18.06.09

La democracia deja de ser un sistema legítimo si permite el asesinato de inocentes

La Humanidad ha conocido una gran variedad de sistemas políticos a lo largo de su historia. No es necesario enumerarlos todos. España se gobierna actualmente por un sistema democrático que, consideraciones aparte sobre su carácter partitocrático y sobre la deficiente separación real de poderes, no se diferencia gran cosa del resto de democracias occidentales. Por tanto, lo que se diga respecto a la democracia de nuestro país vale para el resto de las naciones que forman parte de ese concepto sociopolítico, y otrora religioso, llamado Occidente.

La doctrina social de la Iglesia admite la legitimidad del régimen democrático e incluso tiene palabras elogiosas hacia el mismo. Así, podemos leer lo siguiente en encíclica la Centesimus annus de Juan Pablo II:

La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica” (Centesimus annus, 46).

Ahora bien, en esa misma encíclica, el recordado antecesor del actual Papa, advertía de lo siguiente:

Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana” (idem).

Aun más, el Papa polaco no dudó en afirmar que “si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia” (idem).

El problema de la democracia española no es la ausencia de valores. El drama es que los valores que se están integrando en el ADN del sistema son los de la cultura de la muerte. Habrá quien me llame fundamentalista por ello y sin duda no soy nada políticamente correcto, pero no puedo dejar de decir que un sistema que llama derecho al asesinato de un ser humano en el seno de su madre tiene, según mi comprensión de la doctrina católica, la misma legitimidad que pueda tener un sistema que permite el asesinato de un ser humano por el hecho de pertenecer a determinada raza o por profesar tal o cual credo.

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Los catoliquísimos diputados del PNV y el aborto

Cuando ayer se votó en el Parlamento una moción del diputado de UPN para frenar la futura ley del aborto, todos los partidos políticos tomaron el posicionamiento que cabía esperar, excepto uno de ellos. Que socialistas y comunistas votaran en contra de la iniciativa del diputado navarro, era de esperar. Que el PNV hiciera lo mismo, no. O mejor dicho, sí. O no pero sí. Cabría haber esperado que los muy católicos diputados del partido fundado por Sabino Arana se opusieran a la ley del aborto desde un primer momento. Pero ya sabemos que los políticos españoles -los vascos lo son- que dicen ser católicos, por lo general son antes políticos que católicos. Que tal actitud casa poco con aquello de “amarás a Dios sobre todas las cosas” parece importarles poco.

En todo caso, en vista de que los aranistas se definen a sí mismos como un “partido vasco, democrático, participativo, plural, aconfesional y humanista, abierto al progreso y a todos los movimientos de avance de la civilización que redunden en beneficio del ser humano", habría que preguntarles si el aborto es algo propio de humanistas, del progreso y de la civilización. No me extrañaría que respondieran al son de la canción “Depende” de Jarabe de Palo. Ya saben: “depende, todo depende, de según como se mire todo depende".

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17.06.09

Burdo montaje en torno a la condena de Queiruga

El director de Religión Digital, José Manuel Vidal, ha publicado hoy un artículo en Rumores de Ángeles que viene a completar una farsa urdida desde ese medio. Una farsa basada en medias verdades y en mentiras patentes.

Dice Vidal:

Unos cuantos talibanes tenían la hoguera preparada. Y querían quemar en ella (o simplemente chamuscar, tampoco dan para más) a Andrés Torres Queiruga. Al final, se impuso la cordura de unos cuantos obispos que decidieron echar agua y calmar el ardor inquisitorial de los talibanes de sacristía, más preocupados en hacer méritos y carrera que en la defensa de la fe y del mayor bien de la Iglesia. Y se imnpuso la cordura. Al menos, por ahora.

La verdad es la siguiente:

1- La teología de Torres Queiruga, como la de otros teólogos bastante conocidos por el sector “progresista” de la iglesia española, está siendo analizada desde hace ya bastante tiempo por la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

2- En ningún caso se tenía previsto sacar una nota sobre el teólogo gallego en estos momentos. Por tanto es falso que unos cuantos obispos hayan echado agua ahora para calmar nada. Los únicos pirómanos son los que han anunciado algo que no iba a tener lugar en esta Permamente.

3- Con casi total seguridad se sacará una nota más adelante, cuando los miembros de “Docrina de la fe” así lo decidan y den traslado de la misma a la Permamente. Pero es incluso posible que antes de la nota sobre Queiruga se publiquen otras.

4- Crece por momentos la indignación de los miembros de la comisión ante el burdo montaje creado por el medio de comunicación dirigido por Vidal.

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16.06.09

Las cosas de palacio van despacio.... pero van

Como acabamos de informar en InfoCatólica, el expediente sobre la obra del teólogo Andrés Torres Queiruga en la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe sigue su curso. Ni se ha parado, como algunos sugieren hoy, ni estaba ya a punto de ser como la gallina cuando pone un huevo, como los mismos sugirieron días atrás. Ayer se trató sobre ese tema en la comisión, como de hecho ya ha ocurrido en otras ocasiones tanto con ese expediente como con otros. Y es que el trabajo se les acumula a los obispos de “Doctrina de la Fe". Lo de Queiruga está bastante avanzado pero ni siquiera es seguro que salga algo para la próxima Permanente de septiembre. Lo que sí puedo decir es que, salvo que pase algo muy raro, antes o después habrá nota sobre el gallego. Y sobre otros teólogos cuyas obras están siendo analizadas por la comisión.

Parece que la llegada del arzobispo de Granada a la presidencia de “Doctrina de la Fe” está suponiendo ya un impulso a su actividad. Por decirlo suavemente, hay menos reparos a la hora de ir cerrando determinadas carpetas que llevaban abiertas demasiado tiempo. Hay ganas de trabajar y eso se va a notar en los próximos años, siempre que desde la Permanente de la CEE no haga de lastre de la labor de la comisión. No lo veo probable.

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15.06.09

Hoy se aborda lo de Torres Queiruga en la comisión para la doctrina de la fe

Este martes empieza la nueva reunión de la Permanente de la CEE, pero hoy tendrá lugar la jornada de trabajo de la comisión episcopal para la doctrina de la fe, presidida por el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez. La semana pasada causó bastante conmoción en determinado sector de la Iglesia, la filtración de que dicha comisión tendría ya preparada para su publicación una nota en la que quedaría de manifiesto la inconformidad con la doctrina católica de parte de la obra del teólogo gallego Andrés Torres Queiruga. Por lo que me cuentan el mosqueo que hay por la filtración es considerable, pero estas cosas pasan cuando se recurre al fax para anunciar a los miembros de la comisión cuál es el orden del día. El email, sobre todo si va encriptado, lo lee sólo el interesado. El fax, cualquiera. A ver si toman nota para futuras convocatorias, señores míos.

En vista de las críticas furibundas que se han lanzado ya contra la comisión, conviene saber para qué existe la misma. Lo leemos en la propia web de la CEE:

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe tiene la misión de procurar que lo que se diga en la Iglesia, de palabra o por escrito (la doctrina), sobre el Evangelio salvador de Jesucristo responda de verdad a ese Evangelio tal y como lo entiende la Iglesia, la Esposa de Cristo a la que asiste el Espíritu de la verdad. Dicho de otra manera: la misión de la Comisión doctrinal es promover la ortodoxia y velar por ella.

Ser cristiano no consiste sólo en conocer sin errores la doctrina cristiana. El cristianismo no es principalmente una doctrina. Es el modo nuevo de vida hecho posible por Jesucristo, el Hijo de Dios crucificado y resucitado. Y ser cristiano es vivir en la libertad que nos da la unión con Cristo por el amor a su persona y la obediencia a su palabra. Pero ¿cómo sería posible la vida cristiana si no conociéramos bien sus secretos? La doctrina es importante porque hay que conocer la fe, la caridad y la esperanza para poder vivir con fe, caridad y esperanza. La ortodoxia (la doctrina verdadera) y la ortopraxis (el modo de vida bueno y justo) van estrechamente ligadas entre sí de muchas maneras.

En vista de cuál es la misión de dicha comisión, caben dos posibilidades:

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