En la foto que adjunto a este post aparece un señor con boina depositando una flor ante la foto de otro señor. El que deposita flores, Tasio Erkizia, fue un sacerdote vasco que finalmente se exclaustró para dedicarse a la política desde las filas batasunas. El homenajeado era el etarra Argala. Y el homenaje tuvo lugar en Arrigorriaga, localidad donde ayer fue quemado vivo un policía nacional.
Eso demuestra que el “problema vasco” tiene muy mal arreglo. Una parte importante de la sociedad vasca ve el atentado de ayer como un acto de justicia que ayuda a lograr la independencia de una nación oprimida por dos estados. Y ese sector de la sociedad vasca cuenta con el apoyo, explícito o implícito, de parte de la Iglesia Católica en el País Vasco. El día 5 de este mes InfoCatólica se hacía eco de las declaraciones de un párroco de Bilbao en las que afirmaba que cuantos más militantes tuviera ETA, mejor. Al día siguiente escribí un artículo en el que hacía las siguientes preguntas al obispo de Bilbao, monseñor Blázquez:
¿puede usted seguir siendo obispo sin apartar inmediatamente del sacerdocio a un personaje tan miserable? ¿no va usted a hacer nada? ¿quizás se conforme con una reprensión privada? ¿tiene usted la valentía y el coraje suficientes para enfrentarse al brazo eclesial de ETA? Si no es el caso, ¿qué hace usted de obispo de Bilbao? Mejor dicho, ¿qué hace usted de obispo?
A esas preguntas, añadí otras:
Póngase por un momento en la piel de una viuda o un huérfano de un asesinado por Eta. Es posible que entre los parroquianos de san Francisquito haya algunos. ¿Tiene idea de qué les debe recorrer por el cuerpo al ver a un sacerdote de la Iglesia Católica afirmando tal cosa? ¿No se imagina lo que deben de pensar si su obispo, o sea usted, no hace NADA ante esas declaraciones? ¿Usted cree que esas personas pueden acercarse a tomar la comunión de las manos de un hijo de Satanás cuyas manos están, al menos espiritualmente, manchadas de la sangre de inocentes? ¿pueden el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo ser alzados por quien se mofa del dolor de las viudas y huérfanos de los asesinados por ETA? ¿A qué espera para echar a patadas del sacerdocio a ese pro-etarra?
Pues bien, hoy don Ricardo tiene más fácil el ponerse en la piel de una viuda y unos huérfanos de un asesinado por ETA. El cuerpo calcinado de la última víctima está siendo velado por sus familiares. El obispo de Bilbao dijo ayer que les visitaría para darles el consuelo de la Iglesia. Supongo que la esposa y los hijos de Eduardo Puelles no están pensando en estos momentos en lo que dijo el párroco de la parroquia de San Francisco de Paula en Bilbao y no le echarán en cara a don Ricardo que no haya movido un dedo para que ese señor deje de ser no ya párroco, sino incluso sacerdote. Pero yo sí estoy para pensar en ese “detalle” y para volver a decirle a monseñor Blázquez que, sin dudar por un momento de la sinceridad de su condena a ETA y de sus buenas intenciones, “…no me basta con sus buenas palabras. No me basta con que pida perdón por el trato que la Iglesia Católica en el País Vasco ha dado a las víctimas. Pase de las palabras a los hechos. Sea valiente y aparte a esa bazofia del sacerdocio o si no, tenga la decencia de apartarse usted mismo del episcopado“.
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