Las seis casullas blancas de la parroquia de Rafaela
El día de San José acudió al pueblo de la señora Rafaela un sacerdote desconocido. En el pueblo de al lado se juntaron la misa y, casualidades de la vida, dos entierros. Así que el párroco buscó un curita amigo que pudiera acercarse a celebrar misa en el pueblito de Rafaela. Ya le dijo que tranquilo, que posiblemente no irían a misa más de docena o docena y media de personas, pero no se iban a quedar sin celebración precisamente el día de San José.
La sacristana de siempre estaba de médicos en Madrid. Así que pidió a Rafaela que abriera la iglesia y preparara todo para la misa, y más habida cuenta de que iba un sacerdote nuevo y tendría que encender luces, micrófono y colocar y explicar absolutamente todo.
Buen sacerdote ese curita. Amable, simpático, cariñoso con ella y con los cuatro que estaba en misa. Cuando llegó el momento de revestirse Rafaela le abrió el armario y le preguntó: ¿qué casulla va aponerse? La blanca, respondió el sacerdote. Ya, ¿pero cuál de ellas? Es que tenemos seis.
¿Seis casullas blancas? ¿Aquí? ¿Y cómo tenéis tantas?
Muy fácil, respondió Rafaela. Esa primera, de guitarra, de seda, se compró al acabar la guerra civil, que como puede imaginarse arrasó con todo lo que había. El año 63 don Jesús nos mandó tirar estas casullas viejas y comprar una más moderna. Es esa de ahí con la cruz entre verde y roja. Don Antonio pensó unos años más tarde que mejor tener una blanca de diario, esa que le he enseñado, y otra más decente para las fiestas: esta otra con un galón ¿ve?. Paco, que vino más tarde dijo que esa casulla del año 63 era una risión y que compraría algo sencillo para diario, aunque no sé para qué, si celebraba sin casulla. Llevamos tres. D. Luis, que estuvo unos meses se lamentaba de que no quedaran casullas de las de antes. Así que le dije que no se preocupara que las que nos mandó tirar don Jesús las tenía en mi casa y yo le traía una de las de antes. Y van cuatro. Hace ahora como diez o doce años compramos esta que costó su dinerillo para que hubiera algo bueno de verdad para las fiestas grandes. Cinco. Y el año pasado su amigo, don Javier, dijo que era un disparate andar con esos lujos y que iba a comprar algo muy sencillo para las fiestas. Seis. Aquí las tiene todas.El buen sacerdote se quedó mirando la colección de casullas blancas sin poder creérselo.
Rafaela le sacó de su ensimismamiento al preguntarle: ¿Cuál se va a poner? ¿La clásica o una moderna? ¿La del año 63 o alguna posterior? ¿La rica o la pobre? A mí me da igual, es por prepararla.
No me voy a poner ninguna. La casulla siempre será un elemento externo. Yo mejor con una simple estola. No se preocupe, que también tengo varias: ancha o estrella, lisa o bordada, grande o pequeña, tengo de todo.
15 comentarios
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Rafaela:
Calle usted, buen hombre, que como se entere mi cura nos compra dos.
Con la excusa de los pobres, se han dejado pudrir buenos ornamentos (supongo que en la mayoria de los casos compradas a base de los donativos de gente humilde), por lo cual con ese "dinero de los pobres" ha habido que comprar horribles ponchos/casulla que en la mayoria de los casos el cura ni se pone.
Cuanto se ahorraria conservando lo bueno que hay ( y que ya esta pagado y amortizado) y no con la dinamica del "usar y tirar" en ornamentos y otros objetos liturgicos
«La vestidura propia del sacerdote celebrante, en la Misa y en otras acciones sagradas que directamente se relacionan con ella, es la casulla o planeta, si no se indica otra cosa, revestida sobre el alba y la estola». Igualmente, el sacerdote que se reviste con la casulla, conforme a las rúbricas, no deje de ponerse la estola. Todos los Ordinarios vigilen para que sea extirpada cualquier costumbre contraria.
y en el 126:
"Sea reprobado el abuso de que los sagrados ministros realicen la santa Misa, incluso con la participación de sólo un asistente, sin llevar las vestiduras sagradas, o con sólo la estola sobre la cogulla monástica, o el hábito común de los religiosos, o la vestidura ordinaria, contra lo prescrito en los libros litúrgicos".
Está muy clarito. ¿Qué pasa? ¿Qué aquí en la liturgia hace uno lo que le da la gana? ¿Y el argumento para no usarla es el de que la casulla es algo externo? ¡Pues vaya argumento pobre! Que en ese pueblo se compraran muchos ornamentos no guarda ninguna relación con el cumplimiento de la liturgia.
Alvarillo, ¿de veras que puedes dormir por la noche? Debes ser o filo o filo-filo... Hasta el forro de vosotros/as.
"pobres". como si la Iglesia hasta ahora,(o hasta hace 50 años para ser mas exactos) no se hubiera ocupado de los pobres, a ver quien se ha ocupado de ellos y de los ultimos en general desde hace 2000 años. Todavia hoy, con todos estos partidos politicos que se llenan la boca con lo social, los pobres no van a las puestas de sus sedes, ni tampoco a las puertas de los parlamentos nacionales, van exclusivamente a sentarse a las puertas de las iglesias o a pedir a los parrocos de las parroquias,o a Carita, porque saben, que en el momento de la verdad son los unicos que de verdad realmente les daran una mano, a ver quien esta dando de comer a millon y medio de personas, y no solo de comer, les encuentra hasta puestos de trabajo,el PSOE? algun otro partido? NO, ES LA IGLESIA. Y bueno si en la parroquia que cita, se hubiera seguido utilizando la casulla del 63, seguramente con lo que costaron las otras cinco esos curitas tan "humildes" podian haber dado de comer algun hambriento de esos que "dicen" preocuparse tanto.Señor ten piedad de nosotros y de Tu Iglesia en estos tiempos de oscuridad
los papas anteriores ¿ no hacían lo que dice el evangelio ?
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Jorge:
A las casullas clásicas se las llamaba vulgarmente "de guitarra"
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