22.05.14

La importancia de lo afirmado por el cardenal Baldisseri

Aunque todavía queda tiempo para que se celebre el Sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia, se puede decir que las declaraciones que acaba de realizar el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general de dicho sínodo, ayudan mucho a calmar las aguas bravas del río que desembocará en el lago sinodal. Tanto más cuando ese mismo purpurado había realizado tiempo atrás otras declaraciones que no pocos, y no sin razón, agitaron dichas aguas en un sentido ciertamente inquietante para los que creen que la Iglesia debe mantenerse firme, dentro de la caridad, en su fidelidad a la Escritura, la Tradición y su propio Magisterio sobre los sacramentos del matrimonio, la eucaristía y la confesión.

Para todos ellos es muy alentador ver al cardenal italiano citar la Filius Dei, del Concilio Vaticano I, enseñando que “hay que mantener siempre el sentido de los dogmas sagrados que una vez declaró la Santa Madre Iglesia, y no se debe nunca abandonar bajo el pretexto o en nombre de un entendimiento más profundo“. Y es que, aunque también recuerda las palabras de San Juan XXIII en la inauguración del Concilio Vaticano II, señalando que la doctrina de la Iglesia debe ser enseñada hoy “a través de las formas de investigación y de las fórmulas literarias del pensamiento moderno. Una cosa es la substancia de la antigua doctrina, del depositum fidei, y otra la manera de formular su expresión“, lo que queda claro es que no puede enseñarse algo contrario a lo que se ha enseñado siempre.

No voy a comentar acá las tesis del cardenal Kasper, el mismo que ha llegado a decir que si el sínodo no piensa aceptar la comunión de los divorciados vueltos a casar es mejor que no haya sínodo (sic). De eso se está encargando magistralmente Bruno Moreno (*), miembro del consejo editorial de InfoCatólica. Pero no puedo por menos manifestar mi extrañeza y preocupación por el hecho de que en muy poco espacio de tiempo, la Iglesia se haya metido en un debate que, por la propia naturaleza de lo debatido, ya debería estar cerrado.

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21.05.14

No es mala idea lo que propone el cardenal Sistach

El cardenal y arzobispo de Barcelona. S.E.R Lluís Martínez Sistach, acaba de pedir que se transforme “todo lo que sea necesario en la Iglesia” con el objetivo de ganar fieles en las grandes ciudades y facilitar la evangelización. Estoy absolutamente de acuerdo. Es más, la Iglesia de Cristo tiene como principales fines tres cosas:

1- Dar gloria a Dios.

2- Llevar el evangelio a los que no lo conocen.

3- Alimentar a los fieles con la verdad y la gracia.

De hecho, los puntos 2 y 3 sirven para cumplir, siquiera en parte, el punto 1. La cuestión es cómo se hace tal cosa. Si se pide que la Iglesia se transforme es porque se cree que algo no funciona bien del todo en la misma.

En Occidente los cristianos tenemos la manía de creer que el mundo entero funciona espiritualmente según los parámetros en los que nos movemos en nuestra civilización. Pero eso no es cierto. Mientras que en nuestros países el catolicismo está retrocediendo, en África y Asia no para de crecer. Por tanto, algo se está haciendo bien en esos continentes que no se hace en Europa y América.

Por otra parte, Cristo ya nos dijo que la semilla del evangelio fructifica solo allá donde hay un campo abonado que la recoja. Es decir, puede darse la circunstancia de que la Iglesia cumpla a la perfección con su misión y no se obtengan los resultados esperados. Pensar que el alejamiento de los fieles es culpa solo de la Iglesia y no del hecho de que los hombres aman “más las tinieblas que la luz” (Jn 3,19) es un grave error. Al fin y al cabo los católicos creemos que la gracia no es irresistible y que Dios ha dado al hombre libre albedrío. Incluso sabemos que Él “de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece” (Rom 9,18). Mas como nosotros no sabemos a quién Dios quiere o deja de querer endurecer, debemos ofrecer la misericordia del evangelio a todos.

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19.05.14

La buena nodriza versus la falsa profetisa

Allá por el año 1971, la Sagrada Congregación para el Culto Divino tuvo a bien publicar una Instrución General sobre la Liturgia de las Horas. Para comprender su importancia, cito:

La Liturgia de las Horas extiende a los distintos momentos del día la alabanza y la acción de gracias, así como el recuerdo de los misterios de la salvación, las súplicas y el gusto anticipado de la gloria celeste, que se nos ofrecen en el misterio eucarístico, “centro y cumbre de toda la vida de la comunidad cristiana”

La celebración eucarística halla una preparación magnífica en la Liturgia de las Horas, ya que esta suscita y acrecienta muy bien las disposiciones que son necesarias para celebrar la Eucaristía, como la fe, la esperanza, la caridad, la devoción y el espíritu de sacrificio.

Pues bien, entre las muchas gracias que el Señor concede a los que, por obligación o devoción, recitan a diario la Liturgia de las Horas, se encuentra la posibilidad de leer textos escogidos de los Padres de la Iglesia. Hoy, por ejemplo, leemos esta disertación de san Gregorio de Nisa sobre la resurrección de Cristo (negritas mías):

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16.05.14

El problema de la diócesis de Málaga no hace sino aumentar

Si les digo la verdad, hacía tiempo que no veía un acto tan claramente chulesco y soberbio en contra de la autoridad de un obispo. A Mons. Catalá, obispo de Málaga, se le está riendo en la cara un sector importante del mundo cofrade.

La última charlotada ha sido protagonizada por la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen. Al hermano mayor no se le ha ocurrido una idea mejor que pedir a Pedro Moreno Brenes dar el pregón marinero.

A los lectores ocasionales que no saben quién es el señor Moreno Brenes y cuál es la situación del mundo cofrade en la diócesis andaluza, les recomiendo que entren en los siguientes enlaces. Son bastantes, pero así se pueden hacer una idea bastante completa:

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13.05.14

Decae el entusiasmo del progresismo eclesial en EE.UU con el papa Francisco

El National Catholic Reporter es, sin duda, el medio de comunicación del “catolicismo” progre-liberal más influyente de EE.UU. O sea, para que se hagan ustedes una idea, es como el portal digital español de las viñetas blasfemas, pero sin blasfemias ni obsesiones enfermizas contra el cardenal Rouco y otros obispos.

Si uno quiere saber por dónde respira el mundillo del progre-eclesialismo yankee, tiene que darse un paseo por la web del NCR. Pues bien, ahorita mismo tienen como cabecera el siguiente artículo de la teóloga Jamie L. Manson:

Time to face facts: Pope Francis agrees with the doctrinal assessment of LCWR

Traducido: “Es tiempo de afrontar los hechos: el Papa Francisco está de acuerdo con la evaluación doctrinal de la LCWR”. O sea, esta buena gente ha llegado a la conclusión de que el papa argentino no tiene la menor intención de dar vía libre a las religiosas heterodoxas de Estados Unidos. Y que, al contrario, desde que accedió al papado no ha hecho otra cosa que reforzar al que ellas consideran su principal “castigador": el cardenal Müller.

Dado que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo a bien dirigir a las religiosas de la LCWR el discurso más duro que se recuerda de un prefecto de dicho dicasterio en el último medio siglo y no parece que nadie le haya “tosido” por ello, el progre-eclesialismo estadounidense ha asumido que el cardenal alemán está dispuesto a llegar hasta donde haga falta para acabar con la disidencia eclesial de esas religiosas.

La autora del artículo hace referencia a unas declaraciones del papa Francisco en junio del año pasado, en las que dirigiéndose a los responsables de la vida religiosa del continente americano, les dijo que si les llegaban una carta de Doctrina de la Fe pidiéndoles que aclararan tal o cual postura “…no se preocupen. Expliquen lo que tengan que explicar y sigan adelante“. Los progres pensaron que el Papa les estaba diciendo que importaba un pimiento lo que hiciera el dicasterio que promueve y defiende la sana doctrina y que los heterodoxos podían seguir adelante como si tal cosa. Pero no, el Santo Padre les pidió que explicaran o aclararan lo que fuera menester, lo cual no quiere decir que si las explicaciones y aclaraciones no convencen a Doctrina de la Fe, toca decir aquello de “aquí paz y después gloria".

En relación a las religiosas de la LCWR no hay ni paz ni gloria, ni acuerdo, ni otra cosa que no sea la desobediencia abierta por parte de ellas. Y eso no hay Papa que lo pueda consentir. De hecho, Manson recuerda que el cardenal Müller usó en su discurso una frase en latín “sentire cum ecclesia” que el Papa había pronunciado en mayo del año pasado en su discurso a la Unión internacional de superioras generales. Cito:

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