Ser fiel a uno mismo. Qué peligro...
Nota previa: en mi blog de wordpress hay una “categoría” que lleva por título “Frases solemnes rellenas de nada”, en la que me dedico al divertimento de diseccionar una serie de frases hechas que realmente no son más que puro vacío. Hoy os dejo aquí la primera de las entradas de esta categoría.
SER FIEL A SÍ MISMO:
Es el gran argumento de todo tránsfuga. Cada vez que un político cambia de chaqueta lo hace por fidelidad a sí mismo. Salvo rarísimas excepciones, suele pasar de concejal sin cartera a teniente de alcalde, concejal de urbanismo, de gobierno o de hacienda. Rarísimo que por fidelidad a sus principios un concejal deje una concejalía sustanciosa para ir a la oposición y ser la nada. Fiel a sí mismo. A sus principios. Es decir, a los suyos, y como son suyos, como Groucho Marx, los cambia cuando quiere.
Yo tengo mis reticencias ante la gente fiel a sí misma. Pongo algún ejemplo. Si un hombre decide casarse con una mujer, le pido que sea fiel a su mujer, a su proyecto de vida, a su compromiso. No a sí mismo. A ella evidentemente le pediría lo mismo. Otro ejemplo. Si me llega a la parroquia alguien y se me ofrece como catequista y se presenta como alguien fiel a sí mismo, directamente le digo no. En la parroquia no quiero catequistas fieles a sí mismos sobre todo si no me lo explican muy bien. Quiero catequistas fieles a Cristo, a la iglesia, y al compromiso adquirido con la formación de los niños. Y un servidor, que en la ordenación sacerdotal prometió servir fielmente a la gente y además obedecer a su obispo, lo que tiene que hacer es ser fiel a sus promesas. Yo no sé distinguir entre fidelidad a mí mismo, a Cristo y a la iglesia. Es más, yo soy fiel a mí mismo cuando estoy a disposición de mi obispo y cuido de mi parroquia tal y como me pide la iglesia.
¿Y eso no es renunciar a la libertad, a la conciencia, a los principios? En absoluto. Libremente prometí obedecer. Libremente acepté ser sacerdote como me pide la iglesia. Libremente asumí compromisos. Y para siempre. Y eso para mí no es revocable. Y cuanto más obedezco, más estoy siendo fiel a mi libertad. Es como un trabalenguas, pero real.
Cuesta el compromiso y más definitivo. Los políticos se cambian de chaqueta. Los principios se mudan sin problema. Y al final el peligro es el de convertirse cada uno en su propia medida. Y ser uno juez y parte está muy feo. Y peligroso. La grandeza del ser humano está en comprometerse libremente con las cosas que merecen la pena. Y saber mantener ese compromiso por encima de todo.
Para mí fiel a sí mismo es el que mantiene la fidelidad a sus compromisos libremente adquiridos. El que cambia de opiniones, el que evoluciona hacia la concejalía que más calienta, el que sabe estar siempre junto al sol que más calienta, el que cambia el discurso según las circunstancias, no es fiel a sí mismo… es un chaquetero, alguien de quien no fiarse. Y no es lo mismo. Aunque lo disfrace diciendo que siempre es carnaval.
11 comentarios
Supongo que tendrá en su colección de frases solemnes rellenas de nada,la que,a mi parecer,es la más desoladoramente vacía.Aquella que sustituyó a la de"recemos una oración por su alma" y ahora ridículamente dice:
"Guardemos un minuto de silencio"
http://www.informador.com.mx/internacional/2012/400852/6/monjas-del-buen-pastor-regresan-a-cuba-despues-de-50-anos.htm
Monjas del Buen Pastor regresan a Cuba después de 50 años
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Cuatro de las cinco monjas se quedarán en Cuba, dijo la Conferencia, sin especificar sus nacionalidades. ARCHIVO
◦El papa Benedicto XVI reconoció avances en la libertad religiosa en la isla
El regresó de las hermanas es otra señal del mejoramiento de las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno comunista
LA HABANA, CUBA (28/AGO/2012).- Las monjas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor regresaron a Cuba después de medio siglo, en otra señal del mejoramiento de las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno comunista, informó este martes la Conferencia Episcopal cubana.
La capilla del ingenio azucarero Venezuela, en la provincia de Ciego de Ávila, 420 km al este de La Habana, "estaba de fiesta porque cinco religiosas" de esa congregación volvieron "a Cuba después de 50 años", señaló la Conferencia en su página de internet (www.iglesiacubana.org).
Cuatro de las cinco monjas se quedarán en Cuba, dijo la Conferencia, sin especificar sus nacionalidades. En la isla hay religiosas de otras congregaciones.
La misa de bienvenida a las monjas fue oficiada por el obispo de Ciego de Ávila, Mario Mestril, y uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando las religiosas "presentaron un Niño Jesús" que perteneció "a la casa que tenían en La Habana" antes de abandonar la isla a comienzos de los años 60.
Las monjas también trajeron a la isla "una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre (patrona nacional), que partió con una hermana cubana que nunca dejó de orar y pedirle a la Virgen volver algún día a fundar en Cuba", según la Conferencia.
Durante décadas, la Iglesia y el gobierno de Fidel Castro mantuvieron relaciones tensas. Solo después de la histórica visita del papa Juan Pablo II en 1998, comenzó un acercamiento que se profundizó bajo el presidente Raúl Castro, quien sustituyó en el mando a su hermano enfermo en 2006.
En mayo de 2010 la Iglesia y Raúl Castro comenzaron un inédito diálogo que condujo a la excarcelación de 130 presos políticos y abrió espacio social a la iglesia, que se ha convertido en único interlocutor del gobierno comunista.
En su reciente visita a Cuba, del 26 al 28 de marzo pasado, el papa Benedicto XVI reconoció avances en la libertad religiosa en la isla y pidió seguir avanzando en ese sentido.
La Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor fue fundada por la francesa Santa María Eufrasia Pelletier (1796-1868) y aprobada por el Papa Gregorio XVI, el 16 de enero de 1835.
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-Matizando: Que hay compromisos libre y responsablemente adquiridos con Dios que llevan a Dios;
-Y hay otros que pueden ser con el Demonio; y...
-Dicho de otro modo. El fin se justirica en sus medios en tanto, cuánto y cómo el fin está justificado.
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La verdadera libertad no es tanto poder elegir entre hacer el bien o el mal sino en poder hacer el bien. Quien no vive en la gracia no es libre para obrar bien. Quen vive en la gracia puede ser fiel, puede obedecer, puede conformar su vida a la voluntad del Señor. Como dice la Escritura, Dios es el que produce en nosotros tanto el querer como el hacer.
Por eso mismo, quienes han recibido la gracia sacramental para poder ser fieles a Dios, a la Iglesia y a sus pastores y no lo son, se convierten en los más desgraciados de entre los hombres. Pues más desgraciado es el que pudiendo hacer el bien no lo hace que el que por más que quiera, apenas puede hacer el bien.
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