¿Adoración perpetua? ¡Ni se te ocurra!
Las respuestas de la gente al proyecto de adoración perpetua en la parroquia están siendo muy positivas, tanto de laicos como de sacerdotes y religiosos. Todos me dicen que es un proyecto muy ambicioso, pero que es una maravilla. Y que adelante.
Por eso ayer me sorprendió tanto que precisamente un sacerdote fuera el que pronunciara estas palabras: ¿adoración perpetua? ¡Ni se te ocurra! Y que además lo hiciera en público, y además en medio de la misa.
Al acabar la celebración charlamos un momento. Y me expuso todos sus argumentos: que al final la adoración se convierte en un fin en sí misma, y que la gente que va a la adoración no quiere saber de los pobres y que ni va a misa.
Lo de siempre, que hay que estar con los pobres. Que es una forma de decirte que menos énfasis en la adoración, según sus mezquinos argumentos desencarnada y alejada de los pobres, y más estar con los débiles.
Pues no entiendo que esto se lo digan a un servidor, cuando en esta pequeña parroquia tenemos más de cuarenta voluntarios trabajando en los distintos proyectos de Cáritas. Y no entiendo que nadie ose contraponer adoración con servicio a los pobres.
Como no podía ser menos, hablé de la beata Teresa de Calcuta, que cuanto más trabajo tenía, más horas dedicaba a la adoración. Inútil todo argumento. Al final una sonrisa de conmiseración y tener que escucharle eso tan de siempre de “bueno, espero que tengas suerte y que salga bien, pero…”
En el fondo seguimos viviendo el vacuo kumbayá de los setenta. Hay que estar con los pobres, todos servidores, todos iguales, Cristo nos perdona siempre, creerse de verdad el evangelio, pero incapaces de un solo proyecto en el que embarcarse y dar la vida por Cristo y por los hermanos.
Al lado de este sacerdote, un laico corriente, normalito, de esos que están ahí para lo que haga falta. Responsable de matrimonios de su parroquia, y su esposa catequista desde hace años. Me pidió hojas de inscripción para amigos suyos y sé que en su pequeño boletín dará la noticia y pedirá apoyo.
Me acordé del evangelio: Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla.
39 comentarios
Aquí tengo otras reflexiones:
http://salvacionenlaiglesiacatolica.blogspot.com.es/2012/11/los-verdaderos-adoradores.html
Pero la Luz también atrae a los que habitan en las tinieblas. Prepárate para sufrir los ataques del Enemigo
¿Ese sacerdote está en sus cabales? ¿quizás ha tomado algún psicotrópico antes de decir semejante sarta de estupideces?
¿A que este dispendio?,se podría haber vendido el perfume y dárselo a los pobres...
Era Judas.
Lo de la Adoración requiere Fe en Cristo, en su verdadera presencia, porque está allí pero parece que no habla, pero en verdad no deja de hablar, eso sí, de alma a alma en suaves susurros que cambian vidas, suscitan vocaciones, comprometen a los fieles etc..
María eligió la mejor parte !
Pobre sacerdote que prefiere la peor que eligió Marta. Rezaremos por él.
salut
-Sí demasiados sacertotes hay que han olvidado que el primer manadamiento del Decálogo es -Amar a Dios sobre todas las cosas.-
-¿Y porqué?: Pues porque en su falta de fe por lo que Dios tiene en cuenta para el último día; estos gustan más de ser públicamente tenidos como buena gente. Y no se dan cuenta que pensando así ya recibieron su paga.
No hay que ser tan duros al juzgar, al contrario, hay que abrirse a escuchar otras opiniones y ofrecer el propio testimonio. No significa eso "aceptar" sin más lo que alguien diga, sino nada más abrir los ojos para pisar a la serpiente en el momento que aparezca, si aparece.
La opinión de todos los que aquí comentamos es distinta a la que motiva este artículo. ¿Habremos hecho algo diferente? ¿La Gracia se manifestó de otra forma? No se nos olvide que todo el mérito es del Señor y nosotros no somos más que instrumentos, cuando nos dejamos guiar por El.
También lo repito por que veo que nadie lo comenta, por lo que creo que no se le ve la importancia que esto tiene, cuando era joven se le daba mucha importancia, y me comentaron que había un obispo que semanalmente iba a un convento para dirigirse con un monje, por eso era importante..
Atender a pobres y Adorar a Jesús Eucaristía: una cosa no quita la otra, sino se complementan.
Recemos por esa legión de sacerdotes que no creen!
Propongo y frente al tabernáculo, todos los jueves, día consagrado para ellos y religiosos.
+
No dudo que el colega de D. Jorge haya podido tener una experiencia que motive el comentario: pero el problema es el propio comentario; está estableciendo una dicotomía entre la adoración y el servicio a los necesitados: entre el amor a Dios y al prójimo. Está ATACANDO al principal mandamiento. Está atacando la esencia de la Fe.
Es muy dificil que alguien se pueda dejar guiar por el Señor si no es capaz de reconocerlo; está presente en los necesitados, sin duda; pero en la Sagrada Eucaristia tiene su presencia REAL.
Lo que me sorprende no es la reacción negativa de ese sacerdote, sino que lo dijera públicamente en misa...
Aunque el mismo Satanás se nos apareciera blasfemando contra Dios, vale la pena escucharlo y evangelizarlo. Y eso que el pobre diablo no tiene posibilidad de redimirse. Tanto más un sacerdote que sin duda sufre y que cabe la posibilidad, aún remota, de que nos esté leyendo.
Su argumento no es tan peregrino. Muchas actividades parroquiales tienen esa característica: que la gente las busca pero luego se olvida de lo fundamental. Si no me cree, dese una vuelta por las pastorelas en esta época y verá muchas caras desconocidas que posiblemente no vuelva a ver. Eso no significa que no hay que hacer pastorelas, sino que hay que evangelizarlas.
Ante la presencia de Cristo vivo, no faltará algún "fiel" que se contente con "pasar saludando" y se olvide de lo demás. Es posible. Pero si el Buen Pastor se preocupa de la oveja perdida, una entre cien, ¿por qué nosotros, simples perros guardianes, no deberíamos preocuparnos?¿Acaso es más caritativo cerrar el redil y dejar que el lobo se coma los corderos?
Si algo me ha enseñado el Señor en la adoración perpetua es a escuchar. Sentarme en silencio una hora a la semana, en medio de este mundanal ruido, me ha mostrado que aún hace falta mucho amor en la tierra. Y si no puedo amar a un sacerdote al que ni siquiera tengo que soportar, ¿cómo voy a amar al pobre, al delincuente y al mismo Dios?
No sé si actualmente sigue aquella “Cruzada Eucarística”, que desde algún lugar (Bilbao, creo), dirigían los Jesuitas del País Vasco. Pero yo me pregunto: ¿es cosa de niños montar guardia ante el Santísimo de esa manera? Se daría testimonio de nuestra consideración suprema hacia el Señor Sacramentado: podría instaurarse una guardia de “mayores”, (seis o siete personas, no es necesario que se vistan de romanos ni que lleven lanza sino que, de pié, velen al Santísimo). Indicaría sacrificio y humildad.
(Por supuesto, una guardia que se preste no debe ser decorativa. A la oración interior de los “soldados” se sumaría el cuidado de que todo, en la capilla, funcionara correctamente.)
Bendigamos al Señor y que el Señor nos bendiga
¡Por Dios, David, no te pases! El diáblo, cuanto más lejos de nosotros, mejor. En todos los sentidos. Y mejor no hablar de él si no es necesario.
Bendigamos al Señor.
Al diablo se le enfrenta, no se le teme. Y eso lo saben hasta los niños que han leído a Harry Potter. Eso de "el que no debe ser nombrado" no va conmigo, y lo digo con conocimiento de causa.
Que un sacerdote desconozca que la adoración, con capilla o sin ella, es el motor de la vida cristiana... Si no adoramos a Dios, ¿cómo podemos seguirle? ¿O es ese estar con los pobres algo que nada tiene que ver con la prediposición del alma humana de adorar a su Señor?
Me viene a las mientes los terribles presagios de La Salette:
“Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, por su mala vida, su irreverencia e impiedad en la celebración de los santos misterios, por el amor al dinero, a las honras y a los placeres, se transformarán en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes atraen la venganza, y la venganza se cierne sobre sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y de las personas consagradas a Dios que, por su infidelidad y mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y claman por venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no se encuentra más una persona que implore misericordia y perdón para el pueblo, no hay más almas generosas, no hay nadie más digno de ofrecer la Víctima Inmaculada al Padre Eterno a favor del mundo."
En el museo dedicado a San Francisco en Asís, hay una meditación del Poverello junto al cáliz con que ayudaba repartiendo la Cominión que dice: "en todo humildad excepto con esto" refiriéndose a la Sagrada Comunión...
A rezar x los sacerdotes más intensamente cabe!
Estás muy seguro de lo que dices? Yo prefiero escuchas la Palabra de Dios, Mc 1, 23-25.
Y puedo escuchar una blasfemia, para hacer un acto de reparación; y valorarla en lo que vale; una grave ofensa a Dios. Como el consejo que ha recibido el P. Jorge.
Han pasado más de sesenta años desde que yo pertenecí a la Cruzada Eucarística de mi colegio. Si la actual cofradía para los chavales “cruzados eucarísticos” no tiene los cuatro lemas: “ORA”, "COMULGA”, “SACRIFÍCATE”, “SÉ APOSTOL”, no es la misma que con el nombre de “CRUZADA EUCARÍSTICA” funcionaba en mi colegio (Maristas, colegio de San Luis, de Pamplona, que ya no existe). Quizás esa cofradía que tu me dices la inició un jesuita que conocía la que yo digo, y quiso ponerle un nombre parecido. Pero han pasado muchos años y han ocurrido muchas cosa. Me temo que ya no sea lo mismo.
Saludos.
Iba a hacer la sugerencia de comentar el caso de la Beata Madre Teresa, pero ya lo has comentado en el post, y es que precísamente ella cuenta que sacaba fuerzas de la adoración y de la oración.
Creo que junto con la Santa Misa no hay nada que más agrade al Señor que la adoración eucarística.
¡Ánimo y bravo por este proyecto! Las bendiciones y gracias que Dios derramará sobre toda la humanidad serán infinitas.
@majovimo
http://about.me/majovimo
No hay nada en este mundo, que valga tanto la pena, como adorar a Nuestro Señor, en el Santísimo Sacramento. Es el tiempo mejor empleado. Allí,ante Él, que está PERSONALMENTE, como Dios y como Hombre, acudimos para decirle que le amamos y le damos gracias por permitirnos estar en su presencia, porque, aunque somos tan pequeños y poquita cosa, Él nos ama, y somos MUY importantes para su Sagrado Corazón, que por nuestro amor y salvación, se dejó traspasar por la lanza. Nunca lo amaremos bastante. Si consideramos su Pasión y Muerte, tan dolorosa y cruel para salvarnos, nos parecerá vacío el tiempo que no dediquemos a amarlo. DIOS ES AMOR.
Dejar un comentario