Otra muestra más de la descomposición moral en España
Hace unos días los medios de comunicación dieron una de esas noticias que te ponen los pelos de punta a poco que tengas cierto interés sobre el nervio moral de la sociedad española. Más del 20% de los aspirantes a policías nacionales sometidos a un test de drogas dio positivo. Las pruebas se realizaron a unos 500 de los 2.750 alumnos de la última promoción del Centro de Formación de Ávila y se consideran como bastantes representativas de la realidad del resto de aspirantes. Es decir, uno de cada cinco futuros policías nacionales consume habitualmente drogas. He ahí la flor y nata de la juventud española, pues jóvenes son en su práctica totalidad los aspirantes a ser policías, profesión para la que se supone cierta “vocación” de servicio, aunque no descarto que muchos quieran serlo por una cuestión de seguridad profesional y económica. Si los jóvenes que quieren servir a la sociedad como agentes del orden tienen esa tasa de consumo de drogas, ¿qué no tendrán el resto?
Todos sabemos que en la juventud se suelen cometer excesos, aunque hasta hace no mucho eran mayormente puntuales y no una norma, salvo en un sector bastante minoritario. Yo mismamente me tomé alrededor de cinco o seis porros en mis años de adolescencia-juventud, lo cual no es que sea gran cosa y desde luego no fue nunca una práctica habitual. Entre mis amistades no recuerdo nadie que consumiera drogas habitualmente y el ámbito en el que me movía no era precisamente el de gente de piedad cristiana. Pero hemos pasado del porrete de pascuas a ramos y del “pedal” de ramos a pascuas al consumo de drogas y alcohol durante todos los fines de semana. Mejor no hablo de las relaciones promiscuas porque no tengo datos a mano y no quiero meter la pata, pero sospecho que por ahí el asunto no va mucho mejor.
España huele a miseria moral y espiritual cada vez más. Y por mucho que la cuestión educativa se arreglara ya mismo, cosa que no va a ocurrir, tenemos ya una generación perdida y un futuro nada alentador. Lo fácil sería decir que la solución está en el evangelio pero es bastante más difícil evangelizar a una juventud acomodada y acostumbrada a vivir por y para el ocio que hacerlo a un país donde el evangelio no ha sido difundido. Así que la tarea que hay por delante es ingente. No soy especialmente optimista sobre el resultado de la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid dentro de tres años. La mayoría de los jóvenes que van a esos eventos ya están evangelizados. Si alguien me pregunta qué les pediría a ellos o qué lema propondría para la Jornada, el mismo sería “jóvenes cristianos, evangelizad a vuestra generación". Es decir, son los jóvenes comprometidos con la fe quienes pueden llegar más fácilmente a aquellos que viven de espalda a Cristo y su Iglesia. Y no hablo de enviar cada fin de semana una legión de pijos beatos a las discotecas con rosarios en la mano, no. Hablo de plantear una pastoral que ayude al joven cristiano a concienciarse de su responsabilidad a la hora de llevar a Cristo a sus compañeros de clase, a sus colegas de barrio. El cómo se hace tal cosa, no lo sé. La pregunta es si la Iglesia cuenta con obispos y sacerdotes que sepan cómo hacerlo y cómo formar a los muchachos y muchachas que han de llevar a cabo tal misión. Pero desde luego si no se intenta no se conseguirá nada. Y si no conseguimos nada, esa juventud paganizada y hedonizada se convertirá en una generación de adultos incapaces de crear familias estables y de llevar una vida sana y decente.
Luis Fernando Pérez Bustamante
35 comentarios
Incluso me planteo las mismas dudas acerca de nuestros obispos y sacerdotes.
Pero no todo es negativo. Sin ir más lejos el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, lleva dos años realizando misión joven en todo Madrid.
Somos muchos los jóvenes que hemos participado de ella. Y no solo nos hemos limitado a ir a las misas multitudinarias de cierra y apertura de los actos. Hemos ido por los colegios, por las calles, por la universidad, ... hablando de Jesucristo. De jóvenes para jóvenes. No se el exito real que habrá tenido, pero por lo menos se ha visto que quedamos jóvenes dentro de la Iglesia y que su palabra nos vale.
Realmente la juventud de hoy en día es una batalla perdida. Pero ya sabemos como funciona esto: derrota tras derrota hasta la victoria final.
Llegará un día en que esta espiral de consumismo, drogas, alcohol, hedonismo, sexualidad sin amor, ... acabe reventando. El hombre esta hecho para amar y tarde o temprano su esencia saldrá a flote. Y ahí vendrá lo más difícil: saber presentar la libertad que solo Dios nos puede dar con su amor.
Un abrazo
Rafa
Yo también he participado en la Misión Joven, pero en Murcia. El Obispo ha manifestado recientemente su intención de seguir llevando a cabo dicha Misión, e incluso con más "pegada" y "llegada". Y por las jornadas mundiales, está claro que los que vamos a ellas ya hemos sido evangelizados (aunque siempre necesitamos ser evangelizados, y por ello vamos), pero también se pretende que, en el camino hacia Madrid (en este caso), se haga re-evangelización por toda Europa, en muchas ciudades. O sea, que hay que estar animados !!
Yo realmente considero que los jovenes actuales tienen sus defectos y sus virtudes, vamos como siempre ha sido.
Y empezar a decir que nos da miedo como seran dentro de unos lustros es cuanto menos temerario.
Porque que yo recuerde la generacion sesentayochista era angelical, vivian en un mundo de "orden" y ya vemos su legado.
Asi que no aventuremos acontecimientos que igual nos acabamos llevando una sorpresa muy agradable.
Pasados los años, y desde la responsabilidad, hay que tener sumo cuidado en lo que se transmite. Seguramente a ti tus padres no te dijeron eso, y tú te fumaste tus cinco porros. Tú, al decirlo, haces que tus hijos se fumen cien.
Esto es como lo de Carrillo diciendo en el Congreso, en los años 80, que él de vez en cuando se fumaba un porro.
Su ejemplo como padre lo he procurado y lo procuro tener en cuenta ahora que me toca a mí serlo. Pero hay una diferencia entre entonces y ahora. Entonces, y hablo de hace 20-25 años, la autoridad paterna todavía no se había ido al garete. Hoy sí. Y los que queremos mantenerla, nos las vemos y nos las deseamos para lograrlo, aunque soy de la opinión de que el padre que quiere, puede. Idem con la madre.
Hablaré de mí, para no personalizarlo en ti.
A mí mi padre jamás me comentó que él había fumado porros en su juventud. No sé si lo hizo. Supongo que no, pero a lo mejor sí. Se limitó a concienciarme con argumentos convincentes lo peligroso de las drogas. Y aún así, yo, como tú, me fumé mis porretes. Imagínate si mi padre me llaga a decir que él fumó de joven y que no pasaba nada. Es la justificación que está esperando el hijo de hoy en día para liarse a fumar porros cada fin de semana.
Y esa justificación, los padres de hoy en día, se la sirven en bandeja a sus hijos, al proclamar a los cuatro vientos que ellos, en su juventud, se fumaron sus porretes.
No sé si me he explicado bien.
Es verdad que las Jornadas de la Juventud no es panacea de nada, pero sí ocasión para que algunas (no sé si pocas o muchas) personas se sientan llamadas por el Espíritu Santo a servir al Señor. Todo obrero que llegue es bienvenido, pues ciertamente la mies es gigantesca.
Sobre la acción pastoral... Uff, no me quiero meter con la Iglesia. Sólo diré que en este terreno queda TODO por hacer; nos movemos con modos de actuación completamente anacrónicos. El que aún así se llegue a alguien, es la mejor prueba de la existencia y de la acción del Espíritu Santo. Por decirlo con suavidad: en este terreno no se puede ser más torpe.
A mi mismo me cambió la vida un encuentro de jóvenes.
Decir que esta generación está perdida es tanto como rechazar los dones que Dios nos da pues es con esta generación con la que tenemos que trabajar.
¡Animo! El Espíritu sopla donde menos lo esperamos, ¡Cristo ha resucitado! cuando los discípulos estaban tristes encerrados tras la muerte del Señor, cuando habían tirado la toalla Cristo volvió. Cuando ascendió a los cielos se volvieron a austar y a encerrar abatidos pero envío su Espíritu.
No tengáis duda de que Dios ama a esta generación tanto como a las demas, y no la abandonará.
La Iglesia que hace? La Iglesia somos tú y yo. Dios trabaja con tus manos y con las mías.
Ya que me llamo cómo él os propongo el ejemplo de San Óscar, años evangelizando el norte de Europa para que ninguna comunidad fundada por él se mantuviera en el tiempo y sin embargo. Años después de su muerte. La Iglesia arraigó fuertemente en los sitios en donde él había predicado.
Nada es inútil. La historia no la decidimos los hombres.
Como decía Juan Pablo II "NO TENGÁIS MIEDO"
Un abrazo
No sé si pijos o no, pero creo que la idea de ponerse a rezar un rosario delante de todas las discotecas cuando abren es excelente, formidable. Es justo lo que hay que hacer. Ójala tuviera arresto para ello. Ójala empiece a hcerse. Hay que ir a las ovejas perdidas dónde están. Voy a rezar por esta intención:
Señor, que en la puerta de cada discoteca se ponga alguien a rezar visible y ostentóreamente el rosario, para que muchos jóvenes puedan volver a Tí.
Lo que pienso es que si esto comienza a hecerse no tardarían en llegar los mártires, porque más de una discoteca se vaciaría y eso no puede permitirse, que la pela es la pela.
Frente a esta idea, las pastorales que dices son nada.
¿Os acordáis de la canción de golpes bajos? Pues eso.
Y ese es el origen precisamente de la insatisfacción y el hastío en el que tanta gente está instalada.
Cualquier propuesta de evangelización tiene que hacerse con propuestas positivas que se correspondan con los verdaderos deseos de nuestro corazón.
Una cosa que aprendes en el CN o al menos es donde yo la he aprendido es que el primero que tiene que convertirse soy yo.
No puedo pedir nada a los demás.
El "mirad como se aman" hará el resto del trabajo.
Rezamos por las víctimas y familiarerdel accidente aéreo. Dios las acoja en su gloria y ponga paz en sus corazones.
Recemos por las víctimas de esta nueva tragedia.
El que lo dijo se equivocó. Era otro soberbio que sólo veía el mal y con lentes de aumento. Cuatro mil años después han pasado muchas juventudes y los catastrofistas siguen en las mismas.
Incluso inculcan ese derrotismo a los chavales
Estoy con Óscar y los optimistas: "Decir que esta generación está perdida es tanto como rechazar los dones que Dios nos da pues es con esta generación con la que tenemos que trabajar"
En esta generación hay chicos que no van a Sidney ni rezan el rosario en la puerta de las discotecas. Pero tampoco van a ponerse hasta el c... de drogas y alcohol, no son promiscuos, no son dehgenerados. Son altruistas, entusiastas, estudiosos o trabajadores, miran al futuro, aman y sueñan.
Sinceramente, creo que son éstos jóvenes sanos, los que ignoráis y ninguneáis como si no existieran, son los que salvaran una nueva generación. Parece como si os fastidiara que existan jóvenes que sin ser kikos u opusinos o similares cosas, sean buenos chicos, creyentes, enstusiastas y entregados al prójimo en vez de depravados, degenerados, borrachos, colgados, promiscuos y frivolos.
Los que dicen que como van a Sidney y rezan el rosario ya están evangelizados me suenan al fariseo que daba gracias a Dios por no ser como el publicano impuro que lloraba su miseria y pedía a Dios misericordia.
Perdón por haberme desviado del tema.
me temo que no entendemos lo mismo por jóvenes sanos, altruistas, creyentes, estudiosos, responsables, pero que no van an Sidney ni rezan el rosario. A los que me refiero se les ningunea en medios eclesiásticos: o los de Sidney, o degenerados drogatas y promiscuos.
RNA, realmente nadie reza el rosario a las puertas de discotecas, ni joven ni viejo, pero en vez de tirar por tierra como despreciando la iniciativa ¿Por qué no nos ponemos a ello?
¿O qué tienes algo contra el rosario?
¿No sábes acaso que se han salvado niños por la iniciativa de los que se ponen a rezar el rosario en los abortorio?
Pues las discotecas y similares son un foco de corrupción moral juvenil muy importante, luego esa simple oración sería un enorme signo de la Presencia de Dios a esoe jóvenes.
Es como si no existiera la religión. O como si los familiares de los fallecidos no pudieran tener religión. O como si diera igual la religión que puedan profesar. Con los psicólogos basta.
Nada de sacerdotes. Silencio.
La presencia de sacerdotes junto a las familias de las víctimas es muy necesaria. Para los cristianos, más necesaria que la de los psicólogos. Y para los no cristianos, aunque no sean conscientes de ello, también.
1) Ni todos los jóvenes que no están en ningún movimiento están drogados o se prostituyen (aunque sí muchos de ellos, pero no por no estar en el opus o en la opas, sino por no haber escuchado el mensaje de Jesucristo) ni entiendo por qué se le tiene esa manía que le tienen algunos a los que vamos a ver al papa a que nos reafirme en nuestra fe, no a otra cosa.
2) Los que intenten evangelizar rezando el rosario en la puerta de una discoteca pues que vengan y me cuenten cómo les va, pero eso indica que se entiende bastante poco el problema de los jóvenes. El ir a una discoteca a emborracharse etc. no es el problema, es LA CONSECUENCIA. El problema se conoce cuando estás 5 horas diarias junto a ellos en la universidad o cuando quedas una tarde para charlar. Esto no implica que sólo los jóvenes entendamos a los jóvenes, sólo lo digo para que alguno deje de dar palos de ciego.
Por último quiero decir que lo que a mí me cambió la vida no fue el canon no sé cuánto ni nada de eso que aquí gusta tanto; a mí lo que me cambió la vida fue que me anunciaran (y después experimentara) lo mucho que el Dios me quiere A PESAR DE cómo soy, ahí donde ni yo mismo me aguanto. Si esto le sirve a alguien para enfocar de alguna manera la evangelización que los jóvenes esperamos de los mayores pues bendito sea el Señor.
Perdón por la extensión. Un saludo.
CARITAS CHRISTI URGET NOS
-los buenos (los de Sidney)
-los malos (drogados, promiscuos, borrachos...)
Y nada más.
Se dejan fuera a la mayoría. Tengo un hijo de casi tu edad y no es ni lo uno ni lo otro. Y es de lo mejor que hay. Y me fastidia y mucho que la iglesia lo ignore y lo ningunee, a él y a los miles que son como él: sanos, estudiosos, responsables, altrusitas, con amor y sueños, con ideales y proyectos, y creyentes, auqnue no recen el rosario, no sean kikos, no vayan a Sidney... Pues no existen.
- me alegra que estemos de acuerdo
- los que van a Sydney no son los buenos (más bien lo contrario)
- respecto al último párrafo, los que vamos a encuentros con el papa -o con los obispos (Javier 2006, encuentros paralelos a Sydney, etc.)- somos una pequeña minoría que sumado a los otros que nombras (yo casi que conociéndome no me atrevo a decirles malos) pues quizás no lleguemos a la mayoría (aunque será por poco); dicho esto tampoco creo que sea cierto que "la mayoría" en la que se encuentra tu hijo sea como él, aunque dentro de esta mayoría los haya como él, o al menos no es ésa la experiencia que yo tengo, no sé si me he explicado
- la verdad (y supongo que influirán mis 19 años) no sé a qué iglesia te refieres cuando hablas de que a tu hijo lo ignora y ningunea, espero que me lo expliques
Un saludo
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