Carta abierta a César Vidal Manzanares
Estimado César, han pasado ya más de doce años desde nuestro primer encuentro personal. Tuvo lugar en la vieja casona que tenían tus padres en Vallecas. Precisamente tu progenitor, Carlos, estaba contigo cuando me presenté allá con un montón de libros sobre la Nueva Era que te quería entregar por si te eran útiles. Años antes, cuando me convertí en cristiano evangélico, había decidido deshacerme de ese material entregándoselo a un pastor holandés experto en esoterismo que dirigía una pequeña comunidad evangélica en el barrio del Pilar (luego se fue a Fuencarral). Pero cuando leí tu libro "Lo que necesita saber sobre la Nueva Era", creí que era mejor que fueras tú el depositario de esos libros. Te localicé, creo que a través de José de Segovia, y desde entonces hemos mantenido una relación de amistad en la que, sin lugar a dudas, he sido yo el principal beneficiario porque he sacado y aprendido mucho más de ti que tú de mí.