Que no se entere mi perro
El rato que más veo, o mejor escucho, la televisión, es el que paso en la cocina. Un viejísimo aparato que no recuerdo ni de dónde salió pero que me sirve para estar al día mientras cacharreo y limpio.
Las noticias se parecen mucho unos días a otros. La prima de riesgo, elecciones catalanas, la champions, Madrid Arena. Pero de vez en cuando aparecen cosas que te llaman especialmente la atención.
Esta mañana escuchaba que el gobierno va a aprobar mañana un decreto para garantizar los derechos de los animales que se utilizan en experimentación biomédica. En principio no me parece mal. Que la gente se ensañe con los pobres bichos es algo que conmueve a cualquiera.
Así que al llegar al ordenata he buscado más detalles sobre el asunto. Lo primero, que se va a prohibir expresamente la experimentación con grandes simios. Esto es para pensarlo. Porque hace tiempo anda por ahí el proyecto gran simio que casi, casi los va a reconocer derechos poco menos que humanos, a “nuestros hermanos evolutivos” según afirman algunos. Pues no es para tanto. Total compartimos casi tantos genes con la mosca del vinagre y no nos parecemos ni en los ojos.
Muchos detalles sobre la cosa que nos ocupa. Pero hay uno que me preocupa especialmente y que espero no llegue a oídos de mi perro: y es que un perro no debe pasar encerrado más de cuatro horas seguidas. Pues qué quieren que les diga. Servidor pasea a su chucho mañana, mediodía y noche. Pero claro, entre paseo de mediodía y noche se nos pueden pasar ocho o diez horas sin ningún problema. Y claro, no está en una jaula, pero en casita y con zonas “restringidas”. Así que me veo denunciado no ante la protectora de animales, sino ante la fiscalía, que es cosa mucho más seria.
Sin embargo no pasa nada porque doña Justa, con una discapacidad severa, lleve dos años sin salir de casa porque vive sola y no hay presupuesto para una persona que le ayude. Ni es problema la falta de ascensor en casa de Joaquín, amputado. Ni nos vamos a escandalizar por los severísimos recortes de la lay de dependencia que están dejando a tantas familias sin ayudas para atender a ese familiar necesitado de cuidados muy especiales.
Ya quisiera servidor que un ser humano fuera tan cuidado desde el vientre de su madre como un lince ibérico, un enfermo gozara de tantas ayudas como un águila imperial, o un anciano como una cigüeña negra perniquebrada. Y me encantaría que el último hogar de España y del mundo estuviera dotado de los medios de que dispone cualquier centro de cuidado de especies protegidas. Pero ya vemos, los animalitos tienen derechos especiales.
Mi perro de momento no se ha enterado de nada. Sigue tan feliz conmigo y yo creo que comprende que lo que no puede ser no puede ser y que se hace lo que se puede.
Lo de cuidar a los animales me parece bien. Pero resulta triste que mientras los recortes en servicios sociales y ley de dependencia dejan a las familias desamparadas, andemos tan preocupados por la calidad de vida del gran simio y los paseos de los perritos. A este paso, de mayor, me voy a pedir ser aguilucho. Estaré mucho mejor tratado que cualquier humano, me temo.
30 comentarios
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Llamenme "especista" o lo que sea, pero el ser humano es superior a los demas animales por el simple hecho que tiene la capacidad de razonar, decidir, tener sentimientos. Aparte que si no nos cuidamos a nosotros mismos, quien lo hara? No creo que los tigres de bengala se unan a protestar por los niños por nacer.
Y seguramente vendra alguien a decir "esa horrible plaga que es la raza humana". Noticia de ultimo momento: perteneces a ella :)
'Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra'
... aunque eso, para nada, justifica el maltrato, mortificación o daño gratuito (caprichoso, inhumano o improcedente) infringido a cualquier animal.
No obstante, repetir una vez más, que la PRIORIDAD es aquello que va en primer lugar, es más importante o tiene más valor. Y en este sentido Dios se manifestó claramente: El Hombre.
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Chabe, sólo dos cosas. La primera es que el ser humano no es el único animal capaz de razonar, decidir y tener sentimientos, que tú lo ignores no implica que algo no sea.
La segunda es que seguir el camino que dejas abierto con tu comentario, no lleva sólo al especismo, lleva a cosas bastante más peligrosas. ¿Por qué no hacer la distinción en la calidad?, así, quien razone mejor será considerado superior a quien sea más corto de entendederas, supongo que no estarás de acuerdo con que se aplique ese tipo de diferenciaciones, ¿verdad?, pues no hagas tu lo mismo con tanta ligereza como lo haces.
Saludos.
26 Miren las aves que vuelan por el aire, que no siembran ni cosechan, ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de usted que está en el cielo les da de comer. ¿Cuánto MáS valen ustedes que las aves!
San Mateo 6, 26.
Cada vez estoy más convencido de que el discurso de ls prioridades ("hay otras cosas más necesarias que estas"), no llega a la gente, porque estás asumiendo la premisa errónea de su argumentación.
Primero, porque esa ley es un monstruo elefantiásico prácticamente inviable, que compromete un presupuesto que equivale casi al de todo el Ministerio de Sanidad, algo muy propio del dilapidador Zapatero.
Y segundo, porque no termino de ver que realmente haya tales recortes (de hecho, lo que la prensa progre presenta como imperdonable recorte no es sino la sana costumbre de pagar las deudas en lugar de endeudarse más sin pagar lo anterior).
Así, si este año 2012 la Ley de Dependencia ha ocupado un 61% del presupuesto del Ministerio de Sanidad, el próximo año 2013 devorará el 75% de dicho presupuesto (a este paso, nos quedamos sin Ministerio de Sanidad, fagocitado por la Ley de Dependencia).
Además, es importante tener en cuenta que buena parte de esa cantidad va dirigida a pagar la deuda arrastrada de años anteriores del pago de la seguridad social de los cuidadores no profesionales (o sea, lo que se dejó de pagar en años anteriores por la aplicación de este agujero negro).
La ley nació inviable debido a su aumento meteórico del coste previsto, que la hacía directamente insostenible en unos pocos años. Si las cifras ya eran desproporcionadas cuando se promulgó, lo son más aún ahora, con la crisis que hay y en la situación que tenemos, en la que pagamos un 6% de interés para que nos compren la deuda pública que emitimos (o sea, sumen un 6% anual a estas cifras):
- 2007: 400 millones de euros
- 2008: 678,68
- 2009: 979,3
- 2010: 1.160,3
- 2011: 1.545,4
- 2012: 1.673,8
- 2013: 1.876
- 2014: 2.111
- 2015: 2.212,9
http://www.aspaymcantabria.com/n44-el-gobierno-destinara-12638-millones-entre-2007-y-2015-a-financiar-la-ley-de-dependencia
NOTA: 2.212,9 millones de euros son 368.195 millones y medio de pesetas.
Si no me equivoco, estas cantidades aplican al estado central, suponiéndose que las comunidades autónomas aportarían otro tanto, y los usuarios el 30% o 35% restante. Así, se suponía que el coste en 2015 rondaría los 9.000 millones (aunque no me salen las cuentas: los 2212,9 del gobierno, sumados a los 2212,9 de las autonomías y ayuntamientos no llegan ni al 50% de los 9.000 millones; si se supone que los usuarios sólo debían aportar un 30% a 35% de los 9.000... ¿de dónde sale el 15% a 20% que falta?)
Sea como sea, el presupuesto del Ministerio de Sanidad para 2013 es de 2.970 millones de euros, de los que el 75% se destinará a Dependencia, de donde se deduce que Dependencia contará con unos 2.227,5 millones de euros.
No sé si alguien se habrá dado cuenta del detalle, pero la cantidad inicialmente prevista por la Ley para 2013 era de 1.876 millones, lo que significa que el gobierno piensa aportar a Dependencia 351,5 millones más que los inicialmente establecidos para ese mismo año cuando se aprobó la ley.
¿Soy el único que no consigue ver un recorte en un aporte mayor que el previsto?
PD: Dice el refrán que "no es lo mismo predicar que dar trigo". Ese refrán aplica al caso en el sentido de que no es lo mismo promulgar leyes que sólo obliguen a terceros y cuyo coste recae exclusivamente en esos terceros, que hacer lo propio con leyes que le vinculan a uno y es uno mismo quien debe financiarlas.
Así, la Ley de Dependencia obliga al Estado a desembolsar unas cantidades astronómicas para financiarla, y por ello resulta muy difícil a los gobiernos el aumentar su presupuesto hasta lo que el populismo exige.
En cambio, a los gobiernos no les cuesta ni un duro obligar a las empresas y particulares a gastar su dinero en hacer mil idioteces más o menos biensonantes, aunque esas idioteces puedan tener efectos desastrosos como por ejemplo disparar el precio de los alimentos frescos, alejándolos aún más de las bocas de tantos necesitados (ese sería el caso de la ley de comodidad animal, que hará inviables muchísimas explotaciones ganaderas, sin dinero suficiente como para reformar sus instalaciones).
Total, con este segundo tipo de leyes lo único que hacen es decretar que tú debes gastar tu propio dinero, que tanto cuesta ganar, en lo que ellos quieren. Eso sólo te cuesta dinero a ti, que casi siempre preferirías gastarlo en otra cosa. No es por nada, pero obligar a la gente a gastar su dinero en lo que no quieren me parece una forma de robo.
PD: Después de todo lo dicho, no puedo dejar de mencionar que el gobierno se está gastando cantidades similares, incluso superiores, en rescatar bancos (que ellos mismos se han buscado la quiebra, sobre todo las cajas bajo dirección político-sindical; en total unos 100.000 millones de euros), en rescatar autonomías (como en el caso de Cataluña, que acaba de recibir 2.847 millones, cantidad superior a la máxima estipulada por la Ley de Dependencia para 2015), en mantener subvenciones a la casta de los titiriteros (aumentadas un 75% tras la reciente huelga general), en mantener subvenciones a las carísimas energías renovables para seguir haciendo como si fuesen competitivas (unos 10.000 millones en todo el año, sin contar las subidas de las tarifas), en mil y una televisiones autonómicas (en sitios como Cataluña, donde prima el adoctrinamiento de la población, tienen hasta 7 canales autonómicos pagados con el dinero de todos), etc, etc, etc.
Desde luego, coincido en que semejantes cantidades de dinero estarían mejor en la Ley de Dependencia que en los ineficaces y carísimos huertos solares. Pero eso no quita para que la previsión inicial de la Ley sea poco menos que disparatada, viendo cuál es el presupuesto del ministerio que debe financiarla.
Un saludo.
A menos que la palabra "derecho" la revolucionemos en todos los sentidos (todo se andará con Singer y compañía), no es algo que se pueda predicar de los animales. Ni de los grandes simios ni de los renacuajos.
El maltrato a los animales es una inmoralidad por razones diferentes de unos imposibles derechos.
http://masalladelaespecie.wordpress.com/
Saludos.
¿Por qué estos Renzos etc se empeñan en proporcionatnos información tan redqueteconocida por cualquier persona medianamente barnizada de cultura general?
Estos son los prejuicios cerriles que os pierden,Renzo, y que os invalidan como interlocutores serios (no hablo ya de las recuentes exhibiciones de mala educación, sino simplemente de la constante minusvaloración de la amplitud de conocimientos del interlocutor, de su fuentes, de su formación, de sus intereses...)
Acabáis siendo acreedores al mismo menosprecio con que tratáis a vuestros adversarios dialécticos. Las anteojeras con las que os guiáis son enemigas de la amplitud de miras. Cierto que entre creyentes (y entre no creyentes, por supuesto, que InfoCatólica se ve frecuentada por unos cuantos) hay cenutrios campando a sus anchas; pero vuestro simplismo para medir en bloque por el rasero de la estupidez a todo adversario dialéctico os incluye ipso facto en la misma consideración.
Renzo: usted no sabe con quiénes está hablando...
'La naturaleza tendrá sus derechos tan pronto como tenga obligaciones. En el instante en que veamos pájaros, árboles, bichos y ardillas recogiendo basura, dando dinero por caridad y vigilando a nuestros niños en el parque, entonces les dejaremos votar.'
Claro que hay algunos voluntarios a votar, opinar y cobrar por los animales...
Ya que has visto el enlace, disculpa si dudo que hayas podido hacer poco más que eso, "verlo", podrías argumentar, si es que estás en desacuerdo con lo que en él se dice, en vez de limitarte a soltar ese discurso faltón y rencoroso que has soltado sin que venga a cuento.
"Renzo: usted no sabe con quiénes está hablando..."
Con intervenciones como la tuya Yolanda, lo voy sabiendo.
Saludos.
De verdad que me sorprende esa actitud que no entiendo a qué viene, ¿tan dificil es rebatir los argumentos ajenos en vez de decicarse únicamente a los ataques personales?.
Respondiendo a tu comentario, si los derechos fueran exclusivamente cuestión de poder contraer deberes y obligaciones para poder ser reconocidos, dejamos fuera a fetos y embriones, infantes hasta tener algunos años de vida, personas en coma, y a todo aquel ser humano que por alguna patología o accidente pierda toda a una parte sustancial de su capacidad para comprender y asumir obligaciones y deberes.
¿De verdad que es eso lo que piensas?.
Saludos.
No tengo nada que decir de ese enlace, ni argumentar a favor ni en contra. Es un tema añejo y ese blog es una recopilación muy ordenada del estado de la cuestión desde su eclosión hace unos 35 años. Es un tema del que sólo me preocupa la deriva ideológica con la que se seduce a mucho adolescente bonachón. Por lo demás, no hay mucho que preocupe en el respeto a los animales. ¡Por favor, resulta que cree que el temita de marras es algo que socave algo de nuestra fe! Bah...
Yo hablo de su tono en general, de su presencia fastidiosa y estéril en foros de este estilo, en los que JAMÁS ha buscado ni diálogo ni confrontación de ideas; su presencia siempre se ve guiada por un prejuicio bobalicón realmente ofensivo y una mala fe evidente. Es usted muy conocido. Tampoco crea que me importa mucho su opinión acerca de mí. Y con respecto a si viene o no a cuento mi discurso, fíjese que yo yo creo que hace meses que alguien tenía que decírselo: no sé si viene más a cuento ahora o hace un año, pero a cuento, viene, sí.
Saludos.
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¿Yo? ni quiero ni dejo de querer. Por mí como si escribes recitas versos o cantas una tabla de multiplicar.
Del mismo modo, también existe mucha confusión en cuanto a cuáles son o pueden ser fuentes lícitas del derecho.
Así pues, tomemos por ejemplo un Derecho Humano Fundamental como es el derecho a la vida: la fuente de ese derecho es, única y exclusivamente, la condición humana de un individuo, nacido o no. Este derecho existe vinculado a una obligación, a una responsabilidad, pero esta obligación o responsabilidad no vincula a la persona titular de ese derecho, sino al resto de personas, sociedades, organizaciones o gobiernos, que quedan obligadas a respetar la vida de esa persona.
Además, existe la cuestión de la tutoría: cuando una persona está incapacitada para ejercer sus derechos y obligaciones, éstos no desaparecen sino que se trasladan a un tercero que ejerce de tutor de esa persona incapaz, velando por sus derechos y asumiendo sus responsabilidades.
En cualquier caso, si bien el derecho general debe atender a las circunstancias particulares, no puede ni debe generalizar esas circunstancias particulares: el caso general para un ser humano es que sea capaz de comprender el derecho y de ser responsable por el uso de sus derechos y obligaciones, siendo excepción los individuos incapaces (que no podrán nunca ejercerlos) o inmaduros (que todavía no son capaces de ello). Es por ello que pueden existir derechos que apliquen a los seres humanos: lo normal es que cualquier ser humano pueda ejercerlos, sea en un momento presente, pasado o futuro, quedando las excepciones en manos de un tutor que responda por el incapaz.
En el caso de los animales esto no sucede: todos ellos son incapaces de comprender los derechos e incapaces de responsabilizarse por su ejercicio y por las obligaciones que conllevan, lo cual no es una cuestión de madurez sino de incapacidad inherente a su naturaleza. Por ello, es radicalmente injusto concederles la titularidad de derechos que nunca serán capaces de ejercer y que conllevan obligaciones que nunca serán capaces de asumir.
Con esto espero contestar a quienes se pronuncian cuestionando, siquiera retóricamente, que las personas incapaces puedan ser titulares de derechos, precisamente por no poder asumir obligaciones o responsabilidades.
El problema es que esto podría llevar a la errónea concepción de que pueden crearse derechos de la nada en progresión infinita, cuando esto no es cierto. Una de las bases del derecho es la Justicia ("el afán constante y perpetuo de dar a cada uno lo suyo", según una de sus mejores definiciones, la de Ulpiano), y una de las cosas que caracterizan a esa justicia verdadera es que es equilibrada.
En este sentido, los derechos humanos son equilibrados puesto que vinculan a todos los seres humanos tanto en cuanto al derecho como a la obligación de respetarlo: si tenemos a dos personas, ambas son titulares del derecho a la vida y ambas tienen la obligación de respetar la vida del otro, incluso cuando en una situación concreta sea la vida de uno la que esté en manos del otro y no al revés.
Eso no sucede con los animales: puesto que ninguno es capaz de entender y comprender el derecho, tampoco ninguno es capaz de responsabilizarse ante la Ley ni de obligarse según la misma. Falta el equilibrio que la Justicia exige, pues estaríamos hablando de derechos que los animales tienen que disfrutar pero no respetar, y de derechos que las personas tienen que respetar pero, en lo que a los animales respecta, no disfrutar.
Así pues, el respeto a los animales no puede nunca plantearse como un derecho propio de éstos, sino sólo como una obligación de las personas que tienen a dichos animales a su cargo, para evitar excesos, como también las personas están obligadas respecto a otras muchas cosas no por la naturaleza de éstas sino por otras cuestiones como por ejemplo su propiedad (no hay nada que prohíba a una persona conducir un coche, luego no puede designarse el derecho del coche a ser conducido o a no serlo, pero sí se prohíbe a las personas conducir un coche ajeno sin permiso de su dueño: no se prohíbe el uso sino el abuso).
Naturalmente, los animales siempre deben estar en un segundo plano respecto a los seres humanos, de modo que siempre primen los derechos humanos sobre el respeto en el trato a los animales.
Esto, casualmente, lo violan habitualmente los animalistas, que a menudo defienden para los animales derechos que niegan para los humanos (y es que los animalistas que son también proabortistas, aunque no son todos, son legión).
Un saludo.
Solamente con el 1% de las cantidades millonarias que tienen algunos políticos , se solventarían muchas de las situaciones en las que se está viendo la sociedad española, pero al parecer form
a parte de su patrimonio, y ese dinero es intocable.
Son los políticos, no los amantes de los animales, los culpables de la situación de España.
TODOS somos hijos de Dios, y absolutamente TODOS tenemos derecho a la vida.
Sr. jorge González Guadalix, Sacerdote diocesano de Madrid, ¿por qué le molesta tanto que se prohíba la experimentación con grandes simios ? ¿ Sabe usted lo que significa como ser vivo que te encierren de por vida, te utilicen y te hagan sufrir hasta la muerte?
Seguramente se permite ser tan irónico y extremista porque desconoce la horrible situación de los animales en España. Primero infórmese, vea fotografías, lea artículos, visite una perrera, un centro de experimentación.... y despues atrevase a afirmar que los animalitos tienen derechos especiales.
¿ No le parece peor que se gasten cantidades millonarias para matar animales de especies protegidas? Ese dinero se podría donar a Cáritas, que realmente si ayudan.
¿ Cómo puede comparar a un perro de experimentación al cual le permitiran tan solo 4 horas de libertad diarias, con un perro hogareño?
El hombre se siente superior, maltrata, mata, miente, roba..... gracias al hombre los animales sufren y mueren.
El hombre tiene la obligación moral de arreglar lo que ha estropeado en cualquier ámbito.
Y por último quienes ayudan a los animales también ayudan a las personas, en el caso contrario tengo mis dudas.
Ese "primero infórmese" podría empezar por leer la entrada, cosa que al parecer no ha hecho (aunque parece más probable que sí la haya leído, pero que haya desechado lo que no le interesa y haya arremetido contra lo que él ha malinterpretado de lo que ha querido; no puedo decir que ese tipo de entendederas sean algo nuevo)
Así pues, nuestro contertulio parece ignorar que D. Jorge ha dicho que "en principio no me parece mal [que se aprueben leyes de protección a los animales, porque]. Que la gente se ensañe con los pobres bichos es algo que conmueve a cualquiera", y termina diciendo que "Lo de cuidar a los animales me parece bien".
Vamos, que D. Jorge se opone al maltrato a los animales, como no podía ser de otra manera. Parece que nuestro contertulio no había leído esa parte, o no la había entendido, ya que le espeta lo que le espeta.
¿Cuál es el problema entonces? Que a D. Jorge no se le ocurre nada mejor que hilar fino y hacer un comentario que requiere que el lector piense un poco para entenderlo: "hace tiempo anda por ahí el proyecto gran simio que casi, casi los va a reconocer derechos poco menos que humanos, a “nuestros hermanos evolutivos” según afirman algunos. Pues no es para tanto."
Y claro, a nuestro contertulio no le entra en la cabeza que una cosa es proteger a los animales y otra muy distinta equipararlos con los seres humanos, que lo primero está muy bien y es muy justo, pero lo segundo es pasarse tres pueblos y es radicalmente injusto.
Es habitual que determinadas ideologías radicales (y el animalismo no es excepción) decreten que en el mundo existe una dicotomía entre los "amigos" y los "enemigos", de modo que cuaquier cosa que no sea una adhesión inquebrantable a "la causa" se debe considerar un "extremismo" merecedor de la más desabrida de las reprobaciones, incluso si eso tan reprobable apoya los mismos fines pero no está de acuerdo con los medios.
En este caso, D. Jorge está de acuerdo con que haya una mayor protección de los animales para evitar abusos, pero no si para ello se pretende equipararlos a los seres humanos. No sólo eso: D. Jorge no puede estar de acuerdo con que matar una cría o un huevo de una especie protegida esté penado y perseguido mientras que matar una cría humana se considere un derecho y se esgrima como ejemplo de progreso (y como me lo veo venir, dejo claro que no apoya matar crías de especies protegidas sino que se opone a asesinar hijos).
Lógicamente, partiendo de esa base que reniega de la realidad para inventarse algo que no se ha dicho, la catarata de despropósitos vertidos por el contertulio de marras causa vergüenza ajena.
PD: Primero infórmese, vea fotografías, lea artículos, visite un abortorio, un hospital geriátrico o preséntese como voluntario en un comedor de Cáritas... y despues atrévase a afirmar que aquí lo importante son los animalitos.
PD: Debería darse cuenta nuestro contertulio de lo peligrosa que es esa forma de pensar que nos muestra en la frase "El hombre se siente superior, maltrata, mata, miente, roba..... gracias al hombre los animales sufren y mueren". Tal vez el de nuestro contertulio no sea el caso, pero hay muchos otros que esa forma de pensar que idealiza la naturaleza y criminaliza al Hombre la traducen en un odio hacia la especie humana y en la puesta en marcha de acciones efectivas orientadas a reducir la población humana, entre las cuales se encuentran auténticos atentados contra la dignidad y la vida.
O, para que se entienda, que ese "quienes ayudan a los animales también ayudan a las personas" en el que nuestro contertulio cree a pies juntillas no es más que otra de las habituales mentiras propagandísticas a las que estamos más que acostumbrados.
Un saludo.
Ya resulta cansino que cada vez que alguien pide respeto ,protección o, porqué no, derechos para los animales, salte alguno tirando de demagogia y acusándolo de pro-abortista, de situar a los animales por encima de los humanos y otras lindezas. Como si no fuera posible defender más de una cosa a la vez y hacerlo con la misma intensidad y compromiso.
Curiosa esa visión que tienes que considera injusta la extensión de derechos en vez de la limitación o supresión de estos. No entiendo como puede ser injusto dar un derecho a quien no lo tiene y lo necesita, menos aún cuando hacerlo no supone menoscabo en los derechos de otros.
Nadie que yo conozca piensa que los humanos debamos tener menos derechos que el resto de animales, ni tampoco que nuestros derechos deban ser 100% equiparables en todo a los de las otras especies. Se trata más bien de hacer valer nuestra capacidad para actuar de forma respetuosa y responsable y dotar de derechos, sí, derechos, sin contrapartida ni deberes, a las otras especies, y actuar como garantes para que se respeten.
Si el concepto legal o jurídico de lo qué es un derecho y quien está en disposición de recibirlo es lo único que va a marcar nuestra forma de tratar a los demás seres, estamos apañados.
Saludos.
Así pues, no es demagogia sino simple constatación de la realidad.
El maltrato animal está penado por las leyes, y bastaría con aplicar las leyes vigentes para que se acabase con la inmensa mayoría de maltratos a animales que actualmente se producen. Y si el problema radica en que no se cumplen las leyes que ya existen (nuestro contertulio hablaba de que se paga para "matar animales de especies protegidas", lo que significa que la ley ya las protege, pero que esa misma ley no se cumple), ¿de qué se supone que va a servir dictar nuevas leyes? ¿Tal vez sólo para aumentar el número de leyes inútiles que no se cumplen?
En cambio, sí es demagogia su absurdo "Si el concepto legal o jurídico de lo qué es un derecho y quien está en disposición de recibirlo es lo único que va a marcar nuestra forma de tratar a los demás seres, estamos apañados", ya que asume la barbaridad de que quien opine que se debe proteger a los animales pero sin equipararlos a los seres humanos, en realidad (uy, qué peligrosos esos "en realidad" de la progresía, que siempre esconden el clásico y mentiroso juicio de intenciones...) quiere maltratarlos.
Eso sí es extremismo, y del cerril.
Un saludo.
Si esa forma de tratar a quienes opinan distinto es un reflejo de como eres como persona, francamente, no tengo interés en debatir nada contigo.
Tu interpretación de mi comentario me parece capciosa, tendenciosa y manipuladora. Mi frase dice lo que dice y nada de lo que tú pretendes que diga. Te lo repito, rebate y argumenta, con respeto y sin manipulaciones torticeras, o si no eres capaz o no quieres hacerlo, simplemente ignora mis comentarios.
Saludos.
Lo de extremista era una referencia a lo que dijo Adolfo ("Seguramente se permite ser tan irónico y extremista porque..."), a cuyo comentario contesté inicialmente y a quien vd parece haber salido al quite, con lo que asume hasta cierto punto lo que él dijo. Así pues, si va a pedir cuentas a quien califica a otro de extremista, empiece por pedirle cuentas a Adolfo, quien calificó de extremista a D. Jorge por expresarse con moderación a favor de la defensa de los animales, aunque también con firmeza en contra de equipararlos a los seres humanos y de priorizar las necesidades de estos últimos.
Respecto a la cerrilidad, no es más que uno de los atributos habituales en el extremismo, atributo del que vd pareció hacer gala cuando pareció defender que si no apoyábamos la concesión de personalidad jurídica a los animales (pues hacerles titulares de derechos es admitirles en la categoría jurídica de "persona"), es que defendíamos el maltrato a los animales, lo cual es una forma de pensar verdaderamente absurda pero muy habitual entre quienes profesan ciertos extremismos (el animalista entre ellos).
Por cierto, repito tanto lo de "pareció" por si resultase que su frase "Si el concepto legal o jurídico de lo qué es un derecho y quien está en disposición de recibirlo es lo único que va a marcar nuestra forma de tratar a los demás seres, estamos apañados" no nos estuviese acusando, como parece, de defender el maltrato ("marcar nuestra forma de tratar a los demás seres") a quienes discrepemos con vd respecto a la realidad jurídica de quiénes pueden o no ser consideradas "personas" por la ley, sujetos y no objetos de derecho. Naturalmente, tiene vd la oportunidad de aclarar la frase de marras, que en su literalidad dice lo que dice, aunque a vd no le guste.
Por último, si una intervención es absurda o una barbaridad, no es algo que dependa de quienes la leen sino de quien la escribió. Yo ya he argumentado (el día 23, aunque vd no parece haberlo leído) por qué considero que el reclamar la personalidad jurídica para los animales es absurdo y una barbaridad. Tengo bien claro que tal reclamación se hace ignorando por completo los fundamentos de la Ley, y de las desabridas respuestas a D. Jorge se desprende que tales pretensiones también desprecian otras opciones mediante las que también se podría garantizar la protección de los animales sin por ello perjudicar los derechos humanos (sí, he dicho perjudicar). Como dije, el primer gran paso en defensa de los animales debería ser simplemente cumplir las leyes vigentes y no añadir más leyes al montón de las que no se cumplen, cosa que curiosamente parecen ignorar quienes defienden echar más leyes al cubo de la basura legal.
Así pues, lo dicho: aclare vd en qué sentido dijo la frase y, si realmente puede entenderse de esa manera, no tendré el menor empacho en disculparme con vd.
El problema es que somos esclavos de nuestras palabras, y vd condicionó "nuestra forma de tratar a los demás seres" a "el concepto legal o jurídico de lo qué es un derecho y quien está en disposición de recibirlo". Puesto que vd y yo entendemos los conceptos jurídicos de distinta forma (como ambos no podemos estar en lo cierto, queda claro que uno los entiende y el otro no) y puesto que vd se adjudica el puesto de defensor del bienestar animal, en la dicotomía sobre "nuestra forma de tratar a los demás seres" a mí me queda el lugar opuesto, el de enemigo de los animales.
Y claro, no estoy conforme con semejante papelón que no se corresponde en absoluto con la realidad.
Un saludo.
Me insultas porque alguien previamente insulto a alguien y por que te parece que yo comparto ideas con el primero, manda narices tu forma de razonar y de justificarte.
Además de no disculparte, sigues insistiendo en que he dicho no lo en ningún momento he dicho,aunque intentes camuflarlo introduciendo un "pareció", pero siento decirte que de poco te sirve, ya has dejado claro que lo tuyo en manipular e insultar como única línea argumentativa.
La absurdidad la pones tú solo, en tus reinterpretaciones de los comentarios ajenos y la barbaridad también corre de tu cuenta cuando pretendes reducir a puros conceptos legales el respeto a los animales no humanos, aunque por extensión de tu forma de pensar, se puede llegar a idéntica aplicación de la ley como exclusiva vara de medir a los humanos. A todos, a unos cuantos en función de características que al legislador de turno le convengan, etc...
Nada, que aquí dejo el tema contigo. Me parece muy triste que alguien que podría razonar y defender con respeto su forma de ver las cosas, elija la tergiversación, la ofensa y el menosprecio como única vía para el debate, así que aquí te quedas debatiendo contigo mismo.
Saludos.
- "pretendes reducir a puros conceptos legales el respeto a los animales no humanos".
Vd reclama "derechos" para los animales, y eso es una reforma legal concreta. Así pues, dado que el debate no se desarrolla en el terreno de los buenos deseos para con los animales sino en el terreno de las reformas legales, se hace necesario evaluar si la reforma legal concreta que se propone es justa o injusta (y justo no equivale a biensonante sino a "que da a cada uno lo suyo"), legítima o ilegítima (según sea compatible o no con los fundamentos del Derecho).
Vd defiende una reforma (conceder derechos humanos a los que no lo son) que es injusta e ilegítima por la barbaridad legal que representa.
Como ve, en ningún momento he criticado el fin que vd persigue sino sólo los medios que elige defender.
Decía Maquiavelo que "el fin justifica los medios", lo que significa que para su forma de pensar, era lícito elegir malos medios para perseguir buenos fines.
El problema es que el uso de malos medios pervierte en lo moral el fin que se persigue, al tiempo que en lo meramente práctico tiene siempre efectos colaterales perniciosos que hacen contraproducentes las medidas adoptadas.
Vd elige el maquiavelismo de pretender imponer unos medios ilegítimos (conceder la personalidad legal a los animales) para conseguir un fin que nadie niega que sea noble y al que nadie se opone (evitar su maltrato), y al mismo tiempo elige la demagogia de acusarnos a los demás de oponernos a su noble fin simplemente porque cometemos la osadía de denunciar lo ilegítimo e injusto de los medios que vd elige apoyar.
No me acuse de descalificarle, que se basta y se sobra vd solito para hacerlo.
PD: En cuanto a su famosa frasecita, en su día pareció que decía lo que en su día entendí, y queda claro que lo sigue pareciendo puesto que no solo no ha explicado qué quiso decir en realidad, sino que además aporta nuevas afirmaciones que refuerzan mi interpretación de lo que dijo.
¿Qué, se anima a explicarnos qué significan estas frases, si es que no me acusan solapadamente de defender el maltrato animal mediante argucias legales?
- "Si el concepto legal o jurídico de lo qué es un derecho y quien está en disposición de recibirlo es lo único que va a marcar nuestra forma de tratar a los demás seres, estamos apañados".
- "pretendes reducir a puros conceptos legales el respeto a los animales no humanos"
Vd verá lo que hace, pero para mí que se está retratando al elegir cubrirme de improperios en lugar de explicarse con claridad.
Un saludo.
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