Troncos, no dejéis que os traten como basura
La última campaña a favor del uso del condón del ministerio de Sanidad deja bien a las claras lo que este gobierno cree que son los jóvenes españoles. A saber, una masa de estúpidos, amorales, irresponsables, frívolos y con un coeficiente intelectual próximo a la deficiencia mental. En otras palabras, les insultan. Y además, adornan el insulto con un tipo de música que se oye más en el Bronx que en las calles de las ciudades y pueblos de España.
La campaña es además un atentado contra la dignidad humana. Al embarazo lo llaman bombo, con un desprecio no disimulado a ese estado que en otro tiempo, cuando la sociedad no estaba moralmente muerta, era llamado “de buena esperanza". Que desde el ministerio que debe velar por la salud de los españoles se llame “bombo” a la vida humana en el seno materno, es como si desde el ministerio de Interior se llamara “piojos inmundos” a las víctimas del terrorismo o la delincuencia común. Cuando no hay respeto por la vida humana, cualquier barbaridad es posible.
Se dice que se pretende evitar embarazos no deseados. Pero más bien parece que lo que se busca es ridiculizar el embarazo en sí mismo, lo cual es la puerta abierta hacia el aborto. Si en vez de un niño lo que se tiene es un bombo, pues nos quitamos el bombo de encima y a otra cosa mariposa.
A estas alturas de la película, no hay un solo joven que no sepa cómo se quedan embarazadas las mujeres, qué es un preservativo y para qué vale. El problema no está en la gomita sino en la cabecita y en el corazoncito. La goma no protege contra la inmadurez emocional ni contra la desviación moral de quien se acuesta con todo lo que se le cruza por el camino. Ni siquiera hace falta ser cristiano para entender que no puede ser bueno promover entre jóvenes y adolescentes una promiscuidad sexual irresponsable, en la que el otro es un simple objeto para obtener placer. Han convertido el sexo en un acto despersonalizado e inhumano. Aquello que fue concebido para amar y dar vida es hoy fuente de egoísmo y muerte.
El proyecto socialista para los jóvenes españoles es más condones, más abortos, EpC y oenegismo de tres al cuarto. Pero no nos engañemos. No es un problema sólo de la clase política de izquierda. La derecha está poco más o menos en el mismo barco. No hay una sola comunidad autónoma gobernada por el PP que pida a los jóvenes responsabilidad y sentido común ante el sexo, que no puede ser un simple elemento de ocio como el botellón, las pastillas o los videojuegos. Da pavor el pensar cómo será el futuro de España, si el mismo está en manos de jóvenes a los que se trata como bolsas de basura orgánica, incapaces de autolimitar sus instintos más primarios.
A Dios gracias hay una juventud que no necesita este tipo de campañas. Hay una juventud sana, que pasa por las dificultades típicas de esa etapa de la vida humana sin arruinar su futuro ético y moral. Puede que esa juventud sea minoritaria, pero de ella saldrán las familias del futuro. Sólo prevalecerá la cultura de la vida, de la familia de padres e hijos, de la estabilidad emocional y espiritual. La cultura de la muerte y la ingeniería social podrá tener su momento de gloria, podrá arruinar a gran parte de una generación, pero al final quedará reducida a la nada, pues la muerte sólo produce muerte y la vida, como la luz en medio de las tinieblas, siempre tendrá la última palabra.
A los padres cristianos y a la Iglesia corresponde tratar a los jóvenes con responsabilidad, respeto y sabiduría para encaminarles por la buena senda. Nunca como ahora es tan políticamente incorrecto el ser un joven cristiano, fiel a Dios en todos los ámbitos, incluido el de la moral sexual. Pero si les amamos, si queremos que en un futuro sean hombres y mujeres de bien, no podemos ceder un milímetro. Tenemos que demostrar que creemos en ellos. No son basura, sino seres humanos amados por Dios. A los jóvenes que son fieles a Dios y a sus futuros cónyuges podrán ridiculizarles con los “yo amo a Laura” de turno, pero en realidad son ellos los rebeldes con causa de nuestro tiempo. Su rebeldía no es contra un mundo adulto que les quiere oprimir. Se rebelan contra un gobierno que les trata como animales de granja, sin control, que piensa que su inteligencia reside en sus órganos sexuales. Jóvenes, no permitáis que os traten como aprendices del oficio de la prostitución. Sois mucho más que eso.
Luis Fernando Pérez
29 comentarios
En serio, si yo fuera joven me ofendería que me trataran como estúpido.
Y a las jovencitas: Ojo muchachas, que os hacen un bombo en cuanto os descuidéis. Al fin y al cabo hay adultos que piensan que sois incapaces de no abriros de piernas a la menor oportunidad.
Qué pena de adultos que en vez de educar a sus hijos en la responsabilidad les tratan como si fueran animales salvajes.
He oido y visto el anuncio pro pimera vez ayer o el dia anterior, y verdaderamente me ha dejado perplejo.
¿Para eso es necesario tratar de idiotas a nuestros hijos?.
¿Sabia Vd. que en muchos casos no saben ni siquiera usar o conservar el preservativo?.
Claro siempre tendremos la siguiente salida, si la niña se queda embarazada, por no usar, o usar mal, el presevativo, pues "eliminemos el bombo", al fin y al cabo ¿qué significa matar un nasciturus más o menos?.
¿Es realemtne necesario promover las relaciones sexuales de niños/as de 10-12-14 años? ¿Verdaderamente es tan pernicioso promover la continencia?.
Para ellos la palabra continencia ejerce el mismo efecto que un crucifijo ante un endemoniado o una ristra de ajos ante Drácula.
Buenísimo el título, acertadísimo el artículo y tristísimo que tengamos un Ministro de Sanidad de este calibre.
El testimonio plurimilenario y culturalmente multiforme que la historia aporta demuestra que la familia basada en el matrimonio es la constante expresión primaria de la sociedad humana.
Por ser expresión originaria de la sociedad humana, la familia constituye la primera unidad básica de toda sociedad civil y de la consiguiente comunidad política en todas las formas elementales o desarrolladas que esta fue adquiriendo.
No es una simple entidad intermedia, ni creación de la autoridad, si no realidad social antecedente y condicionadora de la autoridad pública.
Constituye por lo tanto la familia primera, insustituible e inigualable escuela humana y ciudadana de los hijos.
Esta familia fundada en el matrimonio es objeto hoy en día de un poderoso y organizado ataque, que debe de calificarse de feroz en la triple acepción de este adjetivo.
La familia se encuentra hoy en el punto crítico de la gran lucha entre el bien y el mal, que nos presenta el mundo contemporáneo en el punto focal de la lucha entre la cultura de la vida y la cultura de la muerte.
Afirman los mentores de la nueva concepción paganizante de la vida que esa familia tradicional, consagrada por los siglos, paso y debe pasar a la historia. Y tiene que ser sustituida. ¿Cómo? Negando la singularidad de la misma e imponiendo la pluralidad de nuevas formas familiares. De la morfología unitaria y exclusiva hay que ir a una morfología plural permisivista. Todo tipo de uniones deben albergarse bajo el manto protector de esa morfología nueva. También todas las uniones de hecho, incluso las de los homosexuales.
Ya no hay cónyuges o esposos, simplemente compañeros, cualificados con el adjetivo lábil de sentimentales. El sustantivo igualmente sagrado de madre y su derivado maternidad desaparecieron. Sólo debe hablarse de mujer. Nada de sexos debe prevalecer, y se impuso ya en documentos políticos el término “orientación sexual”, abierto a todas las especies de unión que la nueva morfología familiar abarca.
El vocablo humano, generación o gestación, se va suplantando por la palabra reproducción, término común en los manuales de zoología. Suprimamos por su matiz peyorativo el sustantivo aborto y digamos simplemente interrupción voluntaria del embarazo para centrar la atención en un pretendido derecho de la mujer y apartar la mirada del ser indefenso asesinado en el seno materno.
Y las feministas radicales no vacilan en concluir que el matrimonio y la familia, tal como los entendió y vivió siempre la humanidad son inventos culturales, sin base natural, montados para imponer los dominios del varón sobre la mujer.
La familia y el matrimonio -añaden- y la nueva morfología familiar son meros asuntos privados, sin trascendencia social ni pública. No interesan a la sociedad. Y el matrimonio es una simple agrupación bipersonal, igual que cualquier contrato bilateral sometido por entero a la voluntad de las partes y por eso resoluble en cualquier momento.
Enhorabuena por este árticulo, Luis Fernando.
Si en lugar de educar a los jóvenes en una sexualidad, no ya cristiana, sino responsable, se les dice desde todos los medios "fornica todo lo que quieras, pero con condón", pues de aquellos polvos vienen estos bombos, como los llaman. Es como si le dices a un chaval: "Cómete todas las hamburguesas que quieras, pero luego date tres vueltas a la manzana en carrera continua, para quemar las calorías" ¿Lo hará? Si te fías de al 100% a lo mejor te cargas su salud arterial. Pues de la misma manera se están cargando la salud sexual de nuestros jóvenes.
Segura que las "feministas" estarán en total conformidad con la campaña, por que ante todo las salvaguarda de posibles "errorres" (a los que llama bombos) que`podrian estropear la penosa sinfonia que les gusta escuchar.
Sinceramente, yo que ellas me preguntaria en que puesto queda la dignidad, no mejor el "orgullo" (que ahora está tan de moda) de la mujer en una letra que las considera (a mi retrogrado juicio) poco menos que un pandero al que se debe y pude tocar, eso sí, pero sin dejar que se hinche. En otras palabras, que el tronco se tira el rollo cuando quiere, con la tronca que siempre esta ahi dispuesta ( podria condensar esta frase en una sola palabra, pero quedaria tan malsonante y burda como la letra de la canción).
Algunos se preguntaran porque escribo como si conmigo no fuera la cosa, y la respuesta es que prefiero considerarme una especia de "varona" diferente de aquellas a las que se dirige la canción, porque sino creeria que los politicos-cas feministas y demas defensoras de los derechos de la mujer de este pais no quieren ciudadanas, sino meras borregas que balen al son que ellos-as tocan.
Por ejemplo, Alfred Kinsey, autor del famoso "Kinsey Report" que tanto influyó en la revolución sexual de los 60, era un homosexual activo que -como explica Wiker- "decidió que debía iniciar una revolución cultural, una revolución que destruiría los conflictos que le habían acosado hasta ese momento. Kinsey creó una "ciencia" que trataba, por priincipio, todo deseo sexual como perfectamente natural". De ahí que inflara tramposamente al alza en su célebre Informe [según han demostrado investigaciones posteriores más rigurosas] el porcentaje de homosexuales (lanzando la famosa cifra -totalmente infundada- del 10%), e incluso las de la pedofilia y el incesto (desviaciones cuya normalización también entraba en su programa).
Algo parecido ocurre con Margaret Mead y su influyente "Adolescencia, sexo y cultura en Samoa [Coming of age in Samoa]". Mead dibujaba una juventud samoana totalmente libertina y desprejuiciada que -como han mostrado estudios antropológicos posteriores- no era más que una proyección de los deseos y fantasías de la propia Mead. Y una justificación para su propia deriva personal en materia sexual: "En la época de la aparición de su famoso libro ya había dejado a su primer marido y estaba con un segundo, al que más tarde abandonaría por un tercero. Mead vivió lo que había proyectado en los samoanos. Desgraciadamente, la utopía de libertad sexual de Margaret Mead, expresada en "Coming of Age in Samoa" y vivida por ella misma, ha sido adoptada por nuestra cultura" (Wiker, B., "Arquitectos de la cultura de la muerte", Debate Actual, nº2, p. 27). (Y ha dejado, añado yo, millones de víctimas por el camino. Y una civilización herida de muerte).
Hace unos días preguntabas si valía la pena seguir. Los temas que presentáis y así tratados nos hacen reflexionar, ya que tal como se tratan en otros medios llegamos a pensar que lo normal es lo que nos están transmitiendo en la actualidad.
Como dice CCCP, hay que saber quiénes han originado la ideología actual.
Y relacionado con eso y para conocer otra visión del mundo que ahora no está de moda ni se quiere enseñar, existen editoriales que están publicando esos libros y puede ser interesante darlas a conocer (publicitariamente me refiero).
Estimado Luis Fernando, disculpa un offtopic pero a Ignacio Arsuaga le ha puesto una querella la revista ZERO por decir lo lógico y elemental: http://www.arsuaga.net/?p=978
¿Que lo dice la ONU? Me descohono del caso que se le hace. También dice, en la Declaración Universal de Derechos Humanos, que todo ser humano tiene derecho a la vida. Excepto, me temo, aquellos seres humanos a cuyos padres se les rompió el condón, ¿no?
Y en cuanto a lo de querer el planeta lleno de humanos... jo macho, ¿ya no cabemos más? ¿Vamos a tener que pedir permiso a la ONU pa tener hijos?
http://books.google.es/books?id=ajgA2hLXGf4C&printsec=frontcover
Se nota que está algo anticuado, pues es de los años 80, cuando todavía esta "sexualidad basura" no estaba implantada del todo, pero resulta interesante y la mayoría de cosas siguen siendo válidas.
NOTA: algunas páginas no las deja ver, pero se puede consultar casi todo sin problema (yo al menos no he tenido problema).
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