Dolorosa pero no desesperada
No imagino a los cristianos perseguidos preocupados en exceso por los acontecimientos eclesiales que nos arrancan lágrimas a algunos católicos occidentales. No exagero con el “algunos". Muchos otros están encantados.
Quizás muchos perseguidos ni se han enterado. Supongo que, si tu parroquia está siendo atacada por islamistas Seleka (me refiero a lo que se sufre en República Centroafricana), lo de la “mafia lavanda” cobrará una importancia mínima.
Pero nosotros nos preocupamos hasta llorar. Mientras, ellos, los perseguidos, viven la fe como la vive la Virgen: con dolor, pero sin desesperación.
A continuación les comparto, por si les ayudara, una breve conversación espiritual que hoy, gracias a Dios, me ha sacado de un fango que -me he dado cuenta después - olía a azufre. Señor, Gracias por TANTOS buenos sacerdotes.
- Lo primero paz. Y confianza en Cristo muerto en la Cruz después de ver todos estos pecados en su infinito conocimiento de Dios.
- Justamente esta mañana renovaba la consagración al Sagrado Corazón de Jesús pidiendo confianza, confianza…
Confiarlo todo al Inmaculado Corazón de María…
(Pero, añado al escribirles, a leer por la tarde alguna noticia inquietante, los propósitos matutinos se me habían caído en el fango de azufre del que les hablaba…)
- Piensa en la fiesta de hoy. La Virgen. Sufriendo. Pero esperanzada. Confiando en el Padre. Dolorosa pero no desesperada. Esa has de ser tú.
- La desesperación es del Malo, ¿verdad?
- Sí.
¡¡¡Virgen de los Dolores, mamá, madre bonita, ruega por nosotros!!!
Arcángel San Miguel…
Santo Rosario: por la señal…
4 comentarios
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Querida Palas:
Cuando el sacerdote me ha dicho "y piensa en la fiesta de hoy" yo no me había dado cuenta. Y eran algo así como las seis de la tarde.
Oremos
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