¿Por qué no te callas, Cayo?
La izquierda española lleva en sus genes el anticlericalismo de baja estofa. Salvo excepciones que confirman la regla, los “rojos” de este país no pueden disimular lo mucho que les disgusta la cruz y la Iglesia. La llegada de Zapatero a la dirección del PSOE y al gobierno sirvió, entre otras cosas, para que la gente de Izquierda Unida se quedara sin discurso propio y diferenciado en buena parte de las cuestiones que tienen que ver con la ingeniería social. Con un presidente de extrema izquierda en ese área, es complicado intentar ser más radical. Pero está visto que puestos a decir burradas, en la izquierda saben cómo superarse los unos a los otros.
El actual coordinador de Izquierda Unida no ha tenido mejor idea que pedir que el Estado dedique a crear empleos el dinero que da a la Iglesia. Según la asociación Europa Laica -que vive por y para atacar a la Iglesia- la cantidad asciende a la cifra de 10.000 millones de euros al año. En realidad, el dinero que recibe la CEE llega de la casilla que los españoles pueden marcar voluntariamente en su declaración de la Renta. Y hablamos de un monto que suele rondar los 250 millones de euros.
¿De dónde sacan entonces los de Europa Laica la otra cifra? Pues sobre todo del dinero que el Estado dedica al concierto económico de las escuelas privadas, que en su mayor parte son de titularidad católica. Ahora bien, lo cierto es que al Estado le cuesta mucho menos una plaza escolar en la escuela concertada que en la escuela pública. De hecho, si se pusiera fin a dicho concierto y el erario tuviera que asumir el incremento exponencial de alumnos en la escuela pública, la deuda crecería en una cantidad importante. Es decir, los colegios católicos le ahorran un dinero importante al Estado. Eso no es discutible. Es un hecho.