Una guía de voto más completa
El cinco de junio del 2009, InfoCatólica publicó un editorial titulado “Hay que votar a favor de nuestros valores en estas elecciones”. Fue justo antes de las últimas elecciones europeas. Decíamos entonces:
En este país no existe una sola fuerza parlamentaria que defienda los principios que cualquiera que se precie de ser cristiano debe defender. Los dos partidos mayoritarios sólo se diferencian en el grado y la forma en que se adhieren a la cultura de la muerte. Uno la impulsa, el otro no hace nada por derrotarla. Es por ello que no consideramos lícito votarles desde una perspectiva cristiana. De igual manera, no creemos que sea lógico votar a otras opciones políticas minoritarias que mantienen un discurso similar al PSOE y al PP en relación a esos valores que el Papa Benedicto XVI declaró como no-negociables.
El próximo 25 de mayo vuelven a celebrarse dichas elecciones en España y resto del continente. Ese párrafo es igual de válido hoy que hace cinco años. Pero hay algunas novedades que conviene tener en cuenta. En el 2009, había una serie de partidos claramente provida y profamilia que se presentaban de forma individual. Hoy tres de esos partidos van en la coalición Impulso Social. Por otra parte, del PP se ha desgajado un ala liberal que se ha constituido como partido. Se trata de VOX. En relación a la postura de ese nuevo partido sobre la legislación acerca del aborto, pueden ustedes leer mi post de ayer y sacar las conclusiones pertinentes. También pueden consultar la siguiente noticia: Vidal-Quadras responde a Enraizados sobre la postura de Vox acerca del matrimonio, el derecho a la vida y la educación.
Conviene en este punto recordar que la postura de VOX sobre las uniones homosexuales no es conforme al magisterio de la Iglesia Católica. Aunque rechazan que se llamen matrimonio, sí abogan por un reconocimiento específico. Sin embargo, el documento “Consideraciones de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales” de la Congregación para la Doctrina de la Fe, concluye así: