Prohibido el Belén
Perseguir a los cristianos es perseguir a Cristo, y viceversa. Me dirán algunos que el ejemplo que hoy les traigo no es persecución. De acuerdo, no hay sangre. No hay prisión. No hay ningún concierto escolar en juego. Pero se persigue a Cristo. Se persigue la fe, y se prohíbe la pública manifestación de la misma. Díganme si eso es o no es perseguir.