"Vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina..." ¿Ha venido?
El apóstol San Pablo, poco antes de morir como mártir, escribió dos epístolas a San Timoteo, que fue uno de los primeros sucesores de los apóstoles. Entre muchas otras exhortaciones, el apóstol le dijo lo siguiente a su hijo espiritual:
Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, por su aparición y por su reino: Predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, enseña, exhorta con toda longanimidad y doctrina; pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina, antes, deseosos de novedades, se rodearán de maestros conforme a sus pasiones, y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta los trabajos, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. (2 Tim 4,1-5)
El apóstol pasaba el testigo a su sucesor, consciente de que su tiempo en esta vida terrena se acababa (2 Tim 4,6-8). Y le advertía de la clara posibilidad de que muchos huyeran de la sana doctrina como alma que lleva el diablo -nunca mejor dicho-, apartando los oídos de la verdad para rodearse de falsos maestros.
Bien, eso es exactamente lo que el director de Religión Digital, José Manuel Vidal, pretende que haga la Iglesia entera, con el Papa al frente. Precisamente ayer dio una conferencia sobre el Santo Padre en el Ateneo Jovellanos de Gijón. La prensa asturiana se hace eco de su pensamiento. Entresaco algunas citas:

Anda la izquierda eclesial y política muy alterada por la publicación del libro “Cásate y sé sumisa” de la periodista italiana Constanza Miriano (best-seller en su país), que ha sido editado en España por la archidiócesis de Granada.
Con un masón al frente, ha vuelto -si es que alguna vez se había ido- el PSOE de la II República. El PSOE de las dos Españas, una con sus raíces en la historia y otra que odia esas raíces. El PSOE anticlerical de siempre. El PSOE que tiene como gran obsesión a la Iglesia. El PSOE que quiere controlar la educación, aunque sea pisoteando el derecho de los padres.
La Audiencia Nacional excarceló ayer a otros nueve etarras sin esperar a que el Supremo se pronunciara sobre la manera en que España ha de abordar la sentencia de Estrasburgo sobre la
Cuenta con dos sacerdotes que celebran dignamente la Misa, predican homilías conformes a la fe de la Iglesia, sin separarse del Magisterio. Además tienen la sana costumbre de sentarse en el confesionario para administrar el sacramento de la confesión.







