiza la cuestión de la confesionalidad, tanto de los estados como de los partidos en su blog "Reforma o apostasía".
De los estados: "El Vaticano II, por tanto, no prohibe ni exige la confesionalidad del Estado, cuya conveniencia dependerá de las circunstancias religiosas de cada país."
[http]://infocatolica.com/blog/reforma.php/1009131202-105-catolicos-y-politica-x-do-8
De los partidos: "Como los partido políticos de Occidente impugnan esos valores [Vida, Familia, Educación], es urgente la necesidad de partidos confesionales católicos que los afirmen y defiendan"
[http]://infocatolica.com/blog/reforma.php/1101271148-122-catolicos-y-politica-xxvi-14
PD: ¿Confesional o aconfesional? Lo mejor, que Estado e Iglesia colaboren pero sin identificarse uno con otro:
Que colaboren: En la encíclica Dilectissima Nobis, Pio X denunciaba la vejación que la II república perpetraba contra la Iglesia y todo lo católico. En ella denunciaba en general los males fruto de la ruptura entre los Estados y la Iglesia:
"Que esos daños se sigan inevitablemente del régimen de separación lo atestiguan no pocas de aquellas mismas naciones, que, después de haberlo introducido en su legislación, comprendieron bien pronto la necesidad de remediar el error, o bien modificando, al menos en su interpretación y aplicación, las leyes persecutorias de la Iglesia, o bien procurando venir, a pesar de la separación, a una pacífica coexistencia y cooperación con la Iglesia."
[http]://www.vatican.va/holy_father/pius_xi/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_19330603_dilectissima-nobis_sp.html
Pero sin identificarse: que la Iglesia no busca poder político es algo que deja claro, por ejemplo, Benedicto XVI en su encíclica Caritas in veritate:
"La Iglesia (...) no pretende «de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados»".
[http]://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-veritate_sp.html
Un saludo.
Y no es cierto lo que dices de que "el sacerdote (no tiene porque ser un sacerdote quien imparta la clase) que imparte la asignatura de religión en un centro de titularidad estatal no se le paga con dinero público por ser sacerdote o impartir la asignatura de religión", ya que si que se le paga por impartir clases de religión. Lo único que digo es que la situación actual es:
-La Iglesia Católica elige a los profesores de religión.
-El Estado los paga.
-Ellos ejercen un servicio público, de acuerdo con las directrices de la Iglesia.
-Los profesores cobran un sueldo público, habiendo sido elegidos por la Iglesia, pudiendo ser despedidos por la misma y acumulando años de experiencia, lo cual es muy valioso en caso de querer optar a cualquier otra plaza.
Simplemente no me parece justo en comparación con otros opositores que se pegan años y años estudiando para aprobar una oposición.
Si es la primera, como digo, por mí perfecto.
El problema siempre viene de las insidias y manipulaciones de los enemigos de la Iglesia, que siempre buscan que la no identificación entre la Iglesia y el Estado se convierta en un Estado enfrentado explícitamente a la Iglesia, convertir la hasta cierto punto sana aconfesionalidad en aberrante laicismo rabioso.
De ahí que a veces sea inevitable afianzar a la Iglesia integrándola en el Estado: hay momentos en la Historia en que ese virtuoso punto medio de la cooperación sin identificación no es posible y sólo cabe elegir entre una Iglesia integrada en el Estado o una Iglesia perseguida por el Estado, y en ese caso sólo puede elegirse en justicia lo primero, como de hecho en España tocó dramáticamente hacer hace tres cuartos de siglo, vista la clamorosa avalancha de mártires.
Un saludo.
Estimado Álvaro,
Es usted muy bien intencionado, pero demuestra no saber de lo que habla. Franco jamás pervirtió a la Iglesia (hace falta ser ignorante para escribir semejante barbaridad) y la Iglesia no intervino en política con Franco (y si no, dígame usted un solo Ministro de Franco que fuera clérigo); no al menos, antes del Pontificado de Pablo VI, que se equivocó con respecto a Franco a más no poder.
Lo único que pasa con Franco es que era católico, quiso que la legislación en España estuviera inspirada en el Evangelio y quiso proteger a la Iglesia durante toda su vida, eso es todo. Por eso me sienta fatal ver a un sacerdote escribiendo sobre Franco de la forma en que lo ha hecho el que suscribe este blog.
Debo reconocer que me he excedido al emplear el término "pervertir" para el caso al que lo aplico (sí aplica, por ejemplo, a la Cataluña de hoy). Probablemente fuese mejor decir "confundió" o "desorientó".
De todos modos, si se fija, no he mencionado que eclesiásticos ocupen el cargo de ministros, sino que estas personas lleguen a "integrarse en las estructuras de poder temporal", y eso sí sucedió.
Por ejemplo, obispos como José Guerra Campos o Luis Almarcha Hernandez ocuparon cargos de Procurador de las Cortes. Y el también obispo Pedro Cantero Cuadrado fue, además de Procurador de las Cortes, Consejero del Reino.
En cualquier caso, en aquella época nada prohibia esta integración, ya que tanto las leyes civiles de Franco como el Código de Derecho Canónico vigente lo permitían.
En cambio, nuestra actual constitución de 1978 decreta un Estado aconfesional, en el que no pueden integrarse clérigos, y, del mismo modo, el actual Código de Derecho Canónico, de 1983, señala en su cánon 183.3, que: "Les está prohibido a los clérigos aceptar aquellos cargos públicos, que llevan consigo una participación en el ejercicio de la potestad civil."
Imagino que comprenderá que, si el actual Código de Derecho Canónico decreta la incompatibilidad entre el estado clerical y la asunción de cargos civiles, habrá alguna razón para ello, y digo yo que algo tendrán que ver las desviaciones a que ese ejercicio haya podido dar lugar en ocasiones.
PD: Tiene vd razón, soy un ignorante. Es de lo más normal ignorar más de lo que se conoce (el propio Sócrates, que distaba de ser ignorante, decía aquello de "Sólo sé que no sé nada").
Precisamente por eso que señala vd procuro informarme de aquello sobre lo que hablo (aunque ese es un proceso largo dado el volumen de información que se debe localizar y asimilar, lo que da lugar a que a veces la información concreta llegue algo después de haber emitido una opinión basada en información imprecisa, incompleta o incorrecta).
Es por ello que mi opinión en esta y otras materias está sometida a un permanente proceso en el que la reviso, corrijo, perfilo, pulo y, sobre todo, fundamento. Y esto es algo que se va operando minuto a minuto, como podrá ver, por ejemplo, si compara mis propios comentarios del [11/09/13 3:50 PM] o del [12/09/13 11:05 AM] con el de [12/09/13 3:40 PM].
Por ejemplo, gracias a vd acabo de localizar el canon que prohibe a los clérigos el ejercicio de cargos públicos, aparte de una visión más precisa de hasta dónde llegaba la implicación política de la Iglesia en la España de Franco.
Debo darle las gracias, pues, ya que gracias a vd soy ahora un poquito más sabio que hace unos minutos.
Un saludo.
De nada. También yo aprendo con usted, de hecho. Pero mire, a mí no me consta en absoluto que Franco desorientara, ni confundiera, ni, en general, causara el menor perjuicio a la Iglesia Católica. Todo lo contrario, el bien que hizo ese hombre a la Iglesia fue inmenso.
Por eso, estoy firmemente convencida de que, precisamente porque las cosas fueron como yo digo, Franco tiene, todavía a día de hoy, muchos enemigos, a pesar de llevar casi cuarenta años muerto. No tiene enemigos porque fuera "un dictador", como se dice ahora, sino porque veló por la Iglesia y por España todo lo que pudo. Y eso es imperdonable para sus enemigos, claro...
Lamentablemente, la situación actual de España me da la razón. No es casualidad que España esté seriamente descristianizada y, al mismo tiempo, a punto de romperse en pedazos, como no es casualidad que los enemigos de Cristo sean, simultáneamente, enemigos de España. Aquéllos que, en la actualidad, manejan los hilos del poder en España persiguen conseguir todo aquello que combatió Franco y destruir todo aquello que protegió Franco.
En definitiva, son la antítesis de Franco y de ahí tanto odio contra él y contra su Régimen. Por eso conviene que los católicos españoles espabilemos, porque a la gran mayoría del pueblo español le han "lavado el cerebro" respecto a esta cuestión, durante más de treinta años. Esto va también por usted, querido D. Jorge.
Coincido con su planteamiento casi en su totalidad, pero lamento decir que no lo comparto al 100%. Desde luego, Franco no hizo ningún mal a la Iglesia en el sentido de atacarla, muy al contrario la ayudó de muy diversas maneras, pero sí hizo un mal en el sentido de hacerla en parte dependiente del régimen, de identificarla con su política.
Desde luego, la ateización y relativización de las sociedades occidentales es algo que aparece en todas partes, no exclusivamente en España, pero el proceso que se ha seguido en España ha sido especialmente violento, pasando en tiempo récord de ser "la reserva espiritual de Occidente" a ser uno de los países con un rechazo visceral más acentuado contra la Iglesia, y donde se han aceptado mayoritariamente leyes más aberrantes y anticatólicas (ambos conceptos en sí independientes pero que, casualmente, siempre suelen coincidir).
Y de eso tiene parte de culpa el régimen de Franco, precisamente porque politizó a la Iglesia en lugar de dejarla sanamente independiente de su ideología política, porque la privilegió de forma que el péndulo de la Historia se ha vuelto contra ella en España de forma especialmente virulenta. Esto se puede ver en al menos dos hechos:
Por un lado, el actual odio combinado contra la derecha y la Iglesia es más intenso que ambos odios por separado, y los ataques a ambos por ambos flancos son más insidiosos que a cada uno sólo por el frente que le corresponde.
Por otro, parece haber una especie de estúpido complejo de culpabilidad tanto en los cargos políticos de derechas como en muchos clérigos (de hecho, en casi cualquiera que se identifique con cualquiera de las dos, o con ambas; haga la prueba con cualquiera que vea por la calle), que les hacen recular cobardemente en cuanto se menta la contraparte en esa hoy extinta (pero antaño real) identificación Iglesia-derecha.
Así, si a un político se le acusa de actuar al dictado de los obispos, o a un religioso de responder a motivaciones políticas, lo más tristemente frecuente es que pierda los papeles y deje de ser capaz de defender su postura.
PD: No crea que ignoro que ese tipo de acusaciones no son nada nuevo: ya al principio de la tóxica II República, la izquierda se negaba a extender el sufragio a las mujeres porque alegaban que "votarían lo que les dijesen sus maridos o el cura" (supongo que eso de casarse lo consideraban de derechas).
De hecho, sé perfectamente que el uso de la mentira para el agit-prop es el modus operandi de la izquierda desde que nació (por ejemplo, véase el libro "¿Qué hacer?", escrito por Lenin en 1902).
A lo que voy es a que la política religiosa de Franco ha permitido exacerbar esa argumentación y, sobre todo, ha hipersensibilizado a la masa indocumentada local, incluidos no pocos religiosos, de modo que reaccionen de forma especialmente irracional ante este tipo de soflamas.
¿O qué cree, que no hay en España muchísimos más "maricomplejines" que el propio Rajoy?
Un saludo.
Tras su pequeño momento "estelar" no "estelado", en el que se desmarcó momentáneamente del totalitarismo dominante, y habiéndose apercibido de la colleja, las patadas en las espinillas y los mordiscos en la yugular y los glúteos que le fueron dispensados, el obispo de Solsona ha reculado y ha pasado a defender, cómo no, faltaría más, "el derecho a decidir":
www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=31196
PD: Esta mañana hacía Federico Jiménez Losantos una matización muy oportuna, citando primera mente a Corcuera, quien preguntaba "Pero derecho a decidir ¿QUÉ?". Al hilo de esto, FJL ha recordado a monseñor Novell que "derecho a decir" es la fórmula con la que se defiende, por ejemplo, el aborto.
PD: Como saben, Infocatólica bloquea los mensajes que contengan direcciones de internet, que no se pueden pegar tal cual. Hasta ahora las venía poniendo entre corchetes ("[http]://www.sitioweb.com/..."), pero veo que es más eficaz simplemente borrar el principio de los enlaces ("www.sitioweb.com/..."), ya que no sólo la dirección es algo más corta sino que además se puede pegar directamente en el navegador, sin necesidad de editarla (por lo menos, cuando comience por "http", que se agrega por defecto).
Un saludo.
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