Ordenación sacerdotal de José Alegre Lanuza en Huesca

D. Jesús Sanz Montes ordenará presbítero al diácono José Alegre Lanuza el próximo viernes 8 de diciembre, a las 6 de la tarde, en la Catedral de Huesca.

Es natural de Grañén, tiene 25 años. Fue instituido lector 19 de marzo de 2005, acólito el 17 de diciembre del mismo año y ordenado diácono el 7 de mayo de 2006.

Copio la entrevista que le hicieron en Pueblo de Dios:

"Ser sacerdote es el don más grande que el Señor me ha dado"

El próximo viernes 8 de diciembre, D. Jesús Sanz Montes ordenará presbítero al diácono José Alegre Lanuza, en la Catedral a las 6 de la tarde. Desde "Pueblo de Dios" invita a todos los diocesanos a participar en su alegría y a rezar para que sea un sacerdote según el corazón de Dios.

Ha llegado el día de la ordenación, después de más de 7 años de preparación. ¿Cómo te sientes?

En estos siete años de preparación siempre me he sentido acompañado y guiado por Aquél que me dio el empujón para tomar la decisión de seguirle en el camino de entrega del sacerdocio. Aquella intuición, aquel sueño dorado, ese camino que parecía cuesta arriba y lleno de niebla, lo hemos ido descubriendo y parece que ya llega a tocar su fin esta primera meta volante. Así, cuando en estos días o en los Ejercicios Espirituales pensaba en esto sólo salía de mis labios la palabra gracias. Gracias por todas las personas que ha ido poniendo, no por casualidad, a mi lado; las cuales me han ayudado a formarme, a confiar en Él y en mí, a ver la realidad con unos ojos distintos y a amarla como Dios quiere que se la ame. Así, mirando hacia atrás, oteando el horizonte, ves como la mano amiga ha dejado su huella y ha modelado con paciencia un corazón pequeño y débil, sabiendo que queda mucho para llegar a ser esa vasija preciosa que Él tiene en su corazón, para dar de beber a tantos que sin saberlo tienen sed de Dios.

Ante tu ordenación ¿cómo reaccionan las personas que te conocen?

La alegría y el gozo están en las caras de todos los que me van diciendo: "Ya queda poco". Se te llena el corazón, porque la satisfacción y el gozo que llevas en ti se ve reflejado en la cara de tantos que te conocen y te quieren. Tantos que rezan por ti, para que esta obra buena que el Señor ha comenzado, Él mismo la lleve a término.

¿Qué es para ti ser sacerdote?

Ser sacerdote es para mí el don más grande que el Señor me ha dado. Es sentir que mi ser y mi obrar han de ir unidos. Ser sacerdote es hacer de mi vida una ofrenda agradable a Dios para los demás. Partirme y compartirme con aquellos que tenga a mi lado, igual que el Señor se parte y se comparte en la Eucaristía. Ser sacerdote es ser testigo de Jesucristo en medio del mundo, no con grandes cosas, sino con las pequeñas cosas de cada día. Sabiendo que todo lo que hago está en relación con la llamada que he sentido y he intentado responder, desde mi limitación de persona humana; sabiéndome pobre y pequeño, pero aun así, sintiendo que Dios nunca me dejará de la mano: Te basta mi gracia… (2Cor 12, 9).

Eres el nuevo delegado diocesano de Pastoral Vocacional. ¿Qué proyectos tenéis?

Nos encontramos ante una falta patente de vocaciones, no sólo sacerdotales, religiosas o matrimoniales. También faltan vocaciones a ser cristianos. Pero confiemos en que Dios nunca nos va a dejar solos, siempre habrá personas dispuestas a que el Mensaje de Jesucristo cale en su corazón, sigue habiendo testigos: matrimonios, sacerdotes, religiosos, seglares que con su quehacer diario testimonian y hacen vida este Mensaje. Así desde ese testimonio podemos trabajar, concienciar y ayudar a dar el paso para ser los cristianos de este siglo veintiuno.

Todos los miembros de la delegación, formada por personas de las diversas vocaciones, tenemos como proyectos más relevantes: continuar con el acompañamiento de jóvenes, suscitar en nuestras parroquias acompañantes, las convivencias de jóvenes y de monaguillos.

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No soy profeta pero aventuro que José Alegre será uno de los sacerdotes de referencia de la Iglesia en Huesca. Tiempo al tiempo. De momento, os ruego que oréis por él para que el Señor le acompañe en estos días y en su futuro ministerio sacerdotal.

Luis Fernando Pérez Bustamante