Titiriflautas
La primera noticia que leo sobre la huelga de hoy es que en el teatro Español de Madrid se han atrincherado unos cuantos titiriflautas encabezados por Willy Toledo, el titiriflauta mayor, conocido especialmente por haber cerrado un bar de Madrid a mamporros en la huelga anterior.
Su queja es que el gobierno del PP ha recortado mucho el apoyo al mundo de la cultura. Curiosa queja.
Lo primero que habría que preguntarse es qué leches entienden estos titiriflautas por la cultura. Porque estos mismos no tienen miedo a arriesgar su propia salud gritando hasta poner en peligro sus cuerdas vocales, básicas en su profesión, para denunciar el trato tan injusto que recibe la Iglesia del Estado. Ya se sabe: que si subvenciones a la enseñanza concertada para garantizar a los padres la libertad de educación de sus hijos, que si ayudas para restaurar la catedral de Burgos, el monasterio de Osera o las iglesias románicas del Pirineo catalán, que si la exención del IBI (curiosamente no se quejan de que la sede de la sociedad general de autores, tan de ellos, tan suya, tan de chorizos, también esté exenta de IBI).
La cultura, según esta gente, no está en las catedrales, monasterios o ermitas. Tampoco es cultura que los chavales puedan estudiar respetando la LIBERTAD de la familia. Nada. Esto por lo visto es carcundia y neolítico. Pero ellos han decidido autodenominarse “el mundo de la cultura”, aunque curiosamente, en este mundo de titiriflautas que llaman “de la cultura” no hay académicos, catedráticos, investigadores, sobre todo si son de derechas. Ya se sabe que la cultura es cosa de la izquierda, por eso en la guerra civil fueron los garantes de la preservación del patrimonio de todos, especialmente el religioso.
Aquí el problema está que con el cuento de la cultura hay un montón de titiriflautas que a pesar de declararse ateos llevan mucho tiempo viviendo, como vulgarmente dice el pueblo, como Dios. Una culturilla compuesta de escenas de sexo con uno, una, unos, ironía generalmente burda contra la iglesia, prédica de las bondades de la izquierda así como de las maldades de la derecha, y plasmadas en películas de éxito completamente descriptible (algunas ni se han estrenado), obras de teatro inaguantables, y galas en ayuntamientos afines completamente previsibles. Y como han sido los grandes amiguetes del gobierno de turno, por esas genialidades tan sin ingenio han cobrado una pasta gansa como era lo esperable.
Ahora resulta que les han dicho lo que a cualquier autónomo o empresario: que se busquen la vida y que arriesguen de lo suyo. Es decir, todos iguales y sin privilegios como predican ellos mismos. Pues parece ser que no les ha hecho ninguna gracia.
¿Hay que subvencionar la cultura? ¿La cultura? Evidentemente sí. Restauración del patrimonio histórico artístico, la lectura del Quijote, museos, reales academias, universidad, teatro clásico… ¿Y una obra de teatro que quiere estrenar Willy Toledo sobre la nada del hombre reprimido por la derecha y los curas, y feliz en el paraíso izquierdoso de la libertad mientras soluciona su pasado acostándose con un par de señoritas de buen ver, un maromo bien plantado y una cabra que se llamaba Asunción? Las titiriflautadas, se las paguen los titiriflautas, y nada, que tengan éxito y se hagan muy ricos.
P.D. Según cuentan las crónicas de la mañana “El actor, por su parte, no se ha asomado demasiado al balcón del edificio, ya que permanece la mayor parte del tiempo en el interior, en una amplia sala coronada por una suntuosa lámpara de araña”. “El grupo de actores protagonistas de la protesta quiere mantener un encierro de 24 horas. De momento están surtidos con un catering compuesto, entre otras cosas, por café caliente y dátiles de Irán.”
Ya se sabe que este mundo de la cultura titiriflauta es un mundo muy exquisito.
14 comentarios
Por cierto, a estos "encerrados" el catering del café caliente y dátiles de Irán se los está sirviendo un camarero que, al parecer, no tiene derecho a hacer huelga, si es que el hombre quiere hacerla.
En fin, que yo, parado, estoy pensando en hacerme actor titiriflauta a ver si vivo mejor...
totalmente de acuerdo. ¡Cheque escolar ya! ¿Por qué tengo que subvencionar de mis impuestos una enseñanza con la que no estoy de acuerdo? Si quiero que mis hijos no estudien educación para la ciudadanía, que puedan estudiar separados niños y niñas para aprovechar mejor sus potenciales (curioso, no se protesta cuando se publica un estudio demostrando que el cerebro masculino y el femenino funcionan de manera diferente), que puedan seguir un ideario de acuerdo con mis creencias... ¿por qué me lo tengo que pagar al tiempo que pago una educación con la que no estoy de acuerdo?
Sólo garantiza la elección de educación para los hijos el más radical homeschooling. Supuesto que no todos puedan hacerse cargo de algo tan radical, la solidaridad entre católicos: centros rigurosamente privados en los que los más ricos pagarían las plazas de los más pobres. lo demás es puritita cara dura.
Y dejo el tema, que no es el del post y yo sólo preguntaba a don jorge si era consciente de que el eslogan de la libertad y los conciertos es una falacia que ya no se puede defender sin que se nos caiga la cara de vergüenza.
Pero lo mas gracioso en España es que los políticos y demás elites que defienden el sistema son los primeros que alejan a sus hijos de los colegios públicos. Huyen de ellos como si fueran el mismísimo demonio. No se salva ni uno.
¿Por que? Como diría Ockham la respuesta simple es la acertada. La red publica es un completo fracaso que condena a sus alumnos a la ignorancia mas absoluta, condena a sus alumnos a ser los siervos de la elites actuales.
Los herederos de la Ilustración siempre lo han tenido claro, que se eduque al pueblo en cuatro técnicas las suficientes para que el tejido productivo no se venga abajo. Pero que ni les ocurra pensar no vaya a ser que empiecen a creer en Dios, la Iglesia, en hacerse preguntas incomodas acerca del reparto de poder...todo diabólicamente bien montado.
Estómagos agradecidos. Vivid de vuestro trabajo, del cine y no de las subvenciones en pago a vuestras suciedades.
Lo triste es que, como esta jauría no es sino un aparato de propaganda ya construido, cuando cambia el gobierno, los nuevos siguen llenando su pesebre de forraje exprimido a los españoles en un estúpido intento de que cambien de bando y pasen a hacerles la propaganda a ellos. Se ve que de pequeños no les contaron la fábula de la rana y el alacrán.
Un saludo.
Eso, sumado a las "hsitorias" del Willy Toledo, el colmo.
Y pensar que esta señora ha tenido una calle dedicada a su nombre en Sevilla... ¿qué méritos presenta para ello?
Parafraseando a D. Jacinto: "He aquí el tinglado de la nueva farsa..."
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