Tres cardenales españoles más, dos de ellos electores
Lo primero de todo quiero felicitar al arzobispo de Barcelona, Monseñor Lluis Martínez Sistach, al arzobispo de Valencia, Monseñor Agustín García-Gasco y al padre Urbano Navarrete, sj, por haber sido elegidos para ser creados cardenales de nuestra Iglesia por Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Los dos primeros serán además cardenales electores, aunque esperamos que no tengan que ejercer de tales en muchos años.
A la hora de analizar las implicaciones de estos nombramientos, se puede caer en simplifiaciones facilonas. Por ejemplo, de Monseñor Sistach hay quien dice que recibe el capelo por ser arzobispo de una sede que difícilmente dejará de recibir el capelo de ahora en adelante. De Monseñor García-Gasco se asegura que le llega el capelo como premio por el éxito del V Encuentro Mundial de las Familias, que se celebró en Valencia en julio del año pasado. Puede que sea así, puede que no. Da lo mismo. Lo cierto es que el Papa demuestra confiar en ambos. Y ambos seguirán siendo cardenales cuando hayan dejado el gobierno de sus respectivas diócesis, algo que ocurrirá a no tardar mucho en el caso de don Agustín y quién sabe si también prontamente con don Lluis en caso de que el Papa decida elegirle para presidir algún dicasterio romano.
Con todo, es indudable que repercusión de los nombramientos son distintas para Valencia y Barcelona.
Don Agustín está a la espera de que se le acepte la renuncia por edad. Por tanto, Valencia tendrá en breve un cardenal que a su vez será arzobispo emérito y el gobierno de la archidiócesis pasará a manos de un sucesor sin capelo. En Barcelona, a menos que ocurra lo que he señalado en el párrafo anterior, tendrán cardenal arzobispo hasta que se retire Monseñor Martínez Sistach. Y aunque el cardenalato no es un grado más en el sacramento del orden, sin duda sí añade un prestigio a la persona que lo obstenta. O sea, en román paladino, don Lluis va a "mandar" más de lo que ya mandaba, sobre todo en la Iglesia catalana. Eso tendrá repercusiones inmediatas, ya que lo lógico es que el auxiliar o auxiliares que han de sustituir a Monseñor Carrera serán con casi total seguridad aquellos que elija el nuevo cardenal. Mucho se ha comentado sobre el posible rechazo de Roma a algunos de los candidatos que él quería. Lo más probable es que de haber sido eso cierto, la cosa cambie ahora. Otra cosa es que, como alguno ha sugerido, el nuevo cardenal sea determinante para la elección de obispos de otras diócesis catalanas. No niego que pueda influir algo, pero por el tenor de los últimos nombramientos parece que Roma tiene clara la línea a seguir para la iglesia catalana.Del padre Urbano Naverrete apenas sé nada, así que apenas nada diré. En su caso es aún más obvio que el cardenalato le llega como premio a una vida entregada al servicio a la Iglesia. Y eso debe de ser motivo de orgullo para la iglesia española de la que el padre Navarrete es hijo, así como para la Compañía de Jesús de la cual es miembro. Siendo ya de avanzada edad, debemos pedir a Dios que le conceda los suficientes años de vida como para que pueda disfrutar de esta pequeña gloria temporal antes de pasar a la gloria eterna.
Luis Fernando Pérez
19 comentarios
Si usted tiene a bien usar el buscador de mi blog para encontrar el lugar en el que dije tal cosa, se lo agradecería.
En todo caso creo que en algún sitio manifesté mi duda de que fuera a recibir el capelo en este consistorio.
Por otra parte, ¿me va a usted a decir que Monseñor Sistach es doctrinalmente progresista o algo que se le parezca?
Lo que tiene uno que leer antes de morir. Me pregunto... si Martínez se viste de rojo púrpura para algún acto protocolario ¿se burlarán de él como se burlaron de Cañizares?
Como diría el otro: hay que joderse.
Un jesuita ortodoxo sigue siendo hoy tan útil y necesario para la Iglesia como hace siglos. Si todos fueran como él, otro gallo le cantaría a esa orden.
Por cierto, ni una sola falta de respeto más a otros cardenales, ¿ok?
Matthathias, no hagamos (no es mayestático, advierto) coñas con el nick del resto de comentaristas que luego esto se convierte en una batalla campal.
Vaya, empiezo a entender tu obsesión por la vaselina. Estaba perdido, pero ahora encajan las cosas.
El cardenal español más famoso fue Cisneros, (1436-1517), confesor de la reina Isabel la Católica, reformador de la Orden franciscana (de la que fue provincial) y más tarde del clero secular. Consejero de los Reyes Católicos. Regente del reino tras la muerte de Felipe el Hermoso y la demencia de la reina Juana. Participó en las conquistas de Granada y Orán, y ejerció la segunda regencia a la muerte de Fernando, sabiendo frenar las ambiciones de los nobles contra su nieto Carlos I. Durante la segunda regencia, acometió la tarea de aumentar la moralidad y el nivel intelectual del clero, fundando la universidad Complutense en A...
Nachet: el Papa puede preconizar Cardenal a un presbítero, aunque actualmente debe ser consagrado obispo inmediatamente, salvo dispensa.
Y espérate. A ver si la cigueña tiene huevos también y nos hace ver que sus valores son más fuertes que su ego. Entonces, te podrás poner un poco más de vaselina, aunque quiz´´a ya no te haga falta, pues la cesión e incluso la costumbre lo haga innecesario.
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