No olvidamos
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Nos queda el consuelo de saber que Dios juzgará a los que tanto daño han hecho. Y de eso estamos más que seguros.
Se dice fácil, pero es muy difícil. Ya lo sabemos, especialmente para tantas familias inocentes que se vieron radicalmente modificadas.
Quisiera que no como en muchos eventos, las autoridades estén ocultando algo y no se llegue al conocimiento de la verdad.
Aun hoy deseo abnegación bien entendida, a los afectados.
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