Ruptura entre el Gran Rabinato de Israel y la Santa Sede
Llevamos ya demasiado tiempo teniendo que soportar todo tipo de menosprecios y gestos poco amigables por parte de un sector importante de la comunidad religiosa judía. A Pío XII lo tienen enfilado por su papel durante el Holocausto, a pesar de que todas las evidencias históricas demuestran que fue la Iglesia Católica, y Pío XII en particular, la que más judíos salvó de las garras nazis. De hecho, cuando el Papa Pacelli murió, la totalidad de las personalidades mundiales judías le alabó. También se han molestado cuando el Papa Benedicto XVI ha introducido una plegaria por la conversión de los judíos en una fecha del calendario litúrgico. Y ahora el Gran Rabinato de Israel rompe relaciones con la Santa Sede porque ha remitido la excomunión al obispo Williamson, de la FSSPX, que hizo unas declaraciones ciertamente desafortunadas sobre las cámaras de gas nazis. No les importa que el superior de la Fraternidad haya pedido perdón ni que haya prohibido a Williamson volver a abrir la boca sobre ese tema. Tampoco tienen en cuenta el hecho de que la revocación de la excomunión no tiene nada que ver con ese asunto y que la Iglesia se haya ratificado en su condena del nazismo y del Holocausto.
¿Qué pretenden exactamente los líderes religiosos judíos con este tipo de gestos? ¿por qué no aceptan las disculpas de monseñor Fellay y la censura a Williamson? ¿por qué su interés en dar la espalda a un Papa que quiere mantener relaciones cordiales con ellos?
La Iglesia Católica lleva mucho tiempo intentando llevarse bien con todo el mundo. Pero no todo el mundo quiere llevarse bien con ella. Quizás va siendo hora de menos palabras políticamente correctas y de más evangelización activa. Cristo no nos envió a tener relaciones amistosas con las otras religiones, aunque eso en principio sea bueno, sino a hacer discípulos. La principal misión de la Iglesia es predicar el evangelio, no llevarse bien con judíos, musulmanes, budistas, etc, etc. De hecho, si predicamos de verdad, recibiremos el rechazo de quienes no creen que Cristo es el único nombre dado a los hombres para que puedan ser salvos.
Luis Fernando Pérez