Sacramentos ¿decir no?
Sé que el tema es un charco embarrado. Pero si uno algo puede aportar aquí es su experiencia de cura párroco, sus dificultades y limitaciones, la visión de los problemas desde el despacho parroquial, el templo y la sacristía.
Dos son los sacramentos que plantean problemas. Sobre todo dos: bautismo y matrimonio. Los otros plantean menos dificultades al menos en principio.
Parto de que ya quisiera yo de que todos los feligreses fueran santos, perfectos, simpáticos, guapos, amables y de buen gusto. Pero los feligreses son como un servidor: limitados, con sus problemas cada uno, carácter singular y demás cuestiones varias.
Llegan papá y mamá al despacho con su retoño para el que piden el bautismo. En principio nada que objetar. Miro lo que dice el derecho, que pone como única condición “que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica; si falta por completo esa esperanza debe diferirse el bautismo, según las disposiciones del derecho particular, haciendo saber la razón a sus padres.” A ver qué es eso de “esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica…”. A partir de ahí… la cosa se complica.
Cada vez más te encuentras con padres no casados canónicamente, alejados de la práctica religiosa. ¿Bastaría ese dato para dudar de la educación católica de los hijos? Por otra parte, se hace muy difícil escudriñar y juzgar el interior de la persona para saber si de verdad van a educar en la fe a ese hijo o no. Son pecadores, pero los “practicantes” tambien lo somos y con mayor responsabilidad.
Nosotros lo que hacemos en la pastoral del bautismo, y la llevo yo personalmente, es acoger siempre a las familias, hablar con ellos, tratar de explicar lo que es el bautismo, animar a los padres en su vida cristiana, ofrecer unas charlas de preparación y bautizar con la mayor dignidad posible.
¿Y con los matrimonios, qué? Si al menos uno de los dos es bautizado no se le puede negar a nadie siempre y cuando cumplan con las formalidades del derecho y se les haya impartido la formación suficiente.
Es verdad que mucha gente te dice que si no son practicantes, que si no se lo creen, que si vete a saber, que para eso, que si vienen porque la iglesia es más bonita que el juzgado… Insisto, si al menos uno es bautizado y lo piden ¿soy yo acaso quien se va a negar a celebrar un matrimonio canónico porque me parece que en su interior las intenciones no son honradas? ¿Eso no es juzgar?
Complicada la cosa. Pero esto es como nosotros lo vemos. Y en la práctica negar un sacramento hay que plantearse si hace más bien o mal a las personas. Conozco personas que acudieron a su boda o al bautizo sin especial convencimiento, y la acogida, el cariño y la celebración les han hecho volver a la Iglesia. Pero cada vez que me puse “bruto” y dije no, he conseguido alguien que se va y normalmente para no volver.
Es fácil desde fuera decir no, como lo es decir sí. Luego en el despacho, en el día a día… como me dijo un día el cardenal Rouco Varela, uno hace finalmente lo que puede.
Os invito a leer Ius Canonicum, página que pretende facilitar el conocimiento y la divulgación del derecho canónico.
Dentro de ella recomiendo hoy especialmente lo que explica sobre los requisitos que se piden a los padres para el bautismo de sus hijos y los diversos temas sobre derecho matrimonial.
48 comentarios
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No se haga esa pregunta Padre, porque no ae establece en negativo -sumar las dudas-, sino en positivo: "haya esperanza fundada".
La esperanza es eso, solo esperanza. Si van a colegio con clases de religión, a catequesis con usted mismo para la primera comunión, que si la abuela reza, y quiera que no, el catolicismo sigue estando presente....
Hay algo al menoa de esperanza.
Si quieren bautizar, querrán primera comunión... pues dele una buena catequesis de entrada !.
Ante la duda , mantenga la esperanza y bautice. No se dedique a sumar los peros, nadie se lo pide.
Así es como lo veo yo. Bendiciones!
Podría hacer más.
Podría decir "Sí, pero..."
"Sí, claro, haremos la ceremonia, pero antes tenéis que hacer un Curso Alpha, un Cursillo de Cristiandad o un Siete Semanas de la Renovación" [tres fórmulas de evangelización a alejados de reconocida efectividad que deberían ofrecerse sistemáticamente a los que vienen buscando "bodas, bautizos y comuniones"].
También puede usted desarrollar su propio método de evangelización para alejados pero ¿será tan eficaz como los que ya existen?
Por último, esos 3 métodos transforman al tibio y alejado (con la Gracia de Dios, etc...) en cristiano, encuentran a Cristo... pero al contrario que las catequesis neocatecumenales no les ofrece una comunidad automática al terminar. Es la parroquia la que debe ofrecerles distintas opciones de comunidad.
Recordemos que la comunidad se basa en amistad y reunión regular para realizar actividades espirituales juntos. Si falla uno de los 3 elementos falla la comunidad, y los recién convertidos (probablemente con agobiante vida de papás con bebés) se irán.
La realidad es que hoy la parroquia es una dispensadora de sacramentos y pronto los ritos de paso civiles serán más bonitos y elegantes que los religiosos (bodas civiles y bautizos civiles: mejor música, mejores locales, te montas tu ceremonia, etc...).
La Iglesia sólo puede competir ofreciendo lo que el mundo no tiene: comunidad DE VERDAD, encuentro con Cristo y el Espíritu, transformación espiritual.
Tolkien, que era un gran católico, distinguía entre una esperanza basada en lo probable y razonable ("amdir", en lengua de los elfos) y la "esperanza contra toda esperanza", basada en lo teologal, en las promesas recibidas ("estel", en legua de los elfos).
Bueno, pues las estadísticas y la sociología nos muestran que no hay "amdir", esperanza razonable, de que los que buscan "bodas, bautizos y comuniones" [en España, no sé en Hispanoamérica] transmitan la fe católica a sus hijos; les transmiten mero "algohayismo" y buenismo, que el mundo barre facilmente.
En Alcohólicos Anónimos dicen: "si nada cambia, nada cambia". SI SIGUE CON LOS MISMOS MÉTODOS, OBTENDRÁ LOS MISMOS RESULTADOS: bautizados no evangelizados, indistinguibles de cualquier pagano. Y por lo general ausentes de la Iglesia.
Así que hay que buscar NUEVOS MÉTODOS, como pedía Juan Pablo II el Grande. De hecho, ¡¡¡qué suerte que aún vienen parejas jóvenes pidiendo "ritos" a su parroquia!!! En mi tercera parroquia de Barcelona y en la actual donde estoy ya no vienen parejas jóvenes ni a eso. No vienen, simplemente. ¡¡Hay que cambiar YA, después es tarde!!
Sobre nuevos métodos recomiendo este link:
http://www.es.catholic.net/catequistasyevangelizadores/816/570/articulo.php?id=51777
Yo tenía una compañera de trabajo que se hizo atea por que eran de un pueblo pequeñito y cuando sus padres llevaron para prepararse de primera comunion el parroco les dijo que como no iban a misa que para que iban a prepararse los niños para la comunion....
Si el sacerdote les hubiera dedicado algo de tiempo...
También he convencido a una pareja de no casarse por la Iglesia ya que nunca fueron católicos practicantes. Lo querían hacer por motivos tales como convención social o por complacer a sus padres. Los convencí y no pidieron el sacramento. Mucho mejor porque no duraron cuatro años casados. Ahora ella está sola y él casado con otra mujer.
Un párroco que tuve también les negaba el sacramento del matrimonio pero los ponía bajo formación y atención psicológica. Algunos regresaban para pedirlo de nuevo pero otros no.
A los curas les entran sus escrúpulos en estos temas, lo se, pero no creo que deban dudar. Creo que más enseñarían si dijeran NO en algunos graves casos que cuando les dicen SI.
Padre, creo que tenemos que confiar más en el plan de Dios para la vida de cada uno.
1- Bautismo: ¿Por qué lo quieren bautizar?, ¿Tienen Vds. intención de apuntarlo a clases de religión y catequesis de la parroquia?, ¿Tiene Vds. intención de alejarlo de la Iglesia?. Salvo que haya unas repuestas insalvables, que muestren una manipulación del sacramento y, por consiguiente del niño, para seguir unas ideas totalmente opuestas a la Iglesia, no hay dudas del bautizo, puesto que el niño recibe un bien enorme. Obviamente lo ideal es que lo padres cumplan sus deberes cristianos de padres, pero si no se muestra un interés perverso, es raro no encontrar esa esperanza fundada de alguna forma.
El bautismo es diferente.
El matrimonio, más de lo mismo... Conocí a un misionero que, harto de ver un divorcio tras otro de su comunidad en África me decía: "llegó un momento en que les decía: vamos a bendecir vuestra relación y si seguís así dentro de un año, os caso". ¿Cual es la tasa de divorcio de matrimonios católicos? ¿Realmente compensa que la sociedad, que nuestros hijos se eduquen pensando que el matrimonio NO ES un sacramento por la sencilla razón de que el 80% de los matrimonios son nulos? Se anulen o no posteriormente ¿cuántos de los casados repiten ante el altar cosas en las que no creen? ¿En qué convierte eso el sacramento? ¿Es realmente bueno para ellos y para la sociedad permitirles creer que lo que celebran es un sacramento cuando están celebrando una pantomima?
No soy quien para opinar a este respecto, pero como ya se ha dicho más arriba, ante la duda, siempre cabe una esperanza razonable. Sólo en los casos más extremos en los que resulte obvio la no idoneidad de la familia o de los aspirantes a cónyuges, se debe negarles los sacramentos.
Si cayeran en el rigorismo, no bautizaban ni casaban a casi nadie. Y esto tampoco es justo ni equilibrado.
¿Piensan Vds. que reconstruir su vida puede ser una salida ante hechos drásticos como una infidelidad?
¿Tienen intención Vds. de usar métodos anticonceptivos?
¿Viven Vds. juntos y no se arrepienten?
¿Creen Vds. en la confesión?
¿Por qué se quieren casar?
Estos son simples ejemplos.
A diferencia del bautismo, el "problema del matrimonio" es hay muchos que siguen pensando que pueden vivir al margen de Dios, según su voluntad. Tienen una imagen de Dios totalmente distorsionada a causa de su pecado, y están convencidos de que tienen asegurada su salvación, "como todo el mundo".
El problemón se ha venido cociendo al menos durante los últimos 20 años, cediendo y cediendo en casos escándalosos, de tal forma que ha sido en la propia Iglesia donde se ha inculcado hasta el fondo la idea de que para casarse no hace falta nada, que todo vale. El bautizado tiene derecho al sacramento.
Ahora es la propia Iglesia la que se da cuenta que el modo de vida de la mayoría que quiere casarse es un impedimento en bloque, que la cosa no es cuestión de los anticonceptivos, o de educar a los hijos en la fe. Es que es aquello y las relaciones prematrimoniales sin arrepentimiento, es que es una ausencia total de vida cristiana, de sacramentos, de mínima formación, es que lo único que se encuentra en muchos casos es una intención buenista de tener una unión que se le llama matrimonio y no tiene NADA que ver con el sacramento de Cristo.
Luego tienes a otros que también generan dudas, y son más perversos. Son aquellos con una aparente vida cristiana, asisten a misas, incluso a grupos o movimientos, parecen tener cierto entusiasmo por el Señor y luego resulta que fornican y es público. U otra circunstancia que resulta ser pecado mortal o supuesto para ser matrimonio nulo, y no muestran el más mínimo indicio de arrepentimiento. Aunque el tema está claro el sacerdote acaba cediendo.
¿qué le decimos a la abuela?
Que yo sepa de momento le han dicho que no en la parroquia a la que pertenece.
Buen post. Gracias D. Jorge.
Nadie da lo que no tiene, si los padres no tienen una verdadera educación cristiana malamente podrán dársela a su hijo. Y por educación cristiana no debemos entender simplemente la teoría (saberse de memoria el Catecismo) sino también el practicarlo en conformidad con el estado de cada cual.
Desgraciadamente hoy hay padres católicos, casados por la Iglesia, que piensan por ejemplo que es cristiano utilizar anticonceptivos, o abortar, o recurrir a la manipulación de embriones, o divorciarse por lo civil si llega el caso y contraer nuevo matrimonio civil, y tantos errores más......
Claro que alguno dirá que aunque los padres no tengan educación cristiana, el hijo bautizado la podrá recibir, bien en la catequesis parroquial de la Iglesia o bien mediante la enseñanza de los padrinos bautismales, y así haber una esperanza fundada de que el bautizado reciba una educación cristiana.
Pero ¿realmente ello es suficiente? Aunque el bautizado reciba la catequesis cristiana parroquial o la enseñanza de los padrinos bautismales, si resulta que luego los mismos padres le deseducan cuando el niño llega a casa, no se adelanta gran cosa.
Mi humilde opinión es que si los padres no están suficientemente educados en la Fe y la Moral Católica no basta la enseñanza de los padrinos ni la catequesis parroquial y se debería diferir el bautismo de los niños hasta que los padres tuviesen tal educación.
Por supuesto que cuando el niño no bautizado llegase a la edad del uso de razón, podría ser bautizado si lo solicita y es convenientemente catequizado, aunque se opongan sus padres.
Pero si los padres siguen sin educación cristiana, pensando por ejemplo que el aborto o el divorcio son moralmente lícitos, entonces el niño debería ser apartado de tales padres e ingresado en alguna familia cristiana o institución eclesial en la que no pudiese ser contradicha o impugnada su educación cristiana infantil.
Por supuesto, es mi mero parecer, y me atengo a lo que disponga la Jerarquía.
Ayudo junto con mi mujer a impartir cursillos prematrimoniales en mi diócesis, y muchos casos que nos llegan son muy claritos: los novios ni piensan vivir una vida cristiana y mucho menos aún un matrimonio medianamente católico (uso de anticonceptivos, inseminación artificial, posibilidad de divorciarse si no les va bien,...). Es más, sus párrocos conocen estos casos, nos los mandan y los consienten. Y los mismos novios ni siquiera te "engañan" para que les des el certificado, sino que abiertamente te comentan su sentir y sus ideas anticatólicas. Imaginaos con que cara nos quedamos cuando nos mandan a novios así, que no tienen ni vida cristiana, ni interés en nada de lo que les contamos. Y para colmo, la jerarquia diocesana no apoya y deja pasar el tema (para más desesperación nuestra en la diócesis el cursillo no es un requisito imprescindible para recibir el sacramento). Llevo con mujer varios años colaborando, han pasado cientos de novios por nosotros y no conocemos ningún caso en donde se haya negado el sacramento. Yo, en alguna reunión diocesana, les he sugerido que instalen un cajero automático dispensador de sacramentos en el Palacio episcopal, así nos ahorraríamos disgustos, trabajo, dinero... ¡Total, es el valor que se le concede al sacramento!.
Un consejo si te vale:
Deja de colaborar. Así de claro. Yo me negué a participar de eso por una razón muy clara: tengo una conciencia y una responsabilidad con respecto a esos novios, y si en la Iglesia me coartan para catequetizar como lo manda la propia doctrina, tengo muy claro que me planto. No me van a crear un problema de conciencia, ni tengo obligación de dar ningún cursillo prematrimonial.
Porque, ojito, al estar metido en ese berenjenal uno colabora por activa o pasiva en esa dinámica, y si uno se calla por no decir nada te pueden decir sin ningún problema que callaste como todos, y si hablas te pueden decir que eres un broncas. No hay mucha salida.
No se exige perfecciones, sólo rectas intenciones, y quien quiere la boda por las fotos o por sus padres y familiares, deberá casarse por lo civil, y quien quiera bautizar a su hijo para callar a la abuela, pero en casa no oirá nada de religión, al menos en positivo, y no habiendo nadie que asuma el cuidado espiritual de la criatura, no debe ser bautizado.
"Es fácil desde fuera decir no, como lo es decir sí. Luego en el despacho, en el día a día… como me dijo un día el cardenal Rouco Varela, uno hace finalmente lo que puede."
Me deja un poco apenado que ese sea el comentario de un obispo. Esa actitud refleja derrotismo que nada tiene que ver con el cristianismo y, además, le pone un fardo que no es suyo en la chepa del sacerdote.
En el tema de las bodas, uno no hace lo que puede, hace lo que debe y se le supone. Ni un sacerdote, ni
un laico, ni nadie, va a cambiar la vida de nadie en un par de conversaciones, por lo que Vd. no es la persona que tiene que conseguir que los contrayentes tengan el mínimo que pide la Iglesia. No es su tarea.
Un sacerdote que comunica verazmente la doctrina de la Iglesia y la voluntad de Dios respecto al matrimonio, sin dejarse influenciar por el qué dirán, ni ponerse a la defensiva como un funcionario de vuelta de todo, ha cumplido espléndidamente su misión, y eso del "hace lo que puede" no tiene cabida. Vaya un modo de motivar a alguien que cumple con su deber. Es más, soy consciente de que la mayoría de los sacerdotes invitarán a esta clase de parejas a diferentes propuestas evangelizadoras, que por supuesto, serán rechazadas.
Y si la pareja se va, simplemente hace lo que lleva haciendo toda la vida, rechazar a Dios. No cambia nada la cosa. Una pareja que fornica no nos da mucha pena, pero si rechaza casarse por la Iglesia porque se les ponen condiciones hacemos un mundo. Señores, que tienen libertad y ellos deciden.
Catholicus, Luis Fernando, Oscar, Eduardo Jariod, Maria… Estoy con vosotros. Ante la más mínima duda… es preferible administrar el sacramento, especialmente si hablamos del bautismo.
El rigorismo no conduce a nada bueno. Desde Tertuliano los movimientos de “perfectos” siempre acabaron mal.
Estoy de acuerdo en que a veces habría que hacer a los padres y a los novios algunas preguntas, pero no sólo sobre su vida de pareja y sexto mandamiento. Si preguntáramos si pagan facturas sin IVA o si son leales en asuntos de dinero nos podríamos llevar sorpresas interesantes.
Y luego tenemos otro problema añadido. Y es la ausencia de una normativa mínima por parte de las diócesis y de los obispos, que lo único que te dicen es que tú verás… lo cual significa quedarte “solo ante el peligro” y no tener un criterio común en algunas cosas.
Y en cuanto a la anécdota del cardenal Rouco Varela hay que contarla completa, porque veo que puede dar lugar a interpretaciones no deseadas, pidiendo perdón por no haberla trido correctamente al caso. Yo era cura de pueblo y en una reunión el cardenal nos decía que un sacerdote no debería celebrar más de cuatro misas en el fin de semana. Le dije entonces que servidor atendía dos pueblos (1.500 y 4.500 habitantes) y que cada fin de semana celebraba seis misas. Aparte bodas, bautizos y entierros, estos siempre con misa de cuerpo presente, y que qué hacía. Ahí es cuando el cardenal me miró y simplemente dijo: lo que puedas…
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Jorge:
El matrimonio es un tema tan serio y tan estricto ya incluso desde lo jurídico, que posiblemente muchos de los matrimonios que estamos celebrando serían perfectamente anulables.
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Jorge:
Los canonistas -mira que hilan fino- dicen que son cosas distintas. Pero la verdad es que a los profanos nos suena a lo mismo.
Yo no soy sacerdote, y por tanto dar mi opinión inexperta es muy osado, pero me atrevería a decir, desde el punto de vista de un seglar, que hay una diferencia entre ambos sacramentos en el caso de que exista duda razonable: en el bautismo (como bien se ha dicho el niño no tiene culpa), lo administraría; en el matrimonio, no lo administraría.
Bautismo-primera comunión-confirmación son los sacramento de pertenencia a la Iglesia, los sacramento de salvación por excelencia. Eso quiere decir que, adecuado en cada edad a la madurez de la persona, se debe tender a darlos siempre que no haya impedimento evidente y grave.
El matrimonio es otra cosa, y si los contrayentes, que son sus ministros verdaderos, no están preparados o directamente juran en falso al pronunciar los votos, un sacerdote no tiene ninguna obligación de oficiar de testigo, porque se puede hacer cómplice de ese falso juramento (que sería sacrílego en este caso).
Lo que no puede ser es mandar mensajes contradictorios:
"(...)posiblemente muchos de los matrimonios que estamos celebrando serían perfectamente anulables"
"El rigorismo no conduce a nada bueno. Desde Tertuliano los movimientos de “perfectos” siempre acabaron mal."
¿Entonces?. No creo que el tema sea hablar de rigorismo, cuando nos queremos referir a hacer las cosas como Dios manda. Mire, Vd. mismo se confunde cuando habla de "anulables". No, son nulos desde el primer momento, aunque luego un tribunal tarde 3, 6 años en dictaminarlo o no lo estudie nunca.
Por una parte dice que puede haber muchos matrimonios nulos, pero por otra parte afirma que el rigorismo no conduce a nada bueno, claro y que el Pisuerga pasa por Valladolid, pero preocuparse por el rigorismo hoy no tiene ningún sentido, cuando el problema es precisamente todo lo contrario.
Vd. dice que tampoco hay ningún criterio. Tiene Vd. toda la razón. Es más, si cogiéramos los argumentos que encuentran los tribunales eclesiásticos para declarar un matrimonio nulo, y fuéramos con ellos a la parroquia como impedimento para la celebración de una boda, desde luego, en demasiados casos nos encontraríamos una sorpresa.
Respecto al tema de la sexualidad, es lo más normal del mundo preguntar por ese tema, estamos hablado de matrimonios y la sexualidad en la Iglesia es un despiporre. Ojo, no fuera, en la Iglesia. ¿Hace falta decir todavía que el tema se ha ido completamente de las manos? ¿Vamos a admitir algún día que, hoy por hoy, es el obstáculo más grave que tienen la mayoría de los fieles - sobretodo jóvenes - en su relación con el Señor?, ¿vamos a seguir cayendo en los complejos que nos impone el mundo y hablar de ello como quitándole importancia?
Bueno vean éste caso que acabo de leer en RL a ver si les ayuda algo. A mí me ocasiona al menos mínima duda.
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=25122
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Jorge:
Si no hay oposición por parte de la madre y la abuela me dice que ella se ocupa de que se eduque en la fe, yo bautizo sin problemas.
Son los expertos en derecho canónico los que hablan de la diferencia entre matrimonios "nulos" y "anulables".
Y se supone que entre el rigorismo y la nada debería existir un término perfecto que yo no acabo de encontrar.
Efectivamente cuando se trata de matrimonios hay que hablar claro de sexualidad, de hijos, pero también de responsabilidad social. En estos tiempos de crisis no hablar de las exigencias de la doctrina social de la iglesia es un serio pecado de omisión.
Pero sí se puede reconocer que, por vicio grave de consentimiento (vicio anterior), nunca hubo matrimonio, por lo tanto que es nulo o inexistente, vamos, que jamás estuvieron casados esos dos, y lo que hace la sentencia canonica es reconocer tal realidad.
Por supuesto se puede engañar al tribunal canónico. Pero a Dios no. Conviene recalcar este punto.
Es posible "anular" un matrimonio canónico rato y no consumado. Se dice que un matrimonio no es consumado si no se ha realizado el acto conyugal después de la boda, se entiende) de modo humano.
Estos supuestos se presentan no pocas veces. Y son verdaderos matrimonios, válidos ante Dios y la Iglesia, entre católicos, que la Iglesia disuelve.
Al respecto, puede leer el canon 1142, que copio: "El matrimonio no consumado entre bautizados, o entre parte bautizada y parte no bautizada, puede ser disuelto con causa justa por el Romano Pontífice, a petición de ambas partes o de una de ellas, aunque la otra se oponga".
Fuera de este supuesto, no es posible anular (disolver) un matrimonio válido entre bautizados.
Con mucho pesar debo de poner como ejemplo a un muy querido amigo quien creció como católico pero vive muy alejado de la fe y que ha postergado el bautizo de su propia hija hasta poder realizar el evento social que por falta de recursos no ha podido realizar y que había puesto como plazo el año siguiente. Podría equivocarme, pero la negación del Sacramento en algunos casos podría significar la propia catequesis.
-Y el consiguiente proyecto de una nueva vida. Sin que esto nos preocupe si la nueva vida, como hijo que Dios nos envia, en su día pueda ser causa de "trigo o cizaña".
-Todos sabemos que la inseminación artificial -in vitro- en justa causa es recurrida por la Iglesia como inmoral artificio de procreación. Y que por ende, debe de entenderse que el resultado de esta "antinatural procreación científica": no puede ser justa ni moral según la ley de Dios; Sino la blasfema e injusta provocación que la ciencia hace interfiriendo la natural genética que de Dios procede.
-Dicho de otro modo estos niños, producto de inseminación artificial nacen muertos a la vida que de Dios procede y Dios alimenta. Simplemente porque son hijos de la ciencia, nacidos contra la voluntad de Dios.
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Resulta que no eran practicantes pero claro se querian casar por la Iglesia. Pero claro estos novios son de estos peliculeros que se querian casar en mitad del campo. Pues eso que fueron a ver al cura y este les dijo que se tenian que casar en la iglesia (logico) o si no no los casaba por la Iglesia. Pues nada los novios seguidamente se fueron al concejal para que les casara en el campo.
No se puede dar los sacramentos de cualquier forma, ni siquiera como excusa para la evangelización porque sino existe un riesgo de desacralización de los sacramentos pasando a ser eventos sociales (que por desgracia en la mayoria de la veces se ha convertido). Y no solo los bautizos y el matrimonio, tambien la primera comunion, la confirmación y los entierros (hay casos en que el difunto odiaba a la Iglesia).
Evidentemente no somos santos, porque si tuvieramos que recibir solo los sacramentos por nuestra dignidad caeriamos en un antigua herejia llamada donatismo. Yo creo que en esas ocasiones hay que pedir discernimiento a Dios para ver si se concede el sacramento o no.
Recordemos que antiguamente en la Iglesia antes del bautismo se pasaba un catecumenado muy fuerte, porque el bautismo es muy importante y habia gente que no lo superaba.
Conclusion: hay que ser coherente en la vida. El que no quiera nada con la Iglesia, que no venga con exigencias. No ser hipocrita. Y por cierto se evangeliza mas a nuestros amigos y familiares siendo plenamente cristiano (un matrimonio cristiano, bautizar a nuestro hijos, que nuestros hijos no se comporten como el mundo, estar abierto a la vida, ir a misa, rezar, poner la mejilla, perder la vida por el otro, etc).
Si hay duda, no hay certeza para negar el sacramento.
En el bautismo la duda a favor del niño.
En el matrimonio, la duda a favor de la iglesia, buscando que los novios la despejen.
Luis López es perfectamente correcto en su post. Lo que tú dices no es incorrecto, pero ese anulable del que hablas y habla el Código es anulable por nulo (de origen). Lo que quiero decir, y también Luis López, es que en el Derecho Canónico solo existe la nulidad "ex nunc" (nunca llegó a existir matrimonio), y no "ex tunc" (nulo solo desde la declaración judicial) como sí existe en el derecho civil.
El problema proviene de utilizar un lenguaje confuso. El propio Código Civil es confuso al respecto, hablando de nulidad cuando quiere decir anulabilidad y viceversa. Lo mismo ocurre con el Código de Derecho Canónico.
Si en algo he errado por favor enmiéndenlo. Si no, espero que esto haya podido aclarar algo el asunto al que se refería D. Jorge.
Que hacer?,como el caso en Argentina,cuando una "pareja" de homosexuales ,casados según el "derecho" nuevo( no se si serán católicos bautizados, menos aún practicantes) lograron bautizar a "sus" mellizos después de una mediática maniobra...
De la formación católica ni hablemos...
+
Cualquier sacramento es don de la iglesia, algo a lo que uno no tiene derecho porque sí. Hay que estar preparado, tener una vida medianamente cristiana, en camino de búsqueda del Señor, respetar, querer y vivir la doctrina eclesial, participar también con regularidad en los otros sacramentos, etc... En fin, ser cristiano de vida y fe, entendiendo que nadie es perfecto y que todos pecamos. A una persona que no tiene ningún interés en este camino cristiano, sin coherencia de ningún tipo, no debería podérsele administrar ningún sacramento, es absurdo: ni quiere, ni busca, ni es digno de este don.
Los obispos, sacerdotes y diáconos, administradores y custodios de los sacramentos conocen la doctrina sacramental. Entonces, ¿por qué no la aplican?, ¿por qué no son "serios" a la hora de admitir un candidato?, ¿conocéis casos en que se niegue un sacramento?, ¿verdad que muy pocos, escasísimos?.
Y después para otros sacramentos se es durísimo. ¿Se imaginan Uds. un obispo que ordenara presbítero a un seminarista "dudoso"? Ahí seguro que sería muy firme y no haría tal cosa. Y eso que el seminarista se lo ha currado muchos años en el seminario, estudiando, internado, retiros,... ¿Y por qué, por otro lado, se casa a unos novios sin formación, ni interés, contrarios a la doctrina católica y que además te dicen que no van a vivir un matrimonio cristiano? ¿No es eso afirmar que el sacramento del matrimonio es de "segundas", poco importante y que ni merece la pena un esfuerzo pastoral? Es un pitorreo.
Llevo años, como digo, conociendo el tema, y en mi diócesis, que es lo que conozco, desde entonces no hay un solo caso de negación del matrimonio a unos novios. ¿Todos son medianamente practicantes? En conciencia, y sin ser rigorista en modo alguno, ya os digo yo que no, que muchos pasan de la Iglesia. No hay valor, como hizo Cristo, para echar a los que quieren mercadear y abusar del Templo.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/iglesia/obispado-jaen-prohibe-un-gay-ser-padrino-un-bautizo-20111221
De vez en cuando, pocas veces, hay algo de cordura.
http://www.catapulta.com.ar/?p=9477
Pienso que es el compendio más completo de aberraciones de los últimos años: travesti, "casado" con un divorciado, compran dos niños fecundados artificialmente a una mujer que les alquila su vientre y un año después los bautizan en uno de los templos más importantes de Buenos Aires (con el plácet tácito del cardenal arzobispo), los padrinos, las fotos...
Realmente me tiene pensando desde hace tiempo ¿qué se hace en un caso así?
Un saludo en Cristo.
http://www.gente.com.ar/nota.php?ID=17821
Las declaraciones del sacerdote... no se que decir.
Me negué .
No puedo ser padrino pues no soy consecuente con la fe.
Yo me agarré al CIC y su articulado, pues, en ocasiones, los herejes nos tomamos en serio la religión, por eso leo esta web.
Por cierto, vi hace poco como un divorciado y que está ya viviendo en pareja con la segunda y tiene un chiguito con esta , ejercer de padrino.
El cura lo sabría, es en un pueblo, pero no pasa nada.
Con que coja el cirio y tire caramelos todo arreglado.
Primeras comuniones. Todo el chiquillerío revuelto. Uno de los niños tiene el síndrome de Down. El sacerdote duda sobre si el niño tiene capacidad para tomar la comunión conscientemente y decide no dársela. padres que ponen al sacerdote a caer de un burro argumentando que hacer la comunión es un derecho que tiene su hijo para no sentirse discriminado. ¿Quién tiene la razón?
Como con el bautismo la primera comunión no debe recibirse porque "toca", ni porque los amigos la reciben y "yo también quiero". Es algo muy importante que quizás no se ha tomado en serio durante años (es cosa de niños, se dice), aunque hay que decir que hay muchas diócesis que últimamente están poniendo al día y remozando la iniciación cristiana. Se echa de menos el seguimiento personal a cada niño y familia para ver la idoneidad de recibir los sacramentos evitando la habitual "manga ancha". Hay que trabajar más pastoralmente, señores.
Y los sacerdotes no han de tener miedo a decir "no" cuando sea necesario. Es parte de su misión. No se trata de hacer bautizos, comuniones y bodas, sino de hacer buenos cristianos.
Los sacramentos son un don, por supuesto. Pero también son un derecho. El canon 843 establece la obligación de administrar los sacramentos a los fieles que estén bien dispuestos. Por ello, los canonistas concluyen que constituyen un verdadero derecho. Todos, menos uno, el Orden sacerdotal, en el cual no hay obligación de administrarlo a un fiel que cumple con todos los requisitos y lo pide.
La cuestión es que ya tiene 4 años y como los padrinos viven en otro estado no hemos podido ir,justo en el verano teníamos planeado ir y la futura madrina fue a hablar con el párroco el cuál solo la ofendió y la acusó de querer hacer el bautizo por la respectiva fiesta,que éramos unos negligentes por no haberla bautizado antes y infinidad de palabrería sin darnos otra opción!!..En resumen nos cerró las puertas de su parroquia para celebrar el bautizo y le dijo a la madrina que lo único que podia hacer es hablar con el párroco de aquí para que celebrará el bautizo sin los padrinos presentes porque ellos no pueden viajar
Siento una impotencia y coraje,como es posible que un sacerdote sea un obstáculo para recibir un sacramento,porque se siente con derecho de juzgar sin saber lo que nosotros hemos pasado para posponer el bautizo,que no nos importa en absoluto la fiesta,solo queremos que la niña sea bautizada.
Porque hay algunos sacerdotes que lejos de cumplir con su obligación,son un obstáculo para que la gente haga las cosas bien.
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