De niños, cromos, policía, misa y la señora Rafaela
Quizá algunos no vean la relación, pero yo creo que esto tiene que ver también con eso de llevar los niños a misa. La noticia aparecía estos días en la prensa: un padre llama a la policía para que la maestra devuelva unos cromos a su hijo.
Los niños son los nuevos reyes de la creación, a todo tienen derecho y todo se les puede consentir. Algo tan simple como estar unos adultos charlando, llegar el mocoso interrumpir la conversación y no sólo no se lleva una reprimenda, sino que nos parece normal que lo haga, le escuchamos con atención y hasta decimos que niño tan mono.
Qué les voy a decir de lo que pasa en los colegios. Pobre del docente que ose reprender incluso de la forma más suave y educada a un pequeñajo. A nada que se descuide se encontrará un papá o una mamá que le van a llamar de todo por traumatizar a su niño, humillarle y no sé cuántas cosas más. Todo al revés. Ante una mala nota no se le piden explicaciones al niño por vago, sino al maestro.
Lo de los cromos, muy significativo. Los que nos hemos dedicado a la docencia sabemos lo que es el niño jugando con cromos, pegatinas, chapas o tazos. Supongo que más de uno hemos tenido que hacer una requisa cuando menos temporal. Pues ya ven, el padre que reclama a la policía que intervenga para que su retoño recobre su juguete. Esto se llama educar al niño en la responsabilidad, colaborar con el colegio y hacerle ver que en clase no se juega y que si lo ha hecho para la próxima aprende.
Con lo de ir a misa con los niños solo pretendía que pudiéramos ver entre todos el estado de la cuestión, y descubrir que hay posturas distintas, todas ellas muy dignas de consideración. La inmensa mayoría se decanta por educación en cuanto es posible y mientras sensatez y cuidado para que molesten lo menos posible. Pero no dejas de descubrir que sigue existiendo una no exigua teoría según la cual son niños y por tanto pueden hacer lo que quieran y los demás a aguantarse. Pues tampoco es eso.
A un bebé no se le controla. Y si llora o grita de forma compulsiva pues lo normal es que alguien lo saque del templo hasta que la situación se calme. Pero cuando los niños ya van teniendo algunos añitos se les puede ir educando en lo que está bien o mal y aprenden sin demasiadas dificultades. El problema es que hay que estar un poco encima de ellos y no siempre es fácil. Niños he visto subirse a la pila bautismal o a la imagen de la beata Mogas y los padres tan tranquilos con la respuesta de que son niños. Efectivamente son niños, por eso tienen unos padres que los cuidan.
Lo de los cromos y la policía es muy serio. Anoche lo hablaba yo con la señora Rafaela. En sus tiempos no había cromos, pero se entretenían con otras cosas. Y desde luego si la maestra le hubiera quitado algo, no sólo su padre no hubiera puesto pegas, sino que encima se llevaría un soplamocos de su parte. Así hemos vivido, me decía, con respeto y educación. Que nosotros hemos estudiado poco, pero hemos sabido respetar a los maestros, sacerdotes, a las personas mayores. Igualito que ahora, me decía, que el otro día llamé la atención a un niño porque me estaba arrancando las plantas de las macetas y tuve que aguantar al padre que quién era yo para decir nada a su niño. Así que si chillan en misa tú a aguantar, no sea que encima te sacuda algún padre, que los hay muy brutos.
25 comentarios
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Jorge:
No soy padre, pero soy hijo y hermano. Usted supongo que será madre, pero no es sacerdote, con lo cual tampoco tiene la visión plena de todo. En estos temas lo bueno es aportar cada cual su visión y así enriquecernos todos.
Cuando yo era niño, los maestros, catequistas y sacerdotes se RESPONSABILIZABAN de la educación del infante cuando estaba bajo su cuidado. Hoy día, todo nos lo tiran a los padres. Nosotros tenemos que hacer las tareas y revisarlas, fabricar los disfraces, pagar las seiscientas cincuenta mil contribuciones extraordinarias (incluyendo el famoso cumpleaños de la maestra, que parece que cumple cada mes), ensayar los poemas, repasarles las materias y asegurarnos que saquen buenas notas.
Los maestros hoy no se responsabilizan por nada. Por NADA. Si el niño sale mal, es culpa de que no pasamos tres horas diarias repasando con él en casa. Si no se sabe el padrenuestro, es porque no lo rezamos con él en casa, si se queda dormido no es porque la clase sea aburridísima, sino porque no lo obligamos a acostarse a las 7 de la noche, si llora es porque sus papás se pelearon.
Y luego, tenemos que llevarlos puntuales a la catequesis, al sicólogo, al karate, a la natación, al ballet y todo, todo, todo es culpa nuestra. Los maestros se lavan las manos, asignan tareas de temas que jamás han enseñado en clase y que saben que el niño es incapaz de lograr (para esto está Internet y el papá), piden dinero y nunca evalúan el desempeño del niño, mucho menos el suyo propio: todo se soluciona con otra contribución y más horas de clase (pagadas, por supuesto).
Siendo así, ¿a quién le extraña que papá exija los cromos del niño? ¡Si el maestro no existe! No es más que un niñero glorificado que de pedagogía no sabe nada, o no le importa.
No me atrevo por respeto, pero creo que otro tanto se podría decir de muchos sacerdotes y de casi todos los catequistas. En mis tiempos la catequesis la daba el párroco, y daba tirones de pelo y premiaba con dulces. Mis hijos ven al párroco en el altar y en la confesión, del resto se encarga el "grupo". Y ya sabemos que donde hay "grupo" no hay "responsabilidad".
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Jorge:
Estoy de acuerdo. Y es que efectivamente cada cual sólo ve lo del otro. Por eso en estos temas conocer la versión de los demás creo que a todos nos ayuda.
Como padre tengo la obligación de educar a mi hijo. Si se le ocurre (solo ocurrírsele) subirse a la imagen de la beata Mogas, no se preocupe D. Jorge que no llegará ni a la peana. Los niños son niños, pero los padres debemos enseñarles a ser mayores, de lo contrario, serán niños toda la vida.
Como profesor tengo la obligación de instruir a mis alumnos (ya mayores de edad) que deben venir educados de casa. Si demuestran que no vienen educados, les doy una ración de educación, que para eso el maestro tiene autoridad.
Es cierto que muchos padres y educadores han dimitido de sus responsabilidades, por eso nos encontramos con esos casos (cada día más) de jovenes sin más objetivos que vivir a costa de los demás sin esfuerzo.
Un padre, por muchos "deberes" que le ponga el profesor de su hijo, no debe renunciar a su obligación de educar a su progenie.
Estoy de acuerdo con la señora Rafaela.
Un saludo.
La policía no está para esas memeces.
Verá, yo tengo una hija de 8 años. Desde que está con nosotros (es adoptada) viene a misa. De eso hace ya casi 7 años. Se trata, de acuerdo a su edad en cada momento, de enseñarle a respetar a los demás. ¿Que a veces incordia? Pues será, es, lógico, pero para eso estamos los padres: se le regaña y punto. Y a veces, cuando salimos de misa (algún día que se ha portado especialmente "mal"), se le explica y punto.
¿Que tenemos una forma de educar "a la antigua"? Pues que se le va a hacer. Con mi mujer y conmigo parece que ha dado resultado, así que mejor no cambiarlo. Y por lo que parece, ella (la niña) no se traumatiza en absoluto.
Por cierto, el pasado domingo ha hecho la Primera Comunión. Un momento "especial"
No estoy de acuerdo. La labor del maestro es (o era, al menos) EDUCAR, no instruir. Hoy en día uno puede instruirse sin salir de casa con un iPad, hay "tutoriales" para todo. Pero la educación es insustituíble. No se puede simplemente decir "el alumno debe venir educado de casa". Si, es cierto, hay bases. Pero si no se complementan en la escuela, mandar al niño todos los días no es más que una pérdida de tiempo.
Y el problema es justamente eso: En la escuela no hay educación, sólo instrucción (a veces). La educación la dan los compañeros y las pandillas, el internet y las revistas pornográficas. Y con los maestros descargando toda la instrucción en los padres, queda poco o ningún tiempo para la educación.
Yo hace muchos años renuncié a la instrucción. Le dije a los maestros: Si el niño no lleva la tarea es SU responsabilidad (del niño y el maestro), no la mía. Yo no voy a hacerle la tarea. Punto. Con tareas hechas por el padre el niño no aprende nada, y el padre menos. Prefiero una tarea mal hecha, hecha por el niño, que una tarea perfecta hecha por el padre. No hago disfraces para entretenimiento de los maestros, no administro ritalina, no llevo al niño al sicólogo cada vez que se lastima una rodilla.
¿Qué hago? Me aseguro que mis hijos se sientan seguros y amados. Les doy ejemplo con MIS valores. No les digo "hagan esto", me VEN haciendo esto: rezando el Rosario, visitando el Santísimo, confesándome, yendo a Misa, trabajando honradamente, pidiendo perdón cuando me equivoco, diciéndoles cien veces diarias que los amo.
Mis hijos jamás han sacado buenas notas. Pero son buenas personas. Ese es mi trabajo, no hacer tareas.
Y creo que el trabajo del maestro también es graduar buenas personas, no reportar buenas estadísticas.
Pues mire, le tenía que haber dicho que usted era el dueño de las plantas y las macetas. Que X plantas estropeadas a Z euros cada una son XZ euros y que fuera sancando la cartera para pagar los desperfectos.
¡Qué pena que la Sra. Rafaela no estuviera delante! O yo misma, para el caso. (Y soy madre, sé que es ir a cualquier sitio con niños pequeños.)
No sé qué maestras habrá en su país, pero todas, TODAS, cumplen años una vez al año. Aquí nadie les regala nada por el cumpleaños. No lo hagan, créame que no es buena idea, sobre todo si sirve para que luego se lo reprochen.
Y no lo dude: Si no se sabe el padrenuestro, es porque no lo rezan con él casa; que la catequsis es un día a la semana; si se queda dormido no es porque la clase sea aburridísima, que no es para divertirse, sino porque no lo obligan a acostarse a las 7 de la noche. Y con las tareas hechas. Por ellos, no por usted.
Haga usted caso de loq ue dice Alfredo: es así, ni más ni menos.
es decir, que según usted (al igual que la mayoría de personas que conozco) la labor del padre es un proveedor de dinero y fabricante de piñatas.
Mire: por eso no es raro que los padres salgan huyendo del hogar ante la primera dificultad, que casi siempre es financiera. El día que no se le puede comprar al niño el libro "urgente" que exigen en la escuela (y que jamás abren) el papá queda relegado al papel de inútil. Y créame, no es bonito sentirse inútil. Eso es algo que las madres jamás van a entender, porque desconocen lo que es estar relegadas a papeles "de soporte".
Pues no: me sigo negando y me seguiré negando toda mi vida. Yo no soy un cajero automático, no soy un adorno en la casa ni al que llaman sólo cuando hay que castigar al niño. Yo soy un hombre y quiero ser un hombre de bien. Mi modelo es San José, no un financiero de Wall Street ni el piñatero de la esquina. Si a usted no le gusta, le doy gracias infinitas a Dios que no es usted mi esposa.
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Pues no, ha leído usted mal, muy mal. Pero mala, mal. Haga el favor de releerme despacito. Es que ni sé de dónde puede sacar usted esa idea, ¿cómo se le ocurre atribuirme algo tan alejado de lo que yo he dicho?
Y, como madre, madre que además es soporte económico de la casa, no entiendo eso, claro que no: ni mi marido ni yo, que hemos sido siempre,ambos, soporte económico de los hijos, hemos sido nunca SÓLO eso. Pero vamos, en cada familia se organizan como quieren o como pueden. Relegar a un hombre a soporte económico es cruel, en efecto. No sé cómo me atribuye a mí semejante idea. Repito: relea lo que he dicho.
No se deje relegar a cajero automático, hombre. Pero si le ocurre, no le eche la culpa a los maestros de sus hijos.
Yo no voy a dar gracias a Dios de no ser su esposa, idea tan descabellada como no la hay más; haberme puesto Dios en el camino de la vida a un hombre como mi esposo es algo mucho más de agradecer.
El padre está para educar a sus hijos, pero contrata al maestro para que le sustituya en aquello a donde el padre no llega (principio de subsidiariedad).
Luego el deber de ambos es EDUCAR a los niños.
1.- El maestro no puede suponer una carga extra en lugar de una ayuda, no cobra para eso.
2.- El padre no puede inhivirse, pero los recursos temporales son limitados... intenten hacer eso con más de 2 hijos y verán que se torna imposible (modelo de sociedad y de educación).
3.- El centro de la vida familiar no pueden ser los niños, es el matrimonio.
4.- La exigencia de tiempo y recursos por parte del colegio no siempre es educativamente rentable (difraces? son muy formativos? :-)
5.- Los padres no pueden exigir que el colegio llegue a todo, si no se coordinan e intentan comprenderse no hay mucho que rascar. Lo que si que tienen que hacer es supervisar que la educación que reciben sus hijos es la esperada.
6.- Y los niños? Se trata de que aprendan a valerse por ellos mismos (en eso consite la educación), no necesitan de tanta atención ni recursos materiales, si no de ponerles en disposición de sacarse ellos mismos las castañas del fuego (a cada uno en su nivel).
7.- Este tema es muy largo y complicado... se hable mejor sentados y con un café delante :-)
Un saludo en la Fe
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No hijo, no. El maestro no está para eso. Ni contrata ningún maestro. El que quiera un maestro en plan criado particular que se lo busque. Además hay padres que "no llegan" ni a lo más elemental.
En algo estamos todos de acuerdo: la idiotez de los disfraces y ese estilo de cosas, ojalá se desterrara de los colegios tanta pérdida de tiempo y tanta tontería.
Perdona Yolanda, el maestro está exactamente para eso, para educar a los hijos donde un padre no llega.
Que entiendas que eso consiste en ser un criado es asunto tuyo.
El maestro es, debería ser, un apoyo para el padre y no al revés.
Y precisamente, como hay padres que no llegan hace falta de alquien que si llegue.
Insisto, principio de subsidiariedad. Es fundamental entenderlo así, porque si esto no se tiene claro se crean derechos (obligaciones para "los demás") inexistentes y los consiguientes cabreos innecesarios.
Bueno, al menos en algo estamos de acuerdo :-D
Un saludo en la Fe
"Tenemos que resistir esa tentación, buscando el hacer antes del ser". Y nos recuerda el pasaje de Marta y María, cuando María se quedó con la mejor parte mientras Marta se ocupaba de "hacer".
Este mundo quiere que "hagamos": Disfraces, regalos de cumpleaños, útiles escolares, tareas... Dios quiere que "seamos". Hombres, mujeres, hijos de Dos, dioses (cf. Jn 10, 31-42; Sal 82,6).
El mejor servicio que podemos prestar como padres, educadores, catequistas, es "SER". Que el mundo sepa al vernos que somos cristianos, gente de bien. Hacer está bien, pero antes, mucho antes, esta ser. Cuando estamos en el templo o en la escuela y "somos" familia, "somos" fieles, "somos" educados, "somos" respetuosos, los niños naturalmente nos imitan. Y cuando no lo somos, también.
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que no, hombre,que no, que el maestro instruye y ya bastante hace con eso; que lo de la subsidiariedad algunos lo entendéis muy mal
Pero bueno, por mí, tema zanjado, no da más de sí.
Los maestros están para educar, son (deben ser) educadores o no son maestros.
Por otro lado, somos nosotros quienes entendemos mal el principio de subsidiariedad? Estás segura de ello?
Un saludo en la Fe
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Segurísma
Cómprate un maestro en el mercado de esclavos
Sr. mio, el ser presbítero no es ninguna profesión ¡faltaría más! como ser fontanero,o maestro, tampoco es una profesión ser casado.
Ser cura es una vocación.
Sabe su Rvcia que hoy en la iglesia de roma ni san pedro podría ser cura?
A eso se llama fidelidad evangélica.
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