¡Viva México!
La cultura de la muerte salió derrotada ayer en la Corte Suprema de la Nación mexicana. Cuatro de sus ministros se opusieron a que se declararan inconstitucionales las reformas provida que se han llevado a cabo en 18 de los estados de esa gran nación norteamericana. Los partidarios de prohibir la defensa de la vida en la corte, a pesar de ser mayoría, se quedaron a un voto de lograr su objetivo. Y ese es un dato que debe de hacernos temer por el futuro de la dignidad de los no nacidos mexicanos en el futuro. Al no ser unánime la sentencia no crea jurisprudencia y puede que los adalides de la cultura de la muerte vuelvan a arremeter contra sus víctimas más preciadas e inocentes. Pero de momento, que nos quiten lo “bailao".
A pesar de la alegría que nos embarga, no deja de ser triste que algo tan preciado como el derecho a nacer y vivir tenga que depender de la voluntad de unos cuantos políticos y/o jueces. Pero ya sabemos que la justicia humana es como una veleta, que se mueve según sopla el viento.
Previa a la decisión judicial de ayer se produjo la movilización de la Iglesia y del resto de defensores de la vida. Obviamente también hubo actividad por parte de los mercenarios de la muerte, pero la trascendencia mediática fuera de México -dentro no lo sé- de esa batalla, la han ganado por goleada los provida.