Vagos morales
Podemos decir que la moral católica es el conjunto de las normas que enseñan al hombre cómo debe comportarse para vivir según Dios, y así realizarse así mismo y alcanzar después de esta vida la felicidad eterna del Paraíso.
Conocer, comprender y vivir de acuerdo con la moral católica en todo no es tarea sencilla. Hacer que pensamientos, palabras, acciones y omisiones de cada cual sean en todo conformes a la moral católica supone estudio, discernimiento y una buena dirección espiritual. Podría poner muchos ejemplos: desde dar limosna al pobre a la puerta de la iglesia, o si amar más a mi padre es llevarle a mi casa o a una residencia, qué hacer con el hijo que no me habla, cómo practicar mejor la oración y la vida sacramental en mis propias circunstancias, o si tener más hijos o no.
La forma correcta de ir dando soluciones pasa por el estudio, la reflexión, la oración ante el Señor, y la petición de ayuda a un buen director espiritual. Pero esto es muy cansado. Por eso existen los vagos morales que han decidido dar respuesta a sus interrogantes siguiendo dos caminos igualmente disparatados.
La apertura al azar de la Escritura. Lo he visto hacer mucho. Un problema moral, se abre la Biblia por donde salga y a ver qué nos dice. Peligrosísimo. Porque vete a saber qué sale, y sobre todo peligrosísimo ese “a ver qué nos dice”. Porque eso se llama libre interpretación y eso se llama protestantismo y hacer el canelo.
Cristo haría. Esto es aún más disparatado. ¿Qué sabemos lo que haría Cristo ante el cambio climático, el alzheimer de la abuela o la habitación vacía que tengo en casa? ¿Cómo nos atrevemos a decir que Cristo haría, no haría, diría o dejaría de decir? Unido a esto aparece el remate de los remates: “¿tú crees que a Cristo le importa mucho?”
¿Ven qué fácil? No hay que estudiar moral, ni leer el catecismo, ni buscar consejo, ni acercarse a los documentos de la Iglesia. Nada de nada. Abro la Biblia al azar y después interpreto lo que me dé la gana. Y en último caso a Cristo tampoco es que le importe demasiado.
Conducirse bien en lo básico sabemos todos como hacerlo. Acertar en lo complicado es todo un reto. Resolver las cosas con un “Cristo haría”, un “a Cristo tú crees que le importa mucho” o sacando un pasaje cualquiera de la escritura fuera de contexto para escudriñar “qué me dice” no deja de ser un disparate de los gordos. Pero cada cual se conduce en la vida como quiere y se pega los golpes que le parece. Que para eso libres nos hizo Dios.
43 comentarios
¿Cómo va a conducirse bien en lo básico alguien que ha aceptado e interiorizado barbaridades como que un hijo por nacer no es un ser humano, que la vida de un padre anciano y senil no es "digna" y no merece ser vivida o que un matrimonio puede ser cualquier cosa que el legislador desee imponer?
Lógicamente, con semejante "base", lo complicado no es un reto sino un imposible.
A fin de cuentas, "lo complicado" no deja de ser, la mayoría de las veces, un agregado de realidades básicas, y, si éstas están claras, la complicación desaparece.
Pasa como en la cocina: desde luego, es más difícil cocinar para veinte personas que para tres o cuatro, pero quien no sepa bien lo que es sazonar, batir, freír, etc... verá complicado elaborar incluso unos huevos fritos o una tortilla, no digamos ya un guiso o un asado.
Quien conozca bien las técnicas básicas, en cambio, podrá enfrentarse con los platos más complicados simplemente poniendo cuidado en seguir bien la receta, y, salvo que haya pasos especialmente delicados que requieran una pericia especial, tendrá bastantes garantías de que todo saldrá bien.
Un saludo.
El Papa ha llamado muchas veces a que tenemos que formarmos bien, porque si no acabaremos en un catolicismo New ager en donde buscamos en nuestras oraciones más magia que gracia, creyendo ser iluminados mentalmente en aquello donde Dios nos demanda estudio y meditación.
Uno de los infinitos beneficios que tiene infocatolica es que uno acaba viendo la importancia de la formación a base de las buenas discusiones que se dan y a los bloggers.
Un desastre por donde se lo mire, oiga.
Hace casi 2.000 años que Dios mantiene a su Iglesia contra viento y marea, pero no, a algunos iluminados se les ocurre que se puede seguir las enseñanzas de Dios y serle grato prescindiendo de los que se consagran a Él para servirle y para servir a sus hermanos.
Vamos, que esto no tiene ni pies ni cabeza.
"Cristo haría" y su comentario , esta vez discrepo un poco.................el gran San Alberto Hurtado, sacerdote chileno canonizado por el Papa, tenía como máxima , "Que haría Cristo en mi lugar" y vaya que le ayudo en su vida a él y a numerosos compatriotas que nos dejamos iluminar por su ejemplo.
Un saludo grande !!!!
En el "tribunal" de nuestra conciencia la última instancia, o sea la que exigen los problemas más peliagudos, debe ser la confesión o, mejor aún, la dirección espiritual.
La otra cara de la moneda de los "vagos morales" son los "inquisidores morales" que inquietan y se inmiscuyen en las conciencias de los esposos catolicos que han decidido espaciar el nacimiento de sus hijos con el metodo natural llamandolo "la pildora catolica".
Lo importante es la intencion. Querer hacer la voluntad de Dios.
Me temo que eso del "Cristo haría" es una cuestión bastante peliaguda, porque hay dos formas completamente opuestas de entenderlo.
La primera, que es la forma salvífica a que se refiere vd: conocer en profundidad qué hizo Cristo en su tiempo, entenderlo a la luz de sus enseñanzas y las de Su Iglesia, e interiorizarlo de modo que Cristo sea para cada uno un ejemplo de vida a seguir, aunque nos resulte duro controlar tantos caprichos, pasiones, comodidades o lugares comunes que nos desvían de ello.
La segunda, muy extendida y profundamente errada, que es a la que se refiere D. Jorge: se toma a Cristo no como modelo de vida tal cual es, sino como personaje al que atribuirle todo tipo de buenismos progres o de pueriles actitudes comprensivas con todo tipo de caprichos, pasiones, comodidades y demás.
En estos casos, la respuesta a ese "¿Qué haría Cristo?" tiene más que ver con el caprichoso "qué QUIERO que haga Cristo" que con el humilde "qué hubiera hecho realmente Cristo".
El caso es que D. Jorge da una clave importante: nosotros no podemos saber qué hubiera dicho o hecho Cristo respecto a cuestiones alejadas de Su doctrina o del magisterio que de ella emana directamente. Así pues, al poner en boca de Cristo tantas afirmaciones sobre cuestiones contemporáneas más relacionadas con ideologías que con la doctrina, no hacemos otra cosa que endiosar estas ideologías o nuestras propias opiniones e intereses.
Por otra parte, yo agregaría otra clave: nos consta que, en numerosísimas ocasiones, Cristo hizo o dijo lo contrario de lo que sus contemporáneos esperaban de Él, causando con ello maravilla, estupor o incluso indignación. Al igual que pasaba entonces, hoy tampoco sabemos qué haría o diría Cristo si volviese como persona humana contemporánea, pero me parece casi seguro que NO hablaría ni actuaría conforme los lugares comunes que la actual sociedad sacralizada, tan profundamente hedonista e irresponsable, ha impuesto.
Por descontado, repito, la interpretación que vd da al "Cristo haría" es perfectamente correcta y adecuada. Simplemente creo que no es a la que se refiere D. Jorge. Le enlazo una entrada en la que D. Jorge trataba precisamente de este tipo de "Cristo haría":
http://infocatolica.com/blog/cura.php/1208161202-pues-yo-te-digo-que-lo-que-cr
PD: Hay una expresión común, que se dice sobre todo a los niños, que llama "San Quiero" a los caprichos. Es curioso, pero poner nuestros caprichos en boca del mismo Cristo se diría que lleva el "San Quiero" un paso más allá... ¿no creen?
Un saludo.
Después de 3 años, uno prácticamente ha leído y meditado los 4 Evangelios completos y tiene una noción cercana de qué HIZO Jesús en diferentes situaciones de la vida y ya puede tomar algunas decisiones morales con cierta seguridad. En caso de duda, se refiere uno al Catecismo, regresa a la Escritura, consulta con alguien que sepa y con mucha oración ya no falla tanto.
A quien le interese, propongo dos sitios:
www.evangeliodeldia.org; que es de donde yo me alimento y
www.davidquiroa.com; que es donde publico mis reflexiones, casi sólo para mí porque sólo recibo una visita al día, que seguramente soy yo mismo.
Esta última, tómenla con mucha reserva que seguramente está plagada de errores. Pero aún esos errores sirven para darse cuenta de las cosas que están mal, para hacerlas uno bien.
Confundido, abrió otra página a ojos cerrados. Cuando los abrió, la Biblia le decía "id y haced lo mismo".
Para aclarar sus dudas, hizo un tercer intento. Y esto fue lo que encontró: "lo que vais a hacer, hacedlo pronto"
La diferencia estriba en la formación: tenía razón el P. Hurtado al confiar en el buen criterio de sus ovejas. Y tiene toda la razón el P. Jorge al no confiar en el criterio de las suyas.
Los tiempos han cambiado, y para peor.
Sí, ése es el "santo" que se la pasa inciensándome día y noche y canonizando todos mis caprichos.
(Es también conocido como "Satanás".)
El problema surge cuando la Biblia deja de ser un medio para convertirse en objeto. Tiene mucho de supersticioso abrirla para tomar decisiones, tanto como consultar el horóscopo.
El consejo del padre Jorge es: Fórmate, estudia a profundidad la moral católica para que puedas tomar tus propias decisiones. Lo importante es querer hacer la voluntad de Dios y en los mandamientos ya tenemos una buena idea sobre cuál es su voluntad para con nosotros: no robes, no mientas, ama a tu prójimo como tú te amas...
Yo recomiendo siempre el catecismo de San Pío X porque me parece que explica mucho mejor la moral católica. Por ejemplo ¿sabian que en caso de hurto no basta con la confesión? hay que devolver lo robado incluso a LOS HEREDEROS si la persona perjudicada ya murió...
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http://mercaba.org/PIO%20X/catecismo_mayor_03.htm
436.- ¿Que se entiende por bienes ajenos? - Bienes ajenos es todo lo que pertenece al prójimo, por tener la propiedad o el uso de ello, o por guardarlo en depósito.
437.- ¿De cuántas maneras se toman injustamente los bienes ajenos? - De dos maneras: con el hurto y con la rapiña.
438.- ¿Cuándo se comete hurto? - Se comete hurto cuando se toman ocultamente los bienes ajenos.
439.- ¿Cuándo se comete rapiña? - Se comete rapiña cuando se toman los bienes ajenos con violencia y manifiestamente.
440.- ¿En qué casos pueden tomarse los bienes ajenos sin pecado? - Cuando el dueño de ellos no lo lleva a mal, o cuando injustamente no quisiese darlos, como sucedería si uno estuviese en extrema necesidad, con tal que tomase sólo lo que le es precisamente necesario para socorrer la urgente y extrema indigencia.
441.- ¿Se perjudica en la hacienda al prójimo solamente con el hurto y la rapiña? - Se le perjudica también con los fraudes, la usura y cualquier otra injusticia contra los bienes.
442.- ¿Cómo se comete el fraude? - El fraude se comete engañando al prójimo en el comercio con pesos, medidas o monedas falsas y con mercancías averiadas; falsificando escrituras y documentos; en suma, haciendo trampas en las compras y ventas o en cualquier otro contrato, y asimismo cuando se niega uno a dar lo justo o lo convenido.
443.- Cómo se comete la usura? - La usura se comete cuando se exige sin legítimo título un interés ilícito por alguna cantidad prestada, abusando de la necesidad o ignorancia del otro.
444.- ¿Qué otras injusticias se cometen contra los bienes del prójimo? - Hacerle perder a uno injustamente lo que tiene, perjudicarle en sus propiedades, no trabajar conforme al deber, no pagar por malicia las deudas y salarios debidos, herir o matar animales que son del prójimo, dejar que se echen a perder las cosas encomendadas, impedir a otro la consecución de cualquiera justa ganancia, dar la mano al ladrón y recibir, esconder o comprar la cosa hurtada.
445.- ¿Es pecado grave hurtar? - Es pecado grave contra la justicia, cuando la materia es grave, por ser cosa importantísima que se respete el derecho de cada cual a lo suyo, y esto para bien de los individuos, de las familias y de la sociedad.
446.- ¿Cuándo es grave la materia del hurto? - Es grave cuando se quitan cosas de importancia, y también, aunque lo que se hurta sea de escasa monta, si con ello se perjudica notablemente al prójimo.
447.- ¿Qué nos manda el séptimo mandamiento? - El séptimo mandamiento nos manda que se respete la hacienda ajena, que se pague el jornal justo al operario y que se guarde la justicia en todo lo que mira a la propiedad de los demás.
448.- ¿Basta la confesión al que ha pecado contra el séptimo mandamiento? - Al que ha pecado contra el séptimo mandamiento no le basta la confesión, sino que debe hacer lo que pueda para restituir lo ajeno y resarcir los perjuicios.
449.- ¿En qué consiste resarcir los perjuicios? - Resarcir los perjuicios consiste en la compensación que ha de darse al prójimo por lo frutos o ganancias que perdió a causa del hurto o de otras injusticias cometidas con daño de él.
450.- ¿A quien se debe restituir la cosa robada? - A quien se robó, a su herederos si ya murió, y si esto fuese verdaderamente imposible, debe gastarse el valor en beneficio de los pobres y obras pías.
En mi experiencia personal, yo jamás conocí a uno de los primeros y en cambio, con mi esposa sufrimos por años la persecución sutil, irónica y continuada de los segundos. Porque tuvimos muchos hijos por la gracia de Dios.
Que puestos a comparar a ambos "inquisidores", son mucho más cristianos los escasísimos primeros que los abundantísimos segundos.
Quien te juzga a ti por haber tomado la decisión de tener una familia numerosa es un "inquisidor moral". Le falta mente católica además de corazón católico, porque la familia numerosa es alabada por la Iglesia Católica.
Quien juzga mal a los esposos que han decidido espaciar el nacimiento de sus hijos utilizando el método natural es un "inquisidor moral". Le falta mente católica porque la libertad de conciencia es doctrina católica desde sus inicios. También le falta corazón católico porque INQUIETA a los esposos llamando "píldora católica" a un método que ha sido aprobado por Papas. Que si la causa es grave o seria -según quien lo traduzca-, es decisión de los esposos que tienen la obligación de formar sus conciencias estudiando a profundidad la moral católica antes de tomar tal decisión. Nadie te puede decir cuántos hijos debes tener.
Sobre el uso del matrimonio en los días agenésicos, bien les valdría leer a Pío IX y León XIII:
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PÍO IX, 1846-1878
USO DEL MATRIMONIO EN LOS DÍAS AGENÉSICOS
De la Respuesta de la Sagrada Penitenciaría, año 1853
[1.–]Preg.: Algunos fieles casados, basándose en la opinión de los médicos, están persuadidos de que cada mes hay días en los cuales no puede haber concepción ¿Deben ser inquietados aquellos que sólo usan del matrimonio en estos días, por lo menos si tienen razones legítimas para abstenerse del acto conyugal?
Resp.: No deben ser inquietados aquéllos de quienes se trata en esta pregunta, puesto que no hacen nada para evitar la concepción
LEÓN XIII, 1878-1903
USO DEL MATRIMONIO EN LOS DÍAS AGENÉSICOS
De la Respuesta de la Sagrada Penitenciaría, 16 junio 1880
[1.–]Preg.: ¿Es lícito el uso del matrimonio tan sólo en aquellos días en que es más difícil la concepción?
Resp.: No se debe inquietar a los cónyuges que proceden de esa manera; y el confesor puede insinuar –si bien con prudencia– esa forma de actuar a aquellos cónyuges que no ha podido apartar, de otro modo, del detestable crimen del onanismo.
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A ver si se graban eso de "no deben ser inquietados" los esposos puesto que no hacen nada para evitar la concepción. Al llamarlo "píldora católica" los inquietan...
D. Jorge ¿Vale un director espiritual no tan bueno?
Porque, por estos lugares de Álava, es difícil encontrar uno que no padezca "pagolitis"; como diría D. Tomás (o yo no lo he encontrado).
Hace unos día pude constatar en una discusión -en la que intervine-; que a un sacerdote, eso de la existencia del demonio, le traía al fresco. Las escrituras: "Sobre esta piedra edificaré..."; etc., lo consideraba simbólico. Algunos sermones (en otra iglesia), nos sacan a relucir frases de "De Mello", la poca democracia de la jerarquía de la Iglesia; misa en la que se pone un disco de mariachis, porque le gustaba al finado (de este tipo de actuaciones músicas,en funerales: varias); ¿aplausos? como en un tabalo flamenco; ¿reclinatorios...? ¿Donde? etc.
Podía pasar por aquí el obispo de Mendoza; al fin de cuentas, hay un Mendoza en Álava.
Un saludo.
No te puedes basar en esas simples respuestas sin ver el Magisterio completo y manuales de moral.La HV dice muchas más cosas que esas. Dice claramente que, de entrada, los esposos no son quienes deciden el número de hijos, sino Dios. Por eso deben someter su voluntad a la intención creadora de Dios.
Aparte, todos queremos saber qué pueden ser cosas graves y qué no, porque aquí se han citado manuales ortodoxos donde claramente se dice que se puede pecar mortalmente con los métodos naturales.
Es de cajón que usarlos priva a los esposos de los bienes de la unión física, muy importantes para el equilibrio de la pareja además de prevenir el adulterio, como clarito viene en montones de encíclicas y recuerda San Pablo.
Esas cosas hay que decirlas para educar bien a la gente.
Alvaro, no conocía esa devoción al "San Quiero", ¡está genial! Sí, ése es el "santo" que se la pasa inciensándome día y noche y canonizando todos mis caprichos (es también conocido como "Satanás").
Y digo yo: exacto. Hay un lema satánico que lleva muchos años en el mundo y es: "Haz lo que quieras, así podrás ser". Esto lo podéis encontrar en un libro del P. Amorth, donde lo cuenta.
Es muy importante conocer las estrategias de nuestro enemigo en la fe (recordemos que Jesús en una parábola nos cuenta una fundamental. Es la del sembrador, cuando dice que: "Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos". Lc 8,12).
Satanás quiere que no creamos: para que no nos salvemos. Y la fe se pierde cuando arranca de nuestro corazón la Palabra de Cristo.
Así pues, lo importante o fundamental es SER HOMBRES Y MUJERES DE PROFUNDA FE: empapados en la Palabra de Dios.
Ella tiene fuerza, poder, capacidad, para enseñarnos, conducirnos, transformarnos: es la espada del espíritu que diría la carta a los efesios. En ella lo tenemos todo.
Por eso, nuestro esfuerzo ha de estar en ser Evangelios vivientes, andantes, como diría el Beato don Manuel González.
Sabemos que el primer mandamiento es AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, y Jesús es muy claro: "el que me ame guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él" Jn. 14,23.
Qué hermosura es la Palabra de Dios que es el mismo Cristo.
Leer la Palabra de Dios, o mejor, empaparte de ella, es empaparte del Espíritu Santo, porque la Palabra, la Sagrada Escritura, está preñada del Espíritu Santo.
María se quedó preñada del Espíritu Santo, se quedó preñada de la Palabra que es Luz y Vida: "Tu Palabra me da Vida, confío en Ti Señor. Tu Palabra es eterna, en ella esperaré.
Dichoso el que con vida intachable, camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos, los cumple de todo corazón" Salmo 118.
"En la misión de transmitir la vida, los esposos no quedan, por tanto, libres para proceder
arbitrariamente, como si ellos pudiesen determinar de manera completamente autónoma los
caminos lícitos a seguir, sino que deben conformar su conducta a la INTENCION CREADORA de Dios"
Y aquí:
" Así, quien reflexiona
rectamente deberá también reconocer que un acto de amor recíproco, que prejuzgue la
disponibilidad a transmitir la vida que Dios Creador, según particulares leyes, ha puesto en él,
está en contradicción con el designio constitutivo del matrimonio y con la voluntad del Autor de
la vida."
y por todos lados. Vamos es que se habla de eso y no de otra cosa. El fin primordial del matrimonio es traer los Hijos de Dios al mundo.
Buscar la unión matrimonial de tal manera antinatalista, contraviniendo "la intención creadora de Dios" merece perfectamente el calificativo de la "píldora católica".
Salvo la excepción de los graves motivos.
Lo que pasa es que cada uno lee lo que quiere leer.
Anda que.....
"En relación con las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales, la paternidad
responsable se pone en práctica ya sea con la DELIBERACION ponderada y generosa de tener una
familia numerosa ya sea con la DECISION, tomada por graves motivos y en el respeto de la ley
moral, de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido"
Pablo VI utiliza los términos DELIBERACION Y DECISION
DELIBERAR
(Del lat. deliberāre).
1. intr. Considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de una decisión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos.
2. tr. Resolver algo con premeditación
Es PATERNIDAD RESPONSABLE: "la deliberación ponderada y generosa" de tener una familia numerosa, o "la decisión" tomada por "graves" motivos (algunos que saben latín traducen "serios") de "evitar un nuevo nacimiento algún tiempo o por tiempo indefinido". Son los padres los que toman la decisión ante Dios. Son responsables de sus actos y para eso tienen la obligación de formar sus conciencias estudiando la moral católica. Al inicio de la encíclica Pablo VI llama a los esposos "colaboradores libres". Tu percepción de robots -en lugar de hijos de Dios que colaboran libremente con Dios- es equivocada.
Pecan los padres que utilizan el método natural para evitar un nuevo nacimiento porque quieren ir de vacaciones a Miami todos los años... Ya se ha dicho que no basta con que el objeto sea bueno, la intención tiene que ser buena.
De la Respuesta de la Sagrada Penitenciaría, 20 julio 1932
1932 07 20 0001
[1.–] Preg.: ¿Es lícita de suyo la práctica de los esposos que, deseando por justas y graves causas, evitar de una manera honesta el tener hijos, de mutuo acuerdo y por motivos honestos, se abstienen del uso del matrimonio, a no ser en los días en los que, según la doctrina de algunos autores modernos, la concepción no puede tener lugar según las leyes naturales?
Resp.: Ya está provisto en la respuesta de la Sagrada Penitenciaría del 16 de junio de 1880.
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Que se vea con claridad , es esta respuesta "omitida" o "escondida", que solo valen motivos justos y GRAVES.
Nada más.
Es como lo de matar, por graves motivos, defensa propia, guerra justa etc.. entonces sí se puede.
La norma es que no, porque lo "grave" por definición, es excepcional.
Hay que tener muy graves motivos para oponerse a la intención creadora de Dios.
¿ Quien debe someterse a quien en normal situación Beatriz?
Pues eso dice.
¿¿buena?????
Eso no lo dice nunca, dice que por graves motivos.
Son dos cosas bien distintas hasta para un estudiante de 1° de teología moral.
¿Lo ves como retuerce tu mente para leer lo que quieres leer?
El infierno está lleno de "buenas intenciones".
Y cuando los esposos "cooperan" libremente, lo hacen con la intención ceeadora de Dios como norte, a la que deben someterse.
A ver si entendemos la jerarquía de voluntades y no andamos tan alocados desordenando las cosas.
"Licitud del recurso a los periodos infecundos
16. A estas enseñanzas de la Iglesia sobre la moral conyugal se objeta hoy, como observábamos antes (n. 3), que es prerrogativa de la inteligencia humana dominar las energías de la naturaleza irracional y orientarlas hacia un fin en conformidad con el bien del hombre. Algunos se preguntan: actualmente, ¿no es quizás racional recurrir en muchas circunstancias al control artificial de los nacimientos, si con ello se obtienen la armonía y la tranquilidad de la familia y mejores condiciones para la educación de los hijos ya nacidos? A esta pregunta hay que responder con claridad: la Iglesia es la primera en elogiar y en recomendar la intervención de la inteligencia en una obra que tan de cerca asocia la creatura racional a su Creador, pero afirma que esto debe hacerse respetando el orden establecido por Dios.
Por consiguiente, si para espaciar los nacimientos existen serios motivos, derivados de las condiciones físicas o psicológicas de los cónyuges, o de circunstancias exteriores, la Iglesia enseña que entonces es lícito tener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a las funciones generadoras para usar del matrimonio sólo en los periodos infecundos y así regular la natalidad sin ofender los principios morales que acabamos de recordar (20).
La Iglesia es coherente consigo misma cuando juzga lícito el recurso a los periodos infecundos, mientras condena siempre como ilícito el uso de medios directamente contrarios a la fecundación, aunque se haga por razones aparentemente honestas y serias. En realidad, entre ambos casos existe una diferencia esencial: en el primero los cónyuges se sirven legítimamente de una disposición natural; en el segundo impiden el desarrollo de los procesos naturales. Es verdad que tanto en uno como en otro caso, los cónyuges están de acuerdo en la voluntad positiva de evitar la prole por razones plausibles, buscando la seguridad de que no se seguirá; pero es igualmente verdad que solamente en el primer caso renuncian conscientemente al uso del matrimonio en los periodos fecundos cuando por justos motivos la procreación no es deseable, y hacen uso después en los periodos agenésicos para manifestarse el afecto y para salvaguardar la mutua fidelidad. Obrando así ellos dan prueba de amor verdadero e integralmente honesto."
http://www.vatican.va/holy_father/paul_vi/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_25071968_humanae-vitae_sp.html
Espero que este pasaje arroje algo de luz al debate.
Un saludo.
No la hemos citado por ir al grano, y porque lo anterior repite lo mismo.
Para entendernos:
La licitud del "MEDIO", periodos naturales, nadie la discute.
En el pecado este - como en otros- se discuten dos cosas:
- 1. La intención
- 2. y el medio empleado.
Se puede pecar por la primera, por la segunda, o por ambas.
Todos los medios artificiales antinatalistas pecan por el mismo medio empleado. (Incluso aunque hubiese causa grave por la que no se quisiese tener hijos. Eso también lo dice la Encíclica). Además pecan por intención antinatalista, (salvo la causa grave antes citada), es decir se peca por los DOS.
Una intención antinatalista siempre es pecado... salvo causa grave. Eso claro.
- Usar los ciclos naturales para tampoco tener hijos, supone pecar por la Intención. Intención de los cónyuges no sometida a Dios. (Salvo causa grave). El medio es lícito, la intención no.
Es decir, existiendo "causa grave" solo se puede recurrir a un medio lícito: los ciclos naturales. No se peca ni por intención ni por medio empleado.
Ya está, punto.
Lo que a la gente NO LE ENTRA, es que el antinatalismo sea pecado, ese oponerse a la intención creadora de Dios, y entonces todo lo ven desordenado y chirriante. Y hasta las palabras se entienden al revés.
El Cardenal Burke tiene un excelente discurso en el que dice -obvio- que el aborto, condones, píldoras etc... todo ello comparte la misma "especie de pecado":
El antinatalismo.
"Sed fecudos y multiplicaos !". Esa es la voluntad positiva, muy significada y muy antecedente de Dios.
Claro que, sin causa grave, hay que referirse a los ciclos naturales como "la píldora católica". Es lo que es !
La especie del pecado es la misma. La "especie" de un pecado es aquello íntimamente relacionado con la misma intención del que lo comete, no con el objeto.
Un ladrón de bancos que pega a una una anciana lo hace para robar el banco. La especie del pecado es el robo, no pegar a ancianitas.
Quien sin causa grave use del aborto, píldora, ciclos naturales, etc para NO TENER niños, la especie de pecado es la misma: NO QUIERE TENER HIJOS por lo que sea. Antinatalismo o como queramos llamarlo.
Nadie aborta por odio a los niños , en general, se aborta porque no se quiere un bebé. Esa es la especie del pecado.
Obviamente el objeto, el medio empleado, agravará o no el pecado, sumando otros en el camino. En el aborto es el crimen. En los ciclos naturales, sin causa grave, no se añade nada porque el medio es lícito.
Así que un poco de humildad todos.
Me temo que en esta cuestión estamos en ese delicado momento en el que se pretende establecer dónde está la frontera de lo lícito, frontera de la que sólo sabemos que existe y que está en algún sitio que nadie ha establecido con precisión, entre otras cosas porque no es posible hacerlo. Por si fuera poco, existen argumentos tanto para acercar como para alejar esa frontera, siendo casi imposible ponderarlos.
Desde luego, creo que estamos todos de acuerdo en la ilicitud de los medios artificiales anticonceptivos, más aún los contraceptivos (que matan al hijo ya concebido). En ese punto la diferencia entre usarlos o no usarlos es cualitativa y dicotómica, luego no existe duda sobre la ilicitud de su uso.
Así pues, nos centramos en los medios lícitos, que son los naturales. Sobre ellos la cuestión deja de ser cualitativa para pasar a ser cuantitativa, y radica en determinar el lugar concreto en el que está la frontera que separa la intención lícita de la ilícita.
Desde luego, no puede considerarse que esa frontera esté situada en la mera intención de no tener un hijo en un momento dado, ya que si el recurso se considera lícito para evitar una concepción en un momento dado, también debe considerarse, al menos en determinadas ocasiones, la intención que mueve a ello, ese "para evitar una concepción en un momento dado".
De modo que empezamos a matizar: vd habla del "antinatalismo", expresión en la que quiero entender el rechazo absoluto y perenne a la fecundidad. Ese antinatalismo absoluto contravendría el Plan de Dios ("Creced y multiplicaos"), de modo que entiendo que tal extremo sí pueda perfectamente ser ilícito. La propia HV lo sugiere desde el momento en que la licitud la admite para "espaciar los nacimientos", no para "evitar los nacimientos".
Sentado pues que no es lícito cerrarse en banda de modo absoluto a la fecundidad, ni aun mediante el uso de los medios naturales, vamos a lo siguiente: ¿Hasta qué punto es lícito administrar conscientemente esa fecundidad?
En la propia HV se nos dice que "la Iglesia es la primera en elogiar y en recomendar la intervención de la inteligencia en una obra que tan de cerca asocia la creatura racional a su Creador", donde nos deja claro que no sólo es lícito sino incluso elogiable la administración racional de la fecundidad, de donde se deduce que el problema pasa a radicar en el criterio que se siga para esa administración, y ahí es donde pinchamos en hueso.
Y pinchamos porque resulta bastante complejo precisar mucho más: la HV dice que son motivos lícitos los "serios motivos, derivados de las condiciones físicas o psicológicas de los cónyuges, o de circunstancias exteriores", pero esta declaración es, diría que intencionadamente, inconcreta o incluso ambigua.
Es inconcreta porque no establece con precisión cuándo un motivo es serio y cuándo no, lo que deja a la conciencia de cada uno la determinación del grado de "seriedad" de la causa que se considere (¿podría vd establecer esa frontera con precisión o sólo poner ejemplos de los casos extremos, que resultan perfectamente claros para cualquier persona medianamente sensata?), y es ambigua porque establece que ese motivo serio puede derivar tanto de circunstancias que podríamos considerar objetivas (como las condiciones físicas o las exteriores) como de circunstancias subjetivas (las condiciones psicológicas de los cónyuges), siendo que las subjetivas no pueden evaluarse sino apelando a la conciencia de cada uno y a su honradez ante sí mismo y ante Dios.
Estos casos deben ponerse en manos de Dios, que es quien sabe perfectamente quién es honrado y quién no, quién actúa de forma lícita o ilícita y en qué medida, y por eso mismo diría que puede considerarse "inquisidores" (lo que menciono por haber visto emplear ese término) a quienes entran a juzgar sobre estos casos sin haber sido consultados para ello.
Todo ello, desde luego, es mi humilde opinión, que sólo trata de intentar organizar un poco las argumentaciones que atañen al caso (aunque sea de forma tirando a cuadriculada, que es la que creo que se me da mejor).
Un saludo.
1.- Medios artificiales: siempre ilícitos.
2.- Medios naturales para rechazo absoluto de la fecundidad: siempre ilícitos.
3.- Medios naturales por causas claramente nimias: probablemente ilícitos, aunque a veces sea en grado venial, por obedecer a la inmadurez de los cónyuges.
4.- Medios naturales en la frontera entre lo nimio y lo serio: a criterio de los cónyuges, que Dios sabrá juzgar.
5.- Medios naturales por causas claramente serias: lícitos.
6.- Sin poner ningún tipo de medios, no habiendo causa seria para ponerlos: probablemente lícito, aunque Dios sabrá juzgar.
7.- Sin poner ningún tipo de medios, sí habiendo causa seria para ponerlos: probablemente ilícito, aunque Dios sabrá juzgar.
En el penúltimo caso (nº6), no considero que el no poner medios nunca sea algo siempre lícito porque veo posible que esa forma de actuar refleje una negativa por parte de los cónyuges a asumir esa administración inteligente a la que estamos llamados. ¿No podría ser ilícita en algunos casos la no administración de esa fecundidad que nos ha sido dada, la no intervención de la inteligencia que la misma Iglesia elogia y recomienda aplicar?
Y centrándonos en el último caso (nº7), ¿Podemos considerar lícito el no hacer uso de los medios lícitos cuando existe causa seria para ello? ¿No es razonable considerar ilícita la irresponsabilidad de cerrar los ojos a las causas serias que desaconsejan la procreación?
Es por ello que dejo ambas cuestiones a criterio de los interesados y en manos de Dios, ya que no estoy por la labor de meterme a inquisidor. Me limito a señalar que suele haber un montón de grises entre el negro y el blanco, y que reconocer eso no equivale a negar la validez de los criterios de que disponemos sino que más bien puede ayudarnos a precisar mejor su aplicación.
Un saludo.
No tengo inconveniente en que cuelgue estos comentarios en su blog si cree que pueden ser del interés de sus lectores. Sí le digo que por el momento preferiría seguir siendo sólo "Alvaro": cosas de la incorrección política que supone el hablar clarito, y de sus posibles consecuencias (¿ha visto lo de la bomba que han desactivado los TEDAX en la catedral de La Almudena de Madrid? Hay por ahí más de uno que no se corta un pelo con sus fobias ideológicas).
En cualquier caso, me temo que sus elogios son bastante inmerecidos, entre otras cosas por ese "Tu SI has leido la HV y la entiendes e interpretas bien" que me decía. Lamento comunicarle que aún no he tenido tiempo de leerla en condiciones (son innumerables los textos que me esperan en esa misma situación), de modo que a lo sumo he tenido ocasión de hojearla para captar el enfoque general del texto, y de entresacar el epígrafe concreto que aplicaba al caso que se debatía, que pegué en otro comentario.
Así, mis comentarios se basan principalmente, aparte de en ese vistazo somero de la HV, en lo que se nos dijo en los cursillos prematrimoniales en su día (que me parecieron en general bastante sólidos, nada que ver con la confusión postconcilio que padecí cuando las catequesis de pequeño), en algunas otras lecturas sobre la cuestión (la fundación Juan Pablo II tiene textos fantásticos), en los valores cristianos recibidos de mis padres, todo ello rumiado con la intención de aplicar un poco de lógica, sensatez y empatía al asunto (es lo que suelo intentar, lo que no equivale a conseguir).
Por su parte, la estructura del razonamiento proviene de la cuadriculación mental que suele aquejar a quienes nos dedicamos a la informática. Concretamente, para el caso he utilizado algo parecido a una de las estrategias clásicas que se estudian en informática para abordar un problema grande y complejo: se denomina "divide y vence" y consiste en reducir un gran problema complejo en los muchos pequeños problemas simples que lo componen, procurando que no queden casos sin considerar, para a continuación abordar cada problema simple por separado. De ahí el razonamiento que, paso a paso, iba eliminando factores ya resueltos, y la división final en 7 "casos tipo" que abarquen prácticamente todo el espectro de posibilidades.
Lo triste es que esta forma de plantear las cuestiones, al abordarlas por extensión, suele resultar lo opuesto a la síntesis, dando lugar a parrafadas infumables como las que a menudo cuelgo por estos lares y por las que no dejo de disculparme.
Un saludo.
Creo que lo que plantea del problema del discernimiento es acertada, y la forma en la que puede ayudar a acertar en este discernimiento es correcta (estudio, oración, pedir consejo a otra persona que pensemos que tiene discernimiento, tradición de la Iglesia...).
Lo que no estoy de acuerdo es en lo siguiente.
1.- No creo que la gente que abra la Biblia para leerla y ver si la Palabra de Dios le ilumina su mente para poder discernir mejor sea algo malo o no sea de católicos, más bien diría que es algo bueno y sí que es de cátólicos (aunque la Biblia se abra al azar).
2.- No veo justo la forma en la intenta desacreditar o burlarse de los católicos que hacen esto, es más me parece injusto, y muy injusto viniendo de un sacerdote católico.
3.- Yo he hecho esto alguna vez, incluso abriendo la Biblia al azar, y no me ha hecho ningún mal, más bien todo lo contrario, y de verdad que intento y quiero ser católico.
4.- Lo de pensar "qué haría Cristo en este caso", también me parece algo bueno. y no entiendo que a un Sacertote católico esto le parezca mal.
RESUMIENDO:
Estoy de acuerdo en la forma que plantea para ayudar al disernimiento.
No estoy de acuerdo en ridiculizar la lectura de la Biblia (aunque sea al azar) para iluminar la mente y ayudar al discernimiento.
Un abrazo
D.Jorge aboga en su entrada por "la reflexión, la oración ante el Señor, y la petición de ayuda a un buen director espiritual", es decir, por aplicar la razón, la honradez y la humildad a nuestras deliberaciones morales.
Por contraste, habla de los "vagos morales", que obviamente serían quienes no aplican esos principios de reflexión, oración y dirección, sustituyéndolos por los dos sucedáneos que menciona: la apertura al azar de la Biblia y el "Cristo haría".
Ojo a ese "sustituyendo": tengo bastante claro que la opinión que D.Jorge aporta sobre los dos actos sobre los que vd discrepa aplica precisamente a los "vagos morales" y no a los que podríamos llamar "fieles responsables", de modo que la crítica no debe entenderse como dirigida a la lectura de la Biblia o a Cristo como modelo, en sí mismos, sino sólo si ambos se ponen en práctica en sustitución de unas ausentes reflexión, oración y buena dirección.
Así pues, los fieles responsables pueden perfectamente abrir la Biblia al azar y leer unos versículos, ya que eso les podrá abrir una nueva línea de pensamientos que, mediante la reflexión, oración y dirección, les acerque tanto racional como iluminadamente a la solución.
Los vagos morales, en cambio, podrán abrir la Biblia al azar y leer unos versículos, pero ahí termina la cosa: interpretarán literalmente o como les venga en gana lo que han leído, y acabarán decidiendo hacer cualquier cosa que se les ocurra. Al fin y al cabo, están convencidos de que "Dios se lo ha dicho".
Por poner un ejemplo algo caricaturesco, imagine unos novios que abren la Biblia y leen "Creced y multiplicaos". Si son fieles responsables aplicarán reflexión, oración y dirección, llegando a la conclusión de que el camino al que Dios les llama es el del matrimonio. Si por el contrario son vagos morales, probablemente pensarán que a lo que Dios les llama es a las relaciones prematrimoniales.
Y con el "Cristo haría" me remito a lo que contesté a Luis de Chile más arriba: de nuevo la diferencia es la presencia o ausencia de la reflexión, la oración y la buena dirección que mencionaba D.Jorge, con las que Cristo se instituye en modelo perfecto de conducta.. y sin las que Cristo se convierte en pretexto universal para divinizar el "San Quiero".
Un saludo.
un poco de leer la Biblia sí que tiene algo de "Dios me ha dicho".
A fin de cuentas, se supone que la Biblia es palabra de Dios y en el contexto de oración y reflexión sí puede querer decirnos algo ¿porqué no?.
Si esto no fuera así, no tendría mucho sentido leer la Biblia si no creyera que Dios a traves de su Palabra me quiere decir algo o iluminar alguna situación de mi vida. ¿para qué sino podría leer la Biblia?.
De todas formas en todas las parroquia Católicas que he estado me han dicho esto, y aconsejaban esta práctica. Que me diga alguien si alguna parroquia le desaconsejan esto por no ser Católico o inútil.
Y sigo pensando que no es justa la forma en que Don Jorge trata a los que tienen o tenemos esta práctica. Creo que si Don Jorge piensa que esta práctica es hacer el canelo, es un tema serio porque pienso que se aleja de lo que la Iglesia aconseja.
RESUMIENDO que Don Jorge acierta en las formas de ayudar al discernimiento (oración, consejo espiritual, formación, etc) pero yerra en lo que toca a la Sagrada Escritura.
Uno puede abrir la Biblia al azar, porque sí, y meditar lo que lea que lea. Siempre Dios algo "hablará" algo útil para meditar.
Otra cosa es tener un problema moral y forzar que Dios te lo resuelva abriendo la Biblia al azar. Esto es tentar a Dios y querer sustituir tu obligación de fomarte por la "respuesta" fácil de lo que te salga, tentando a Dios como digo. Segundo mandamiento.
Lo segundo claro que es hacer el canelo y es una práctica condenada desde antiguo. Tiene un nombre que no recuerdo. Lo de "vago moral" es una definición perfecta.
Dice vd que la lectura al azar de la Biblia "en el contexto de oración y reflexión sí puede querer decirnos algo".
Perfecto, estoy completamente de acuerdo y a buen seguro D.Jorge también lo estará, porque ese "contexto de oración y reflexión" es lo que determina que vd es un fiel responsable y no un vago moral.
El vago moral es el que quiere zafarse de la engorrosa y cansada labor de orar y reflexionar, es el que quiere que le den todo hecho, todo pensado, las respuestas ya prefabricadas. Muchos vagos morales acaban siguiendo a ciegas lo que dice la tele, lo que dicen los políticos, lo que dice el vecino o lo que dice la echadora de cartas de la esquina, porque gracias a ello NO TIENEN QUE PENSAR, les dicen lo que tienen que hacer y punto, van con la masa y punto.
¿Y si el vago moral se considera cristiano? Entonces buscará las respuestas inmediatas y prefabricadas en la apertura de la Biblia al azar, SIN el necesario contexto de oración y reflexión al que vd alude.
Puede que a vd hacer eso le pueda parecer absurdo, una barbaridad y evidentemente inútil y contraproducente, y sepa que a mí también me lo parece, pero tenga por seguro que mucha gente actúa así.
Al final, dése cuenta de que si existe el contexto de oración y reflexión, la respuesta a nuestras preguntas no provendrá de la lectura al azar de la Biblia sino de la oración y reflexión que ésta habrá suscitado.
Con el vago moral, la lectura al azar de la Biblia es, tal cual lee, la respuesta final (o, tras una breve "reinterpretación", a menudo con pinceladas de buenismo ñoño, el respaldo a lo que quiera que se le haya ocurrido).
Y eso no está bien, por cómodo o por conveniente para justificar los caprichos que resulte.
Un saludo.
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