¿Cómo saber si tengo fe?
Esto me soltó ayer todo un hombre hecho y derecho. A veces duda de si tiene fe o si su práctica religiosa es una pura costumbre, un simple hábito, algo más bien de tipo cultural social.
Me dijo: ¿cuáles son los signos auténticos de que es fe y no otra cosa?
Le respondí: pues mira, voy a hacer una cosa. Voy a preguntar a los lectores del blog a ver qué se cuentan.
Os paso la pelota. ¿Qué le digo?
PD. Daré mi opinión mañana. Perdón por esta pequeña maldad.
49 comentarios
Cuando sabes que todo esta bien,y tienes paz,o no lo esta,y no la tienes.
Y cuando vives las otras doe visrtudes:esperanza contra toda esperanza y caridad sin limites.
Es una buena piedra de toque.
Y si no quiere o no puede leérsela toda, le aconsejo un sólo versículo: "Muéstrame tu fe sin obras, y yo por mis obras te mostraré la fe" (St 1, 18)
Está claro que si puedo realizar las obras de Dios es porque Dios las realiza en mí. No es una cuestión de "esfuerzo" personal. Pero también el propio Cristo dice "Por sus frutos los conoceréis" (Mt 7, 16)
Si vemos que en nuestra vida hay frutos de vida eterna, entonces podemos alegrarnos y bendecir a Dios, porque Él nos lo ha regalado. La Fe es un Don, y las obras su consecuencia.
Un saludo,
José Manuel Genovés.
* Tratar de no preocuparse en exceso por las contrariedades de la vida, sino saber aceptar las mismas son paz y serenidad, aunque uno se vea en situaciones muy difíciles o críticas (hambruna, mendicidad, deshaucio, incomprensión por parte de otras personas, y en especial por parte de los seres queridos o que están más próximos a nosotros, etc.), poniendo toda la confianza en que Dios no nos abandonará pese a estas dificultades. Es decir, tratar de poner a Dios como lo más importante en nuestra vida.
* Tratar de vivir coherentemente nuestra vida diaria según lo que nos dice la Iglesia y la Biblia, y en especial los Evangelios, ya sea en familia, en comunidad (si uno pertenece a algún movimiento de la Iglesia), ayudando a los demás, etc.
* Tratar de cumplir lo más fielmente posible los Mandamientos de la Ley de Dios y los de la Iglesia.
* Tratar de no dejarse arrastrar por las opiniones contrarias al Magisterio de la Iglesia, sino intentar ser testigos de la misma y de Jesucristo, sobre todo en los momentos en los que las opiniones que se vierten contra la Iglesia son negativos.
* Tratar de no fabricar un "Jesucristo a nuestra medida".
* Tratar de no dejarse arrastrar por el relativismo moral, por la apostasía, por el laicismo, por las ideologías anti-cristianas,etc.
* Tratar de celebrar las misas (o las celebraciones litúrgicas o similares, si uno pertenece a algún movimiento de la Iglesia) con atención y entusiasmo y no como una carga que hay que soportar.
* Tratar de rezar lo máximo posible, y en especial en los momentos difíciles, pero sin descuidar las demás obligaciones de la vida. Es decir, aplicar el "ora et labora".
Seguramente habrá muchos signos más. Pero éstos son los que se me han ocurrido.
En todo caso, estoy bastante convencido de que si uno es capaz de cumplir con los que he enumerado de forma bastante fiel, es señal de que su fe es bastante grande.
Es la 1ª vez que escribo en este blog aunque lo leo desde que empecé a ver que estaba en infocatólica.
Primero de todo darle las gracias Padre Jorge por su ejemplo de sacerdote íntegro enamorado de Cristo y de sus ovejas. Espero algún dia visitar su Parroquia y contemplar el milagro de ver que ha podido llevar a cabo la Adoración Eucarística permanente.
Escribo porque me he sentido muy interpelado por la propuesta que nos ha hecho hoy. ¡Ufff que dífícil nos lo ha puesto!. Y es difícil porque contestar a esa pregunta irremediablemente nos lleva también a cuestionarnos a nosotros mismos como vivimos nuestra Fe.
Bueno suelto lo que me ha venido, que espero sea del Espíritu Santo. Al menos son de dos santos a los que quiero mucho.
San Maximiliano Kolbe antes de llevarle al campo de concentración de Auswchitz les dijo a sus frailes "No os olvideis el Amor" y el Padre Pio cuando le preguntaban como ser santo simplemente decía "que todo consistía en Amar".
Pues eso, en mi sencilla y humilde experiencia el signo principal para saber si tienes Fe es conservar la necesidad de amar a Dios. Luego pueden venir los momentos bajos de alejamiento, de no comprender, de dolor, de tibieza,de rutina y un largo etc... pero entre ellos tiene que brotar de nuestro corazón "Señor quiero amarte más; ayúdame, enséname, que yo sólo no puedo". Si a esto le unimos el estar muy pegaditos a nuestra Madre Inmaculada y añorar cada semana el recibir a Cristo en la Eucaristía...ya pueden venir las dudas y lo embistes de la vida y del "patas" (como decía el cura de Ars) que el Señor se encargará de mantenernos firmes en la Fe.
un abrazo en Xto.
Miguel A.
Supongo que la fe es lo que me empuja a buscar a Dios, lo que que hace reconocer y sentir Su presencia en las cosas más pequeñas. También la que me echa en cara mis faltas y mis pecados mostrándome que no voy por el camino correcto. Creo que la fe es la que me para los pies cuando la ira y la soberbia se apoderan de mi corazón. Es lo que me ayuda a perdonar y a pedir perdón a los demás. La fe es la que me dice que no debo ser de este mundo aunque mi razón se resista.
Un saludo.
- La fe en Dios no es cosa de tibios en la costumbre social religiosa o ideológica; sino de fríos o de calientes en la lucha por la causa de Dios. (Ap.3,15)
-La fe en Dios es aquella forma de vivir la vida amando a Dios con toda su mente con todo su ser por encima de todos los seres y todas las cosas.
-La fe en Dios se mide por el grado en cómo esta entrega se apresta a obedecer al singular y personal mandato divino que solo quien tiene la responsabilidad de su propia fe oye y entiende.
-La fe en Dios se mide por cómo esta fe es criticada; sea por la conducta moral religiosa, sea por la cívicoideológica de los más allegados o de los ajenos; cuando no de ambos.
-La fe en Dios ni se especula con ella; ni se comercia con ella; ni se pone a la venta en cualquier mercado de este mundo.
-La fe en Dios, la verdader fe no procura tronos en este mundo sino sinsabores y amarguras por lo que quien tiene fe ve que debiera ser y no lo es.
-En la historia de nuestro tiempo, el verdadero ejemplo de fe nos lo dio Jesús el Cristo; Quien sin renunciar a la Ley de su pueblo, cumplimentó ásta su antigua Ley, con una nueva Ley hasta morir por ella.
-Por la fe en el Dios del otro Mundo; este Mundo, siempre, se traga al que tiene fe en el Dios del otro Mundo. Y el Dios del otro Mundo le resucita al final de este Mundo.
Si sientes que hay una madre en el Cielo que te protege y ampara, tienes fe.
Si sientes que toda tu vida, en lo bueno y lo malo, es una decisión amorosa de Dios hacia tí, que te he creado porque te ama apasionadamente, aunque te equivoques o te apartes de Él, porque siempre te abre sus brazos para esperarte y acogerte, tienes fe.
Y si ese sentimiento lo refuerzas con buenos e inteligentes libros escritos desde hace más de dos mil años, ese sentimiento adquiere una razonabilidad e inteligibilidad luminosa.
Pero, por encima de todo, si se lo pides de corazón a Dios, tendrás fe.
En el caso de la Fe (con mayúscula), es la confianza que tenemos en que la Revelación es cierta.
No es una cuestión de conocimiento, no es una cuestión de fuerza de voluntad ni de adhesión voluntarista, es sólamente confiar en Dios y sus medios para llegar a nosotros y salvarnos.
La Fe pasa por el sometimiento de la voluntad para adherirse a la Verdad, una verdad que nos libera (sorprendentemente).
Un saludo en la Fe.
FE ES CREER (ciegamente; es decir, tener confianza plena y absoluta) DE QUE TIENE QUE EXISTIR UN OCÉANO (Dios) PORQUE SABEMOS (tenemos pruebas fehacientes de ello) O HEMOS VISTO UN ARROYO (Jesús... -resucitado-).
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Tengo fe si soy capaz de recitar el Credo con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente.
Con la ayuda y los cuidados de nuestra Madre por supuesto.
Paz y Bien.
Pues si digo que creo en Jesucristo, sé que es Dios ¿Por qué cuando voy al sagrario apenas dedico un tiempo con Él? Pues en cuánto suena el móvil, me levanto y hablo, ¿Es más importante la criatura que el Creador? Amará a Dios sobre todas las cosas, más que a uno mismo, ese amor a Dios nos ayuda a perfeccionar el amor al prójimo, como ya dije alguna vez.
Pero muy buenos los comentarios que se ajustan como debe ser la fe, el testimonio de los Santos, y Santas nos convencen, ellos han vivido la fe, sin fe no es posible alcanzar la santidad, sin fe, el corazón se envuelve con alguna cosa u otra que el mundo le ofrece, y si el mundano dice que tiene fe, se engaña así mismo.
Estos comentarios sobre la fe que ha sido compartido, no se puede escribir sin faltase la fe. Pues la experiencia y el testimonio de los hermanos y hermanas que viven profundamente entregados a Cristo, son ejemplos a seguir.
No podemos olvidarnos de que el Catecismo de la Iglesia Católica nos habla sobre la Fe: 26-184.
Y no hace mucho nuestro querido Papa Benedicto XVI, nos ha explicado con claridad:
El Papa Benedicto XVI explica qué es la fe.
http://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-benedicto-xvi-explica-que-es-la-fe-31067/
es así, no puedo explicarlo, no puedo indicar donde está pero se que está porque me impulsa a esperar aquello que no veo, mi impulsa a estar en movimiento, a levantarme, a buscar siempre el querer y el hacer.
FE ES CREER (ciegamente; es decir, tener confianza plena y absoluta) DE QUE TIENE QUE EXISTIR UN OCÉANO (Dios) PORQUE SABEMOS (tenemos pruebas fehacientes de ello) O HEMOS VISTO UN ARROYO (Jesús... -resucitado-).
Evidentemente, creérselo y tomarse esa creencia en serio.
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Cuando necesitas creer. No hay mayor signo que la necesidad. Puede que todo se le torne a uno ajeno, lejano, vacío, incluso la liturgia, los sacramentos, la lectura de la Palabra de Dios. Pero, incluso en ese terrible desierto, siempre te quedará la sed. Es más: cuanto más desierto, más sequedad, más sed de Dios.
La fe es lo último que se pierde...
- Fe es la capacidad de comunicarnos con Dios, de percibirle y de hablarle, como si fuese un teléfono con línea directa a Dios. ¿Descolgamos el auricular a menudo o lo tenemos siempre colgado?
- Fe es el conocimiento de la Verdad que debe ser creída, pero hoy la sociedad secularizada ofrece todo tipo de sucedáneos que NO son esa Fe por la que pregunta esta persona y que SÍ hacen dudar de la Fe auténtica.
- Fe es el sentimiento de estar en presencia de Dios, hecho que la sociedad secularizada quiere pervertir sustituyéndolo por un sentimentalismo ñoño según el cual sólo hay Fe si experimento un intenso arrobamiento místico, y si no me siento conmovido es que no hay nada.
- Fe es la voluntad de creer, aunque atravesemos una noche oscura que nos oculte el sentido de todo. ¿Queremos creer aunque sea a contracorriente? ¿O más bien nuestra "creencia" la condicionamos al hecho de sentir o no ese sentimentalismo ñoño que se nos impone como sucedáneo? Confundir ambos es como confundir el amor y el enamoramiento.
- Fe es la confianza en el Plan de Dios, en la Verdad de Su Palabra, en la idoneidad de seguirlos, y esta Fe se demuestra con actos, que están ahí y hablan por nosotros aunque creamos que sólo los hacemos por inercia o por costumbre: si realmente careciésemos de esa confianza, simplemente cambiaríamos de costumbres (no sería el primero en hacerlo).
Así pues... ¿Tiene o no tiene Fe esta persona que nos refiere D. Jorge? Desde luego, la capacidad de comunicarnos con Dios la tenemos todos, luego esa Fe sí la tiene. Pero... ¿Y las otras?
Desde el momento en que esta persona tiene la costumbre, demuestra confianza en el Plan de Dios y en Su Palabra, y una cierta voluntad de actuar en consecuencia, aunque no entienda bien el sentido de esta voluntad.
Pero si duda es porque no siente esa Fe. Eso no tiene por qué significar que no la tiene, sino que bien puede ser como cualquier "noche oscura del alma": una fase en la que no se siente nada y en la que aprovecha para aflorar la tentación de cuestionarlo todo, de dudar del sentido de todo, de tirarlo todo por la borda. Además, el hecho de admitir como posible el canto de sirena de la sociedad secularizada, que trata de confundir Fe y costumbre como si fuesen hechos opuestos, parece indicar un conocimiento incompleto de lo que es la Fe.
¿Y qué puede hacer esta persona?
Lo primero que creo que debe hacer es caer en la cuenta de que si se cuestiona de ese modo su propia Fe, y si su reacción es comentarlo con el sacerdote, significa que esa Fe es algo que valora y no quiere perder. ¿En serio puede no tenerse algo que se siente tan importante como para reaccionar así ante su pérdida aparente?.
Así pues, entendido que esta persona sí tiene Fe -algo adormecida, pero la tiene- y que se trata de algo que no quiere perder, el siguiente paso, muy sencillo, puede ser una buena visita al Santísimo, para orar en silencio ante Cristo mismo. El ruido de la sociedad moderna suele impedirnos percibir la realidad de Dios y Su presencia, y una visita de adoración al Santísimo, para orar en silencio en Su presencia real y manifiesta, ha transformado a muchas personas.
Aparte de eso, supongo que lo típico: una buena confesión que aligere de lastre, buscar buenas lecturas y un buen director espiritual que le ayude a encontrar su propio camino, acudir a ejercicios espirituales...
Un saludo.
Un abrazo padre. Chus
Por tanto, sabemos si tenemos fe, si confiamos, aceptamos y nos adherimos a las verdades que Dios ha revelado y que nos han transmitido los Apóstoles de generación en generación, y eso a pesar de no tener pruebas evidentes o científicas de lo que creemos.
Si uno duda seriamente de que Dios exista, de que realmente se haya revelado, o de otras verdades de fe, entonces puede que esté perdiendo la fe o ya la haya perdido por falta de oración o por estar sumergido en el pecado. No olvidemos, que el pecado, de algún modo daña a la fe, aunque a veces no lo notemos. Si estamos en pecado mortal, y dudamos seriamente de la existencia de Dios o de algunas verdades de fe, hay peligro de perder la fe. Pero si se trata de una tentación, entonces hay que combatirla orando a Dios, y procurando formarse e instruirse en la fe de la Iglesia, leyendo buenos libros de doctrina, el Catecismo, etc o buscando quien nos ayude a madurar esa fe.
Si uno reza a Dios, y confía en Él, a pesar de las dificultades de la vida, y a pesar de no comprender todo lo que Él nos ha manifestado en Jesucristo, entonces se puede decir que uno está en el camino correcto.
Muy pedagógica es la frase de Santa Teresita de Lisiaux: "Señor, no te entiendo, pero me fío de Ti". Eso es fe. Creer en la Revelación del Dios Amor en Jesucristo sin esperar pruebas o evidencias, aunque sobrevengan graves tribulaciones. Es confiar en Dios a pesar de todo.
«Y ¿quién se podrá salvar?» Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.» Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.» Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.
La fe sobrenatural siempre tiene dos dimensiones, el Don o la gracia de Dios por una parte, y por otra, la correspondencia positiva del hombre a ese Don o gracia, que se traduce en una adhesión voluntaria a esa Fe que ha sido entregada como Don inmerecido.
La Fe es una virtud teologal, un don sobrenatural es Gracia de Dios, a la cual debemos unirnos con toda nuestra confianza, para que el Espíritu Santo comience su reinado, Manantial que baja de lo alto, el que hace retroceder el mal espíritu para que crezcan buenos frutos de fidelidad y coherencia, una verdadera Vida Cristiana.
Primero: no tengo datos suficientes para entender bien todo, pero cualquier contestación me parecería inicialmente falta de rigor. Además, hay cosas que cuando el hombre (y la mujer) trata de ponerle palabras, es limitar lo ilimitable, por eso es mejor no hablar.
Segundo: me parece un error gravísimo "airear" lo que una buena persona puede venir a contarnos, a pesar de que no dudo de su buena fe, pero, si fuera yo el que hablara con algún sacerdote y este airea lo que yo le cuento, me ofendería bastante.
Tercero: respecto a las dudas del buen hombre. Quizás lo que no haya que hacer sea ofrecerle respuestas; me estoy acordando del pasaje del ciego Bartimeo. La respuesta inicial de Jesús fue: llamar al que estaba gritando, y luego preguntarle: ¿qué quieres qué haga por ti?, es decir, ponerse en una situación de plena escucha.
La gente actual no necesita de respuestas directas, necesita descubrir por sí mismo la respuesta. Unos dirán y "lo que se ha creído siempre", está muy bien, pero hay cosas que no se arreglan con palabras, sino ofreciéndose, dando oportunidad de vivir una experiencia de silencio, viviendo con.
Vamos buscando "ver", y sin embargo, nos encontramos con Jesús que nos dice: ¿qué quieres qué haga por ti? mientras parte de la gente que está en el camino nos grita que nos callemos... La pregunta de Jesús es maravillosa. (no sé si me he explicado del todo bien, me da la impresión de que no)
Cuarto: La fe necesita siempre de un complemento (fe en; creer en; creer a, etc), y es además una experiencia profunda y personal, si preguntamos lo que es la fe a distintas personas, no responderían seguramente lo mismo; a pesar de que puede tener también un aspecto indudablemente comunitario.
La fe la imprime Dios en el alma con el Bautismo, y se pierde por una abjuración consciente de la misma.
A veces destacamos demasiado el aspecto humano, olvidando que es una virtud sobrenatural.
Los apóstoles lo tenían mas claro que nosotros pues según el Evangelio acudían a Jesucristo con la petición "¡auméntanos la fe!" cuando se daban cuenta que les costaba creer, aceptar las cosas que él decía.
O sea, posiblemente lo que tiene que preguntar es "cómo hago para que mi fe sea más operativa, que se muestre más en mi actuación diaria, que me fíe más de Dios y menos de mis razonamientos sesgados por mis vicios adquiridos, cobardías y perezas."
La crítica de tu segunda reflexión no me parece justa.
Ha escrito: "Le respondí: pues mira, voy a hacer una cosa. Voy a preguntar a los lectores del blog a ver qué se cuentan..."
Descuento que si el fiel hubiera protestado o mostrado disgusto, no nos habría pasado la pregunta.
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(Me agradaron los aportes de Rosario y Fátima)
A Dios hay que vivirlo con el propio aire, recreando en nosotros su Encarnación.
Y como uno tiene su historia, cuando creer en Dios no es una farsa, ni un delirio, ni aquello del que se dice feliz porque se ve sonriendo en un espejo, y para vivir el engaño se ríe en el espejo.
Yo camino mucho por la vida y en paz. Paz que me ha dado la fe. Paz que encuentro en mi intimidad con Dios. Paz que ha surgido lor la depuración de mi alma, por el fortalecimiento de mi espíritu, por hacerme último, a los ojos de Dios.
Yo siento en mi corazón, que Dios me acompaña, que me protege, que me salva de los peligros de la vida.
El, es la fuente de mi fe. Lo sabe mi corazón y donde voy, donde esté, mi fe irradia amor, paz, consuelo, alegría y esperanza.
Todo ello, es producto de mi FE.
Bendita sea el Cielo que se abre para iluminar mi vida y benditos todos los que asumen como primer principio, la Fe.
Como en Hb 11.1
Saludos
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