Eta: justicia, perdón y paz
En marzo de este año estuve participando en Atrio, usando uno de los nicks que suelo utilizar cuando prefiero mantener cierta privacidad. Xabier Pikaza había escrito uno de sus interesantes artículos tratando el asunto de Eta y el perdón de las víctimas. Para el post de hoy quiero hacer un amplio extracto de mis comentarios a aquel artículo.
Como cristiano el perdón no es una opción para mí. Es una obligación. Con más o menos ganas, según las circunstancias, debo de ofrecer el perdón de corazón a todo aquel que me haya hecho mal. Incluídos los asesinos de mi padre. Ay de mí si todavía guardara odio contra ellos, pues el odio sólo sirve para empozoñar el alma e impedir una buena relación con Dios. Pero ay de mí también si no pidiera justicia, pues entonces estaría traicionando la memoria de mi padre y también la de mi madre, que fue la persona que más sufrió la pérdida de su amado esposo. Yo honro a mi padre y a mi padre exigiendo justicia para ellos.