Rosario por los cristianos perseguidos
Estrenamos hoy un nuevo mes de octubre, mes que tradicionalmente la Iglesia ha dedicado a la devoción del Santo Rosario. Les invito a recordar especialmente en su rezo del rosario a los cristianos perseguidos. Que nuestra pobre oración les sirva de sostén y consuelo en la prueba.
Conocimos hace algún tiempo el testimonio del padre Douglas, sacerdote iraquí, que había rezado los rosarios más intensos de su vida durante su secuestro por parte de radicales islámicos, cuando cayó en la cuenta de que las cadenas que ataban sus manos tenían diez eslabones. ¿Cuántos hermanos nuestros necesitan ese consuelo?
Lo necesitan 394 millones de cristianos, de los que 334 viven en países de persecución y 60 en países de discriminación. La oración no sólo es necesaria: es urgente.
El Cuerpo de Cristo sangra por los cuatro costados y, mientras esto sucede, en España hay parroquias –o lo que queda de ellas- que se entretienen colgando banderas de esos campanarios que fueron concebidos para llamar a la oración y marcar los tiempos de la vida cristiana, y pretenden ahora lanzarse en brazos de quienes les odian. En fin, recemos por quienes no lo hacen…
Cautivos y secuestrados
En Pakistán, nuevos encarcelados por falsas acusaciones de blasfemia viven la injusticia de su encierro aplastados por un sistema jurídico que se apoya en “leyes antiblasfemia” que han llevado a cientos a la cárcel. Entre otros hermanos en Cristo, Asia Bibi agoniza desde hace siete años en ese cautiverio injusto.
Días después de la inesperada y buena noticia de la liberación del padre Tomás Uzhunnalil tras 18 meses de secuestro el Arzobispo de la República Democrática del Congo denunciaba los secuestros de sacerdotes en su país, y además conocíamos la noticia del secuestro de don Lawrence Adorolo, párroco de la Iglesia de San Benito de Okpella en el Estado de Edo, Nigeria. Su secuestro se suma al de otros tres sacerdotes este año. Este castigado país cuenta ya con más de 5000 viudas cuyos esposos fueron víctimas de la violencia del grupo fundamentalista islámico Boko Haram.
Conversos perseguidos
Conocimos en septiembre el testimonio de conversión del islam al cristianismo de Moussa Diabate, quien tras conocer el amor de Jesús sufrió la persecución de su propia familia en Mali. También hemos sabido de una mujer del Punjab pakistaní que está siendo perseguida por su conversión al cristianismo tras contraer matrimonio con un cristiano. En países como Afganistán, Irán, Malasia, Maldivas, Mauritania, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, Emiratos Árabes y Yemen, la apostasía es un delito penal punible con la muerte y es castigada según la ley islámica, frente a los tribunales federales de la Sharia. “El p. Mario Rodrígues, Director de Pastoral Juvenil en Karachi, explica que en Pakistán muchas personas como esta mujer que ahora está siendo amenazada, se han convertido al cristianismo. Pero casi todos lo hacen en secreto, son los llamados cripto-cristianos. “Hay historias de jóvenes musulmanes que quieren convertirse al cristianismo en Pakistán; pero si lo hacen abiertamente, cualquier musulmán podría sentirse justificado para matarlos. Por esta razón, los casos de conversión del Islam al cristianismo son muy raros y algunos se convierten en secreto. Cuando la gracia de Dios ilumina un corazón y se realiza la elección, puede comenzar un verdadero calvario. Entonces sólo Cristo puede dar fuerza para enfrentar las pruebas y los sufrimientos que se presentan”. (ACN – Ayuda a la Iglesia Necesitada)
Pero no sólo los países musulmanes restringen la libertad religiosa de sus cuidadanos: el fundamentalismo hindú en India ha aprobado también una ley anticonversión en el estado de Jharkhand. “Esta ley es un instrumento para coartar la libertad religiosa y prevé penas de hasta tres años de prisión, y el pago de una multa de 5.000 rupias [600 euros] para quien sea hallado en flagrante delito, intentando convertir a alguien por la fuerza o valiéndose de incentivos materiales.” (ACN-Ayuda a la Iglesia Necesitada)
También Nepal, con la aprobación de un nuevo Código Penal, impone penas a todas las conversiones religiosas desde el hinduísmo.
Regreso a casa
Los cristianos que tuvieron que huir de sus hogares en la llanura de Nínive iraquí durante el verano de 2014 empiezan a regresar a lo que queda de sus ciudades. Dice el padre Luis Montes, misionero del IVE en Irak, que el Daesh (ISIS o Estado Islámico) a su paso por estas ciudades se empeñó especialmente en destruir todo vestigio de presencia cristiana, empezando por los templos y acabando por las casas de los cristianos. No tuvo lugar esa destrucción sistemática en las ciudades o barrios musulmanes. Hay mucho trabajo por delante, y “Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en respuesta a este deseo (de regresar a sus hogares), ha contribuido a la primera fase de reconstrucción de más de 13.000 hogares dañados y destruidos.”
Este difícil pero soñado regreso de los cristianos a sus lugares de origen podría verse empañado por un nuevo conflicto entre los kurdos –que acaban de votar por su independencia- y el gobierno iraquí. Por otra parte, continúa la guerra contra el Estado Islámico, cuyos adeptos siguen sembrando la muerte y el terror en continuos atentados que suelen pasar desapercibidos en los medios informativos occidentales.
¡Cuántos perseguidos, cuántos hermanos que viven su fe en grandísimas dificultades se agarran al rosario como único y último consuelo, agarrando así la mano amorosa de la Virgen! ¡Enredémonos también nosotros entre la oración del Padre Nuestro y el Ave María cincuenta veces repetido, imploremos a la Madre el consuelo que todos necesitamos, pidamos que llegue ya el triunfo de Su Corazón Inmaculado! Madre, acompaña el dolor de tus hijos, como acompañaste a Cristo durante el Via Crucis…
5 comentarios
ha de ser hoy el Rosario
arma poderosa,
para vencer en nuestra lucha interior,
y para ayudar a todas las almas.
Ensalza con tu lengua a Santa María:
reparación te pide el Señor,
y alabanzas de tu boca.
Ojalá sepas y quieras tú sembrar
en todo el mundo la paz y la alegría,
con esta admirable devoción mariana
y con tu caridad vigilante.
San Josemaría Escrivá.
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