¿Volverá...?

Que se note. Jesucristo no está en la pared como las caras de Belmez, sino en sus manos. Y eso mire para donde mire. Y es algo bastante serio.

De pena, dan ganas de llorar. ¿Por qué no han metido la imagen dentro de la forma sagrada, ahí es donde suelen verla los santos?. Y de paso desde allí una voz que diga: ¡pero mira que sois memos, mi cuerpo y mi sangre es a quien adoráis. Acordaos que ya os lo advertí, cargáis fardos pesados.....etc...etc...

Asun, lo mismo está también en el Sagrario....

Sí, por supuesto, y en los pajarillos y en los árboles y en la tierna mirada de un niño, y en el abrazo de una madre y en las natillas con canela. Pero todo no me cabía, leches... Sólo es un dibujo. Y por mi parte, absolutamente respetuoso y sin ánimo de faltar a nada ni a nadie...

Pues yo lo que propongo es construir iglesias redondas y se solventó el asunto

Pues yo me he reído un rato la verdad :D

¿En las natillas con canela y la hostia consagrada está Jesucristo por igual? EO, estás que te sales de gracioso, ja ja ja ja aja ja ja

Ay, Señor

N.del B.: No, no está por igual. ¿Alguna duda más?

Espectacular, E.O.

Has dado en la tecla, con eso de la "cara especial".

Es un tratado completo de antishowmanismo litúrgico, kenosis sacerdotal y aniquilamiento sacrificial.

Humor metafísico, humor trascendental, humor teologico.

Eh, la "y" soy yo, no sé por qué me ha salido así, no me ocultaba.

Sí, una duda más:

asun:... la imagen dentro de la forma sagrada, ahí es donde suelen verla los santos

LF:...lo mismo está también en el Sagrario...

tú:.... Sí, por supuesto, y en los pajarillos y en los árboles y en la tierna mirada de un niño, y en el abrazo de una madre y en las natillas con canela. Pero todo no me cabía...

Pues tal parece que lo equipararas.

Hasta otra duda.

N.del B.: A mandar...

El problema no es la cara. El problema es ese tan clásico de que "la carne de burro no es transparente", de modo que no veo por qué se tiene que interponer ni la cara ni el envés del cura entre los fieles y el altar, en el que está Dios fundamentalmente (aparte de la pared, los árboles, las natillas etc, que a mí me parece que es obvio que también, pero no es lo mismo)


N. del B.: Di que sí, que los curas no sirven na más que pa estorbar. Yo, mano a mano con Dios, y los demás, molestias (aplíquese, por ejemplo, a la confesión... ¿qué es eso de contarle nada a nadie...? Yo se lo cuento a Dios, le pido perdón, y todos felices. ¿A que sí?). Además, no sé para qué tanto altar adornado. Con poner un pedrusco bonito que simbolice su presencia y de vez en cuando llevarle algún regalito para que sea favorable y la cosecha me vaya bien... Lo de sacrificar la cabra, sólo para el solsticio, que luego me deja el salón perdidito de sangre y vísceras.

Por favor, por favor, no vayas a decir lo de "ni la de cerdo tan exigente" La imaginación al poder.

N. del B.: No, como ves no lo he dicho.

Pobre Don Fermín, encima que vuelve 'ad orientem' le echan la bronca, jejeje

N. del B.: No, bronca no. Pobretico mío. Mucho cariño, eso sí.

Tengo un alto concepto del sacerdote, lo de la carne de burro era sólo una forma de explicar el quid de la question. Pero el altar, precisamente por su importancia debería ser el centro de nuestra atención y no la casulla del cura.
El cura, en sí mismo, no es especialmente interesante se mire por donde se mire, precisamente lo que quiero decir es que no se trata de verle la cara al cura, sino las manos que le presta a Jesucristo en la consagración, mientras sostienen la sagrada forma, que es de verdad lo que miramos. Antes, durante y después de la consagración. No veo por qué va a tener que darse la vuelta para consagrar. En la pared no hay nada. Incluso el sagrario donde se guardan las hostias consagradas está en un lugar aparte.
Precisamente por eso: ni piedras, ni cabras, ni puñetitas blancas, ni paredes orientadas a ninguna parte. El misterio que adoramos está en ese pan y ese vino en donde ocurre el milagro. La voz y las manos que el sacerdote presta a Jesucristo son las mismas mire para donde mire. ¿Por qué quieren que mientras miremos nosotros su casulla o la pared? No me va.

Me alegro profundamente de que sea asi.

Pues yo no me resisto a dejar de decir a Femín que deje de mirar fantasmas y se centre con lo que lleva entre manos. De paso si puede, que deje que otros podamos ver ese momento cúlmen de la Consagración, sin que nos moleste la casulla y la coronilla del cura de turno.

Ale, he dicho.

Ridiculo

Si por algo entro aquí es para reír un poco de nosotros mismos (y un poco en parte de las broncas que se arman entre ustedes, dicho sea de paso y sin ánimo de ofender, por supuesto)
En mi tierra (CR en Centroamérica), la gracia del dibujo la ha habrían agarrado al vuelo y no habría más que decir.
Y por lo del dibujo, pues que me ha parecido una crítica que nos saca la sonrisa.
Aunque, si alguien me hubiese preguntado, en lugar de Jesús en Oriente hubiese yo puesto al Padre, porque según entiendo, es en Cristo y ante el Padre como hacemos ofrenda en y con su vida de la nuestra.
Pero bien, que a veces que ni del humor sano estamos para reírnos. Eso se entiende.
Igual que E.O. lo siga haciendo, ya nos tomará en otra, de mejores pulgas.
Ánimo.



N. del B.: Gracias. :)

Carmen,

No es la cuestión "donde" está, sino que todo el culto se dirige a Dios hacia EL ALTAR. Ofrecemos a Dios otro Dios (su hijo), y esa ofrenda la hace TODO el pueblo, sacerdote a la cabeza, en dirección hacia el Altar.

Es cierto que según se miren las cosas se puede defender cada punto de vista. Pero parece más solemne a la manera de siempre. Yo estoy a favor de recuperar todo lo que sugiera mayor devoción y alabanza a Dios mi Salvador y menos tontería de reunión de amiguetes.

Carmen, hija, qué poco conocimiento demuestras del rito tradicional.

Ale, he dicho.

Pues por eso, que el sacerdote no tape el altar, para que se vea que eso es lo central. Vamos, yo lo prefiero así, aunque tampoco sea cuestión de vida o muerte.
Y además Catholicus, ¿qué es eso de OTRO Dios que has dicho?
Dios sólo hay uno. El Padre es Dios, y el Hijo es Dios y el Espíritu santo es Dios, pero no otro dios, como si fueran tres dioses, sino el mismo Dios.
Y el Padre no es un Señor con barba ni el Espíritu un pajarito. La Trinidad es un misterio, pues como dijo alguien que no recuerdo, no convirtamos a Dios en "dos hombres y un pájaro", pero tampoco en un "trío de dioses".
No podemos comprender a Dios, sólo sabemos que es un misterio de amor porque Jesucristo nos lo ha revelado así. Por eso en el único sitio donde es seguro que está Dios es en donde Jesucristo nos ha dicho que está, tal como la Iglesia nos lo ha transmitido.

Estoy de acuerdo con asun.
Un saludo.

Cuando no lo tapa el sacerdote, lo tapa la planta de turno que le ponen, o sea que si es por eso, siempre lo tapan.

La viñeta está siendo un éxito. Ya la he visto publicada en varios sitios. Bien hecho, EO!

Yo también apoyo a asun.

Asun, que los curas necesitamos concentrarnos en misa. Además no te hagas problema que el sacerdote no te tapa el altar ni a Jesús. El quiso quedarse "tapado" en la Eucaristía. Pero no porque esté tapado, tenemos que darle la espalda.
Asiste a misas así y ya verás.
E. O. me ha gustado muchísimo. Felicitaciones

Gracias Padre Pedro, por su testimonio. Algunas cosas hay que explicarselas a los fermines y ferminas y otras las tienen que vivir en la experiencia, que es inefable
Toto corde

No, gracias, Pedro y Luis. Siempre tuve la ilusión de asistir a una misa del rito mozárabe, y seguramente no me habría importado ir a una de rito extraordinario, pero viendo como os ha sentado a vosotros, prefiero dejarlo

Me parece muy acertado el dibujo.
¡Qué pocas ganas hay de ocupar cada uno su lugar!
El clero dedicarse a sus labores sacramentales y los feligreses a las nuestras y todos unidos con el Papa.

Nada hombre, pues eso, a ver si hay un cambio de liturgia. Dejémonos de papanatismos: que si un sagrario que si, mirar al pueblo, que si mirar a Dios.

A ver si hay un cambio litúrgico y todos nos miramos el ombligo. Imagino las misas del futuro que se formaran circularmente. El sagrario ya no aparecerá ni en un rincón oculto de los templos, la cruz será sustituida por un triángulo con un ojo y una escuadra y un compás y allí todos nos reuniremos a entonar cantos y danzas karmikas de alabanzas al gran arquitecto del universo, todos unidos: cristianos, musulmanes, judíos, budistas, taoistas, sintoístas. En las iglesias ya no habrá imágenes de santos, de la virgen, de San José, de Jesucristo, de ángeles. Las iglesias serán templos comunes a todas las religiones y estarán llenos de retratos, estatuas y símbolos de Maitreya, al que alabaremos con cánticos y danzas karmikos mientras intentamos expandir el tercer ojo para conectarnos con el Gran Arquitecto y así estar en común unión y equilibrio con las energías universales. Viva la multiculturalidad, viva la Nueva Era. Si ya lo dice mi horóscopo: pronto los peces estarán en el acuario. Pues eso E.O. la proxima vez compones un cuadro similar al descrito y listos, todos contentos.

Pues yo estoy totalmente de acuerdo con Carmen y Asun.

Estuve en Covadonga en una Eucaristía en la que se consagró mirando a la Santina (el altar está pegado a ella) y, la verdad, no lo cambio por una misa normal en la que todos contemplamos la Consagración. Y eso que en esta de Covadonga, afortunadamente, el cura no se puso totalmente de espaldas a nosotros... Del banquete eucarístico participamos todos, y el cura hace su oficio de ser otro Cristo de la misma manera de frente o de espaldas (solo que Cristo cenó de frente a sus discípulos, no mirando a la pared).

Realmente la viñeta es genial. Sencillamente genial. Uno de los grandes problemas que tiene la Misa moderna es el tremendo sisnsentido y contradicción de darle la espalda al Sagrario y al Crucifijo para darle la cara a la gente, como si la gente fuese lo importante de la Misa. Entonces, para "resolver" ese tremendo descalabro se les ocurrió la "genial" idea de hacer que el Sagrario sea sacado del lugar central del templo y quede relegado a un costado como si fuese algo que estorba. Es Dios el que preside la Misa, y por eso todos, sacerdote y pueblo, se dirigen hacia la misma dirección, para que el sacerdote renueve el Santo Sacrificio.