Hasta las narices de tanto falso profeta
Perdón por la frase un tanto basta. Pero es que uno se cansa de bobadas y más bobadas que se disfrazan nada menos que del cristianismo más puro y evangélico.
Para empezar he de reconocer que Religión Digital es una caja de sorpresas que nunca falla. Todo lo estrambótico, lo raro, lo antieclesial, lo fronterizo, todo lo susceptible de convertirse en un arma arrojadiza, todo lo transformable en dedo que meter en el ojo de la jerarquía, tiene su portada en Religión Digital.
Pero lo más divertido de todo es cómo se apropian de lo que se supone que es de todos, en una pirueta eclesial que camela a tanto incauto.
Leo esta mañana en portada que se está preparando un homenaje al obispo Fr. Raúl Vera, uno de los últimos fichajes de la casa, con el pomposo título de “Construyendo la iglesia profética”. Y ahí es donde uno no sabe si reír o llorar.
De Fr. Raúl Vera sabemos cosas. Por ejemplo, que ha tenido que ser llamado al Vaticano por su doctrina muy poco ortodoxa sobre homosexualidad. Pero ya se sabe que en este mundo de memos cuanto más te alejes de la Iglesia, cuanto más disientas sobre todo en temas de sexualidad y ordenación de la mujer, eres más profético. Y si ya de paso dices que hay que estar con los pobres, entonces “santo súbito”.
Estoy hasta las narices de que los más rebeldes, disidentes y memos se apropien del título de profeta y repartan certificados que ya sabemos lo que quieren decir: Fulanítez acaba de soltar dos patadas a la doctrina de la Iglesia y ha acusado al Vaticano de estar con los poderosos y de discriminar a la mujer.
Los profetas son otra cosa. Son gente como Teresa de Calcuta, que en este mundo de hedonismo, tener y exaltación del yo, supo ser humilde, pobre, servidora y eclesial. Profeta Juan Pablo II que no tuvo reparo en hablar de Dios y pedirnos que no tuviéramos miedo a entregar la vida a Cristo. Profeta sor Lucía, que a los ochenta años sigue rezando y entregada a los pobres. Profeta mi compañero Juanjo, con doscientas familias atendidas en Cáritas, fiel a la Iglesia, y lleno de sana alegría. Profetas Manolo y Maricruz, con siete hijos que acaban de adoptar a uno con síndrome de Down. Profeta Milagros, que con más de ochenta años se pasa medio día ante el Santísimo para que la iglesia esté abierta y la gente pueda rezar. Estos son profetas.
El homenaje a Fr. Raúl Vera de lo más divertido: no van a faltar ni una sacerdotisa anglicana ni una pastora bautista. Echo en falta a Tamayo, pero estará profetizando en otro lugar.
Estos no son profetas. Son cantamañanas. Y me tienen hasta las narices.
21 comentarios
"¡Ay de vosotros cuando todos los hombres os elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!" (Lc 6, 26)
Además me resultan familiares; No sé si era una profecía pero nunca me gustaron las viñetas de este hombre
La cosa empezó desde pequeño, recuerdo que nos las repartían en catequesis de 1ª comunión y yo sólo con mirarlas me mareaba (no es broma), tenían un "algo" que hacían que me causara malestar
Amén.
Cf. El libro de jeremías o los evangelios
Además de aceptar el magisterio de la Iglesia les recomendaría la leer a San Pio de Pietrelcina, a Santa Faustina Kowalska, y a tantos y tantos otros santos que explican perfectamente como es la Justicia de Dios...
@majovimo
http://about.me/majovimo
El "incomodar" no es el patrón esencial de reconocimiento del profeta: es el ser fiel al que lo envía, Dios. Y que anuncie fielemente y se cumpla lo que anuncia.
En estos casos que trata el post la infidelidad y el bombo mediático evidencia la absoluta nulidad profética de estos bien llamados cantamañanas. Que nos tienen ya más que hartos con las viejas y polvorosas cantilenas del paganismo inmoral, disfrazado de buenismo cristiano.
-¿Porqué no preocuparse, más bien, de este fin de tiempo que de los falsos profetas?
-¿No será que preocupa más aparcar de lado "ese día en fin determinado" (Jn.21,25-36) que a los falsos profetas?
Pero por desgracia hay tanta abundancia de ejemplos mediocres o antitestimoniales en el seno de la Iglesia católica, que esos ejemplos que usted señala (Madre Teresa, sor Lucía, su amigo Juanjo en Cáritas, el matrimonio con siete hijos...) no resultan suficientemente conocidos, ni estimados...
El personal, o sea la gente, se queda con el testimonio de las parejas que no pasan de la parejita -inmensa mayoría en los tiempos actuales, también entre los bautizados; ergo, lo más probable es que se pasen por el forro la doctrina de la Iglesia católica sobre sexualidad humana-, no con el testimonio de esa familia que usted conoce.
Se queda con el "testimonio" de mucha gente que trabaja en Cáritas, es cierto, pero en general sin identificarse, al menos muchos de ellos y ellas, honrosas excepciones aparte como su amigo Juanjo -yo en algunas movidas de Cáritas he llegado a conocer activistas feministas y lesbianas contratadas profesionalmente-, con la doctrina de la Iglesia católica.
Se queda la gente con el testimonio de tantos curas y religiosos y religiosas que parecen haber perdido el "oremus" y que aparecen por tanto como simples "burócratas" de la religión católica.
Y se queda la gente con el testimonio de no pocos obispos que aparecen también como meros burócratas, sin celo pastoral, sin fidelidad real a la fe y doctrina de la Iglesia universal...
Es una gran pena que me parece detectar en la actualidad de la Iglesia católica en España.
Postdata: lea, si no, el correo que le mandé ayer a su dirección de correo, la que aparece en su perfil.
Si éstas son las "profundas" reflexiones que los profetas y sus adláteres pueden ofrecernos, ya ha quedado muy clara la profundidad de los mismos.
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