Otra reflexión sobre el comunicado de los obispos andaluces y la EpC
La realidad es que aquellos que quieren transformar la sociedad tomando el control de la educación de nuestros hijos, ya saben que la oposición de la jerarquía católica española no va más allá de oponerse en los documentos y las declaraciones públicas, pero sin el valor de usar todos los métodos que la propia doctrina de la Iglesia sanciona para plantar cara, de forma pacífica y ordenada, a la vez que firme y contundente, a un mal cuyas consecuencias ya sabemos.
La postura de los obispos andaluces es exactamente la misma que la de la Fere. Los padres católicos se tendrán que enfrentar a esto solos. Son ellos los que tienen que dar esta batalla. Los obispos y los religiosos se quedan mirando desde la barrera, no pasando de concederles graciosamente una sonrisa condescendiente los primeros, y de presionarles para que no ejerzan sus derechos los segundos.
Sería la hora de que los padres cristianos les dieran una lección a esos obispos y esos religiosos, objetando masivamente. Mas no lo harán. La cobardía es contagiosa y el desconocimiento grande. Sólo una minoría dentro de lo que ya es una minoría -los católicos practicantes-, hará lo que tiene que hacer. De hecho ya lo está haciendo. Pero a esa minoría se la considerará como un reducto fundamentalista, como un grupo extremista al que se puede aplastar fácilmente desde el poder del Estado y de unos medios de comunicación convenientemente preparados para hacer su labor de desprestigo contra los que resisten.
Puedo parecer exagerado en el análisis de lo que está ocurriendo. Se me dirá que al fin y al cabo la EpC no es para tanto. Que debemos respetar la voluntad democrática expresada en las leyes que emanan de un parlamento donde están nuestros representantes. Que no podemos arriesgarnos a perder el concierto o incluso la licencia para ejercer la docencia en los centros católicos. Pero así, paso atrás tras paso atrás, irán imponiéndonos su modelo de sociedad con la fuerza de la ley. Y poco a poco, desde amplios sectores de la Iglesia se irá justificando nuestra rendición con la excusa de que tenemos que respetar la ley. Como si el mal fuera digno de respeto por el simple hecho de ser impuesto legalmente.
Hace unas décadas, el cardenal Tarancón, entonces presidente de la Conferencia Episcopal Española, reconoció en un libro-entrevista autobiográfico que los obispos españoles eran conscientes de que el cambio político de la Transición traería, entre otros males, la aprobación del aborto, pero que no les quedaba otra opción que apoyar tal cambio por respeto al pluralismo político. Ese aborto fruto del pluralismo político ha ocasionado la ejecución legal de casi un millón de españoles que no han podido ver la luz del sol. Y los obispos entonces tenían cierta capacidad de influir en la redacción del texto constitucional, como lo demuestra la mención a la colaboración del Estado con la Iglesia Católica. Lástima no haber cambiado la mención explícita al catolicismo en ese artículo, por una defensa explícita de la vida humana desde su concepción en cualquier otro artículo de la Carta Magna. Entonces, como ahora, parece que bastantes obispos estaban más preocupados por conservar el estatus que por defender de verdad lo que merece la pena defender.
Y sí, ya sé que no todos son así. Pero incluso los que no son así no podrán significarse contra sus hermanos de episcopado que ejercen la tibieza como virtud pastoral. No pueden hacerlo para no dar la imagen de desunión. Con lo cual estamos ante lo de siempre. En nombre de la unión se cede y se baja el listón. Al final tendremos un episcopado y un pueblo católico muy unidito, muy modosito y políticamente muy correcto, al que acabarán pistoeándole con enorme gusto los que no buscan otra cosa que arrancar de cuajo las raíces cristianas de esta nación.
Los enemigos del catolicismo español ya saben cómo derrotarnos. Se han dado cuenta de que perseguirnos violentamente no da resultado. Los mártires son semilla de fortaleza en la fe. Pero si lo hacen poco a poco, si nos van vendiendo su moto por plazos, si nos aprientan las tuercas sólo hasta cierto punto, nos vamos amoldando a lo que ellos quieren. Y entonces llegará un día en que darán el golpe final y definitivo, pero ya no seremos un cuerpo vivo capaz de responder, sino un grupo moribundo que se ha acostumbrado a vivir en la tibieza y que habrá dejado de ser la sal del mundo.
Luis Fernando Pérez Bustamante.
29 comentarios
Ahora lo que se trata es de cómo enfrentarse a ese mal.
"Divinis Illis Magistri" de S.S. Pío XI
Yo pienso lo contrario. Estas polémicas nos están haciendo bien porque por primera vez en siglos el laicado se está moviendo. Puede ser el comienzo del despertar de la militancia cristiana.
Siempre ha habido grupos en vanguardia, los que dan los primeros pasos. El resto les siguen. Aunque, en este caso, tal vez se echa de menos un mayor apoyo episcopal.
1- Que los obispos reculen no me pillaría de sorpresa. Lo han hecho muchas veces a lo largo de la historia de la Iglesia, la cual me la conozco ya bastante bien. Y si Montaraz tiene razón, mejor que mejor.
2- A mí el capelo a Monseñor Sistach no me produce el menor daño, caballero, entre otras razones porque no es mi arzobispo. Además era previsible que se lo dieran ahora o en el próximo consistorio. Ahora bien, la clave para Barcelona no es tanto ese capelo como quién es el que nombran como auxiliar suyo. Ya veremos qué pasa entonces.
(Es una reflexión que saco de parte de ese artículo de Arbil citado en este foro hace unos días sobre la protestantización.Por favor LD vuélvelo a citar)
Bueno salvo a esos galos irreductibles, ...
http://www.arbil.org/101bojo.htm
Lo que no entendería entonces es porqué tanta dilación.
Por cierto, ¿sabes que el cardenal Amigo ha tenido sus mejores momentos justo después de ser creado cardenal?
Lo mismo Sistach nos sorprende a todos.
Y también puede que ocurra con él lo que sugerí hace unos días en otro post.
Mañana escribiré sobre su nombramiento y el de García Gasco y el jesuita. Mejor dejamos los comentarios sobre ese tema hasta entonces.
No, los responsables son los obispos, y ellos deben asumir las consecuencias del paso que han dado. Los pastores que a...
amatoma: el que tu te alegres de esta nota es prueba suficiente de lo profundamente equivocada que está. Eres una ayuda inapreciable para discernir los acontecimientos del siglo: si a tí te parecen buenos, es que son anticristianos con toda evidencia.
Por otro lado, creo que es de alegrarse saber que de vez en cuando a los que tanto disfrutan menospreciando a otros incluso el Papa les quita la razón. Por algo será. Ah, y míratelo. Se ve que te está escociendo demasiado. Si tienes alguna queja por el capelo a Sistach, reclama al Papa. Si después te sigue escociendo, pues piensa que quizá hasta estés más equivocado de lo que evidentemente a todos nos manifiestas.
Nachet, más de lo que he dicho hoy respecto a los obispos andaluces, no creo que pueda decir. Bueno sí.... pero entonces les faltaría al respeto y no quiero entrar en esa línea. Recomiendo la lectura del post de Isaac sobre esta cuestión. Es de lo mejor que él ha escrito desde que tiene blog.
En cualquier caso, por lo que sé, el seminario de Sevilla es el más peligroso de todos los españoles. Por dos razones. La primera, que es bastante concurrido, cosa que podría interpretarse como positiva sino fuera por la segunda razón: no es fiable la formación doctrinal y moral con la que salen los nuevos curas. De eso es responsable el cardenal. Y es de esperar que su sucesor acabe con ese grave lastre para el futuro del catolicismo en la principal diócesis andaluza.
Por cierto, uno no es pecador por la Gracia de Dios, sino a pesar de ella. Necesitas algún repaso más para mantener tu espléndido nivel de exégeta teológico.
Por cierto, uno no es pecador por la Gracia de Dios, sino a pesar de ella. Necesitas algún repaso más para mantener tu espléndido nivel de exégeta teológico.
Con todo, la gracia, me ayuda a superar mi naturaleza pecadora. Pero lo reconozco. Soy pecador, a pesar de contar con la gracia de Dios. Simul iustus et peccator.Así, como las cebras, blancas y negras. Pero, a lo dicho...date un poco de vaselina...te será más llevadero.Además, la vaselina, es inapreciable (en su color).
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