Bautizarse a los noventa
Se llama Kimani Ng’ang’a Maruge, vive cerca de Nairobi, la capital de Kenia, y se hizo famoso hace 5 años al convertirse en el alumno más anciano del mundo. Pero esa fama mundana no es comparable con la fama que acaba de alcanzar allá donde se celebra fiesta cada vez que un pecador se arrepiente y pone su vida a los pies de Cristo. Y es que Kimani ha recibido el bautismo a sus 90 años de edad. Nunca es tarde si la dicha es buena, y en este caso la dicha es enorme. A la edad en que la mayoría piensa en la muerte, Kameni ha nacido a la vida eterna. Dios no mira la edad sino el corazón que le ama.
Al fin y al cabo, ¿qué es la vida de un hombre en el contexto de la eternidad? Nuestra vida en este mundo es un simple parpadeo en el océano del tiempo sin fin y sin embargo nuestro futuro eterno depende de lo que hagamos en el valle de lágrimas por el que transitamos. Nos basta ser fieles durante unas décadas para vivir contemplando a Dios por siempre jamás. Y además nuestra fidelidad no depende sólo de nuestras fuerzas. Sin la gracia nada podríamos conseguir. ¿Qué excusa tenemos, pues, para no vivir ya en comunión con el Dios que nos ama tanto que envió a su Hijo Unigénito para salvarnos?