Parroquia, verano y opción por los pobres
Lo de la tan sabida, consabida y requetesabida opción por los pobres tiene su talón de Aquiles en el verano. Nada como el verano para saber en realidad cómo es una parroquia, sus objetivos reales, prioridades no de boquilla y forma de entender el servicio de la fe a los hermanos.
En teoría en todas las parroquias buscamos o debemos buscar lo mismo: la conversión de los fieles a Jesucristo, su incorporación a la comunidad eclesial y la vivencia de la fe hasta llegar a la santidad de cada uno de los parroquianos. Evidentemente cuando esto se da, lo de los pobres viene por añadidura. No conozco un solo caso de alguien que se haya convertido a Cristo y que no sea caritativo con el hermano. La misión del pastor pues justo esa: pastorear, cuidar de los fieles, llevarlos a Cristo.
Durante el curso aparentemente todo va más o menos. Pero llega el verano… y ¡ay el verano! Es algo así como la famosa prueba del nueve de la vida parroquial.
Por supuesto que el verano es siempre diferente. Ya sabemos todos que algunas actividades quedan suspendidas durante la época estival, como por ejemplo las catequesis de niños o algunos grupos de formación de adultos. Luego hay parroquias, sobre todo en destinos turísticos y pueblos donde el verano trae consigo una multiplicación de celebraciones para procurar atender a todos, celebrar las fiestas patronales y lo que se tercie. Es decir, que lo normal es que haya menos actividades de tipo formativo, y las celebraciones adaptadas a las circunstancias del momento.
En Madrid, especialmente en barrios, se nota una disminución notable de fieles por la cosa de las vacaciones, por lo tanto no es descabellado recortar el número de misas. Pero poco más…
Es que me llegan comentarios y correos de gente que me dice que en verano su parroquia prácticamente cierra o incluso sin el prácticamente. Una misa el domingo, si acaso alguna entre semana, y sin descartar el cierre total algunas semanas.
No puede ser. No podemos hablar de servicio, opción por los pobres y estar con los débiles y cerrar la parroquia tres días por semana, y no digamos un mes. No puede ser y además es imposible. Estar con los pobres es aguantar el calor de agosto y celebrar cada día aunque sea para la señora Rafaela, Joaquina y un señor que pasaba por ahí. Es abrir el despacho cada día por si acaso alguien tiene necesidad de un desahogo, confesar un ratito, dar una vuelta por el barrio y hacer ver a los fieles que su párroco no los abandona ni en el frío ni en el calor. Es tener el móvil siempre operativo por si surge un imprevisto. ¿Y Cáritas? ¿Se puede cerrar el despacho de Cáritas dos meses o incluso tres? ¿Y si hay un problema, un desahucio, una enfermedad, un incendio…? ¿Vuelva usted en septiembre?
En mi parroquia, y en cualquier parroquia urbana, el verano hace estragos. Es igual. Aunque no haya nadie, aunque el barrio sea una ciudad fantasma, la parroquia abierta, horario de despacho, misas, confesiones, Cáritas… Lo que no puede ser es llenar la boca con los pobres y el ser servidores, echar el cierre y Dios te ampare hermano. Y si uno se va a dar una vuelta o a pasar un rato con la familia, el teléfono abierto por si acaso y a la mínima en su puesto.
23 comentarios
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Jorge:
Bendito sea Dios. El os lo premiará. Mucho ánimo.
El "Mayor Dolor" es ir a la Iglesia y encontrarla cerrada...
El costado abierto de Cristo Crucificado, de donde brota agua y sangre para la Vida Eterna, ¡cerrado por vacaciones!
¿No sería mejor, si no se puede atender por falta de medios, ponerse de acuerdo varios párrocos y repartirse el verano entre ellos, y que así lo indicara el cartel. "de tal a tal día, se celebrará y atenderá en la parroquia tal..."?
Feliz verano, Padre. Rece por nosotros, que nosotros rezamos por usted.
Es como si la Policía dejase de trabajar durante dos semanas, por el mucho calor. Siendo que la salvación de una sola alma es más importante que toda la seguridad de un Estado.
¿O no?
Un día sin misa es un día completamente perdido, un día que ha pasado en vano. Un día en que no se da gloria a Dios y gana el diablo.
Pero el diablo tiene la batalla perdida en aquellas almas que no dejan la Santa Misa, ni en vacaciones, aunque nieve, llueva torrencialmente, aunque haya una temperatura muy alta, por el calor agotante. El alma cristiana no puede prescindir de la Santa Misa, si no, el alma se muere asfixiada, muere por falta del oxígeno espiritual. Y la Sagrada Comunión.
Los voluntarios de Cáritas no son máquinas, y tienen derecho a su descanso, no está bien agotarse, sino recuperar las fuerzas gracias al descanso vacacional. Pero las vacaciones no es para que uno haga lo que no conviene, sino en lo que corresponde conforme a la Voluntad Santísima de Dios.
La Misa por televisión tiene una desventaja, que no se puede recibir sacramentalmente la Comunión, aunque sí espiritualmente.
Dios Bendiga a todos los sacerdotes del mundo y los fortalezca para que cumplan con la mision pastoral que les fue encomendada
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La Misa por televisión tiene una desventaja,
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Caramba José Luis, parece que talibanes tiene también la Iglesia... Modérate hombre, que estás juzgando a medio mundo católico con la mayor temeridad.
En cuanto a la misa por TV, a mí me parece que la mayor desventaja es que no vale preceptualmente. Y si estás pecando por no concurrir voluntariamente al precepto, tampoco puedes comulgar espiritualmente.
Tanto como a muchos se les llena la boca con los gestos del Papa Francisco, también deberían estar atentos a sus palabras: parroquias abiertas, confesonarios con la luz encendida y Cristo siempre presente, porque a veces la necesidad de Dios llega a ahogar y encontrarte las puertas cerradas es como que te negaran el oxígeno.
Y...leído el artículo ¡habría que añadir más desagravios!
Ergo, ¿no sería "opción preferencial por los pobres", más bien AUMENTAR las actividades parroquiales cuando sólo quedan pobres en la parroquia?
Pues, yo digo. Igual digo muchas tonterías.
:(
Don Akane (al que supongo sacerdote), tiene razón en lo que dice. Es verdad que hay católicos que cuando toman vacaciones, las toman también de la Misa. Lo que ocurre en los viajes, especialmente los organizados, es de escándalo. También entiendo que un sacerdote, en tanto que hombre, se desmoralice. Pero considere usted la otra cara de la moneda. Por ejemplo, ¿qué cara se les queda a los feligreses que van a la Misa del Gallo, superando los inconvenientes que todos conocemos y en los que no voy a abundar, y el sacerdote les dice que al año que viene no habrá 'porque somos muy pocos'(sic)? Así que no descargue sobre los que van la culpa de los que no van. Anímese usted porque, junto con los ángeles, los santos y la Santísima Virgen María, somos miriadas de asistentes en cada Misa, aunque con los ojos de la carne sólo se vean dos o tres.
Hace unos días estuve en una parroquia donde todos los jueves hay exposición del Santísimo desde las 9 de la mañana hasta la misa de la tarde. Pues bien antes de exponer el Santísimo, viene el aviso: Este es el último jueves que tendremos exposición, hasta septiembre.
¿que ocurre no hay que adorar al Señor porque es verano? ¡¡pero si el no se va de vacaciones!! que hay menos que lo adoren ¿y qué? no le estamos quitando las posibilidades al que quiere ir, si quizás sea a ese al que el Señor esperaba y los dejamos a los dos con "un palmo..."
Pero en fin, como dice una amiga mía. "con estos bueyes...." Que Dios nos perdone a todos.
¡Menos mal que nuestras capillas de adoración perpetua NO CIERRAN POR VACACIONES!
Un abrazo
HORARIO DE CONFESIONES: Preguntar al sacerdote.
Opino igual que Rufus T. Firefly:
"Tanto como a muchos se les llena la boca con los gestos del Papa Francisco, también deberían estar atentos a sus palabras: parroquias abiertas, confesonarios con la luz encendida y Cristo siempre presente..."
Los sacerdotes deben tener presentes a los pobres... pecadores. Esa debe ser su opción preferencial y su mejor modo de practicar la caridad. Cáritas, Manos Unidas, etc, son cosa de los laicos. El confesionario es exclusivo del sacerdote. Y no puede ser sustituido por su presencia en el despacho pues mucha gente por ahí no pasa.
Luego se preguntan porqué los niños hacen su primera y última comunión. O porqué no vuelven a la Iglesia los jóvenes a pesar de tanta JMJ, etc.
Yo soy sacerdote tengo tres parroquias rurales y una capellanía a mi cargo, soy director espiritual de alguna religiosa... No estoy seguro si mi casa es mi coche o es otra. Es más, estoy convencido de que un día me dejaré esta vida en una de esas curvas de estas carreteras de montaña. Voy a cerrar porque necesito ocho días de ejercicios espirituales, me iré con los chavales de campamento, también cerraré. Mis compañeros de arciprestazgo con mucho esfuerzo harán las Misas de los domingos y posibles entierros. Luego pasaré unos días con mi familia pero he buscado unos amigos curas para que atiendan todo al 100%. Y no me considero un pastor que me apaciente así mismo.
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Jorge:
Sabes muy bien que este post no va para gente como tú que te multiplicas y no das para todo. Ojala que todos los cierres sean por motivos similares.
Se me ha adelantado: las fotos NO son de parroquias sino de capillas e iglesias aparentemente no parroquiales. Durante el resto del año es posible que desde las parroquias a las que pertenezcan estos templos se pueda sacar tiempo para celebrar misa en ellos, pero con los "recortes" del verano, los pocos curas que quedan se deben ver obligados a concentrar su actividad en la propia parroquia, en detrimento de otras "sucursales".
Personalmente, no conozco ninguna parroquia que deje de celebrar misas en verano. Sí conozco, en cambio, iglesias y capillas no parroquiales que interrumpen el servicio de misas en algún momento durante el verano (incluso sé de una capilla que hace justo lo contrario: sólo se celebran misas allí en julio y agosto, pero no el resto del año).
Desde luego, siempre es triste ver una iglesia cerrada, pero tampoco creo que haya por qué sacar las cosas de quicio y rasgarse las vestiduras porque los pocos curas que hay no den más de sí, que es lo que sucede en la inmensa mayoría de casos en los que una iglesia o capilla suspende el servicio de misas.
Un saludo.
Pues muchos no se meten a cura porque creen que no pueden hacer lo que les apetece.
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